C o f f e e   F l a v o r

꧁ C o f f e e   F l a v o r ꧂

Kuon & Arata ❙ Cerrado ❙ En curso

Gracias a su forma de ser, pudo percatarse de cada variación en los gestos de Kuon. De pronto, tuvo la impresión de que yacía un pequeño conflicto en el interior del músico, un detalle que le llamó la atención entre tantas otras.

Cuando el pelirosa aceptó ver sus ojos más cerca, Arata sostuvo unos segundos la mirada del chico antes de mover los ojos hacia la derecha, luego hacia abajo y, finalmente, hacia el centro, donde se encontró de nuevo con los rosados: le había propiciado diferentes ángulos.
Probablemente, el músico habría notado el ligero maquillaje que llevaba Arata en ellos: suaves colores anaranjados y rojizos.

La cercanía le brindó de nueva cuenta el agradable aroma frutal que emanaba Kuon, y también mayor detalle de sus ojos rosados.

—Mm, no son los únicos.

En otras palabras, había dicho que los ojos del músico también eran bonitos.

Habría mantenido la contemplación, pero desde el rabillo del ojo se percató de que alguien se dirigía a ellos, pues notó que no había cambiado de dirección para evadirlos. Se trataba de un chico unos centímetros más alto que Arata, de piel morena, cabello y ojos platinados rozando el blanco, y pestañas blancas.

—Hey! —saludó a Arata con una amplia sonrisa.

A Kuon le dedicó una leve reverencia con la cabeza.

—Creí que ya estarías listo, ¿mmmm?

Arata miró la hora desde su celular, el cual extrajo del bolsillo del pantalón. La carcasa de este llevaba una cabeza de un felino con un cuchillo en el hocico: una caricatura. De protector y fondo de pantalla se encontraba Bruma.

—Mm... aún hay tiempo, pero culpa al músico-masajista —se excusó, regresando la mirada a Kuon.

El prácticamente peliblanco alzó una ceja, exhaló una queda risa y prosiguió a tomar a Bruma en brazos. Por ello, Arata soltó el arnés y le abrió la puerta de su cuarto

—Te espero dentro.

De nueva cuenta le dedicó una tenue reverencia al músico, esta vez como despedida, antes de desaparecer en el interior del cuarto con Bruma.

—Mm... Debo partir. Nos vemos, músico-masajista.

Le había agradado aquel chico y el tiempo que pasaron juntos, por lo que una muy tenue sonrisa se hizo presente desde una de sus comisuras.

Residente 005
════ ⋆★⋆ ════

Dentro de la habitación del azulado residente, podían encontrarse piezas metálicas de diferentes tamaños y formas esparcidas por el suelo, cama y cómoda mientras que sentado en el suelo, Terizla concentrado atornillaba algunas para unirlas, sus apéndices se movían de un lado a otro atrayendo más piezas o herramientas.

Fue en ese momento que la I.A decidió aparecer con un pequeño mensaje parpadeante en su rostro.

—Buenos días, Terizla. Tenemos un par de avisos hoy.

Levantó la vista de lo que hacía para observar a su compañera. —Buenos días. Estoy algo ocupado hoy. ¿Son importantes?

—No son urgentes, pero sería bueno aprovechar para estar al día.

Lo pensó un poco y asintió levemente. Podría contestar mientras seguía trabajando. —Adelante entonces.

Encuesta #3

1. ¿Te cuesta conocer personas?

—No lo creo. Las personas se me hacen criaturas muy interesantes, por lo que hablarles y saber cosas de ellas es algo que me gusta. Es como estudiarlas sin necesidad de tenerlas en un laboratorio. Sin embargo, mi problema está en que a veces no sé como acercarme a ellas o si lo hago a veces las termino asustando, por lo que no siempre se da bien acercarme a ellas.

2. ¿Consideras que eres de dar el primer paso o que lo den?

—Soy en general el primero en hacerlo. Porque algo me gustó o simplemente llamó mi atención o necesito preguntar algo, yo soy quien se acerca a las personas.— guardó silencio unos momentos recordando. —Creo que las únicas veces que se acercaron a mi primero, fue para dispararme o golpearme.

—Disculpa, ¿Qué?

3. ¿Te apuntarías a una actividad para socializar? (Conocer a otros residentes).

—¡Por supuesto! Me encantaría, hay personas aquí a las que me gustaría hablarles y sería una buena oportunidad.

C o f f e e   F l a v o r


Kuon & Arata ❙ Cerrado ❙ En curso


Las palabras de Arata "Mm, no son los únicos" hicieron que Kuon sonriera, sin embargo no dijo nada.


Y así, tras un momento de contemplación mutua, llegó al lugar otro chico, un conocido de Arata, que saludó con una leve reverencia con la cabeza a Kuon, a lo que él le respondió del mismo modo.

