¡Hola! ¿Qué tal estamos? ¿Todo el mundo preparado para Halloween? Yo ya he conseguido la peluca que quería para disfrazarme. En la web. En la vida real llevo dos años disfrazándome de unicornio y no tengo ninguna intención de que eso cambie este año

¿Disfrutó todo el mundo del C̴͕̜̙̗̜̐̈̌̈͐̇͜ä̵̫͙̟̟͖̩̲͎̎̊̑͛̽̇̋͂͠p̸̯̳͎̫͑̾̽͑͛͛͒̈́̄́̀̐͠í̴̤̝͔͉̭̃͠t̶͇͕̾̎̎ǘ̸̲̰͙̬̯͕̪̥̺̜̅͌̀̇̑̈́̈́͛̎̌͘ḻ̴̡̢̰͈͈̭̣̻̭̼̊͋͠͝ǫ̶̫͚̣̳͔͊̿͛ ̷̨̡͙̻̬̗̣̣͔͍̣͗̎͝¿̵̧̨̧̥̠̖̩̹͓̗͙̩̞͌̄̅̈͠?̸̛͍̆͌͒̊̿́̍͘?̵̨̝̖͇͔͕̿¿̶̱̮̯͓̹̘͍̒̈́́͌͛̈́͛͘̕͜͝͝ ?

Espero que os gustara tanto como me gustó a mí, huehueh. Dije que iba a intentar subir algún dibujo de Shin a modo de referencia y, bien... He tenido 0 tiempos para hacerlo así que he hecho algo en los 15 minutos que paso por casa cuando vuelvo del trabajo antes de irme a la universidad. Apesta un poco pero es lo que hay.

Buegh

Versión sin color porque creo que los ojos me han salido más lindos sin pero se han ido a la porra con el negro

Pues eso es (?

Vamos a ver esos comentarios...

Kadia

Tú ve e investiga esos hilos, ve, seguro que alguna idea perversa se te ocurre (?)

Pues he tenido un pequeño dilema porque ahora no sé si hacer 28 de diciembre con Mario Jacinto o Navidad con muérdago, bueno, ya me decidiré. Bsjbsj había entendido que te habías confundido entre Ez y Hiiro, vaya (? Es verdad que la respuesta de Hiiro es un poco... infantil, pero creo que Nevra tampoco se porta bien, bueno (? Mira, seguro que no has llorado nada de nada, si el capítulo fue súper divertido :D

Pues la fuente es la misma que uso para el resto de capítulos, sólo que tiene mazo mierda encima x) La culpa de que Hiiro esté en Eldarya es suya por tropezarse. En serio, ese círculo de setas ni siquiera era para él, era para Kevin, sólo se cayó dentro porque es torpe, ahora vete a saber dónde está Kevin... Es broma, es broma, Kadia suelta esa tecla de mayúsculas, no-

Puede que Shin sea mayorcito en términos de edad, pero tiene la inocencia de un niño de 9 años. Es mejor que no descubra la verdad sobre las escrituras, créeme. Es hora de que Hiiro abandone sus ambiciones en Eldarya y en el mundo humano y se convierta en amo de casa para el Shinigami (?)

Noooooo, no estaba soltero, ojo cuidao (?) Rompan o no en el futuro, el presente es el presente, aunque sea un flashback e.e La frase de los mitos xDDDDD Lo siento, sólo es una frase profunda de tuenti, no le hagas caso (?

A ver, Hiiro no es tan tonto como para irse sin decir adiós D: Si Hiiro está súper uwu con el shinigami, lo que pasa que el pobre tiene cosas que hacer ahí fuera. Me voy a tomar como un cumplido la comparación con Hydriel x) Cógele cariño que es la intención e.e

Si supiera dibujar bien dibujaría un retrato de Hiiro pero sólo sé dibujar moñecos con ojos espejados y anatomía pocha así que lo siento x) Créeme, a Hiiro le pica más. Los mochis no son para Henry, no, a Henry sólo le hace caso Valkyon una vez al año Y Lance se está muriendo de asco, ¿por qué esta gente no hace caso a sus hermanos muertos?

Oye, lo de borrar memorias sólo lo he hecho tres veces (?) Y una la revertí casi al instante, otra la he revertido y la última da igual porque Henry está muerto (???)

Lo que ha pasado es un flashback. Lo siento si no está muy claro, pero la cosa es así: Hiiro se ha ido a Fenghuang porque está más cerca de Kazorami y tiene mayor conexión con el mundo espiritual y se ha liado a meditar con la intención de contactar con Shin, Shin le ignora, después de dos días de pasividad Hiiro le ofrece al altar la misma ficha de othello que Shin le dio a cambio del mochi, y eso hace que Shin finalmente acceda a contactar con él... Shin y Hiiro se encuentran en ¿algún lugar? a finales de la parte 4, y al encontrarse ambos se abre el flashback. Así que, sí, encontrarse se encuentran (?

Isis

Hola, cuánto tiempo (? Entiendo el efecto bola de nieve que se forma con estas cosas, no te preocupes. No tienes que sentirte forzada a comentar, a mí es que me gusta hablar así que yo siempre escribo mucho texto y puede ser un poco pesado, pero yo con que la gente se pase de cuando en cuando a saludar para no sentirme solo me doy con un canto en los dientes, así que pásate por aquí sólo cuando quieras y puedas ♡

Has tenido no uno sino DOS cameos, vaya, para Isis y para Foxy (? No me atrevo a escribir con OC’s ajenos, pero me hace gracia poder señalar cameos de cuando en cuando uwu Enhorabuena por volver con tu ex, a ver si esta vez os va mejor :D Y eso, eso, que aprendan Hiiro y Nevra e.e

Ay dios volvió la letra naranja...... Seleccionar texto.

Pues hombre, porque Shin es un buen chiquillo, y, bueno, vive ahí, qué te voy a decir (? xd Buena suerte con Bleach que he escuchado que el manga vuelve y le van a sacar un nuevo arco al anime, o algo así (?) Y, sí, por supuesto que el shinigami es guapo. Todos los personajes de esta historia son atractivos salvo Kaira Zaitsev.

Hiiro y tú podéis compartir el corcho de las preguntas (? Y a mí la filosofía me puede chupar un pie, nunca he entendido por qué tengo que leer lo que dijo otra gente para saber pensar, yo ya sé pensar por mí mismo

Depende de qué manga, hay algunos que empiezan con un monstruo tentaculoso y terminan en un monstruo tentaculoso. N-no hablo por experiencia Por qué nos creemos que le tiene tanto miedo la gente a los gatogarfios (?)

Othello no tiene nada que ver con Tripleté x) Fue Hiiro el que sacó la palabra, cuando recordó ir a ver una representación de Othello al teatro con el instituto, El Titiritero nunca lo mencionó. Pensar en la palabra hizo que se agitaran sus memorias reprimidas por la asociación con el juego de mesa, y ahí lo que pasó, pero Tripleté no tiene nada que ver con ello. Ha pasado mucho tiempo así que normal que ande todo confuso (?

--

Hiiro no debería acercarse nunca a una cocina, está claro... Y Henry tampoco, por favor. Hiiro no se ha dado cuenta de que es una continuación de lo del cerezo porque, simplemente, no se le ha venido a la mente, no ha sido capaz de hacer la asociación. No sabía cuánta gente iba a hacerla, la verdad, así que mis enhorabuenas por pensarlo x) Shippeas a Hiiro con todo el mundo porque Hiiro está específicamente hecho para ser shippeado con gente y Shin específicamente creado para ser shippeado con Hiiro.

Hmmm, setas pintoras... Habrá que pensárselo... A mí también me gusta Shin :) Y, sí, ese era el cameo de Foxy, que lleva ahí esperando muuuuucho tiempo D: RIP Foxy, te recordaremos.

Hiiro: Existe*
Cualquier chico en 500 km a la redonda: Por favor te necesito en mi vida pasa el resto de la eternidad conmigo te lo rueg-
Hiiro: Lo siento, mi mamá me ha dicho que tengo que volver pronto a casa :c

No sé cada cuánto veremos a Shin, porque es un personaje un poco... Hmmm, elusivo, pero tendrá sus momentos de relevancia porque es un personaje muy importante. ¡Así que volveremos a verle! Cuando Hiiro se muera de una vez por todas, eso es.

Besitos para ti también y, por supuesto, es un placer verte x)

Gracias por los comentarios ♡

Sobre los capítulos de hoy... Sí, "los" capítulos. Oof.

Como ya dejé explicado en mi post anterior, mi intención en un primer momento era publicar el C̴͕̜̙̗̜̐̈̌̈͐̇͜ä̵̫͙̟̟͖̩̲͎̎̊̑͛̽̇̋͂͠p̸̯̳͎̫͑̾̽͑͛͛͒̈́̄́̀̐͠í̴̤̝͔͉̭̃͠t̶͇͕̾̎̎ǘ̸̲̰͙̬̯͕̪̥̺̜̅͌̀̇̑̈́̈́͛̎̌͘ḻ̴̡̢̰͈͈̭̣̻̭̼̊͋͠͝ǫ̶̫͚̣̳͔͊̿͛ ̷̨̡͙̻̬̗̣̣͔͍̣͗̎͝¿̵̧̨̧̥̠̖̩̹͓̗͙̩̞͌̄̅̈͠?̸̛͍̆͌͒̊̿́̍͘?̵̨̝̖͇͔͕̿¿̶̱̮̯͓̹̘͍̒̈́́͌͛̈́͛͘̕͜͝͝ ? por partes como el Capítulo L, pero como soy tonto al final quise ponerlo tojunto para darle más emoción...

Así que ahora se me ha quedado colgando el final del 23.4, oops. Iba a ir después de la última parte del C̴͕̜̙̗̜̐̈̌̈͐̇͜ä̵̫͙̟̟͖̩̲͎̎̊̑͛̽̇̋͂͠p̸̯̳͎̫͑̾̽͑͛͛͒̈́̄́̀̐͠í̴̤̝͔͉̭̃͠t̶͇͕̾̎̎ǘ̸̲̰͙̬̯͕̪̥̺̜̅͌̀̇̑̈́̈́͛̎̌͘ḻ̴̡̢̰͈͈̭̣̻̭̼̊͋͠͝ǫ̶̫͚̣̳͔͊̿͛ ̷̨̡͙̻̬̗̣̣͔͍̣͗̎͝¿̵̧̨̧̥̠̖̩̹͓̗͙̩̞͌̄̅̈͠?̸̛͍̆͌͒̊̿́̍͘?̵̨̝̖͇͔͕̿¿̶̱̮̯͓̹̘͍̒̈́́͌͛̈́͛͘̕͜͝͝ ?, para seguir con la conversación que estaban teniendo Shin y Hiiro antes del flashback, perooooo... Pues eso que se ha quedado así (?

Así que voy a publicar primero esa última parte porque es muy cortita y luego la parte 5, que y es... Algo más larga, sí... ¡Pero eso no es todo! He tenido un bloqueo enorme con la parte 5, por muchas y variadas razones que quizá explique, o no, y eso me ha llevado a que escribiendo a veces me venían delirios. Cosas para entretenerme a mí mismo que no tienen mucha cabida en la historia porque tienen personajes actuando ooc o porque simplemente no tiene sentido que se incluyan. Así que al final del post dejaré los dos extras súper guays que han resultado de mis delirios para que os echéis unas risas si es que os apetece.

Y hale, eso es todo, mucho texto, vamos allá.

Capítulo 23.4.-

Suspira, parece que muy aburrido conmigo.

-De tal palo, tal astilla… Los dos hermanos sois igual de rebeldes, parece -Eso es lo primero que dice, su queja-. Esto no tendría que estar pasando…

-Lo siento -Me disculpo, pero en su mirada sólo hay reproche.

-No, no lo sientes. Si lo sintieras de verdad, no estarías aquí -Quizá… Pero ahora que recuerdo que existes, no iba a simplemente olvidarte para siempre.

-El sello se rompió -Indico-. Eso no fue culpa mía. Sé que querías que te olvidara, pero…

-De primeras, no "se rompió", fui yo el que te lo quitó -La confesión me sorprende-. El energúmeno que estaba intentando quitártelo forzó demasiado maana sobre tu cuerpo y eso casi te mata. Y, una vez más, si murieses por eso habría sido culpa mía y yo no puedo intervenir en el ciclo de vida de los mortales, así que…

-... Te viste forzado a quitármelo -Asiente-. Gracias. Sé que la persona que intentaba quitarlo no lo hacía con mala intención…

-Las intenciones no importan si se hacen desde la ignorancia -Parece irritado por todo el asunto-. Bueno. Aquí me tienes. Enhorabuena. Acabas de romper tabúes que tengo autoimpuestos desde hace cien años, espero que estés contento, porque desde luego yo no lo estoy. ¿Qué quieres de mí exactamente que tan desesperado estás por verme?

Le miro fijamente. Sus ojos oscuros me devuelven la mirada, cada vez menos enfadados.

Intento ofrecerle mi mejor sonrisa.

-Hola, Shin.

El sonido que escapa de sus labios no sé si es una risa o un bufido.

-¿Todo esto para decir hola?

-Sí. Hola.

Sus ojos me juzgan de nuevo, aunque esta vez… Sin enfado, simplemente curiosidad. Entretenimiento. Y un poco de cariño tal vez.

-Hola, Hiiro -Al final, cede-. ¿Por qué tienes que hacer esto…?

-Ahora que he recordado, no puedes hacerme olvidar… No hay nada que puedas hacer para impedir que te dé la lata -Aunque intente hacerse el enfadado, juraría que es incapaz de odiarme del todo por esto-. Así que, quiero hablar contigo. Mantener el contacto. Hacerte algo de compañía, aunque sea muy de cuando en cuando…

-¿Qué te hace pensar que tengo el tiempo suficiente como para perderlo en esto?

-¿No lo tienes?

Unos instantes de silencio en los que no se atreve a replicar. Si algo le sobra es tiempo, desde luego.

-Eres demasiado impertinente para lo bajito que eres...

-Ya estamos con mi altura…

-Pero no has crecido nada desde la última vez que te vi.

-¡Han pasado dos meses, la gente no crece tan rápido! -Me mira poco impresionado conmigo, como el adulto que mira al niño que intenta calzarle una trola.

-Quizá si comieras mejor… -Parece hasta decepcionado- Y si dejases de desangrarte con tanta frecuencia… Te dije que no quería verte hasta dentro de muchos años, pero estuvimos a punto de encontrarnos hace no tanto tiempo. Teniendo en cuenta la cantidad de veces que eso ha ocurrido, empiezo a pensar que es que la muerte te quiere para sí…

-¿Podrías no decir esas cosas, por favor? -Es un poco siniestro… Aunque viendo cómo me mira, casi sorprendido, asumo que no se ha dado cuenta de lo tétrico de sus palabras- Bueno… Quiero hablar de ese incidente contigo, si fuera posible.

-Así que sí me buscabas por un motivo.

-En parte sí -Y me siento algo culpable por ello-, pero la razón principal es que quería verte. No me gustó nuestra despedida.

-Hm -Le veo jugar con ese mechón de pelo que tiene más largo-. Siendo tú, me lo creo. Sé que quizá debería estar más enfadado por toda la situación, pero viendo tu inocencia, me cuesta estarlo… -Suspira, como si estuviera muy cansado- Sea, pregúntame lo que quieras. Total, no vas a dejarme en paz hasta que lo hagas.

Sé que no debe de parecérselo, pero… me siento mal por eso. Sé que le estoy haciendo romper muchas reglas… Pero esto es importante. Muy, muy importante.

-La última vez que casi me muero -Empiezo-, el que me salvó de la muerte fue un hombre peculiar. Uno de sus ojos es negro como los tuyos, pero sin iris, y está cruzado por la marca de una cicatriz. Tiene la habilidad de crear hilos de la nada y manejarlos como le plazca… y es capaz de tomar almas del más allá, encerrarlas en marionetas y esclavizarlas, como hizo con mi hermano. Se hace llamar El T-

>>iritero…

Cuando termino la frase, me doy cuenta de que no veo nada. Y de que siento el suelo debajo de mí, y la brisa nocturna, y escucho el ruido de la fiesta a lo lejos…

Abro los ojos y me veo de nuevo en los jardines del templo Feng Huang. ¿Qué…? ¿P-por qué…? ¿Qué ha pasado? ¿Qué ha fallado?

… ¿Me ha echado?

Vuelvo a cerrar los ojos e intento concentrarme en la meditación de nuevo. Me cuesta ahora un poco más, porque esto me ha dejado un poco agitado, pero… De ninguna manera consigo volver a contactar con él, por mucho que le llamo, por mucho que lo intento.

Nada de nada. Qué…

…

No quiere hablar conmigo. De acuerdo. Es en parte culpa mía por haberle sacado ese tema… Pero por la reacción, no cabe duda de que evidentemente, tiene que saber algo sobre El Titiritero.

Le he dado muchas vueltas a eso. Cuando estuvo a punto de matarme, El Titiritero dijo “Saluda al robaalmas de mi parte”... Ese tiene que ser él, Shin. Sus poderes… tienen que tener algo que ver con el más allá… Y Shin tiene que saber que existe, por narices. Si está sacando almas del otro lado, es imposible que no se haya dado cuenta… Aunque sea por Henry. Y el hecho de que en cuanto le haya mencionado me haya echado… Confirma que efectivamente sabe algo, pero no quiere hablar conmigo de ello.

Suelto aire. De acuerdo. Lo entiendo.

Me acerco al altar una vez más. La ficha de othello sigue ahí… no se la ha llevado. Coloco una mano sobre ella.

-Lo siento -Musito-. No te molestaré más.

Recojo la ficha y me la guardo en el bolsillo, finalmente abandonando el altar y el jardín.

Es que a quién se le ocurre, Hiiro. Por supuesto que se va a enfadar si mencionas a otro chico mientras estás hablando con él :/

Bueno, parte 5 (?

Capítulo 23.5.-

(Narra Leiftan)

A la mañana del día siguiente, no tengo muy claro qué es lo que quiero hacer con mi vida.

Quizá sería más fácil, no sé… Simplemente… Intentar dominar el mundo o algo. ¿Qué tan difícil debe ser eso? No mucho para un daemon, ¿no? Lo malo que si lo hago a lo mejor viene un dragón a preguntarme que qué estoy haciendo… Pero el lado bueno es que si tuviera el control absoluto sobre Eldarya, no podría oponerse nadie cuando decidiera tener a Erika y a Ezarel para mí.

Anoche fue… Anoche estuvo muy bien. Me lo pasé bien. Bailé con Erika, y nos reímos y bromeamos, y… Y eché mucho de menos poner tener el derecho a abrazarla con ternura, a poder besarla cuando quiera, a mirar fijamente a sus ojos y perderme en ellos sin hacer que las cosas se pongan incómodas… Ahora mismo, no puedo hacer eso, porque perdí todo eso cuando decidí romper con ella.

He intentado reflexionar sobre qué es lo que quiero hacer con esta situación. La conversación que tuve ayer con Erika me ha estado rondando la mente desde entonces, y el tiempo que he pasado con ella durante la fiesta sólo ha hecho que mis dudas se acentúen.

Debería… ¿debería volver a intentar algo con ella? Hasta ahora lo he evitado por… Ezarel. Parte de ello porque un lado de mí inocentemente piensa que quizá sea capaz de seducirle algún día (a pesar de que es muy claro que él jamás podrá corresponder mis sentimientos, por varios motivos), pero la mayor razón es por… Porque posiblemente ellos dos juntos puedan ser más felices que conmigo. Pero…

Quizá ella quiera estar conmigo, y no con Ezarel. Si… si de verdad quiere eso, entonces… debería… ¿h-hacerlo? Si de verdad va a ser feliz conmigo… Porque Ezarel… Sé que está un poco feo decir esto, pero ya ha tenido su oportunidad. Y yo la he tenido también, eso es cierto, pero…

Pero, ¿por qué tengo que esperar a que él se decida a si quiere hacer algo o no? Si de verdad la quiero, lo que debería hacer es demostrárselo, o…

No sé.

Lanzo un suspiro muy, muy largo. Me acabo de despertar y ya estoy cansado.

Me levanto para ir a desayunar al comedor. La verdad es que me gusta bastante más el ambiente que hay aquí que el que hay en la cantina de la Guardia, pero sé que Karuto me mataría si lo dijera en voz alta, aunque el asunto no tenga nada que ver con él. Simplemente, creo que me gusta más la estancia… Las habitaciones aquí son más grandes y tienen mucha luz natural, lo cual se agradece, y como aquí hay más manos en la cocina, es más fácil que te atiendan. Ahora que lo pienso, no sé cómo se las apaña Karuto para tenernos alimentados a todos él solo… Quizá habría que buscar más personal para la cocina… Aunque ya puedo escuchar la risa de Miiko cuando se lo proponga.

Igual que ayer, mientras estoy desayunando, me encuentro con Hiiro que debe ser que se levanta a las mismas horas que yo. Saludo con cortesía, y él hace lo mismo y cuando tiene su desayuno viene a sentarse conmigo… Posiblemente más bien por educación que porque seamos cercanos, porque la verdad es que tampoco tengo mucho trato personal con él.

-Buenos días, Hiiro. ¿Has pasado una buena noche?

-Eh… sí -Dice eso, pero por la cara que tiene no es difícil saber que eso es mentira-. ¿Qué tal tú?

-Creo que igual que tú… -Me he pasado la noche dándole vueltas al tema de Erika, a fin de cuentas- ¿Tienes pensado seguir hoy con tu meditación? Me gustaría acompañarte hoy también con eso, si fuera posible… Mi mente lo agradecerá.

-No… sé si voy a hacer eso hoy… Em… -Parece un poco confundido… Pobre, debe seguir medio dormido todavía- Creo que voy a intentar… Pasear por ahí. Disfrutar de los alrededores. A ser posible, sin que Eweleïn me ponga una correa o Valkyon se pegue a mí como si fuera mi guardaespaldas.

-Sabes que lo hacen con buena intención… -Pobre, está un poco cansado de eso, parece- Pero eso no lo excusa, cierto. Um… Creo que Eweleïn sigue ocupada con su amigo, Feng Long… -O al menos, lo último que recuerdo de ellos anoche es a Feng Long queriendo compartir habitación con Eweleïn “por los viejos tiempos”, ella negándose rotundamente, Huang Hua invitándola a pasar la noche en su cuarto si Feng Long insistía en quedarse en su habitación y Ezarel riéndose de todo el asunto a carcajada limpia- Y Valkyon… No tengo muy claro dónde está, la verdad, pero seguro que si se lo explicas te dejará un rato a solas.

-Hm… -La galleta mojada que estaba por comerse se rompe de repente, cayendo sobre la taza y salpicando alrededor- Ah, frick...

-Bueno, en cualquier caso, si decides dedicar otro rato a la meditación, te agradecería si me avisaras para unirme a ti…

-Este… No lo digo con ofensa, Leiftan… -Veo que me hace una mueca- Pero a decir verdad, creo que prefiero hacerlo por mi cuenta.

-Oh -Me siento un poco mal de repente… Es cierto que me he autoinvitado un poco a sus sesiones de meditación-. No pasa nada, lo comprendo…

-Pero nada te detiene de poder hacerlo por tu cuenta tú también.

Supongo que no…

Una vez termino mi desayuno, me despido de Hiiro y le dejo atrás, pensando en qué voy a invertir mi día. Viendo la ausencia de terremotos, estoy casi seguro de que el ritual de la flauta tuvo que salir bien, así que si todo sigue así… Mañana o pasado volveremos a Eel, depende de qué tan larga sea la fiesta de esta noche y la resaca que tengamos a la mañana siguiente. Más o menos se han limpiado ya todos los bloques de escombro y poco queda por hacer… Empezar las reconstrucciones, ya, pero ese no es nuestro trabajo. Ya tuvimos conversaciones con Huang Hua al respecto, con unas estimaciones de qué es lo que pueden necesitar para reparar los daños, y la segunda parte de eso será cuando lleguemos a Eel y podamos empezar a gestionar qué recursos vamos a mandar. Incluso con nuestros problemas de presupuesto y la tacañería de Miiko, sé que no va a dudar en solo segundo en invertir todos los recursos posibles en el templo. Huang Hua y ella son muy cercanas… Miiko lo daría todo por ella, y viceversa.

Así que con eso, y teniendo en cuenta que no queda mucho por limpiar, erm…

Pues no tengo mucho que hacer.

Me quedo plantado en mitad del patio interior del centro, algo patidifuso. No sé en qué podría invertir mi tiempo. Hmmm, quizá… Quizá debiera ir a la biblioteca para buscar información sobre daemon de nuevo, o quizá, uh… ¿pueda dar un paseo? O meditar, o… Hacer cualquier cosa…

… O ir a buscar a Erika para tener la conversación que le debo.

Suspiro para mis adentros, sabiéndome cobarde por no querer encarar las consecuencias de mis acciones. Esto es culpa mía, así que no tengo derecho a quejarme… Bueno… pues a buscar a Erika, supongo. Con lo difícil que es eso, que siempre está corriendo por todos lados sin quedarse quieta...

---

(Narra Erika)

-¿¡Hasta los fideos son de arroz!? -Karuto asiente muy formalmente ante mi sorpresa- ¿¡Por qué esta gente usa el arroz para todo!?

-Porque, para una cosa que pueden cultivar, cómo no van a usarla -Aún así…

-Pero se supone que no es nutritivo, ¿no? -Sigo haciéndome preguntas- ¿Por qué tanto arroz entonces?

Cuando esta mañana me he metido a la cocina para intentar ver qué se cocía por ahí (huehueh) y aprender los secretos de la cocina Feng Huang, he visto que la tensión estaba… Un poco alta. A los cocineros de por aquí no parece caerles muy bien Karuto, vete a saber por qué, y el sentimiento parece ser recíproco. He querido intentar calmar un poco el asunto, pero entonces la furia de Karuto se ha vuelto en mi contra… Hasta que de repente Feng Zifu se ha materializado en la cocina, casi rodeado de un halo de luz, con las palabras mágicas de: “Karuto, apenas he tenido oportunidad de conversar contigo, ¿sería posible que me concedieras algo de tu tiempo?”.

Así que ahora estamos los tres a orillas del Gran Río… Conversando. Que qué hago yo aquí es una buena pregunta, pero ha sido Karuto el que, en un ataque de nervios, me ha forzado a unirme a su conversación tranquila, y aquí estoy.

Huang Hua ya me ha explicado qué es lo que está pasando entre estos dos… ¡Ahora lo entiendo un poco mejor! Aunque no tenía ni idea de que Karuto… Bueno… No es especialmente obvio, si ni siquiera mi instinto femenino ha sabido verlo. Pero bueno, que me da igual, que ahora mismo me siento como la niña de todas las pelis de comedia romántica que está intentando que su padre divorciado y/o viudo encuentre de nuevo el amor a base de juntarle con la señoritaa----EL CABALLERO que ha aparecido de repente en su vida y ha revolucionado su mundo y-

-A pesar de que nuestros cultivos no son nutritivos, hay aún muchas poblaciones que practican la agricultura -Feng Zifu me saca de mis fantasías al hablar-. Aún se puede dar uso a multitud de especies nativas de Eldarya… Para la alquimia o para la producción de telas, pero también para la cocina. Especias y edulcorantes, fruta para la producción de alcohol, y otros tipos de alimentos… Nuestro arroz, por ejemplo. Incluso si no aporta ningún valor nutritivo, muchos de nuestros platos lo utilizan a modo de acompañamiento junto con otros alimentos más saludables, y está ya embebido en nuestra tradición gastronómica. Además de ello, es una forma para llenar el estómago en épocas en los que la comida es más escasa, para reducir la sensación de hambre; y fuera de ello lo podemos usar para multitud de dulces y aperitivos que no requerimos que aporten valor nutricional. Más allá de eso, sus propiedades ayudan al cuidado y mantenimiento de la piel, lo que hace que su consumo sea apreciado más allá de la nutrición.

Anda… Pues sí que le dan uso, sí. Y esta conversación me hace pensar en que tiene que dar mucho miedo jugar al trivial contra Feng Zifu.

-C-como siempre, sus conocimientos no tienen límites, Feng Zifu… -Karuto le mira con una sonrisa tonta.

-Para alguien que vive aquí, conocer esa información no es algo tan inusual. Habría que ser un ignorante para no saberlo… -100% segura de que si yo viviera aquí no me enteraría de la misa la media.

-¡P-por supuesto! Aún así, usted es…

Karuto se interrumpe cuando Feng Zifu mira súbitamente en alguna dirección hacia el templo, como si algo hubiera llamado su atención. Sigo la línea de su mirada y me encuentro con que está mirando fijamente a Leiftan, que en algún momento ha debido de vernos y se está acercando a nosotros… A-ah, oh, Leift. Hmmm, sí.

Ayer durante la fiesta… Ignoré lo que había pasado entre nosotros. Disfruté bailando con él, riendo, bromeando, haciendo el tonto… Y una parte de mí esperaba que él fuera a armarse de valor, besarme y que así se solucionara todo… Mientras que otra parte, la misma que me hizo lanzarle miradas de reojo a Ezarel durante toda la noche para ver si nos estaba prestando atención, temía precisamente que hiciera eso.

Y… al final no hizo nada. Y yo tampoco. Y simplemente bailamos y reímos.

Y nada más.

Y tenemos una conversación pendiente que no estoy muy segura de querer tener porque-ohdiosmío, ¿y si me dice que deje de ser tan estúpidamente egocéntrica de pensar que cualquier chico puede sentirse atraído hacia mí y de qué voy confundiéndole y que qué me creo que soy y que pos no estoy tan buena?

-¡Pfté…! -Karuto arruga la cara al ver a Leiftan acercarse- Ya ha venido el cachorro abandonado… Erika, no sé cómo te puede gustar ese tipo.

-¡O-oye! -Con las mejillas rojas, me quejo- Leift es muy buen chico… Y los abdominales -Pone los ojos en blanco-. ¿Qué es eso de “cachorro abandonado”?

-Cada vez que entra a una habitación, lo primero que hace es buscar con la mirada a ver si tú estás en ella -Lo dice como si nada-. Si resulta que estás, sonríe; y si no, pone esa cara de cachorro abandonado, como la que tiene ahora.

-A-ah… -¿E-es eso verdad?- B-bueno, entonces ahora no tendría que tener esa cara, ¿no?

-No, ahora la tiene porque evidentemente ha metido la pata contigo y viene a disculparse por lo que sea que ha hecho -Lo dice con toda la naturalidad del mundo. Feng Zifu le mira levantando las cejas, dando un sorbo de su té… Sí, se ha traído el juego de té. ¿Por qué todo el mundo aquí está sorbiendo té constantemente, qué es esta obsesión?

-Quizá debieras encontrarte con él a medio camino -Propone, una vez traga su té-. Si es que quieres arreglar las cosas, por supuesto.

-No es que… -Empiezo a jugar con un mechón de pelo- No es que tenga que… Bueno, no estamos peleados, es, eh, ummm… -Empiezo a ponerme nerviosa- S-si un chico rompe contigo, y-y luego dice que te sigue queriendo y que había roto contigo porque pensaba que es que a ti te gustaba otro chico y-

-Para, para, para… -Karuto me detiene rápidamente, suspirando- No.

-¿No? -Le miro algo cortada-

-No -Frunce el ceño-. No vas a ir corriendo a sus brazos como si nada… ¡ha sido él el que ha roto contigo! ¡Y por una razón estúpida, además! -Eso es… cuestionable- ¿Pensaba que es que te gustaba otro? ¡Bah! ¡Eso no lo sabe de ti! No tienes que estar ahí para él si resulta que tiene problemas de autoestima y eso se mete entre vosotros.

-E-eso es lo que yo estoy diciendo… -Que, independientemente de mi relación con Ezarel… Yo estaba muy feliz con Leift. Y quería seguir con él- Pero no es tan sencillo tampoco…

-Ni se te ocurra aceptarle de vuelta a menos que se ponga de rodillas y te ruegue que vuelvas con él -Habla en tono severo-. Te mereces más que un tipo que no es capaz de ir en serio contigo y que a cualquier tontería se asusta y se echa hacia atrás.

Ahá… Entiendo un poco qué es lo que quiere decirme, pero tampoco creo que tenga razón del todo. No es… así, simplemente. Es verdad que lo que Leift hizo estuvo mal, pero después de la bronca que le eché el otro día, diría que ha reflexionado sobre ello y ahora se arrepiente un poco… Aunque creo que sigue con la idea estúpida en la cabeza de que, como Ezarel existe, soy incapaz de quererle a él.

Lo cual es… difícil por su parte, también. Mis sentimientos hacia los dos chicos son complicados… Especialmente después de Memoria y mi decisión de quedarme en Eldarya. Y por mucho que le diga a Leift que no tiene que pensar en Ezarel y que no me atribuya sentimientos que no sabe si tengo o no… Es cierto que siento algo por Ezarel. Pero también lo siento por Leift y… ¡¡Aghh!! ¿En qué momento me he convertido en la protagonista tonta de una novela de romance cutre? Lo mucho que me quejé con mis amigas de que Bella era tonta y se tenía que haber quedado con Jacob y ahora estoy en estas… Entre un hombre al que le brilla la piel cuando se cura al sol y otro al que le gusta ir (casi) sin camiseta por ahí.

-¿Quieres arreglar las cosas con él? -Ignorando lo que ha dicho Karuto, Feng Zifu hace la pregunta. Aunque un poco cohibida, yo simplemente asiento- Entonces, ve a encontrarle a medio camino.

Hnnn… De… De acuerdo.

Me levanto y me voy en dirección hacia Leift. Karuto se queja de algo entre gruñidos, pero Feng Zifu le dice que guarde silencio y así hace de inmediato.

Camino con los pasos más firmes que puedo, incluso si me siento algo insegura de mí misma. Tranquilidad, Erika, tranquilidad.

Poco a poco se acorta la distancia entre nosotros, hasta que quedamos cara a cara en mitad de la llanura. Miro fijamente a Leift, y él me devuelve la mirada, parece que con el mismo nerviosismo que yo.

-H-hola -Saluda.

-Hola -Respondo.

-¿Estás… libre para hablar?

Asiento.

-Bien. Hm.

Parece quedarse bloqueado durante unos instantes. Quizá no tenga muy bien planeado cómo hacer esto… No le culpo porque la verdad es que casi ni estoy segura de qué es de lo que estamos hablando.

-Continuando con la conversación de ayer… -Carraspea- Um… Yo… Quería dejar claro lo primero y antes de nada… -Extiende una mano en mi dirección, para atrapar la mía- Quiero que sepas que mis sentimientos hacia ti... No han cambiado. Te sigo amando, Erika. Sigo enamorado de ti.

Mi pulso rápidamente aumenta. Me parece increíble que sea capaz de decir algo así como si nada, con tanta seguridad en sus palabras y sin pestañear apenas. Su pulgar traza caricias suaves en mi mano con actitud relajante, lo que me cautiva, y ahora de repente me siento una chica muy estúpida por estar enfadada con él.

Pero sé que esto no es estúpido. Sé que esto es algo de lo que tenemos que hablar. Y no voy a echarme atrás con respecto a lo que tengo que decir.

-Yo también siento algo por ti, Leift -Respondo, tratando de sonar lo más serena posible-, y deberías saberlo ya. Dicho eso, me hizo mucho daño que decidieras romper conmigo. Eso es algo que no puedo pasar por alto, especialmente teniendo en cuenta la razón. Si... Si tienes dudas, Leift, no creo que podamos estar juntos de ninguna manera.

Abre mucho los ojos cuando me escucha decir eso, como si no se lo esperara. Bueno. Sí. Puedes decirme que me quieres, y aunque sea verdad... Eso no es suficiente. No ahora mismo. Y, sí, a mí también me encantaría poder volver con él, y ser felices y comer perdices, pero eso no va a pasar si dentro de dos meses va a romper conmigo de nuevo en cuanto intercambie un par de frases con Ezarel.

-Mi relación con Ezarel... -Pienso en cómo plantear esto- Independientemente de mis sentimientos hacia él, no debería ser relevante. Jamás te traicionaría. Nunca. Y, si en algún momento dudase de mis sentimientos, procuraría hablarlo contigo antes de tomar cualquier decisión drástica...

-No quería decir que...

-Me da igual -Le corto-. Sé... sé que es difícil. Y, si no puedes con ello, entonces no te voy a forzar a aceptarlo, igual que tampoco voy a aceptar que subestimes nuestra propia relación. Eso debería ser lo único que debería importante... Pero ya sé que eso es más fácil decirlo que hacerlo. Leift, yo... De verdad, de verdad, quiero estar contigo. Pero si vamos a hacerlo, entonces necesito que creas en mí y que no tengas dudas sobre nosotros.

Revierto el gesto de antes, ahora cogiéndole yo a él su mano, con intensidad, apretando ligeramente para transmitirle mi casi desesperación.

-Te quiero. Y quiero hacer esto. Juntos podemos hacerlo, Leift, somos fuertes. Estoy dispuesta a intentarlo de nuevo. ¿Qué hay de ti?

Me mira fijamente. Ha enmudecido, incapaz de decir nada, y juraría que está hasta pálido. Aunque ha sido él el que ha venido a hablar, al final he sido yo la que le he soltado todo el discurso... Pero era necesario. ES necesario.

Y sé que lo es por la cara que está poniendo.

Dejo ir su mano, y él no vuelve a cogerla. Aún me mira fijamente, mudo. Y, ahora, veo miedo en sus ojos.

Leift...

-Ojalá pudiera decirte que sí -Cuando habla, le tiembla el labio. A mí se me quiebra el corazón, y simplemente retrocedo un paso, decepcionada-. Pero...

-¿¡Pero qué!? -Ya irritada, exploto. Es siempre “pero”, pero no me dice cuál es el pero- ¿Qué, Leift, qué? ¿Qué es lo que ocurre? ¡Dímelo claramente, porque si no lo sé, no puedo arreglarlo!

-No es algo que puedas “arreglar”... Yo... -Su cara se arruga con una mueca que no sé qué quiere decirme- Lo siento, Erika...

-¿Qué es lo que te detiene? -No lo entiendo. Simplemente, no lo entiendo- ¿Por qué? ¿De verdad es por Ezarel?

Sus ojos me miran con... Casi, derrota. Y eso me confunde.

-Sí. Sí, Erika, es... es por Ezarel.

Frustrada, aparto la mirada de él. No me apetece verle la cara ahora mismo. Si no... Si no va a hacerlo, entonces...

Entonces, nada, simplemente. Ya estoy cansada de esperar cosas de gente que sé que no va a dármelas. Pensé que Leift era distinto, que él sí que tenía las cosas lo suficientemente claras, pero... ya veo que no.

-Erika... -Escucho su voz y por la entonación sé lo que va a decir, así que rápidamente le corto.