La primera impresión de Kuon fue que era alguien educado y también cercano a Arata.

Mientras hablaban los dos chicos, Kuon prefirió no decir nada para no interrumpirlos, si bien por un momento le llamó la atención el móvil de Arata, que aunque no pudo ver bien, le pareció que tenía un dibujo o una imagen de un gato. Algo que sin duda sería otra curiosidad con la que se quedaría por el momento.

Posteriormente, al escuchar a Arata referirse a él como "músico-masajista" Kuon no pudo evitar repetir estas palabras en voz baja, riendo también levemente por un momento, pues de alguna forma aquel apodo le agradaba.

Después, cuando el otro chico entró en el cuarto de Arata con Bruma, volvió de nuevo a hacer una leve reverencia a Kuon, a lo que una vez más él le respondió del mismo modo. E imaginando que sería la última vez, al menos por el momento que vería a Bruma, Kuon la contempló por un instante a modo de despedida antes de que entrara al cuarto.


Durante todo el tiempo desde la llegada del otro chico, se podía decir que Kuon había permanecido prácticamente en silencio, y no fue hasta que Arata se despidió de él, que habló de nuevo en su habitual tono de voz.


Y así, con una sonrisa en el rostro, por una parte debida al apodo con el que le había llamado Arata, y por otra, porque había podido ver una muy ligera sonrisa en éste al despedirse de él, le dijo.


- Claro, no te quito más tiempo. Y no olvido mi deuda - termino diciendo con una de sus características pequeñas risas.


Quizás no lo había dicho de una forma muy clara, pero lo que quería decir es que estaría encantado de volver a verlos, tanto a Arata como a Bruma, cuando estos quisieran.

2. Carta

Para Aidan:
Muchas gracias por responder a mi anterior carta e incluso hablarme de tu trabajo.
Debe de ser difícil de realizar, o al menos siento que yo no podría. Espero que tengamos la oportunidad de conocernos en persona y poder charlar, si así lo quisieras.

— Un gusto para mí, no hay necesidad de agradecer, espero esté bien debo disculparme por la respuesta tardía no hay escusa por ello
tengo el mal hábito de olvidar revisar mi buzón, ahora que lo pienso parece una escusa... En fin, disculpe.

En efecto, lo es a veces. Sin embargo últimamente los trabajos que aceptó son los más simples o aquellos que considero extraños
me hacen pensar bastante en cómo las personas en su corta existencia pueden agobiarse por cosas tan insignificantes...
Oh, bueno cuando vives tanto pierdes el significado de vivir...
Éste ambiente me dió una mirada diferente del mundo, charlar...
No suena mal, tal vez conocer su forma de ver el mundo que lo rodea me de una impresión diferente.

꧁ C o f f e e   F l a v o r ꧂

Kuon & Arata ❙ Cerrado ❙ Finalizado

—Mm, muy bien —respondió pensando en la deuda de Kuon.

Dicho aquello, guardó el móvil en el bolsillo para, a cambio, extraer el bolígrafo con el cual estaba escribiendo antes las cartas. Con este en mano, se tomó la libertad de acercarse más al músico, coger su muñeca y escribir en esta su número telefónico de una manera lenta y minuciosa. No obstante, no había comenzado a escribir enseguida, sino que observó unos segundos los ojos de Kuon en busca de alguna señal de desacuerdo, pues de ser el caso, se abstendría.

Podría haberle dado alguna tarjeta de presentación, pero Arata prefería rayar la piel de las personas o escribir directamente el número en sus celulares.

Posteriormente, dio media vuelta para entrar a su cuarto y se despidió una última vez del «músico-masajista» con la mano antes de cerrar la puerta.

Ahora ambos tenían algo del otro: Arata el número del cuarto y Kuon el número de celular. Sin embargo, de haberse fijado, este también ahora contaba con la ubicación del cuarto del modelo.

Una vez dentro, vio al peliblanco tener una sonrisa divertida mientras observaba el ID.

—El residente OJO.

—El residente OJO —dijo al mismo tiempo que el otro chico.

El número 010 lucía como «OJO» en el ID de Arata.

—¿Ahora lees mentes? —preguntó bastante sorprendido.

—¿Ahora lees mentes? —dijo de nuevo al unísono.

—No, solo la tuya.

—...

C o f f e e   F l a v o r


Kuon & Arata ❙ Cerrado ❙ Finalizado


Cuando Kuon vio como Arata sacaba un bolígrafo del bolsillo y se acercaba a él, de alguna forma no le sorprendió que cogiera su muñeca y que tras observarlo unos segundos, comenzara a escribir su número telefónico en ella.