-No me digas que lo sientes, no me digas lo mucho que me quieres, ¡no me digas nada! Si no estás dispuesto a hacer esto, ¡entonces no tienes derecho a ser amable conmigo! ¡Deja de tratarme así si no vas a querer nada conmigo!

-No es que no quiera...

-No te entiendo, Leiftan -Empiezo a retroceder, notando cómo los ojos empiezan a llenárseme de lágrimas. No quiero llorar delante de él-. Y creo que tú tampoco. Yo sé lo que quiero, pero está claro que tú no, por mucho que jures que sí que lo haces. Así que deja de mentirme y, si no tienes nada que ofrecerme, entonces deja de darme esperanzas en vano.

Antes de que pueda decirme cualquier otra cosa, simplemente me doy la vuelta y me voy. No quiero que me cuente milongas, que me diga lo mucho que lo siente, lo mucho que me quiere... Puede decir todas las palabras que quiera, al final sólo son palabras y esas se las lleva el viento, y no quiero... No... ¡Gh!

Vuelvo con Karuto y Feng Zifu, luchando por contener las lágrimas y seguramente haciendo pucheros. Frustrada e irritada, me siento con mucho enfado donde estaba antes, agarro la taza de té más cercana que pillo y me la bebo toda de un trago. Me quemo la lengua, y a eso le echo la culpa mentalmente cuando se me saltan las lágrimas.

-Erika, quizá debieras... -Feng Zifu habla con duda, sin saber cómo reaccionar ante esto- Tomar un tiempo para... calmarte...

-Los hombres son todos unos cerdos -Karuto simplemente suspira.

-¡LO SON!

Karuto me da palmaditas en la espalda. Feng Zifu, parece que incómodo con la situación, simplemente me acerca la bandeja de galletas para que pueda roerlas a dos carrillos, a falta de helado.

Saben saladas, justo como mis lágrimas.

---

(Narra Ezarel)

-Eres.

Miga de pan a la frente.

-Un.

Miga de pan a la frente.

-Pringado.

Intercepto la miga de pan antes de que llegue a golpearme, y se la devuelvo al primate con el triple de fuerza con la que me la ha lanzado él, haciendo que aulle en dolor con el impacto.

El ruido queda de todas formas ahogado por el jaleo del comedor. Es el último día de celebraciones, así que la noche de hoy promete. La fiesta ha empezado bastante antes hoy que otros días, cuando el cielo aún estaba anaranjado, y llevamos ya varias horas de jolgorio. La gente ya se ha llenado de comida y bebida, y Huang Hua y un par de doncellas de su corte han ofrecido un espectáculo de danza y música como agradecimiento a ¿algo, alguien, no me he enterado y me da igual a qué se supone que esta gente venera? por haber hecho que los temblores cesen. Cada uno es feliz como quiere, supongo.

Después de todo eso, bueno, más fiesta y más risas y más todo. Más gente. Mientras que los dos anteriores días de celebración han sido también agitados, es hoy cuando ha venido todo el mundo y su madre, y la sala está bastante... Llena. Lo cual a mí no me hace particular gracia. La cantidad de gente, el ruido constante por todos sitios, el ambiente agobiante y asfixiante... Todo ello me está tocando un poco la moral.

Pero nada de ello como el estúpido mono que tengo delante de mí en mi mesa. Eweleïn, que lleva un par de bebidas ya encima (ah, yo no puedo beber pero ELLA SÍ), nos mira a uno y a otro con una sonrisa en la cara, muy entretenida.

-¿¡Por qué no invitas a la chica a bailar!? -Feero levanta la voz, sacudiéndole un porrazo a la mesa que hace que la vajilla en ella tintinee- ¡Mírala, a la pobre! ¡Está más sola que la una, está deseando que alguien la saque a bailar!

Bufo y bebo de mi zumo sano sin alcohol, con toda la intención de ignorarle. Aún así, mis ojos vuelan por la habitación hasta la mencionada humana, que... Efectivamente, está sola.

Lo cual es raro.

Echo otro vistazo para intentar averiguar dónde está el otro. En la otra esquina de la habitación, conversando con el viejales, Valkyon y un humano que tiene más cara de asco que yo, lo cual me sorprende un poco pero tampoco es mi problema. Ayer se pasó toda la noche pegado a Erika como una lapa, ¿qué le pasa hoy que no se la acerca?

-Esta puede ser tu oportunidad, Ezarel -Eweleïn me mira con ojos brillantes por la bebida-. Ve y confiesa tus sentimientos a Leiftan. Aquí, delante de todo el mundo. Con la pasión de la fiesta, seguro que te acepta entre sus brazos -No respondo, meramente le hago una peineta mientras bebo más de mi zumo sano sin alcohol.

-No la hagas caso, elfo, que no te intimide la gente... Mira a esos dos de ahí -Señala en alguna dirección con su codo, y yo no miro pero veo a Eweleïn poner cara curiosa-. Precisamente porque hay tanta peña aquí dentro puedes hacer prácticamente de todo y no le importa a nadie.

-¿Qué es lo que están...? Oh -Eweleïn abre mucho los ojos-. Oh. Oh, sí, están... Eso no parece buena idea... ¿Cómo se supone que va a...? Oh, vale, sí ha podido...

-Poco mundo, Ewe, poco mundo... -Él parece poco impresionado- Bueno pues, ¿sabes qué te digo, amigo?

-No somos amigos.

-Lo que te digo -Me ignora, apurando su bebida poco sana y alcohólica que él sí puede beber (lo que tiene prohibido aparentemente es mencionar la palabra “hierba”) antes de ponerse de pie-, es que puede que tú seas lo suficiente descorazonado como para ignorar a una chica guapa cuando está triste, pero yo no. Así que mientras vosotros dos estáis aquí sin comeros una rosca -Y se dirige a Ewe-, porque tú también eres una pringada y si yo tuviera a la fénix haciéndome ojitos no me lo hubiera pensado dos veces antes de estamparla contra la pared -En respuesta, ella pone los ojos en blanco-; yo me voy a disfrutar de mi vida. Haber estado muerto durante años te hace apreciar los pequeños placeres, ¿sabéis?

-Siempre he sabido que eras un fantasma, de todas formas -Eso es todo lo que digo, y él finge que el comentario le hiere por un segundo.

-No hagas cosas estúpidas -Avisa Eweleïn-. Es una buena chica.

-Y es una adulta responsable, y pienso tratarla como ambas cosas.

Con ese comentario, y guiñando un ojo, Feero desaparece en la multitud en dirección a la humana. Les veo a lo lejos, y por unos instantes presto atención. Él se agacha a la altura de ella, sorprendiéndola, y ella parece por un segundo algo cortada, especialmente cuando él la agarra de la mano y tira de ella para ponerla en pie. El ruido de la multitud es demasiado y soy incapaz de centrarme en su conversación, así que no entiendo nada de lo que pasa cuando él coloca un mano en su cadera y con un tirón la arrastra hacia el rincón de la sala donde están el resto de personas bailando, lo que hace que yo pierda contacto visual con ellos.

El silencio se instala entre mi compañera de mesa y yo. En qué está pensando ella, no lo sé, pero yo desde luego no estoy pensando en nada salvo en el calor que tengo.

Hasta que Eweleïn abre la boca.

-¿Crees que deber-

-Sí, Eweleïn, sí -Pongo los ojos en blanco y me giro hacia ella-. No seas tonta -Va a abrir la boca pero yo la corto-. No me va a pasar nada por quedarme solo. De hecho, no me gusta esta fiesta así que me voy a ir a dormir en cuanto termine mi zumo sano no alcohólico. Así que hazme un favor y no me uses como excusa sólo porque te da miedo.

Se queda unos segundos mirándome fijamente, sin nada que decir. Yo le devuelvo la mirada.

-Buenas noches, Ezarel -Eso dice, levantándose lentamente antes de empezar a andar hacia la mesa en la que está la fénix.

-Diviértete -Levanto mi vaso a su salud, como última despedida.

La veo acercarse a la fénix, que en cuanto la ve llegar sonríe ampliamente y en seguida le hace un hueco a su lado para que se siente, no tardando un segundo en entrelazar su brazo con el de ella. Una vez más, hay demasiado ruido ambiente como para poder escuchar qué es lo que se dicen.

Mis ojos siguen escrutando la sala. Por allí anda también Nevra, a lo lejos, conociendo gente nueva o haciendo amigos, con un vaso en la mano y riendo. Mi mirada vuelve de nuevo al humano que, aunque mira al suelo, está girado en su dirección. A su lado siguen estando Leiftan y Valkyon, hablando ellos dos con más ánimo, y Leiftan también ha procurado que, aunque en su lenguaje corporal no se lea nada, su espalda esté en dirección hacia donde estaba antes Erika, que vete a saber ahora dónde está.

Al viejales le he perdido de vista, quizá se haya ido a dormir ya. Mi segunda teoría sería que se estuviera dando el lote con Karuto en algún lado, pero al sátiro le veo de cuando en cuando entrando y saliendo de la cocina con cada vez más bandejas en las manos. Él también parece algo contentillo, a juzgar por las mejillas sonrojadas, y se ríe con gusto cada vez que es recibido con una ovación al salir de la cocina.

Tomo aire con fuerza. Agarro mi vaso y de una termino con lo que quedaba de su contenido, dejando el cristal con un golpe seco sobre la mesa antes de ponerme en pie para salir de la habitación. No me apetece seguir aquí.

Tengo que pelearme a golpes y a codazos para salir de ahí, pero al final consigo hacerlo y en cuanto siento el aire fresco de la noche golpear mi cara y los tonos cálidos del interior del comedor cambian por la oscuridad y las sombras, me siento mucho más tranquilo.

Inspiro, recolocando un poco mi ropa pero abriendo parte del cuello de mi abrigo para ayudar con la sensación de asfixia. Ya está, Ezarel, ya está.

Quizá sea inapropiado porque como invitado de honor debería estar en las celebraciones o lo que sea, pero la verdad es que yo no me siento muy honrado de todas maneras, así que creo que prefiero simplemente irme a dormir. Mañana volvemos a Eel así que debería estar descansado para el camino, prediciendo que el resto posiblemente estén un poco menos preparados para afrontar el viaje.

Aún con esas, no me apetece irme a dormir todavía. Con andares aburridos me muevo hasta la estatua esa del fénix enorme que hay en mitad del patio interior y a sus pies me dejo caer, casi resoplando. La hierba del suelo está fresca y la luna se refleja en el agua que rodea la estatua... Este sitio no está tan mal.

Dirijo mi mirada al cielo estrellado. La astrología nunca ha sido mi punto fuerte, pero aún así soy capaz de distinguir al menos algunas constelaciones en el cielo, despejado y brillante por las estrellas.

Hahh...

Qué estoy haciendo.

Ni siquiera yo lo tengo muy claro. Hay algo molesto en mi pecho que late con un ritmo irritante. Hay una nube de ruido en mi cabeza que hace llover palabras que preferiría no entender.

Como si fuera a servirme de algo, me encojo sobre mí mismo, agarrándome la cabeza con ambas manos y casi queriendo tirarme del pelo.

Qué es esta sensación agridulce. Qué es este vacío expectante. Por qué no es como siempre  por qué no puedo simplemente fingir que no pasa nada, que no siento nada. Por qué no puedo dejar de pensar.

Y por qué no puedo simplemente hacerlo de una vez por todas. Por qué no... Simplemente...

-¿Ezarel?

---

(Narra Erika)

Parece asustarse cuando le llamo, porque se sobresalta. Eso me hace preocuparme por él, porque normalmente debería haberme escuchado llegar...

-¿Te encuentras bien? -Me acerco un poco más a él, algo dudosa por si decide ser arisco y mandarme a hacer puñetas- Te he visto salir de la fiesta a solas y... No pareces tener muy buena cara.

-Estoy bien... -Soltando aire, se estira, dejando su espalda apoyada en el altar del fuego y sus piernas extendidas en el suelo- Solamente necesitaba un poco de aire. El ambiente ahí dentro es un poco agobiante para mí.

Supongo que tiene sentido. Tentando a mi suerte, me acerco un poco más a él, y disfruto de sus ojos siguiéndome cuando me muevo. Son muy bonitos con el reflejo de la luna.

-Si tú lo dices. Aunque es una pena que te pierdas las celebraciones. ¿Puedo hacerte compañía?

Él se lo piensa. Yo espero pacientemente.

-Sí.

Siento un poco de alivio al tener la afirmativa.

Me acerco a él y tomo asiento a su lado, con mucho cuidado de doblar bien mi vestido cuando le siente. No me gustaría estropearlo.

...

El chico mono... N-no estoy diciendo que sea mono, sino que es... Un mono... Bueno, tampoco es un mono, es... Eh... Voy a empezar esa frase de nuevo.

El chico mono ha venido a mí en mitad de la fiesta, lo cual me ha sorprendido un poco, y me ha invitado a bailar. Ha sido bastante inesperado, pero se lo he agradecido en ese momento... Haaasta que ha empezado a ligar conmigo y ya se me ha hecho un poco raro.

-¿Por qué...? -Cuando le he visto flirteando, no he sabido muy bien cómo sentirme, además de confusa- ¿Qué intentas conmigo?

-¿Prefieres que sea honesto o que me haga el inocente? -Ha preguntado él, en respuesta.

-¿Cuál de las dos es peor? -Y eso le ha hecho sonreír.

-Bueno... eres una chica guapa, así que lo que quiero es acostarme contigo -Y eso ha sido demasiado honesto para mí, y ha vuelto a pillarme por sorpresa-. Por eso te he invitado a bailar y por eso estoy intentando comerte la oreja. Confío que si sigo con eso me dejes comerte la boca también. O quizá otra cosa...

-Ummm... -Cuando ha dicho eso, le he soltado, y él ha hecho lo mismo y ha retrocedido un paso- No estoy... interesada, lo siento.

-¿Segura? -Incluso con el rechazo, él me ha sonreído- Se me da muy bien. ¿Es por Ezarel?

-¿Q-qu-¡N-n-

-Entonces es por el rubito semidesnudo.

-N-n-n-n--nn-n----n-n-

-Joooobar, qué pena -Ha chasqueado los dedos con fastidio-. Lo entiendo. Estás cogida.

-N-no estoy... “cogida”...

-Si no estás cogida, ¿entonces podemos coger?

-¡Vale ya! -Le he gritado con la cara ya roja de vergüenza, y él sólo se ha reído.

-Es broma, es broma; no te enfades... Anda, ¿a dónde se está yendo el elfo pomposo? -Es entonces cuando he visto a Ezarel yéndose de la sala... Sólo porque me lo ha dicho él, si no desde luego no me hubiera dado cuenta- Bueno... Hmm, qué faena, qué faena... Oye, tengo sed. Voy a ir a por algo para beber, ¿vale? No te muevas de aquí. Ni un músculo -Y me ha guiñado un ojo-. Luego podemos seguir hablando de lo nuestro, te enseñaré el poder de mis... feeromonas...

-...

-... Por qué nadie se ríe de eso, a mí me parece un chiste buenísimo...

Se ha ido refunfuñando por lo bajo, y le he visto desaparecer entre la multitud en cuestión de segundos... Y, por supuesto, en cuanto le he perdido de vista he ido detrás del elfo pomposo. Y. Bueno. Aquí estamos.

Miro en todas direcciones, un poco sin saber qué hacer. Quizá... Quizá no debería decir nada. No sé si eso es mejor o peor. Me estoy poniendo nerviosa.

-E-el cielo está muy bonito hoy, ¿eh...?  -Cállate por dios por qué estás hablando CÁLLATE CÁLLATE- T-tantas estrellas... En la ciudad no se ven estas cosas... -Salvo que aquí... no hay... ciudades con la suficiente contaminación lumínica como para POR DIOS PERO POR QUÉ NO ME CALLO- J-je, je, tantas estrellas... Lo que me gusta el cielo estrellado... Si Leift estuviera aquí podría hablarnos de ellas, ¿eh?

Por qué.

Por qué he hecho eso.

Por qué.

Me preparo mentalmente para que me diga que soy idiota, o que se enfade, o que simplemente se levante para irse y que me toque lloriquearle mis disculpas, pero... No hay nada de eso. Le miro, en vez de mirar al cielo, y me encuentro con que él me estaba mirando a mí. Me quedo sin saber qué decir. Lo cual en mi caso posiblemente sea algo positivo.

-Yo también sé algo de estrellas, ¿sabes? -Sus palabras me sorprenden. No tanto por su sentido sino por el hecho de que no es ninguna de las posibilidades que tenía contempladas.

-¿Sí? -Vuelvo a mirar al cielo- ¿Qué tenemos entonces?

-¿Te acuerdas de la constelación de la que Leiftan te habló en Memoria? -El hecho de que le mencione me sorprende tanto como que mencione a la isla- Num’Nahor -Yo asiento. El dragón al que le gustaban los marineros, así que le convirtieron en constelación, o algo...- Desde aquí no podemos verla del todo, pero... -Le veo señalar a una estrella concreta que brilla bastante potente en el cielo- Esa de allí es la más importante. Num’Nahor en sí. La estrella da nombre a la constelación. Dos estrellas más en dirección hacia el oeste -Y señala a través del cielo-, te encuentras con una fila de cuatro estrellas que van hacia abajo. ¿Las ves?

-Sí... -Esto nunca se me ha dado bien, pero lo intento...

-Ese es el cuello del cisne. En la tercera estrella puedes ver cómo hacia los lados hay otras estrellas que le hacen de alas... La constelación del cisne -Aaaah... puedo... verlo... Las estrellas las veo, desde luego, sí... El cisne no tanto.

-La veo, la veo... Um, Ezarel, ¿es posible que sólo conozcas constelaciones que tienen algo que ver con pájaros? -Él guarda silencio por unos instantes, así que me giro a verle- ¿Ezarel?

-... ¿Quieres ver la constelación de la grulla?

Supongo que sí.

Ezarel me guía a través de las estrellas, enseñándome constelaciones... De pájaros... Ezarel, tienes un problema. Aunque, no voy a mentir, se me hace adorable. Es bueno ver a alguien a quién aprecias disfrutar de sus pasiones.

Le escucho con más o menos atención, porque no termino de enterarme del todo de todas las cosas que me dice, pero intento esforzarme en ver las estrellas, incluso si no lo consigo al cien por cien. Inevitablemente, en lo que él me señala al cielo y yo me inclino hacia él para intentar entender su perspectiva, terminamos... Bastante cerca el uno del otro. Y él... No me rechaza ni hace ningún esfuerzo por apartarme.

Con el corazón latiéndome con fuerza, lentamente... Dejo que la mano que tengo en el suelo, junto a él, empiece a moverse. Hacia... La suya. Poco a poco, hasta que mi meñique roza con su piel de forma tentativa, como una advertencia, una pregunta. Su voz tiembla por un segundo cuando eso ocurre, pero aparte de eso no reacciona. No dice nada. No me rechaza.

Y, cuando mi mano sigue su camino, encuentro que la suya se acomoda a la mía, y mis dedos se entrelazan con los suyos con facilidad.

Imagino que debo estar sonrojada, y no me atrevo a mirarle a la cara, sigo mirando al cielo. Pero siento su mano debajo de la mía, siento el latido de mi corazón retumbar con más fuerza que nunca. No sé qué hacer. N-no sé... Esto yo no me lo estaba esperando, ay, dios...

-Y eso es todo lo que puedo enseñarte, creo -Así termina su explicación, y yo devuelvo mi atención a su voz en vez de a mis propios gritos internos-. No se me ocurre nada ahora mismo.

-B-bueno... gracias -Tomo aire antes de hablar, para procurar que mi voz suene lo menos nerviosa posible-. Posiblemente en veinte minutos se me olvide todo, pero... Gracias.

-Si se te olvida, puedes preguntarme de nuevo -Así responde-. Te lo explicaré otra vez. Todas las veces que quieras.

Me giro a mirarle. Una vez más me sorprendo al ver sus ojos fijos en mí. Sus mejillas están también algo coloreadas. Siento su mano apretar la mía de forma amable.

Una corriente de aire sopla suavemente, haciendo que tanto su pelo como el mío se agiten con la brisa. Un mechón de mi pelo se sale de su sitio y, como si apenas fuera nada, Ezarel lleva su mano libre a mi rostro para colocarlo detrás de mi oreja. No aparta su mano de mi mejilla cuando termina de hacerlo.

Una vez más me vuelvo consciente de la fuerza con la que mi corazón late. En mi estómago, noto un mariposeo nervioso. En sus ojos veo reflejado el brillo emocionado que tienen los míos.

No me atrevo a decir nada, no me atrevo a moverme. No quiero estropear esto.

Así que simplemente espero.

Y espero.

Y espero.

Y, como siempre, espero algo que no llega.

Retira su mano de mi mejilla, suelta la que yo había cogido, se aleja de mí y mientras mi cuerpo se enfría con desilusión y tristeza, abre la boca para darme su excusa, la que sea que ahora se le ocurra, cualquier motivo patético e insignificante que sea capaz de ingeniar para evitar enfrentarse a mí.

-No puedo. Erika, y-

Le agarro por el cuello de su abrigo y tiro de él para hacer chocar nuestros labios. Su cuerpo se agarrota con miedo por un instante, sus manos se aferran a mis brazos y hacen tanta presión que por un instante me hacen daño, pero luego simplemente se relaja y se deja llevar. Sus labios son suaves, como esperaba, y la sensación es reconfortante y agradable. Siento alivio, siento calidez. Como si por fin hubiera encajado una pieza, como si al fin volviera a casa después de mucho tiempo fuera, como si... Como si todo estuviera bien. Por una vez.

Él nunca iba a hacerlo. Así que he tenido que hacerlo yo.

Le dejo ir aún con las manos agarradas a su abrigo, y le miro con ojos llenos de lágrimas que se esparcen por mis mejillas.

-¿Tan difícil era? -Le pregunto, con una voz que amenaza con romperse.

Él me mira sin respuesta durante unos segundos, aún con labios entreabiertos y ojos sorprendidos, como si no fuese capaz de entender qué es lo que acabo de hacerle.

-Es siempre lo mismo contigo... -Le suelto y, sorbiendo por la nariz, intento secarme las lágrimas con una mano- Siempre tan... frío, tan distante, tan arisco. Como si no te importara nada ni nadie. Y luego de repente te vuelves la persona más dulce del mundo durante unos instantes, sólo cuando no puedes vernos nadie; y cuando pienso que al fin, al fin vas a... No. Nunca lo haces. No eres capaz. No te atreves.

Sigue sin responder. Tomo aire. Duele, pero no... No quiero seguir perdiendo el tiempo con algo que sólo va a seguir doliendo.

-Sé que no es culpa tuya -Tener que seguir hablando me rompe un poco el corazón-. Sé que te cuesta, que te duele. Pero a mí también me duele... Dar tanto, y recibir tan poco. Y no... No sé si puedo seguir así, porque lo estoy intentando con todas mis fuerzas, pero siento que no sirve para nada, que todo cae en saco roto.

>>Ezarel.

>>Ezarel, por favor.

>>Por favor, dime que merece la pena. Dame una señal. Dame... Algo. Lo que sea.

Espero pacientemente. Una vez más.

Sus manos me abandonan. Las veo temblar según él retrocede para alejarse de mí. No aparta la mirada de la mía, y veo sus labios intentar moverse para decir algo pero no... No salen las palabras.

Reprimo un sollozo, pero las lágrimas siguen cayendo de mis ojos. No hay nada que las detenga.

Me pongo en pie, simplemente, y nada me detiene.

Nada me detiene cuando me alejo de Ezarel y del altar en dirección al templo, cuando subo las escaleras, cuando llego hasta mi habitación y ni siquiera soy capaz de llegar a la cama antes de caer al suelo y romper a llorar contra mis manos.

No es justo. No es justo. Nada es justo.

¿Por qué?

¿Por qué me hacen esto?

¿Por qué me miente, por qué me trata como si fuera lo que más quiere en este mundo, sólo para romperme el corazón mientras me da una disculpa vacía?

¿Por qué finge que no hay nada, por qué ignora toda nuestra historia y mis propios sentimientos, pero luego me da la esperanza de que algún día podrá corresponderme?

¿Por qué me engañan?

No me merezco esto, lo sé. Lo único malo que he hecho es enamorarme. Y sé que tampoco es culpa suya, posiblemente, pero no... No lo entiendo, porque no tengo respuestas, porque sólo tengo excusas sin sentido, sólo tengo palabras dulces que no alivian mi dolor.

Soy capaz de ponerme en pie de nuevo sólo para desvestirme, dejando en el suelo sin que ya me importe el vestido de Huang Hua, y deshago las trenzas en mi pelo para dejarlo caer antes de tirarme yo misma en la cama.

Abrazo la almohada con fuerza, con la misma fuerza con la que me gustaría que alguien me abrazase a mí, y contra ella lloro, y grito, y sufro. Sufro por un corazón roto dos veces, por aquello que nunca será, por las ilusiones que continúan muriendo, por la espera sin sentido, por las palabras vacías y las acciones escasas; y por todo, y lloro, y lloro, y lloro, hasta que ya ni recuerdo por qué.

Simplemente lloro por todo.

Ya no sólo por ellos.

También por mis padres y por el mundo que dejé atrás; por este mundo que parece condenado y que, aunque sé que tengo que salvarlo, no sé cómo; por los compañeros que he visto caer en batalla y los enemigos a los que me he visto obligada a frenar; lloro por tantas emociones contenidas y escondidas debajo de una sonrisa que sé que anima a todo el mundo, por tener que ser la luz, la alegría, la que no pierde la esperanza; porque se supone que soy “la elegida”; porque se supone que tengo que ser alguien, que tengo que hacer algo, pero no soy nadie.

Sólo soy una chica tonta y simple, sin ningún talento, sin experiencia en combate, sin nada especial, que ni siquiera sabe usar sus poderes, y se supone que tengo que ser alguien porque un Oráculo que no quiere hablar conmigo me lo ha dicho.

Bueno pues ahora mismo no me apetece.

Ahora mismo sólo quiero llorar, porque estoy triste.

Y eso es lo que hago.

Hasta que escucho los toques en mi puerta.

---

(Narra Leiftan)

Incluso cuando es noche cerrada, soy incapaz de dormir.

No dejo de dar vueltas en mi cama, torturado por todo tipo de pensamientos. Sobre lo que ha ocurrido con Erika esta mañana. Sobre ella, en general. Sobre Ezarel. Demasiadas cosas.

Al final, me rindo y me levanto de la cama con un suspiro.

Me acerco a la ventana de la habitación, bajo la cual hay un pequeño hueco con un asiento acolchado y algunos cojines. Allí me siento, cogiendo uno de los cojines para abrazarlo mientras miro por la ventana el cielo estrellado.

Las estrellas brillan con fuerza hoy, iluminando el cielo nocturno de forma que me fascina y me robaría el aliento si no fuera porque ya estoy falto de él hoy. Siempre es capaz de atraparme... Siempre me ha gustado mirar las estrellas, desde aquella noche que pasé con Roy durmiendo bajo ellas por primera vez, cuando me contó mil historias sobre la bóveda celeste y me hizo sentirme tan ilusionado ante la idea del nuevo mundo que iba a poder explorar a partir de entonces.

Me pregunto qué opinaría Roy de... todo esto.

No, en realidad eso es una pregunta estúpida. Sé perfectamente lo que haría, y puedo escuchar su voz perfectamente clara en mi cabeza. Lo primero que haría sería reírse de mí por ser así de patético, luego me echaría la bronca por no tener “lo que hay que tener” para ir a por la chica (o el chico, o le chique) y luego me diría...

Que no está bien hacerle eso a la gente. Traicionar sus sentimientos de esa manera.

Roy decía que le daba miedo enamorarse. Ahora entiendo por qué.

Siendo honestos, no quiero seguir dándole vueltas, porque siento que ya me he dejado suficiente la cabeza en eso. Simplemente miro por la ventana, hacia las estrellas, con la esperanza de que el cielo nocturno sea lo suficiente como para calmar mi alma y dejarme lo suficientemente somnoliento como para al menos tener algunas horas de sueño.

Algo llama mi atención en el cielo cuando dirijo mi mirada a él a través de la ventana. Y abro mucho los ojos al verlo, sorprendido y a la vez... Encantado.

Una estrella fugaz. Oh, es tan bonita... Siempre me han fascinad-¡A-ah, un deseo, rápido!

Junto las manos y cierro los ojos. Un deseo... Un deseo... Lo que deseo es...

...

Abro los ojos.

No. No voy a pedir ese deseo. Porque para cumplirlo, todo lo que tengo que hacer es levantarme e ir a hablar con ella.

...

Así que.

Me levanto.

Y salgo de la habitación.

Es una noche fría en la que corre el aire, y los pasillos del templo están vacíos. Después de la larga fiesta, que se ha estirado hasta tarde, todo el mundo debe estar lo suficientemente cansado... O indispuesto, quizá; como para andar correteando por los pasillos ahora. Dicho eso, es... espero no molestarla. Hay un momento de la fiesta donde la he perdido de vista, así que imagino que ha debido de irse a la cama pronto, um... A lo mejor la pillo dormida...

Llego hasta su habitación, tan metido en mis pensamientos que apenas me doy cuenta de nada hasta que no estoy justo delante, y es entonces cuando, con mucha sorpresa, me percato al fin del elfo que está frente a la puerta con su puño en alto como si estuviera a punto de llamar a ella.

Le miro.

Me mira.

Mi confianza vacila instantáneamente y ahora me siento estúpido, avergonzado y casi traicionado.

Ninguno de los dos dice nada durante unos instantes.

Hasta que Ezarel baja la mano, resopla y niega con la cabeza.

-Olvídalo... -Se gira, sé que con la intención de irse, pero yo le sujeto por una muñeca para evitar que lo haga.

-No. Soy yo el que sobra. Me... Me iré.

-No sobras en ninguna parte -Se deshace de mi agarre (o más bien yo le dejo que lo haga), pero no se mueve de dónde está-. No tenía que haber venido de todas formas. No... me lo merezco -Y hace una mueca-. La he liado.

-No eres el único que ha hecho eso... -Admito, soltando aire- ¿Qué... ibas a decirla?

-Bueno. No tenía pensado decir nada -Oh. Entiendo-. ¿Qué hay de ti?

-Iba a pedir perdón, lo primero. Y, si aceptase mis disculpas...

Quizá también nos sobrasen las palabras entonces.

Palabras nos faltan durante algunos instantes. Esto es... Muy incómodo.

-Bueno, creo que ya he perdido la confianza en mí mismo, así que... -Gesticulo hacia la puerta- Buena... Buena suerte.

Salvo que no me muevo de donde estoy. Y él no hace nada por acercarse a la puerta. Suspira. Yo le imito.

-Vamos a beber. Tienen que quedar sobras de la fiesta.

Asiento ante la propuesta.

En cuestión de minutos estamos en el comedor. Ezarel ha ido en búsqueda de alcohol, mientras que yo he sabido encontrar algunas sobras de comida de entre aquí y allí. Sigue todo un poco patas arriba después de la fiesta, imagino que porque nadie tenía ganas de ponerse a recoger... De lo cual no les culpo.

Nos sentamos el uno junto al otro en una de las mesas de la habitación, donde Ezarel deja dos vasos cortos que tintinean y una botella de algo potencialmente tóxico y yo los pocos platos de comida que he recuperado, con alimentos de todo tipo.

-¿Qué es esto? -Coge una de las piezas de comida y la examina con ojo crítico- No le he prestado mucha atención a la comida, la verdad, pero sé reconocer lo que tiene un montón de azúcar.

-Feng Zifu ha dicho que son pasteles de luna -Indico-. Dice que no son temporada, pero que son los dulces favoritos de Huang Hua, y como era una ocasión especial -Y como Karuto quería aprender más de comida fenghuang-, ha pedido que hicieran para la celebración...

Se encoge de hombros y se lo lleva a la boca, mientras yo agarro la botella que ha traído para servir dos vasos. Teniendo en cuenta lo que pasó la última vez, debería vigilar esto, así que creo que la botella me la voy a quedar yo. Ezarel parece satisfecho con el dulce, mientras que yo ataco la bebida directamente. Está... Está bien. No muy fuerte. Me gusta.

No decimos nada. Él mastica en silencio, yo doy sorbos de cuando en cuando.

-No me lo estaba pasando muy bien en la fiesta -Él abre la conversación, mirando la mitad de sándwich masticado que tiene en las manos mientras habla-. Mucha gente. Mucho agobio. No suelen gustarme esas cosas. Así que salí a tomar el aire. Y Erika decidió seguirme. Y, como siempre hice algo estúpido. Y la he puesto triste.

-Esta mañana he ido a hablar con ella -Aunque no le debo ninguna explicación, ni él me la debe a mí, compartimos nuestras penas-. Ayer me confrontó sobre mi decisión de romper con ella, y eso me ha hecho reflexionar. Y cuando he hablado con ella hoy... Me ha ofrecido darme una segunda oportunidad para que volviéramos. Y deduzco que imaginas cuál ha sido el resultado.

-¿Y quieres volver con ella?

Dejo el vaso vacío sobre la mesa y me tomo unos segundos para responder.

-Sí. Pero no es así como funcionan las cosas -Le miro a él y me encuentro con un par de ojos aguamarina que me miran fijamente-. Porque tú también quieres estar con ella, pero tú tampoco lo has hecho.

-No -Niega con la cabeza, y luego mira al frente en vez de a mí-. Esa es la diferencia entre tú y yo, y esa es la razón por la cual soy incapaz de entenderte. Mi problema es que no sé si quiero estar con ella. No sé si estoy preparado, no sé si me la merezco, no sé si es lo mejor para ninguno de nosotros. No sé si puedo darle lo que quiere, no sé si puedo hacerla feliz como se merece. Si supiera con certeza que pudiera darle todo eso, y que no voy a decepcionarla o a decepcionarme a mí mismo, entonces... Entonces tendría las cosas más claras.

Guardo silencio de nuevo. Es extraño ver a Ezarel así de sincero y... Vulnerable.

Cuando deja su propio vaso sobre la mesa, lo hace con una mano temblorosa que hace que se me encoja el pecho.

No me lo pienso antes de llevar la mía a la suya para cogerla, gesto que parece sobresaltarle un poco y que hace que me mire raro por un instante, pero no dice nada al respecto, tampoco cuando mi pulgar traza una curva sobre su mano que tiene la intención de calmarle.

Le escucho tomar aire, y su mano libre va a su frente.

-Por qué -Pregunta.

-¿Hm? -Yo me hago el inocente.

-Por qué no puedes dar tú el paso. Ya lo diste una vez.

No respondo por unos instantes. Simplemente pienso en qué decir. Hasta que me rindo.

-Ya lo sabes, Ezarel.

Cuando se gira hacia mí para protestar, para gritarme, para quejarse, para decirme que eso no puede ser y que soy idiota, todo lo que hago es llevar mi mano libre a su mejilla y hacer el medio camino que queda a sus labios entreabiertos, de forma que sus palabras mueren en mi boca. Le beso con todo el cariño que tengo, con la fuerza de mis sentimientos contenidos, y con la misma pasión de aquel beso que compartimos hace ya tantos años atrás y que revolucionó mi mundo de tal manera que a día de hoy he sido incapaz de recuperarme.

Me alejo con delicadeza, esperando su reacción mientras me pierdo en sus ojos. Espero rechazo, repulsión, miedo, odio.

Pero no encuentro nada de eso.

No se aleja, no se mueve, no hace nada para rechazarme. Así que me acerco para unir nuestros labios de nuevo en un beso tierno y dulce, al menos para mí. Y luego le beso de nuevo, con más fuerza. Y una cuarta vez, a la vez acariciando su mejilla con delicadeza.

Y entonces me vuelvo a separar de sus labios, pero junto nuestras frentes para poder hablar con él, como si de esa manera fueran mis pensamientos y sentimientos a transmitirse mejor así que meramente con palabras.

-Te amo de forma que no te imaginas -Susurro mis palabras, sintiendo la calidez expandirse por todo mi cuerpo cuando lo hago. Teniendo en cuenta que lo he dicho a dos personas hoy, sé que cualquier persona dudaría de la sinceridad de mis sentimientos, pero sólo yo soy consciente de lo muy reales que son. Hacia ambos-. Ojalá supiera el por qué. Ojalá tuviera sentido, porque eso me permitiría alejarme de ti. Ojalá fuera fácil. Pero no lo es. Es complicado, y duele, y es amargo también, pero es lo que hay. Y, a pesar de todo, no puedo guardarles rencor a estos sentimientos que tengo por ti. Al contrario, los disfruto de la misma forma que disfruto aquellos que tengo por Erika. Quizá seas incapaz de comprenderlo, quizá pienses que es una mentira, o que es irreal, o...

Uno de sus dedos se apoya sobre mis labios, silenciándome. Yo lo beso con ternura igualmente, antes de soltar a Ezarel para dejarle ir ahora definitivamente, dejándole el espacio que sé que tanto aprecia y necesita y que me he atrevido a profanar.

Me mira fijamente con ojos acuosos y rostro coloreado en rojo. Eso me hace sonreír con ternura, a mi pesar. Está muy lindo así.

Aún aguantando esa sonrisa, reúno fuerza para ir a levantarme y alejarme de él, pero en cuanto voy a hacerlo y mi mano se escurre de la suya, me encuentro con que su temblorosa mano me atrapa de nuevo.

-No -Habla de forma firme, pero con voz débil y callada-. No. No vas a irte. No tú también.

Su mano aún tiembla aunque tenga sujetada a la mía. La expresión de su rostro se me hace difícil de leer, pero sus ojos me miran con seriedad y certeza, pero también con ruego. Y sé que no tengo otra opción.

-De acuerdo -Asiento-. No me iré. Pero, Ezarel... Si me pides eso, entonces tienes que asumir mis sentimientos. No puedes fingir que esto no ha ocurrido.

-Lo sé -Cierra los ojos por un instante y le veo inspirar-. Lo siento.

-No lo hagas -Buscando algo que me distraiga de él y de la idea de besarle de nuevo, empiezo a jugar con su mano, trazando figuras con un dedo en ella-. Yo no lo siento.

-Sabes que yo no puedo...

-Lo sé, lo tengo asumido. Ya era consciente de ello cuando descubrí mis sentimientos... -Y mi sonrisa se convierte en una de resignación- Pero eso no me ha impedido fantasear con la idea. Me hubiera gustado mucho poder hacerte feliz, Ezarel. Pero sé que yo no soy esa persona.

-... Quién ha dicho que no lo seas.

-Per... ¿Perdón?

Eso me deja completamente descolocado. Ezarel evita mi mirada, pero aunque gire la cabeza puedo ver el color de su cara.

-Soy feliz. Cuando estoy contigo. Porque puedo hablar contigo, porque te he dicho cosas que no me había atrevido nunca a pronunciar en voz alta. Me hace feliz que confíes en mí tus secretos también. Me hace feliz que sepas cómo lidiar conmigo, que no te asuste caer en mis bromas y que me trates con tanto cariño aunque no me lo merezca. Hay muchas cosas que me hacen feliz cuando estoy contigo. Siento... siento que no sea de la misma manera en la que tú quieres que sea, pero eres... Importante. Para mí. Y, yo... Me sentiría increíblemente afortunado si, a pesar de todo, decidieras... Seguir en mi vida. Si eso no es mucho pedir.