Como músico, Kuon estaba acostumbrado a este tipo de cosas, pues aunque no era algo que él hacia, si que había conocido a otros músicos que si que tenían esa costumbre con sus fans. Y de hecho, aunque este no fuera el mismo caso, tal gesto no le molestó en absoluto, hasta sentía que era algo que iba con la personalidad de Arata, o al menos, con lo que había podido ver de ella durante su encuentro.


Mientras Arata escribía Kuon simplemente se quedo observándole a los ojos. Normalmente no era de miradas tan directas cuando aun no tenía confianza con la otra persona, pero la forma de ser de Arata le hacía sentir que no tenía que ser tan prudente con él.


Cuando Arata terminó de escribir Kuon se quedo un instante mirando su muñeca, para posteriormente y después de que éste se despidiera de él con un gesto con su mano, devolverle el saludo de despedida, también con un gesto cordial con su mano y una de sus características sonrisas.


Después de esto la puerta del cuarto de Arata se cerró y Kuon se quedo un momento pensando en el encuentro que recién había tenido con Arata y Bruma. Ahora sabia donde podía localizarlos, pues sabía donde estaba su habitación, además de tener su número de teléfono.


Tras esto, comenzó a caminar por el pasillo sin rumbo fijo realmente, solo con una sonrisa en el rostro. Miro una vez más su muñeca donde Arata había escrito su número, saco su móvil de la sudadera que llevaba y comenzó a anotarlo para no perderlo. Normalmente no era el tipo de persona que llamaba cuando casi no conocía a la otra persona, pero aun así lo guardaría igualmente, pues después de todo nunca se sabía, o al menos ese era su pensar.

２. I n i c i o : Primer día en IRO.

Nuevo comienzo.

Relato:

Mientras esperaba el subterráneo sus ojos fríos se fijaban en algún punto imaginario del anden, pensando en si dejar una carta de despedida o solo irse sin decir nada, después de todo no eran tan cercanos ni mucho menos parecía que tuvieran esa intensión de formar un vinculo familiar, solo eran conocidos que compartían cuatros paredes, sin cruzar palabras ni miradas, ignorando la presencia de cada uno.
En todo el trayecto, sintió la necesidad de dejar algo antes de marcharse a su nueva residencia, no por algún motivo sentimental más bien para pagar una deuda que el creía tener, en el trayecto fueron los minutos más largos y cortos de su vida siendo torturado por esos pensamientos que consideraba innecesarios, la caminata hasta el edificio por primera vez se acortó tanto que de un momento a otro estaba frente a la puerta, su mente quedo en blanco los pensamientos al fin cesaron.


— Espero no tener que dar explicaciones.— murmuro antes de abrir la puerta seguido de un suspiro.


El pelirrojo no se inmuto ante la presencia de su compañero estaba tan acostumbrado a ser ignorado por este que no imagino que le dirigiera la palabra.
El silencio se rompió con un nombre que hace tiempo el joven no escuchaba.


— Misael.

— ¿¡Q  que!? Amós hey... Hola, sabes no tienes que llamarme así es... Raro.

— ¿Raro? Que yo recuerde ese es tu nombre.

— Si sobre eso... A pasado tiempo, tu entiendes aquí no le puedes dar tu nombre a cualquiera.

— No soy cualquiera, te recuerdo yo estuve el día que te bautizaron con ese nombre no lo olvides.

— ¡No! no quise decir, solo... Solo dime Caín ¿Si?.

— Es ridículo... Solo te dirigí la palabra para decirte que me marcho, es TODO, no hay necesidad de ser tan... Fraternales, es repugnante.


Ante los comentarios tan crueles el joven se quedo sin palabras, por primera creyó que su hermano tendría la iniciativa de querer conocerlo
sin embargo esas esperanzas se desvanecieron al momento que se dio la vuelta ignorando nuevamente su presencia, al cruzar la puerta paso de decir unas ultimas palabras, tomó un taxis hasta su destino.

-

La residencia se veía mas grande de lo que recordaba, a penas puso un pie a dentro una joven lo recibió con una presentación muy amable la cual respondió de una forma cordial, mientras Isamu llevo su equipaje en la recepción le explicaban lo básico tenia curiosidad por el establecimiento aun que prefirió dejarlo para el día siguiente, esa discusión lo dejo mentalmente ajotado. Al llegar a su habitación una sensación de paz lo invadió al fin tenia su lugar anhelado, con calma acomodo sus pertenencias cuando se topo con un pequeño dispositivo en el escritorio lo tomo para ver de que se trataba.


— Mmm Que será... Se pregunto, en ese momento una luz se encendió.

Buenas noches, mi nombre es D4RK soy tu I.A personal así como tu guía ¿Con quien tengo el gusto de hablar?.           

— ¿Mi I.A personal? Supongo que puedo decirte mi nombre... Amós, estoy un tanto confundido...