Escucharle decir eso me hace feliz a mí también.

-Por supuesto que no, Ezarel -Ahora aprieto ligeramente su mano-. Me siento más que honrado de poder permanecer a tu lado. Honestamente, pensé que... Que te enfadarías y que no querrías volver a saber nada de mí... -Niega con la cabeza- Y quiero que sepas que... Sí que te mereces cariño, y amor, y gente que te haga feliz y... Todo. Todo lo que el resto de la gente puede tener también.

-Y tú también -Habla con el mismo tono firme con el que le he hablado yo-. Tú también te lo mereces. Te has esforzado por aprender a amar cuando tanta gente ha dicho que para ti era imposible. Y tienes amor y cariño para todo el mundo. A veces te envidio porque me gustaría poder ser tan honesto con mis sentimientos como tú eres, porque me gustaría poder amar como amas tú, sin tener dudas como yo las tengo, sin que te asusten tus sentimientos.

Aunque eso me enternece, lo que él dice es mentira. Mis sentimientos no son tan puros y amables como él los hace ver, al contrario. Me cuesta toda mi fuerza de voluntad mantenerlos a raya. La envidia cada vez que veo que él y Erika interactúan, la codicia que me hace querer robarlos para tenerlos sólo para mí, la ira que me me pide que destruya el mundo entero para mantenerlos a mi lado, y en momentos como este, tan íntimos, la lujuria que quiere que haga cosas que no debo.

Cojo su mano para poder llevarla a mis labios, donde beso sus nudillos con cariño, con ese amor que él considera tan puro, a pesar de que no lo sea.

-Déjame que te muestre la honestidad de mis sentimientos -Le miro fijamente a los ojos, consciente de que los míos titilan ahora con un color verde intenso-. Quizá sea mucho pedir, quizá sea algo absurdo. Pero... Por favor, por una noche, permíteme que te ame.

>>Déjame hacerte mío por una noche.

Despliego mis alas, que se abren en todo su esplendor, arrojando plumas negras y sin brillo que se derraman entre nosotros. Ezarel las mira con sorpresa, pero no con miedo, sino con fascinación, antes de mirarme a mí a los ojos.

Asiente.

De modo que yo le abrazo, envolviéndonos a ambos con la envergadura de mis alas y reclamándole para mí.

Comentarios post-capítulo

¿Contentos? ¿Estáis contentos? PORQUE YO NO.

Esto no era del todo lo que tenía planeado. PARA NADA.

Escribí el capítulo sin setas. Me arrepentí, borré, escribí con. Me arrepentí, borré, tuve una crisis de identidad. Hice una lista de pros y contras, salieron más contras. Pedí una tercera opinión a alguien neutro y la opinión se mostró en contra. Al final lo eché a sorteo cara o cruz; con cara siendo que sí y cruz siendo que no, Y SALIÓ CRUZ.

Todo el universo me estaba diciendo que no tenía que hacerlo, así que lo escribí sin.

Me arrepentí, borré y lo escribí con.

...

Bueno, ya no se puede hacer nada, supongo.

Tengo el presentimiento de que esto va a tener consecuencias horribles.

Pero en fin. Como dije, esta es mi versión del Episodio 20 del juego, y ya sabemos lo que ocurre en ese episodio, así que tenía que pasar.

¿Qué significa esto? Literalmente nada.

¿Qué va a ocurrir ahora? Ese es un problema para el Prin del futuro?

¿Quién ha llamado a la puerta de Erika? Ya se descubrirá?

¿Hay setas? Las habrá, pero con tiempo que para la semana que viene tengo que escribir la última parte del Capítulo, el Interludio XXIII y el especial de Halloween.

Hale. Que aproveche.

Ahora voy a dejar esos extras que dije que habían surgido en mis desvaríos del capítulo, para que nos olvidemos de lo que ha pasado.

Nevra es un REY

¡Justo al empezar el capítulo!

(Narra Hiiro)

A la mañana siguiente, no consigo decidir qué emoción es la que estoy sintiendo. Estoy… Algo decepcionado por lo que pasó anoche. Enfadado, también, porque simplemente me echase de una patada. Me siento avergonzado y arrepentido, porque quizá simplemente no tendría que haber dicho nada, porque como es obvio, posiblemente Shin no querría hablar de eso. En cierto sentido, incluso pienso que quizá le haya… Traicionado, y eso me hace sentirme muy mal, porque es lo último que quiero. Ahora que al fin conseguía contactar con él… Quizá si no hubiera preguntado por El Titiritero hubiera podido tener otro tipo de relación… Poder hacerle compañía de cuando en cuando. Hacer que se sintiera menos solo. Eso es lo que realmente quiero.

Arrastro mis pies hasta el comedor y pido el desayuno antes de llevarlo, aún arrastrando los pies, hasta la primera mesa que me viene a mano y allí me siento, una vez más en seiza porque para una vez que puedo, voy a aprovecharlo.

Cuando, después de ordenar mi desayuno, levanto la cabeza para ir a dar el primer bocado, mis ojos se fijan en la otra persona que hay al otro lado y de la que no me había percatado.

Nevra, que me mira con la misma expresión de sorpresa con la que le miro yo a él.

Cuando la galleta se me parte y se cae de nuevo en mi taza con una salpicadura, él rápidamente desvía la mirada hacia otro lado, mientras yo intento minimizar daños con una servilleta, aunque por supuesto ya me he manchado la ropa… Maldita sea.

Después del momento de primer pánico, me preparo para aunque sea dar unos incómodos buenos días, pero apenas me da tiempo a ello. Le veo agarrar la bandeja con su desayuno (el mismo café y cruasán de siempre), listo para irse a cualquier otra mesa en la que yo no esté y, la verdad es que eso no me sienta para nada bien.

-¿Vas en serio? -No puedo evitar escupir las palabras, antes siquiera de que él pueda levantarse del todo. Veo que se congela en el sitio.

-Lo siento… -Murmura sus palabras.

-Lo que sea… -Simplemente resignado, empiezo a pescar mi galleta perdida, que ya tiene que estar hecha puré en el fondo de la taza.

-¿... prefieres que me quede?

-Haz lo que quieras... -Me da igual lo que hagas.

-Fuiste tú el que dijo que quería espacio -Lo dice casi con tono acusatorio. Eso a mí me molesta un poco.

Sí, le dije que quería espacio. Pero lo dije pensando que, no sé, a lo mejor cuando los dos nos hubiéramos arreglado un poco podríamos aunque fuera mantener una relación cordial, quizá mantener la amistad… Pero debe ser que para él “dar espacio” significa que la otra persona deja de existir.

Pues vale. Que haga lo que quiera. De verdad, me da IGUAL.

-Tienes todo el espacio del mundo para irte o para quedarte, efectivamente -Resoplo.

-... entonces quieres que me vaya -¿De dónde en mis palabras has sacado eso? ¿De DÓNDE? ¿¡Es que ahora sabes hacer magia y haces aparecer cosas de la nada, o qué!?-. No tienes que forzarte a estar conmigo. Ya lo tengo asumido, así que no hace falta.

-¿Forzarme a-¿¡Pero se puede saber qué te pasa!? -No puedo evitarlo y exploto. Él pone cara de sorpresa, como si no se lo esperase, a pesar de que se lo ha estado ganando desde hace un tiempo- ¡Llevas todo este tiempo haciendo como si no existiera! ¿De verdad te parece que esa la forma más adulta de llevar las cosas?

-Si no es eso lo que quieres, ¿entonces qué es? -Suelta la bandeja, que cae sobre la mesa con el tintineo de la vajilla- ¡No lo entiendo! ¡No te entiendo, no sé lo que quieres!

-¿¡Qué más da lo que yo quiera!? -Tengo ganas de arañarme la cara- ¡No todo lo que hagas tiene que depender de mí! ¡Simplemente vive tu vida y deja que yo viva la mía!

-¡Pues eso es lo que estoy haciendo!

-¡Pues vale!

-¡Pues hala, a la mierda!

-Go to hell!

-¡Muérdele a tu madre!

-¡Está en otro mundo, imbécil!

Olvido mi desayuno, mi galleta perdida, el resto de las galletas y todo, y simplemente me voy fuera del comedor dando zancadas porque POR QUÉ DEMONIOS TIENE QUE SER ASÍ DE-¡UGH!

Me vuelvo a la cama. A lo mejor cuando me despierte se me ha pasado el cabreo, o a lo mejor me da un infarto en el sueño y me muero.

---

(Narra Nevra)

Soy idiota.

Es el único pensamiento que se pasa por mi mente una vez Hiiro abandona la habitación. No sólo por el último comentario sobre su madre, que desde luego no tenía que haberlo hecho bajo ninguna circunstancia, sino por… Toda la discusión.

Pero es que no sé qué hacer. No sé cómo encararle. Cada vez que le veo me siento… Mal. Me siento culpable, me siento triste y… Y, de verdad, no sé qué hacer. Quiere espacio, ¿no? Pues es lo que le estoy dando… ¿Qué es lo que estoy haciendo mal?

Es un poco mezquino, pero como sé que ya no va a comérselas, robo las galletas que le han quedado en el plato y empiezo a mordisquearlas, más por estrés que por otra cosa. No lo entiendo, no entiendo nada. Estoy muy perdido. Si lo que se supone que tengo que hacer es rehacer mi vida, ¿cómo se supone que tengo que hacerlo con él todavía pululando por ella? Simplemente no puedo…

Termino de aniquilar las galletas. No quiero seguir comiéndome el coco con esto, así que salgo del comedor para ir a buscarme algo que hacer. Poco hay, en realidad… Ayudar con las reconstrucciones, supongo.

Así que me acerco al jardín del… ¿ganso blanco? Lo que sea, el que entiende de pájaros es Ezarel, yo sólo sé cosas sobre cuervos. Allí hay algunas pocas personas ya ayudando a quitar pedruscos… El mencionado Ezarel, Leiftan y el brownie mono ese que es amigo de Eweleïn (lo cual me choca un poco porque no parece ser el tipo de persona con el que ella se junta… ¿Le van ese tipo de chicos? Siempre pensé que su tipo era más como Ezarel, teniendo en cuenta eso de que fueron novios que tanto niegan pero que yo sé que es verdad... Lo que sea... Este paréntesis se está alargando demasiado... Debería poner menos puntos suspensivos). Valkyon no está, quizá esté por ahí escalando montañas o haciendo cualquier otra barbaridad de su entrenamiento matinal.

-Buenos días… -Así saludo mientras me acerco.

-Buenos… -Al verme, Leiftan pone cara preocupada- Nevra, ¿todo bien? No tienes muy buena cara…

-Tónico revitalizador ciento veinte maanas la unidad -El brownie no pierde un segundo en hacer negocios...

-No, gracias…

-A ver -Ezarel suspira-. ¿Qué ha hecho el humano tontito ahora? -Eso me hace fruncir el ceño.

-¿Quién ha dicho que tenga nada que ver con-

-Tienes cara de Haru, Nevra -Se justifica así-. Siempre que te la lía tienes la misma cara de crysalym degollado. Así que, ¿qué ha hecho?

-Hemos discutido… -Admito entre dientes.

-Oh, no… -Leift me pone cara de pena- ¿Qué ha ocurrido? Si quieres hablar de ello…

-No, habla; tú habla, que yo vivo para estas cosas… -El mono parece ser el más interesado, por alguna razón.

-Bueno, hemos… coincidido en el comedor -El pánico que he sentido cuando he visto de repente que se ha sentado delante de mí sin darse cuenta siquiera-. Y he cogido mi bandeja para irme y de repente ha empezado a gritarme porque le estoy ignorando…

-Esa te la estabas buscando -Vaya, gracias, Ezarel.

-... Y nos hemos acabado gritando el uno al otro y le he mandado a que muerda a su madre -Los tres arrugan la cara cuando digo eso. Ya, ya…

-Eso no es muy educado -Comenta Leiftan. En mi defensa, él también me ha gritado algo en inglés… Gotoel… No sé qué significa eso-. Ummm… Quizá deberías disculparte… O disculparos ambos, supongo. Pero no ahora mismo, será mejor dejar que ambos os enfriéis… -Hmmm… Pero si me acerco a disculparme a lo mejor me grita de nuevo…

-Pero kapasao, kapasao -El mono me mira como pidiendo explicaciones… Y eso que ni siquiera sé su nombre-. ¿El tal Haru es tu novio y os estáis peleaos?

-Ex-novio… -Suspiro. Me cuesta un poco esa palabra.

-Aaaaah… -Parece comprender muchas cosas de repente- Aahá. Ahora todo tiene más sentido. En ese caso, no te disculpes por nada.

-¿Perdón? -Leiftan le mira como si acabase de apuñalarle.

-¿Quién la rompió?

-... él.

-Pues ya está todo dicho -Asiente, satisfecho por algo-. Escucha, tío, escucha… ¿Se está quejando porque le ignoras? ¡Bah! ¡Que le den, lo único que quiere es tener tu atención porque ya no la tiene!

-No creo que eso sea-

-Shhh, déjale, esto puede ser interesante -Ezarel interrumpe a Leift.

-No se la des. ¡No le des lo que quiere! No le debes nada. Fue él el que rompió, ¡pues se lo hubiera pensado mejor el amigo! Eres un REY, y los reyes no tienen que inclinar su cabeza ante nadie.

-¿Soy un rey? -Las palabras me sorprenden.

-¡Pues claro que lo eres! -Un rey, hmmm…- En los de mi especie hay una canción que viene de la leyenda del Rey Louie, aquel que trató robar el fuego a los humanos, la canción dice: “Yo soy el Rey del ja-”

-Te vas por las ramas, primate -Ezarel le corta.

-Ah, sí… -Carraspea- Bueno… La cosa es que, tú te tienes que poner a ti primero, y los demás se tienen que joder. Si el otro pavo es tonto y no ha sabido ver todo lo que eres, entonces la culpa es suya, y no tienes que dejar que haga que te sientas mal. ¡Ha sido él el que te ha hecho daño! ¡No puede venir ahora y fingir que no ha pasado nada y que tooodo está bien y que sois amigos! ¡No señor! ¡Tienes derecho a estar triste, y a estar enfadado, y a mandarle a morder a su madre también!

-Su madre está en el mundo humano -Aporta Ezarel.

-¡No le mandes a morder a su madre! -En seguida rectifica ese punto- El resto, ¡hazlo todo! Y no dejes que ese cretino dicte cómo tienes que vivir tu vida. Si se pone a llorar porque ahora no le haces caso, ¡ánda’ la mierda!

-¡Eso es lo que he dicho yo! -¡Este tipo me entiende! ¡Entonces no soy yo el que está tonto, es Hiiro!

-¡Exacto, y muy bien hecho, rey! -¡SOY UN REY!- Eres el dueño de tu vida y no vas a dejar que un plebeyo te detenga! ¡Todo sigue! ¡Sal ahí y haz tu vida sin él, diviértete, tríscate a todo lo que ande-

-No -Ezarel vuelve a cortarle.

-No -Leiftan también habla firme.

-¿No? -Él parece confundido. Yo niego con la cabeza.

-La última vez que me trisqué a alguien un pueblo entero acabó muerto -Le veo arrugar la cara y para cerrar la boca se muerde un dedo.

-Bueno… Pues… no te trisques a nadie… -Le cuesta un poco volver a coger impulso- Em… ¡Tríscate a ti mismo! ¡Amor propio! ¡Se pueden hacer cosas muy divertidas aún así! -No, si ya, si ya me estoy teniendo que buscar yo mismo mi propio entretenimiento…- ¡LO QUE SEA! ¡Que eso! ¡No dejes que ese tipo te ate al pasado! ¡No puede herirte! ¡No puede tocarte! ¿¡Qué eres!?

-¡Soy un rey!

-¡Más alto!

-¡¡SOY UN REY!!

-¡ESO ES! ¡ERES UN REY Y TE MERECES EL MUNDO ENTERO!

-¡ME LO MEREZCO!

-¡Y NADA NI NADIE VA A PARARTE LOS PIES!

-¡NO VA A HACERLO!

-¡SOBRE TODO EL TONTO DE TU EXNOVIO!

-¡SOBRE TODO EL- P-pero no es que sea tonto precisamente…

-Vamos a ver, tío, que me cortas la energía -Suspira-. ¿Por qué puñetas rompisteis, para empezar?

Hay unos instantes de silencio.

-Um… estuve a punto de matarle bebiendo de él.

El mono me mira fijamente. Ya. Uh…

-En ese caso, tiene todo el derecho del mundo a estar enfadado contigo. Quítate la corona -Algo triste, me quito mi corona imaginaria-. Siempre me he sentido más bien anarquista, a fin de cuentas…

Quiero echarme a llorar.

---

Sé que tanto Nev como Hiiro están un poco ooc en su discusión, pero por alguna razón disfruto mucho haciéndoles los ex-novios picados que no se soportan el uno al otro y no pueden estar en la misma habitación sin empezar a gritarse el uno al otro. Lo siento (?)

TDS PRS

Después de que Erika mande a Leiftan a hacer puñetas

(Narra Erika)

-Erika, quizá debieras... -Feng Zifu habla con duda, sin saber cómo reaccionar ante esto- Tomar un tiempo para... calmarte...

-Los hombres son todos unos cerdos -Karuto simplemente suspira.

-¡Lo son! -Yo estallo, enfadada- ¿¡A qué viene eso!? ¿Por qué...? ¡Ghhhhh! ¡Ni el uno, ni el otro, ni el de la moto, ¿se puede saber qué es lo que les pasa?!

-Que son tontos, y no saben qué hacer contigo porque eres demasiado buena para ellos -Dudo mucho ser tan “buena”, teniendo en cuenta que todo lo que sé hacer es hacer tartas, ahogarme de cuando en cuando y hacerme trenzas en el pelo, pero incluso si lo fuera, ¿¡qué tipo de motivo es ese!?-. ¡Bah! Tú te mereces algo mejor que ese par de tontos.

-¡Pero yo quiero a ese par de tontos! -Feng Zifu me tiende una bandeja con galletitas y yo empiezo a roer una detrás de otra- Ezarel ya, pues, lo tengo asumido; su único amor es la tarta de miel y listo, pero, ¿¡y Leift!? ¿Por qué me dice que me quiere tanto y todo eso si luego a la hora de la verdad no se atreve a dar el paso?

-¡Porque es un cobarde y lo que no quiere es que le dejes, así que te entretiene con milongas para que no te vayas con otro! -¡PUES MUY MAL POR SU PARTE!- ¿Sabes lo que tendrías que hacer? ¡Dejarles a los dos y buscarte a otro!

-¡Pero yo no quiero a otro! ¡¡NO SÉ LO QUE QUIERO!! -Creo que estoy teniendo un ataque de nervios ahora mismo. No lo tengo muy claro porque no me suena haber tenido muchos de esos- Sólo quiero tener las cosas claras...

-Lo que deberías es-

-Karuto -Feng Zifu le corta colocando un dedo sobre su boca aún entreabierta, y el otro guarda silencio de inmediato. Respira hondo antes de seguir hablando, y yo imito el gesto-. Erika... Dice el refrán: Aquel que espera fruto del árbol cien veces sacudido por la tormenta; cien veces decepcionado se verá.

-¿Sí? -No me saques el refranero...- P-pues en mi tierra se dice que "Cuando menos te lo esperas, de repente llueven peras".

-El que espera desespera -Karuto asiente firmemente.

-¿M-me estás diciendo que tengo cara de pera?

-Ejem -Feng Zifu carraspea-. Lo que pería decir con eso... Es que, en ocasiones, aquel árbol que ha sido agitado puede no darnos aquello que deseamos. Hay causas externas que no siempre podemos controlar... Y en casos como ese, no es siempre fructífero continuar sacudiendo el mismo árbol -Está... ¿e-está siguiendo de verdad la temática de las peras?-. Eso no significa que sea siempre algo imperoductivo. Es cierto que en ocasiones puede peradecer una tarea ardua e imposible, empero, a mis ojos diría que tu situación con ese jovencito no es tan terrible como tú pudieras peransar...

-F-Feng Zifu, ¿se encuentra bien? -Karuro le mira con algo de angustia. Sí, olvídate de Leiftan, esto es todavía más peraocupante... Perocu... Preocu... Aaggghhhh, ¡peras!

Feng Zifu se toma un instante para sorber su té. Creo que no me imagino el rubor de sus mejillas.

-Pensé que quizá lo... Aperaciarías... -Karuto se ríe de forma algo incómoda.

-S-sí, bueno, e-es simplemente inusual verle hacer ese tipo de... -Carraspea, cortándose a mitad de frase, y yo creo ver un tono de decepción en los ojos de Feng Zifu, pera tengo la sensación de que me lo imagino más que otra cosa-. Eeh, bueno... La cosa es, niña, que hay más peces en el mar, y no merece la pena estarse ahogando por uno.

-Eso desde luego no se asemeja a lo que yo he intentado decir... -Feng Zifu entrecierra los ojos.

Sí, bueno. Ha sido un poco difícil entenderle con tanta.

---

Cuando menos te lo esperas, de repente llueven peras.

Yyyy, esos han sido los pequeños extras, un poco una tontería, pero a mí me hacen gracia (? Por supuestísimo, nada de ello es canon.

Eeeeeso es todo por hoy, que creo que ya habéis tenido bastante. ¿Cuándo nos vemos a la próxima? Pues no lo sé.

Depende de cómo se me dé la semana. Me gustaría publicar el especial de Halloween el domingo de la semana que viene, y no sé qué tan largo puede ser ese capítulo, pero si tomamos como referencia lo que he hecho los últimos años es... Eh... mucho texto. Así que a lo mejor me salto la actualización del juernes y publico el domingo directamente, o quizá prioritice el capítulo y deje las calabazas para la semana siguiente; o a lo mejor me da tiempo a todo y puedo sacarlo en horario, oye. No se sabe, no se sabe. Cosas raras pueden pasar (?

De mientras, os mandaré muchos besitos y muchos agradecimientos por haber leído hasta aquí. Nos vemos a la próxima, sea cuando sea eso. ¡Adiós!

Última modificación realizada por Prirenna (El 21-10-2021 à 16h48)

Llevamos... ¿cuántos meses con el nuevo Eldarya post-incendio? Muchos, supongo.
El caso es que con los avances que tenía pues como que me resentí del juego y lo había dejado con la actividad al mínimo (tanto así que me perdí lo de capítulos a mitad de precio, efe por eso).
Y no ha sido hasta hoy que me ha dado por entrar en el foro y... ¿qué me encuentro? Pues que SIGUES VIVO y casi lloro. Confieso que antes del incendio también reduje mi actividad (siempre le echaré la culpa a mi universidad por eso, sorry(?)).
Me alegra ver que has decidido subir de nuevo el fic (con lo cual me añado el pendiente de ponerme al día, jajan't) y pues... me lo tomaré con calma, imagino. A ver si puedo ir comentando en un rato u otro <3.

Chus uvu

Última modificación realizada por Isis (El 21-10-2021 à 20h16)

...

Pero qué guapo que es Shin por favor :c Tengo mucha curiosidad por saber su nombre real. Also me gustan mucho los dibujitos :3

Por favor, Mario Jacinto es top, pero Karuto, pero Mario... ¿Por qué elegir Pri? Te complicas la vida.

''Es broma, es broma, Kadia suelta esa tecla de mayúsculas, no-'' Me has pillado jajajja

''La frase de los mitos xDDDDD Lo siento, sólo es una frase profunda de tuenti, no le hagas caso (?'' Sólo dice... Hiciste daño crítico a una pequeña comunidad de roleros, que lo sepas.

''Me voy a tomar como un cumplido la comparación con Hydriel x)'' Lo es.

''-Quizá… Pero ahora que recuerdo que existes, no iba a simplemente olvidarte para siempre.''

''Pero el lado bueno es que si tuviera el control absoluto sobre Eldarya, no podría oponerse nadie cuando decidiera tener a Erika y a Ezarel para mí.''

''Hasta que de repente Feng Zifu se ha materializado en la cocina, casi rodeado de un halo de luz, con las palabras mágicas de: “Karuto, apenas he tenido oportunidad de conversar contigo, ¿sería posible que me concedieras algo de tu tiempo?”.''

''Y… al final no hizo nada. Y yo tampoco. Y simplemente bailamos y reímos.
Y nada más.''

''-¡Pfté…! -Karuto arruga la cara al ver a Leiftan acercarse- Ya ha venido el cachorro abandonado… Erika, no sé cómo te puede gustar ese tipo.''

''-No, ahora la tiene porque evidentemente ha metido la pata contigo y viene a disculparse por lo que sea que ha hecho -Lo dice con toda la naturalidad del mundo. Feng Zifu le mira levantando las cejas, dando un sorbo de su té…''

''Te mereces más que un tipo que no es capaz de ir en serio contigo y que a cualquier tontería se asusta y se echa hacia atrás.''

''y ahora estoy en estas… Entre un hombre al que le brilla la piel cuando se cura al sol y otro al que le gusta ir (casi) sin camiseta por ahí.''

''-Poco mundo, Ewe, poco mundo... -''

''Con el corazón latiéndome con fuerza, lentamente... Dejo que la mano que tengo en el suelo, junto a él, empiece a moverse. Hacia... La suya. Poco a poco, hasta que mi meñique roza con su piel de forma tentativa, como una advertencia, una pregunta. Su voz tiembla por un segundo cuando eso ocurre, pero aparte de eso no reacciona. No dice nada. No me rechaza.''

''-Si se te olvida, puedes preguntarme de nuevo -Así responde-. Te lo explicaré otra vez. Todas las veces que quieras.''

''Le agarro por el cuello de su abrigo y tiro de él para hacer chocar nuestros labios. Su cuerpo se agarrota con miedo por un instante, sus manos se aferran a mis brazos y hacen tanta presión que por un instante me hacen daño, pero luego simplemente se relaja y se deja llevar.''

Última modificación realizada por Kadia (El 21-10-2021 à 20h49)

¡Hola, hola! ¿Qué tal a todo el mundo? Se aproxima Halloween, así que ya me he puesto el disfraz (? Es, eh, cutre, pero sigo queriendo hacer cosplays así queee (? Por cierto que llevaba un tiempo pensando en este cosplay lo que me ha costado conseguir la puñetera peluca y al ver que el conjunto extra de este año era Ashkore, me ha hecho gracia (?

¿Nos hemos recuperado de las emociones de la actualización? ¿Sí? Espero que sí, porque se han desbloqueado las setas Black Russian. Si os interesan, sabéis que tenéis que preguntarle a Prirenna por mensajería pri...

¿Eh? Espera... Espera, qué es esto... Atención, me comunican por el pinganillo que aparentemente las esporas de las setas se han expandido y que una variante ha crecido en la casa de una tal @Kadia o algo así... ¡Qué curioso! Pues nada, al catálogo se unen también las setas White Russian, que traen un PoV distinto. ¡Créditos y agradecimientos a Kadia!

Mi mensajería está abierta, ya sabéis (? Bueno, y ahora a por esos comentarios.

Ramnusia

¡Hola, hola! Alguien... ¿nuevo? Por cómo hablas, juraría que vienes del hilo anterior, y tengo un nombre que me ronda la cabeza, pero como no estoy seguro mejor no lo digo para no meter la pata (? Sólo dime si te gusta el cosplay de Loki de este año o no (???) Bienvenida de vuelta, mala seta nunca muere así que este hilo tampoco, y aquí estamos otra vez. Espero que disfrutes de la historia si la sigues y, bueno, que nos veamos de nuevo <3

Isis

Bsbjsbjssbj, habéis caído en mi plan para forzar a la gente a comentar (???) Ahí está mi cosplay, ¿se distingue quién es siquiera? No lo tengo muy claro, me ha salido cutre. Yo diría que sí se le nota el disfraz a tu Gardi, tiene pinta de ir a maldecir a alguien (?

AAAAAAAAAAAAAAAA desde luego (? Bjsbsj veo mucha gente gritando, cuidao. Las setas ya están desbloqueadas, 2x1, sólo dame un toque en los mensajes y te las mando.

¿Se enterará Erika de toda la faena? Es posible que intente cortarse las venas si lo hace. Ah, el drama, los dramas, va a volver Pasión de Gavilanes pero a quién le importa.

Bleach lo empecé una vez pero lo dejé cuando empezaba la saga de los Espada, cometí el error de no saltarme el relleno uwu Pero, eh, yo empecé a los 12 viendo One Piece y aún lo disfruto muy mucho D: Hiiro y su habilidad de multishippeo, al final le va a robar el puesto a Erika como protagonista del otome (?)

Erika la pobre, no sabemos si es mejor por su bien que viva en la ignorancia o si debería enterarse por los dramas (? Me alegra que te gustase el capítulo, aún me da miedo las consecuencias que todo esto vaya a poder tener. Los extras son, bueno, graciosos xD

No tomes ejemplo de la gente de este fic por favor, son todos idiotas aquí xDDD Pero bueno, si te sirve de algo (?) Realmente... No se puede culpar a Nevra o a Hiiro. Nevra está confundido, Hiiro no sabe lo que quiere y ambos están heridos :(

Estaba yo en clase también mientras leía el comentario, de hecho el post lo puse en el descanso entre dos clases x) Malos estudiantes somos.

Kadia

Hombre, pero si te has cambiado de ropa, y encima te has quitado el disfraz de Halloween e.e De dónde han salido las plumas de la cabeza que me encantan D:

Shin es muy guapo, todo el mundo es atractivo en esta historia D: Yo también quiero saber su nombre, aún no se me ha ocurrido. No, no; lo de Karuto ya te digo que se va para Q&A, estoy entre Mario Jacinto y muérdago uwu

Hiiro es a veces cortito, pero él intenta ser buena gente, mírale, muy bien miniño, que eres el protagonista por algo D: Hmmm, ¿tendrá algo Tripleté con Shin? Quién sab-son amantes

Sí, sí... Ezarel celoso de Erika, sí... sí... Chúpate esa, Erika Karuto y Feng Zifu es la trama que necesitamos, Beemov está perdiendo dinero no dándonosla e.e Los cultivos, mi cara cuando veo que directamente en el mapa de exploración del templo hay no uno sino DOS CAMPOS DE ARROZALES, Beemov pl0x.

Omw a escribir el fic de Crepúsculo e.e Ezarel escuchando sin querer la declaración de amor de Leiftan, espera, tengo una imagen para eso que aún no he subido a este hilo.

Click

Ezarel siendo un obsesionado de la ornitología, le amamos. Mira qué escena más linda. Oh, ¿Erika se declara? Oh, ¿QUE SE BESAN? Pero qué lindos. Qué monos. ¡Nada puede mejorar este capítulo! Also, sí, Erika una reina. Ya avisé que iba a tener desarrollo de personaje (?

Y cae la bomba, vaya. AAAAAAA desde luego, yup. Mucha mayúscula (? Disfruta, disfruta, no te preocupes, que las repercusiones van a venir ahora. :)

Los especiales (? Un poco una tontá, pero eso. Vivo en una situación en la que una persona ADULTA ha decidido hacerme el vacío completo así que la frustración de Hiiro es mi forma de venting, sé que no es muy maduro, perdón x) Esto es pre-setación, post-Hiiro habla con Shin, al principio del capítulo. Lo de las peras es... Bueno, con mi tipo de humor, no sé qué te esperabas. (?

¡Gracias por los comentarios! Y por las mayúsculas y los AAAAAAAAAAAAA (?

Vamos pa' llá con el capítulo, a ver que pasa. La última vez que hice canon una ship Simonn y Henry acabaron muertos, a ver qué pasa ahora.

Capítulo 23.6.-

(Narra Erika)

Algo me da toques intermitentes en la nariz. Arrugo la cara, para ver si así se va, pero no lo consigo... Entonces empiezo a escuchar a alguien silbotear, y luego una voz que no me es del todo familiar...

-Buenos díaaaaass... ¿Estás ya despierta?

Supongo que ahora lo estoy.

Termino de abrir los ojos, pegajosos por las legañas y las lágrimas de la llorera de ayer, y me giro en la cama extrañada por la voz, hasta que mi mirada enfoca en la figura que hay al otro lado de la cama... Ah, sólo es Feero. Supongo que al final sí se quedaría a dormir anoche. Estaba demasiado cansada para que me importase, pero vaya.

-Buenos días -Así saluda cuando ve que me incorporo en el colchón-. ¿Qué tal andas? ¿Mejor?

Eh. No sé yo.

Ahora mismo tengo la mente un poco embotada por el sueño aún, pero incluso con eso soy capaz de recordar los sentimientos amargos de anoche. Argh. No me apetecía.

La noche de ayer fue rara.

Después de toda mi escenita con Ezarel, me vine a mi habitación a llorar contra la almohada y sentirme mal, y no sé cuánto tiempo pasó hasta que de repente escuché que llamaban a la puerta... Y claro, como soy tonta, tuve que ir a mirar quién era. Parte de mí esperaba a un Ezarel arrepentido y de rodillas pidiéndome perdón y otra oportunidad; otra parte esperaba que fuera Leiftan montado en un caballo blanco y sin camiseta diciendo que él jamás se comportaría como el imbécil de Ezarel y que estamos destinados a estar juntos y que me desposaría al amanecer, o algún rollo; pero evidentemente eso no es lo que pasa en la vida real.

Era Feero. Me le quedé mirando un rato intentando pensar en cómo mandarle a la mierda y, teniendo en cuenta que había salido a recibirle en ropa interior, él se me quedó mirando también a mí.

-No -Eso fue todo lo que dije, según ya iba a cerrarle la puerta en la cara, pero él consiguió meter el pie en la puerta en el último minuto.

-Alto, alto, alto -Sinceramente, estaba a una palabra más de tener un ataque de histeria, empezar a chillarle y posiblemente acabar enterrando un cuerpo en el patio de Huang Hua-. He visto lo que ha pasado ahí fuera. Sólo pienso que a lo mejor necesitas algo para... Levantarte el espíritu, ¿sí?

Y entonces vi la botella de licor que tenía en una mano.

Y me pareció una genial idea, así que le dejé entrar.

Un poco cohibida, lo primero que hice fue ir a buscar algo de ropa que ponerme, pero él me detuvo con un gesto de la mano.

-No te preocupes, que no tienes nada que yo no haya visto ya -Aseguró-. Quédate como más cómoda estés. Yo pretendo hacer lo mismo.

Dijo eso ya descalzo y empezando a quitarse su túnica/kimono/tela raída/camiseta, con lo que en seguida le tuve despechado a él también. Lo cual me llamó la atención porque me dejó ver que las quemaduras de su cara seguían también por todo su torso y posiblemente el resto de su cuerpo... Como si se hubiera tostado la parte izquierda de su cuerpo en su totalidad, y eso me hizo preguntarme que por qué habría pasado ese hombre.

-No sé si tengo vasos... -Empecé a mirotear, pero sólo encontré el mío en la mesilla, medio lleno con agua que había servido para hidratarme después de llorar a mares.

-¿Vasos? -Me miró como si la palabra le fuera desconocida- No, no... No he venido aquí para que hagas tu papel de niña del Oráculo buena, perfecta y sin mancha -Y sonrió de forma siniestra-. Vamos a ser chicos malos. Y los chicos malos beben directamente de la botella.

Sé que es una tontería y que es así como tipos siniestros y malintencionados consiguen engañar a niñas de instituto para que hagan cosas que no quieren hacer, pero sinceramente la perspectiva de ser una "chica mala" y de no tener que ser amable y buena con todo el mundo se me hizo muy apetecible en ese momento.

Así que me acerqué a él para quitarle la botella de las manos, abrí el tapón de un solo tirón y me llené la boca con el alcohol antes de tragar. Mala idea porque era un poco más fuerte que el licor Feng Huang que había probado hasta ahora, pero la sensación de la bebida quemando mi garganta se me hizo bastante satisfactoria.

-Mírate... -Él pareció más entretenido que otra cosa al verme actuar así- No lo acapares todo para ti sola, ¿sí? No sabes lo que me ha costado robar eso de la despensa sin que nadie se diera cuenta, yo también quiero probarlo.

-¿Comparten sus bienes sustraídos los chicos malos? -Pregunté, fingiendo duda, mientras pegaba otro trago algo más corto.

-Los chicos malos con estándares sí -Respondió él, quitándome la botella para pegarle un trago él mismo.

Nos sentamos en el hueco de la ventana, donde empezamos a hablar mientras la botella se iba vaciando poco a poco según nos la íbamos pasando. Él me habló de su hermana, yo le hablé de mis amigas del mundo humano, me habló de Fenghuang y yo no entiendo muy bien cómo hice la conexión pero acabé hablándole de El Planeta de los Simios.

-¡Es que da puto miedo! -Le contaba, ya bastante achispada cuando la botella estaba casi por el culo- En plan, la gente se cree que los monos como son chiquitajos no hacen mucho, pero tienen una mala leche que lo flipas y ojo, OJO como te muerda uno ya ves que te arranca un cacho' carne que... ¿Es apropiado que te esté hablando de esto?

-¿Qué más da? -Se encogió de hombros- Pero sí, me gusta que me digan que formo parte de una especie superior. Y además que es verdad que la gente como que se toma lo de los monos a broma porque como estamos ahí ahí con los humanos, se piensan que es que somos la versión tonta y ya, pero pones a un humano contra un mono y ya te digo yo quién gana.

-¿Verdad que sí? -No hay nada que dé más miedo que un mono con una pistola, NADA. Aunque no sé si en el supuesto del que estábamos hablando el mono estaba armado- ¿Tú tienes colmillos y tal?

-Jhí -Lo dijo abriendo la boca y yo me acerqué a mirotear, y sí tenía unos buenos dientes-. Lo bueno es que cuando quiero abrir frutos secos lo puedo hacer con los dientes tal cual.

-Aaah, eso es útil, la de veces que comiendo pistachos me he encontrado uno de estos que no está abierto del todo y al final me he tenido que rendir con él porque no hay dios que lo abra...

-Soy un dios entonces -Le vi estirarse en el sitio-. ¿Te molesta si fumo?

Me encogí de hombros, porque no realmente. Aunque yo nunca le haya dado más que alguna calada para probar, sí he tenido amigos fumadores y mientras que no me echasen el humo en la cara nunca me ha molestado. Así que le abrí la ventana para el humo mientras él se fue a por su bolsa a sacar de allí sus útiles y en poco le vi empezando a liarse un cigarrillo con más habilidad de la que se esperaría de alguien que llevaba media botella encima.

-¿Quieres? -Me ofreció, después de hacerse el suyo.

-No fumo, gracias.

-No es tabaco.

Y eso me pilló un poco por sorpresa, y posiblemente la expresión de mi cara lo delatase. A él le hizo gracia.