No se preocupe, Amós, permita me explicarle mi funcionamiento.


La I.A respondió todas sus dudas así como una pequeña charla personal sobre el trabajo que maneja, en lo que terminaba de configurar su sistema con el celular del albino, este le dio permiso de administrar sus futuros encargos para mayor facilidad.


— No meteré en problemas al lugar por esto ¿verdad?.

En lo absoluto, para mayor privacidad de los residentes nuestra red esta bien protegida. 

— Vaya... Es una caja de sorpresa la residencia.

Si desea puede explorar el lugar cuanto guste.

— Realmente no tenga tanta energía, comida... creo que mejor iré a la cafetería.

Perfecto, lo guiare hasta ahí.

— Muchas gracias, D4RK, será solo por un tiempo hasta memorizar las áreas.


El comedor contaba con una gran variedad de platillos, algo liviano y un postre fueron suficiente para dejar satisfecho al albino. Cuando estaba a punto de levantarse D4RK le notifico de un mensaje de un contacto desconocido, creyó que se trataba de trabajo sin embargo fue una sorpresa que su antiguo compañero lo contactará.


(...) No creas que te puedes librar de mi tan fácilmente, conozco esta cuidad mejor que tu! me necesitas aun que no quieras.


— Que ser tan molesto... Hazme un favor, bloquea a ese idiota. 

Contacto bloqueado ¿Alguna persona indeseada? Las amenazas no puedo pasarlo por alto.

— ¿Amenaza? no tiene las agallas para ello, déjalo así, se le pasara la rabieta en un rato o unos días... Es peor que un niño.


Dio un respiro de resignación antes de levantarse de la silla, no tenía las ganas de seguir pensando en esa discusión tan infantil
antes de ir a su habitación, paso por la biblioteca para escoger un libro y leerlo en la cama.
Un baño ayudo a tranquilizarlo del todo, tomo el libro para comenzar a leer sin embargo no termino el primer capitulo que lo dejo en la mesa de noche
le pidió a la I.A que fuera su despertador así como su agenda el día siguiente tenía mas encargos de lo que quisiera, pero esas almas le darían la fuerza necesaria para llevar el día a día, se acomodo en su nueva cama para posteriormente caer en un sueño profundo.

S o l i c i t u d   d e   i n g r e s o:

IA:

Izula

Residente:

Kuon

Fotografía:

Fotografía

By Kariisthma ^^

Ocupación:

Músico

Cuarto:

05

¿Desea compartir cuarto?:

Si


Compañero de cuarto:

-

ID:

(ID que será entregado una vez la solicitud de ingreso sea aceptada. Puede ir fuera de spoiler)

P i n   d e   a c c e s o   :   Discord

✩ Nombre:

Amós.

1. ¿Te cuesta conocer personas?
Para nada. Siempre es un placer conocer gente nueva.

2. ¿Consideras que eres de dar el primer paso o que lo den?
Realmente depende mucho de la situación, pero generalizando, suelo tomar la iniciativa con frecuencia.

3. ¿Te apuntarías a una actividad para socializar? (Conocer a otros residentes).
Claro, suena divertido.

E n c u e s t a s   P a s a d a s

1

1. ¡Se acerca la Navidad! ¿Qué planes tienes para ese día?
Bueno… creo que llego algo tarde para esta pregunta, pero no he hecho nada especial mas que comer platos y postres festivos.

2. ¿Cuál o cómo sería el regalo ideal que te gustaría recibir?
No considero que la navidad se trate de regalos, por lo que no me he puesto a pensar cual seria el regalo ideal...
Supongo que cualquier cosa hecha con cariño

Se mantuvo en silencio, momento en el cual aprovechó para degustar una vez mas su café.

Y dulces, muchos dulces.

3. ¿Celebras la Navidad? ¿Sí/no, por qué?
No realmente, Aunque me gusta decorar, y disfrutar de un buen chocolate caliente... ¿Eso cuenta?

2

1.¿En qué mes estás de cumpleaños? Puede que una sorpresa toque tu puerta.
Mayo. 20 de Mayo.

2. Si ahora no aceptas compartir cuarto, ¿crees que te gustaría compartir alguna vez?
Se mantuvo pensativo unos instantes, considerando dicha pregunta.

Mmm… si, podría estar bien, tal vez en un futuro. Aunque definitivamente no ahora, disfruto de mi privacidad.

3. En cuanto a gustos, ¿Cuál es tu postre favorito?
Hm… Es complicado elegir solo uno, los postres son todos deliciosos.

Ladeó levemente la cabeza, intentando escoger entre los tantos postres que le gustaban. Antes de responder, dejo la taza ya vacía sobre la mesa.

Creo que si tengo que elegir, me quedo con los rollitos de manzana, con extra canela.