-No se lo digas a Ewe porque me despelleja si se entera. Tuve una época muy mala con ello, pero ahora me gusta hacerlo... De cuando en cuando, en momentos como este. Si te molesta, dímelo. No te quiero poner incómoda.

-No te voy a decir que lo hagas o que no... -De hecho, igual que he tenido amigas fumadoras, también he conocido gente que fumaba otro tipo de... Sustancias, aunque no de forma tan cercana- ¿Es muy difícil? -Eso a él le hizo reír- Lo siento, es... Eh... ¿Quizá me gustaría probar?

Así que me hizo uno un poco menos cargado que el suyo y luego me prestó su mechero para poder encenderlo.

Y la experiencia en un primer momento un desastre porque sigo sin entender cómo puñetas se supone que hay que fumar, pero... La verdad es que sí que sentí un efecto, y antes de lo esperado incluso. No sabría describirlo del todo, pero realmente me sentí más relajada. La tensión y el dolor de lo ocurrido con Ezarel, que aunque me había distraído de él seguía estando ahí, se aliviaron... Un poco al menos. Y fue precisamente eso, quitarme ese peso de encima, lo que hizo que al fin explotara con ese tema y me echase a llorar prácticamente encima de Feero para decirle que los chicos son estúpidos y que ojalá fuera lesbiana porque así podría casarme con Huang Hua y podríamos dedicarnos las dos a cultivar flores y podar bonsáis y ser felices en vez de estar aguantando a los dos idiotas de los que estoy enamorada.

-Odio a los hombres -Terminé diciendo, entre llantos, tirada encima de él mientras él jugaba con mi pelo.

-Lo sé, lo sé. Son todos odiosos, no te culpo -Y que me diera la razón me hizo sentir mucho mejor-. No sé el rubito, pero Ezarel es tonto y no sabe tratar con las tías. ¿Quieres saber algo gracioso de él?

-¡No quiero saber nada de él! ... Cuenta.

-Le flipaba Ewe cuando estábamos en la universidad.

-¡Lo sabía! -Eso me hizo levantarme con un respingo-.¡Sabía que había habido algo!

-Tranquila que no, si a Ewe le van las tías también -Y esa nueva información, que ahora en retrospectiva no sé si está bien que me haya enterado así, me hizo lanzar un sonido de mucha sorpresa.

-¿¡Por eso ella y Huang Hua...!? -Asintió- Joer... Nunca lo hubiera dicho...

-Pues anda que no se le nota que es bolleraca ni na -Me volvió a agachar contra él para poder seguir jugando con mi pelo-. Bueno, que el tío es medio tonto pero te digo que mala persona no es, y que se ha comportado como un gilipollas sí, pero eso es porque los tíos somos gilipollas en general.

-Si es que me da igual ya... Y que la gente me diga que son tontos ya lo sé, y que me merezco algo mejor lo sé también porque te digo yo que nadie se merece esto, pero es que... -Y suspiré- Es que les quiero mucho. Y estoy harta de que todo tenga que ser difícil, estoy harta de tener que tener paciencia o lo que sea. Sólo quiero mandarles a la mierda, de verdad. Pero no puedo, porque soy tonta. Y todo el mundo me dice que es que soy buena y-y-¿Sabes lo que me ha dicho alguien hoy? Que es que soy “Demasiado buena para ellos”, pero noooooo lo soy, ¿quién cojones soy? Si es que no soy nadie. Soy una tonta que se le ocurrió meterse en un círculo de setas.

-Eh, no digas eso -Le vi fruncir el ceño-. Todo el mundo es alguien. Y a la vez no somos nadie en lo que viene a ser la infinidad del universo... -Los dos nos tomamos unos instantes de silencio contemplativo- Peeero lo que te quiero decir es, en plan, tampoco tienes que ser aquí la Súper Tía Megamolona que nos salve a todos, ¿sabes? En plan, todo el mundo... Todo el mundo es especial a su manera y todo esto...

-Te voy a citar, mira -Me incorporé de nuevo para ahora mirarle con cara seria, levantando un dedo para darle más énfasis a mis palabras-, te voy a citar una película, que, Los Increíbles, ¿has visto Los Increíbles?

-No.

-Pues hay uno que dice en Los Increíbles que “Si todo el mundo es súper, entonces nadie lo es” -Él asintió, comprensivo-. Y es como, yo eso lo entiendo, en plan, al final quieras que no hay personas que tienen más talento que otras, o más suerte, o más dinero, o son más guapos o se llaman Ezarel y lo tienen todo y-

-Tía, no tires por ahí.

-Sí, perdón... Bueno -Tomé aire- Pues se supone que to tengo que ser megaespecial y que soy megaimportante, o al menos eso es lo que dice el Oráculo -Recordarle me puso de mal humor-. Que por cierto, además de señalarme una vez para que todo el mundo supiera que soy importante, realmente no me ha dicho mucho más. Nadie me quiere decir nada sobre NADA. Como ese estúpido dragón que me dijo que no me podía decir qué tipo de faérico soy o-Mira, ese dragón me tocó mucho las narices.

-Los dragones están extintos, nena...

-Sí, tienes razón, no sé lo que digo -Mejor que dar la explicación completa...-. Bueno mira que, no sé. Estoy cansada de tanto, de tener que ser tanto, de tener que dar tanto, de tener que estar en todos sitios solucionando todos los problemas. Al final es una mierda todo. No estoy ganando nada salvo traumas y dolores de cabeza.

-Ey, eso no es verdad -Y me volvió a mirar raro-. Acabas de ganar un amigo. ¿Qué te parece eso?

Le devolví la mirada con algo de extrañeza. Y luego me eché a reír porque, eso sí que era verdad. Me hizo reflexionar un poco.

-Pues sí -Y pensé un poco-. En verdad sí que he hecho amigos. Y, bueno, supongo que hay muchas cosas que he hecho aquí que no hubiera podido haber hecho antes.... ¿Sabes? Antes de llegar a Eldarya... Como justo, justo antes de caerme en el círculo. Me acababa de graduar de la universidad y como que... No sabía qué hacer con mi vida. Bueno, mentira, quería ser pastelera y tener mi propia panadería y vender bollos y dulces.

-Oooh -Parece interesado-. Eso suena guay. A mí me gustan los brownies -Él es un brownie, a fin de cuentas...

-Pero aunque eso era como, una idea, tampoco sabía exactamente qué hacer. Estaba súper perdida. No quería ser una adulta. Y caer en Eldarya, fue... Fue casi como una solución a eso, en cierto sentido. Y si lo pienso bien, aunque echo de menos muchas cosas, de verdad que no quiero volver. Quiero quedarme aquí y seguir haciendo cosas. Pero a la vez no quiero hacerlas. Es raro. Es muy raro. ¿Soy rara?

-Un poco, pero eso mola -Me sonrió-. Es mejor que no ser nadie -Eso me hizo reír de nuevo.

-Tengo que decir -Cuando paré de reír, le miré con una sonrisa-. No lo pareces, pero eres una buena persona, Feero. Eres amable.

-No soy ninguna de esas cosas -Él negó con la cabeza-. Soy amable sólo con quién quiero, y desde luego no soy una buena persona... Pero no me gusta ver chicas guapas con cara triste -Estiró una mano para pellizcarme una mejilla y luego me guiñó un ojo-. La sonrisa te queda mejor que las lágrimas, que lo sepas. E incluso diciendo eso, está bien llorar. Y está bien tener una noche de mandarlo a la mierda todo y ponerse hasta el culo de todo tipo de toxinas, ¿sabes? A veces la gente simplemente necesita ignorar al mundo de cuando en cuando. No se va a romper porque no le hagas caso durante un rato.

-Sí -Eso me hizo sentirme mejor-. Sí, supongo. Gracias.

-Un placer, preciosidad -Volvió a guiñarme un ojo-. ¿Qué te parece si nos vamos durmiendo? Necesitas descansar para mañana estar guapa para que esos dos tontos se mueran de envidia.

-Hmm... -Y, en cuanto lo mencionó, empecé a sentirme cansada- Sí... Bueno... Ya verás la resaca mañana...

-No te preocupes, yo me encargo de eso... -Se puso en pie y me ayudó a levantarme a mí también y a llevarme a la cama, porque ya estaba yo un poco... desmejorada- Soy un maestro herborista, tengo mazo curas para eso. Lo que no tengo es una habitación y no me apetece volver a la de Ewe porque vete a saber qué me encuentro, ¿te molesta si me quedo contigo?

-Haz lo que quieras -Eso dije, tirándome sobre la cama en plancha-. Hmmmm, qué blandita...

-Aquí te hago acampada entonces -Y él se tiró al otro lado de la cama-. Pues sí está blandita...

-Ahá... -Me recoloqué mejor en la cama para evitar, no sé, asfixiarme contra la almohada o ahogarme en las lágrimas que había derramado antes. Y en cuestión de segundos se me ocurrió la idea más brillante que se me podía haber ocurrido- Oye, ¿sabes qué? He cambiado de idea y estoy cachonda, ¿te apetece...? ¿Feero?

Cuando me giré a mirarle, me encontré con que ya estaba más que sopa, completamente noqueado. Si es que yo no me como una rosca ni queriendo. Así que simplemente me masturbé en silencio y después de un rato me quedé dormida.

Y ahora que al fin me acuerdo de todo lo de anoche, oh dios mío.

Dios. Mío.

Que he hecho qué. Que qué. QUÉ.

khé.

He hecho MUCHAS cosas en una sola noche y ahora no sé cómo sentirme al respecto.

...

Extrañamente, creo que liberada. Es... Es raro. Una parte de mí quiere rechazar varias de las actitudes que tuve anoche, pero... Me siento mucho mejor que como hubiera podido sentirme si simplemente me hubiera ido a la cama llorando. Um, quizá sea una tontería... O quizá no. Feero tiene razón, mandar al mundo a hacer puñetas de cuando en cuando puede ser terapéutico... Aunque creo que va a pasar mucho tiempo hasta que vuelva a hacer nada de esto... A mi madre le daría un infarto si se enterase...

-Creo... Que sí estoy un poquito mejor -Admito, y eso a él le hace sonreír-. Gracias, Feero.

-De nada, monada -Se acerca a su bolsa y le veo rebuscar hasta que saca un matraz con un líquido verdoso-. Mi milagro para la resaca, ¿vas a querer?

-Por favor -Me estaba haciendo la valiente, pero madre mía mi cabeza...

Él se bebe la mitad de la fórmula y a mí me da la otra mitad. Sabe a rayos, lo que imagino que significa que será efectivo. Empiezo a vestirme con mi ropa de viaje, despidiéndome del vestido de Huang Hua, porque imagino que será hoy cuando nos vayamos... Uff... No sé si tengo ganas de irme y tener que hacer todo el camino a Eel con Ezarel y Leiftan... Si no puedo hablar con ellos, Hiiro y Nevra tampoco hablan porque se están ignorando mutuamente... Los únicos con los que me queda para hablar son Valkyon y Karuto...

... Creo que le voy a pedir a Huang Hua que me adopte o algo.

Cuando termino de vestirme, me encuentro con que el dolor de cabeza resacoso se me ha pasado en su mayoría, y es casi como si mis acciones de anoche no tuvieran consecuencias, lo cual es muy guay porque preferiría que no las tuvieran. Me miro en el espejo para peinarme y hacerme mis trenzas, pero cuando veo mi pelo frunzo el ceño y tomo una decisión.

-Voy a cortarme el pe-

-No, no, ¡no! -En seguida Feero llega corriendo a mí, agarrándome por los hombros, y veo a mi reflejo en el espejo abrir mucho los ojos- No. Con el pelazo que tienes, no. Esos dos tíos no se merecen el corte de pecho despechado. No.

-Pensé que a lo mejor era... No sé, simbólico de, como, una etapa nueva de mi vida o-

-Pero no lo pagues con tu pelo, por el amor al Oráculo... -Cuando dice eso, la verdad es que me da pena.

-Me gusta mucho mi pelo -Admito.

-No le culpes a él de nada, entonces -Le veo pasar los dedos por mi melena, como si la estuviera peinando-. ¿Puedo hacerte yo las trenzas? Se las hacía de pequeña a mi hermana, pero hace mucho tiempo que no las hago.

-Peinado de Anya -Sonrío en el espejo. Esa idea me gusta, un cambio un poco menos... irreversible.

-Peinado de Anya -Asiente.

Al final simplemente me hace un par de trenzas pequeñas que están relativamente bien hechas, y cuando me recojo en pelo en una coleta más o menos suelta los mechones con las trenzas se distinguen entre el pelo así que la verdad es que me gusta el look. Quizá debería empezar a probar otros estilos de peinado, quién sabe.

-Y ahora, a comerme el mundo -Digo, una vez estoy ya lista para... No llorar en público, por favor.

-Esa es la actitud -Feero asiente mientras va a la puerta para abrirla y que ambos salgamos-. A comerte el... Oooop.

Cuando abre la puerta, le veo poner cara de sorpresa. Me acerco a ver qué es lo que le ha sorprendido y lo que me encuentro es que al otro lado, acuclillado junto a la puerta está... Ezarel.

Toda mi fortaleza vacila de inmediato cuando le veo.

Sus ojos estaban en Feero, pero luego pasan a mí cuando me ve en la puerta, y es fácil saber qué es lo que está imaginando... Oh, no...

-Erika -Ignorando a Feero, se pone en pie y se dirije a mí directamente-. ¿Podríamos hablar? Sólo si quieres.

Esto yo no me lo esperaba. No sé qué hacer, y un poco en pánico dirijo mi mirada a Feero, que se encoge de hombros. Tengo unos instantes de deliberación interna.

-De... acuerdo -Termino por aceptar, asintiendo.

-Os dejo a solas... -Feero empieza a escurrirse fuera de la conversación y hacia el pasillo- Nos veremos por ahí.

Se va, y yo me pongo diez veces más nerviosa al verme sola con Ezarel. Me quedo quieta sin saber qué hacer o decir, hasta que me abofeteo a mí misma mentalmente y decido que, sea lo que sea que va a pasar, no quiero que pasa en mitad del pasillo.

-Pasa -Indico, volviendo a meterme en la habitación y gesticulado para que él haga lo mismo. Es lo que hace, y yo tomo aire antes de cerrar la puerta tras él e ir a mirarle con un monólogo ya preparado-. F-Feero y yo no hemos...

-No importa -Niega con la cabeza-. No iba a culparte lo hubieras hecho o no. No me debes nada, puedes hacer lo que quieras.

-Pero no... -Me siento algo avergonzada de repente- No hemos hecho nada.

Él asiente.

Voy a ponerme a hablar de nuevo, pero en el último instante me lo pienso mejor. Si se ha presentado en mi puerta a primera hora de la mañana (vete a saber cuánto tiempo lleva ahí), quizá sea porque es él el que tiene algo que decirme, para variar.

-Quiero disculparme por lo que pasó ayer -Y, efectivamente... Sí tiene algo que decir, y empieza a hablar-. Y por cualquier estupidez que pueda hacer o decir ahora, porque soy estúpido y a veces hago y digo cosas que no... Quiero hacer o decir -Frunce el ceño-. O no las hago, a pesar de que quiero hacerlas. Como ayer. Sé que te dolió mucho que no dijera nada. Y lo siento por eso. En aquel momento me... me bloqueé, no supe cómo reaccionar. Sabía que tenía que hacerlo, pero no podía. Y sé que eso te dolió.

-No... pasa nada -Tomo aire, y por un segundo le interrumpo, aunque tiene toda la intención de seguir hablando-. Es... Es muy posible que te pillase con sorpresa, y ya sé que no te gusta que la gente te toque sin permiso. Quizá no tenía que haberlo hecho. Lo siento si te puso incómodo.

-Pero yo quería que lo hicieras.

Y, con solo esa frase, de repente toda la conversación cambia de sentido para mí.

Mi corazón late con más fuerza de repente. Siento algo cálido en mi pecho. Mariposas en el estómago.

-Es... esto va a ser difícil para mí -Le veo hacer una mueca-. P-por favor, ten... p-paciencia conmigo.

Se acerca un paso. Luego otro. Luego un tercero, hasta que queda frente a mí, y me coge de sus manos. Las suyas tiemblan ligeramente, igual que temblaban cuando ayer me rechazó, y el gesto de repente se me hace muy tierno y me hace verlo con una luz distinta, porque creo que ahora lo entiendo. Son... Nervios.

-Sé que soy... estúpido, muchas veces -Empieza a hablar. No es capaz de mirarme a los ojos, pero veo que lo intenta, y yo decido no mirarle directamente para no ponerle más nervioso, pero le atiendo con toda la atención del mundo-, y que hago cosas que están mal. P-pero es porque... No sé hacerlas bien, c-creo. Quiero... quiero cambiar eso, quiero saber hacer... las cosas bien. Y-y lo estoy intentando. E-estoy intentando cambiar, s-ser más honesto con mis sentimientos, decirle a la gente que es importante... que me importa.

>>Sé que aún me queda m-mucho tiempo para poder llegar ahí. Pero quiero llegar, algún día, y... Dejar de tenerle miedo a cosas que sé que podría disfrutar mucho más si no se lo tuviera.

>>Lo siento por no... Por no saber responder, por bloquearme, por no ser honesto y en general por... Por no poder darte lo que quieres, aunque sea lo mismo que quiera yo. A-así que lo que quiero pedirte es... P-por favor, dame tiempo. Dame tiempo para... Para que pueda mejorar, para que un día pueda... Decir lo que quiero decirte. No sé cuándo podrá ser ese día, no sé si será hoy, si será mañana, si será dentro de siete años... No lo sé. Y entiendo que... Que no puedo tenerte esperando toda una vida, y que no tienes por qué aceptar esto si te duele.

>>Lo último que quiero es hacerte daño, aunque a veces parezca lo contrario. Es en parte por eso que me cuesta tanto, porque pienso que, haya lo que yo haga, va a doler. Por eso pienso también que posiblemente sea mucho mejor para todo el mundo si... simplemente te olvidas de mí y buscas la felicidad en otro sitio.

>>Pero... si aún no te has cansado de mí, y aún puedes seguir soportándome... En ese caso, ¿c-crees que podrías...?

-Sí -Quizá sea de mala educación interrumpirle, pero mi entusiasmo me hace hablar antes de tiempo-. Sí, Ezarel. Eso era todo lo que necesitaba. Una señal. Y saber que... te importo.

Él asiente. Le veo soltar aire, como si se hubiese quitado un peso de encima, pero sigue aún un poco tenso.

-Eres importante. Mucho, Erika.

-Gracias, Ezarel. Tú también eres importante para mí.

Quiero besarle de nuevo. De verdad que no quiero más que hacer eso ahora mismo.

Pero no lo hago. En su lugar, doy un pequeño apretón de sus manos, en tono de ánimo, y me preparo para hablar de nuevo.

-Yo también siento lo de anoche -Mi turno para disculparme-. Quizá no fui justa del todo contigo dándote un ultimátum de aquella manera. Estaba... Frustrada, y enfadada.

-Y tenías derecho a estarlo...

-¿Estamos en paz, entonces? -Le dedico una sonrisa- ¿Te perdono ser un idiota si tú me perdonas ser una pesada?

Él sonríe también. Asiente, y de nuevo siento calidez y un hormigueo agradable recorrer todo mi cuerpo.

-¿Puedo abrazarte? -Asiente con la cabeza.

Así que le abrazo, y lo que más me sorprende es que él responde al gesto, pasando los brazos alrededor de mi cuerpo. El abrazo se alarga más de lo que podría ser apropiado en cualquier otra situación, y yo me encargo de disfrutar hasta el último segundo. Es cálido, reconfortante, sanador. La pena que sentía ayer ha disminuido a la mitad, y me siento... Increíblemente bien de repente. Le quiero muchísimo.

Me separo de él ahora con una sonrisa imposible de evitar, emocionada. Él también está sonriendo.

-Tu pelo hace cosquillas con la coleta -Dice-. ¿Qué ha sido de tus trenzas?

-Siguen ahí -Y le señalo las dos trenzas que Feero me ha hecho en el pelo y que están más o menos escondidas-. He estado a punto de pegarle un tajo con mi espada a mi pelo, Feero me ha parado a tiempo -Cuando digo eso, se lleva una mano al pecho como si la idea de alguien cortándose el pelo le doliera personalmente. No le culpo, su último corte de pelo tuvo que ser... traumático.

-¿Qué hacía el pintamonas ese aquí de todas formas?

-Ha pasado aquí la noche -Me encojo de hombros-. Estuvimos bebiendo, nos emborrachamos y fumamos maría. Oye, tengo hambre, ¿vamos a desayunar?
Vamos a desayunar.

Le agarro de la mano para arrastrarle fuera de la habitación, porque en cuanto he dado la explicación de Feero le he visto abrir la boca y creo que ha tenido uno de esos momentos cuando se le fríe el cerebro y deja de reaccionar.

... Quizá me guste un poco lo de ser una chica mala.

---

Suelto la mano de Ezarel poco antes de llegar al comedor, porque no sé si se va a sentir cómodo así, y los dos entramos juntos. Veo a Eweleïn y Huang Hua desayunando juntas en una mesa a lo lejos, y Feero se va a unir a ellas, lo que hace que Eweleïn le haga algún tipo de mueca. Miro a Ezarel con la pregunta muda de si le apetece desayunar conmigo y él simplemente asiente, así que los dos vamos a por nuestro desayuno (¡Buenos días, Karuto! ¡Bonita cara de resaca!) y luego nos instalamos en una mesa. Me fijo en que hay una por ahí que está... Rota, vaya. A alguien se le tuvo que ir la fiesta de las manos anoche...

En cuanto apoyo el culo en el suelo, de repente se materializa (juro que esa es la palabra correcta porque aparece prácticamente de la nada) Leiftan justo delante de nosotros, al otro lado de la mesa.

-Buenos días -Saluda, y a mí casi me da un infarto del susto inicial, y luego el corazón me da siete volteretas al reconocerle.

-B-buenos días, Leift -Me fuerzo a corresponder al saludo por pura inercia.

-Buenos días, Leiftan -Ezarel responde también, y le veo alzar una ceja como invitando al otro a dar sus siguientes palabras.

-Es, em... -Le veo hacer una mueca antes de mirarme a mí- ¿Podemos hablar un segundo?

-¿S-sí? -Esto no me lo estaba esperando tampoco... Que acabo de reconciliarme con Ez, dale al menos media hora a mi corazón para que se me normalice el pulso...

-Os dejo a solas -Ezarel coge la bandeja para irse, pero Leiftan le detiene agarrándole del brazo.

-No, por favor, quédate...

Los dos intercambian una mirada rara. Lentamente Ezarel se sienta de nuevo y empieza a consumir su desayuno, mientras que Leift toma asiento también y coge aire antes de empezar a hablar.

-He... tenido una noche de reflexión -Empieza.

-Si así es como quieres llamarlo... -Escucho que Ezarel musita algo, pero no termino de entenderle... A lo mejor si no hablase con comida en la boca...

-Um -Leiftan carraspea-. L-la cosa es que... Me... Me gustaría arreglar las cosas, Erika.

Las palabras me golpean con la fuerza de una bala. Me aferro con ambas manos a mi taza, sobrecogida de repente, y por un segundo no sé cómo reaccionar. A mi lado escucho a Ezarel sorber de su propia bebida de forma incómoda. Ya, eh, a lo mejor no era buena idea hablar de esto delante de él, acabo de decirle que iba a esperarle y-

-Y para ello, c-creo que lo que tengo que hacer es darte las explicaciones que quieres -Leiftan sigue hablando-. Porque no quiero seguir engañándote, y no quiero que pienses cosas que no son ciertas, así que he decidido que quiero sincerarme y, uh, bueno, lo que quiero decir es, eh, estoy enamorado de Ezarel.

Ezarel espurrea por completo su bebida por distintos orificios de su cara y empieza a asfixiarse y morirse de tos.

Leiftan me mira fijamente, sin prestarle atención. En su postura y su cara se nota la tensión y los nervios, pero me está mirando con suficiente seriedad como para que me haga cuestionar si esto se supone que va en serio.

Yo me quedo completamente boquiabierta durante una cantidad de tiempo bastante larga porque, ¿cómo puñetas se supone que tengo que reaccionar a eso?

-Dis... ¿Disculpa? -Cuando consigo encajarme la mandíbula en la boca de nuevo, intento acordarme de cómo se habla- ¿... era eso una broma? -Porque si es así, NO TIENE NINGUNA GRACIA, LEIFTAN.

-N-no -Frunce el ceño-. Estoy enamorado de Ezarel. Él lo sabe.

-¿¡QUÉ!? -Me giro a mirar al elfo, que se había recuperado de su ataque de tos sólo para volver a recaer. Vuelvo a mirar a Leift- Vas en serio.

-Completamente -Asiente-. Llevo enamorado de él desde Lund'Mulhingar. Y es en parte por eso por lo que quise romper contigo, porque sentía que te estaba... Traicionando.

-Ya, no me jodas, estás enamorado de otra persona -Estoy... Algo enfadada ahora mismo, aunque sé que es estúpido enfadarme por eso-. Ni siquiera sabía que te gustaban los chicos también. Podías habérmelo dicho, lo hubiera entendido.

-Lo siento, no... No sabía cómo hacerlo -Suspira, parece que avergonzado por mi regañina-. Pero la cosa es... Que no estoy enamorado sólo de Ezarel. Os... Os quiero a ambos.

Ah.

Eso ya me enfada un poco menos, porque pensaba que me estaba diciendo que... Que es que yo había dejado de gustarle en algún momento. Pero... Me puedo creer lo que me dice. Q-quiero decir, todavía estoy flipando pepinillos por lo de Ezarel, pero...

-Entonces... -Intento recomponerme para seguir hablando- Te gusta Ezarel.

-Y tú.

-Y yo.

-Y Ezarel.

-Y Ezarel y yo... -Tomo un sorbo de mi taza, ahora arrepintiéndome por no haberme pedido un café.

-¿Estáis seguros de que queréis mantener esta conversación en público? -Ezarel, que ya ha dejado de asfixiarse, de sujeta la cabeza con ambas manos mientras habla mirando a la mesa, lo que dificulta verle la cara.

-Pues... -Aún digiriendo la nueva información, ignoro a Ezarel- P-pues a mí también me gustáis ambos. Ezarel y yo- ¡Y tú! -Me corrijo en el último segundo.

-Todo el mundo nos está mirando... -Ezarel sigue refunfuñando por lo bajo.

-L-la cosa es, que... -Leift toma la palabra de nuevo- Du... Durante mucho tiempo he pensado que... Que eso no era verdad, que estabas enamorada de Ezarel y simplemente estabas conmigo por despecho, pero después de los últimos días he visto que... -Pone cara de pena- Que no es así. Que de verdad sientes algo por mí.

-Pues claro que sí... -Me llevo una mano al cuello, donde tengo el llamador de ángeles que me regaló- Te quiero muchísimo, Leift. Y es... Es frustrante que tú seas incapaz de ver eso porque tuvieras celos de Ezarel, o... Lo que fuera.

-En parte sí era eso, pero también... -Y otra vez hace una mueca- Siempre he sentido que sobraba. Que... Me estaba interponiendo en vuestra relación y estaba arruinando algo que, si no fuera por mi presencia, hubiera acabado de mejor manera para ambos y... Pensar que podía interferir en vuestra felicidad me hacía sentirme muy mal.

-No eres el único al que le ha pasado eso -Para sorpresa de ambos, Ezarel interviene-. A mis ojos, estáis obviamente enamorados el uno del otro. Así que siempre he pensado que lo mejor que podía hacer era... No meterme ahí, porque iba a ser mejor para todo el mundo.

-Bueno, yo... -Me quedo un poco confundida- Perdón, no sé qué decir...

-L-lo siento si esto ha sido muy repentino -Leift se agita un poco, con nerviosismo-. Pero quería dejar claras las cosas. Mis sentimientos hacia ambos. Para que... Cuando sea que tú estés preparada, si es que lo estás en algún momento, y puedes perdonarme por no haber sido sincero y por hacerte daño... Decidas qué... Quieres que seamos.

-Qué... Seamos -Aún intento hacerme a la idea de todo lo que está pasando, pero las palabras resuenan en mi cabeza. Para cuando quiero darme cuenta, de repente veo que tengo las manos en las suyas, extendidas desde el otro lado de la mesa, y ni siquiera sé en qué momento he dejado la taza.

-Me gustaría volver a estar en una relación contigo, Erika -Así lo dice, con una sonrisa llena de ternura y amor en la cara-. Y, si está bien con todo el mundo y fuera posible, también me gustaría que Ezarel estuviera en ella.

Imagino que es que no le queda más líquido con el que atragantarse, porque todo lo que el elfo hace es simplemente abrir mucho tanto la boca como los ojos, completamente pillado por sorpresa. Yo hago lo mismo, igualmente atónita...

Salvo que, nada más escuchar la idea, siento que algo encaja.

Algo tiene sentido, al fin.

Leiftan, Ezarel.

Les quiero a ambos.

Con una pasión que quema, con una desesperación que amarga, con un amor que me ahoga en dulzura.

¿Cómo iba a poder prescindir de uno de ellos? ¿Cómo iba a abandonar a uno?

Si Leiftan hubiera accedido a empezar una relación conmigo, siempre hubiera pensado en Ezarel, y en lo que hubiera podido ser.

Si Ezarel hubiera aceptado mis avanzadas, parte de mi corazón se hubiera quedado para siempre arrepentido por Leiftan.

“Has de aprender a hacer elecciones, guardiana, a hacer sacrificios”... La voz de Fáfnir en Memoria resuena en mi cabeza.

Vale. Vale. Pues, ahora, la elección es más que sencilla. Prácticamente no es una elección, es... Es lo que tiene que ser. No voy a decir que sea el destino, pero... Quizá sí que sea como tenían que ser las cosas.

-Sí -No puedo evitar la ilusión en mi voz cuando acepto, y aprieto las manos de Leiftan, que responde al gesto de igual manera y con ojos llenos de emoción-. ¡Sí, por supuesto que...! Leiftan, te quiero. Y a Ezarel también.

-Erika...

-¡Un momento, un momento, un momento! ¡Eh, eh, EH!

Cuando ya me estaba inclinando hacia Leiftan (y él parecía estar haciendo lo mismo), de repente Ezarel interrumpe gritando y dando manotazos al aire, causando que Leift y yo tengamos que separarnos por miedo a que nos arree uno.

-¿De dónde puñetas sale todo eso? -Mira a Leiftan diría que mucho más sorprendido que yo por todo esto- Y, ¿perdón? ¿Dónde está mi opinión? ¿A mí me ha preguntado alguien?

-Me parecía la única solución lógica -Se justifica Leiftan, jugando con una de las trenzas de su pelo. Eh, ahora mismo los tres llevamos trenzas...

-Bueno, pues a lo mejor a mí no me apetece estar en ninguna relación con nadie -Protesta.

-Podemos dejarlo en sexo casual... -La respuesta de Leift a mí me hace reírme, a Ezarel diría que no tanto, y veo que se pone rojo.

-Ezarel... -Decido intervenir antes de que haya algún accidente. Coloco una mano en su hombro y él observa el gesto con cautela, pero no lo rechaza- Sé... Que acabas de pedirme paciencia y tiempo, y yo estaré encantada de darte eso si... te esfuerzas. No quiero obligarte a hacer o decir nada para lo que no estés preparado y- y, por supuesto, no te voy a forzar en una relación, mucho menos aún siendo algo... -Ojeo a Leiftan, que me sonríe- Así. Pero, quizá... ¿Q-quizá esto pueda ser un primer paso para nosotros? Y a lo mejor podemos... Simplemente probar, a ver... Cómo nos va. A todos.

-¿Qué...? -Se me queda mirando por unos instantes. Luego mira a Leift, que alza una ceja con aire inquisitivo.

Ezarel se va poniendo cada vez más rojo por segundos. Sus labios pronuncian unas mil palabras en un instante, pero su voz no termina de salir así que no habla, simplemente pronuncia las sílabas. Casi parece que esté hablando para sí, más que otra cosa, así que no me atrevo a decir nada, y simplemente espero a que termine su discusión interna, con la esperanza de que no se cortocircuite.

Al final parece que consigue salir de cualquier laberinto mental en el que ha debido de caerse y vuelve en sí.

Toma aire.

-No sé... Hasta qué punto yo me siento preparado para iniciar nada... Con nadie, en general -Y gesticula tanto en mi dirección como a la de Leift-. Pero si tú sientes que puedes ser feliz con Leiftan... Y él también va a ser feliz contigo, entonces yo no tengo nada que decir al respecto. No quiero interferir en aquello que os cause felicidad... -Voy a intervenir, frustrada porque no lo entiende, pero Ezarel levanta un dedo para mandarme callar antes de seguir- Preferiría, si fuera posible, añadir a ella. Si de verdad... Si de verdad me apreciáis tanto como decís, y si incluirme en una relación es algo que ambos queréis, entonces... Yo... No tendría ningún inconveniente en pertenecer a una relación así.

Exploto de alegría.

Sin pensármelo me lanzo sobre Ezarel, abrazándole, y él grita cuando lo hago, así que rápidamente me aparto con las manos en alto.

-Perdón, perdón, perdón... -Él se pone rojo ya del todo, y escucho a Leiftan reírse al otro lado- Eso me... me hace muy feliz. ¡Al menos a mí! -Me giro- ¿Leift?

-A mí también me hace muy feliz -Y lo dice sonriendo con ternura, echándose sobre la mesa y estirando ambas manos, ofreciéndonos una a cada uno. Yo cojo la que me corresponde, Ezarel mira la suya con el suyo fruncido-. Ezarel.

-Sí, sí... -Gruñe un poco pero acepta, cogiendo la mano, y yo atrapo la otra que tiene libre- No puedo comer así...

-Chst -Le mando callar.

-Esto es un poco... cursi, quizá -Leift carraspea-. Pero, em... Me.. Me alegro de poder compartir esto con vosotros, y... Espero que, de aquí en adelante, los tres podamos ser felices... Cada uno a su manera.

-Yo también -Me apunto al carro de decir unas palabras-. Nos ha costado llegar hasta aquí, pero, eh... Estoy feliz de haber llegado. Y espero que podamos hacer algo bonito con todo esto.

-Eeeh, yo todavía no he accedido a-

Ezarel se corta cuando, de repente, en la otra punta de la habitación, Nevra se pone de pie y empieza a aplaudir. Ezarel se pone tan rojo que pienso que va a explotar, y yo por mi parte me sonrojo también al darme cuenta de que efectivamente hay gente que nos ha estado escuchando.

Huang Hua, que también se pone en pie un poco más allá, sonriendo y riendo, y en el suelo a su lado Eweleïn está mirando a Ezarel de forma que sólo se me ocurre describir como perturbadora y Feero que se ríe a carcajadas. Más gente aplaude, algunos no parecen tener ni idea de por qué, pero aplauden igualmente, y yo me río ante la escena.

Ezarel masculla algo, nos suelta a los dos y se pone en pie pegándose un rodillazo contra la mesa antes de salir prácticamente a zancadas de la sala, siendo velozmente seguido por una mancha lila que creo que era Eweleïn surcando la sala a velocidad mach 20. Vuelvo a reírme cuando eso pasa, ahora mismo subida en una nube de felicidad, o quizá lo que tenga es un subidón inducido por las sustancias que consumí anoche, pero poco me importa eso.

Me giro por completo hacia Leiftan, que quita su mirada de la puerta y me mira a mí también. Los dos compartimos la misma sonrisa.

-Pareces satisfecho -Menciono.

-Quizá. He de admitir, no las tenía todas conmigo... -Su sonrisa se tuerce un poco- Y esto es... Algo que no me había planteado hasta el momento, la verdad. Pero...

-Tiene sentido, ¿verdad? -Cuando lo digo, él asiente- Como si algo hubiera...

-Encajado -Él también completa-. Por fin.

Sonrío. Él también.

Ambos nos inclinamos hacia delante, y besarle de nuevo es como volver a casa.

Es un beso corto y dulce, pero sentir sus labios sobre los míos me hace sentirme tranquila como hace mucho tiempo que no me siento. Como si ya no hubiera problemas de ningún tipo, como si todo estuviera bien. Es una sensación casi extraña a estas alturas, pero le doy la bienvenida.

-¿Qué es ese sabor...? -Leiftan parece algo extrañado cuando terminamos el beso.

-Eeeeh, nada -Carraspeo-. Bueno, um... Me... Me alegro de lo que acabamos de empezar, pero también me alegro... De haber vuelto contigo.

-Y yo también, no te imaginas cuanto -Una de sus manos aprieta la mía, mientras que la otra va a acariciar su mejilla en un gesto infinitamente reconfortante-. Sé que te he hecho daño... Y, de nuevo, me quiero disculpar con ello. Siento que te he estado engañando mucho tiempo manteniendo esto en secreto, y que... hasta te he traicionado.

-Leift, no... No pasa nada por eso -Intento consolarle-. No siempre es fácil hablar de sentimientos, mira a Ezarel... Pero ahora entiendo por qué rompiste conmigo. Eso... eso es lo único que me frustra, y es lo que peor me ha hecho sentir este tiempo. Que no entendía por qué, sólo quería... Una razón. Pero, otra vez, ahora lo entiendo, así que no pasa nada -Sonrío-. A partir de ahora, no más secretos.

-No más secretos... -Él asiente.

-Dicho eso, ummm... -Me pongo un poco nerviosa. ¿Está bien hablar de esto?- La verdad es que anoche Ezarel y yo, como, eh... Tuvimos una medio pelea... Y vino porque, eh... M-me lancé y le besé, ¿sabes?

-¿S-sí? Eso no lo sabía... -Parece sorprendido por ello- Aunque sí... Sí sabía lo de la pelea, bueno, porque, eh, fue después de eso cuando Ezarel y yo coincidimos, y, eh, tuvimos una conversación y yo le declaré mis sentimientos, y fue entonces cuando... yo también le besé -Lanzo un sonido de sorpresa cuando me cuenta eso.

-¿¡Cómo fue!? Conmigo se quedó como, congelado, no reaccionaba, fue bastante... Duro.

-Para mí como al principio que también, pero luego se espabiló, se lo... Se lo tomó bastante en serio, bastante más de lo que me esperaba... De hecho, esperaba que se enfadase conmigo.

-A mí también me sorprende eso un poco... -Me lo pienso- Ezarel se enfada por todo. ¿Qué es lo que se supone que nos gusta de él?

-Esa es una buena pregunta... -Sonríe ligeramente- Pero he aprendido que lo más fácil es simplemente vivir con ello. Um... S-si quieres, eh, ¿puedo hablarte de cuando Ezarel y yo nos conocimos? Fue una, eh... Experiencia peculiar.

-¡Claro! -Suelto sus manos y vuelvo a mi sitio para empezar a roer mi desayuno- ¿Cuando se apuntó en la Guardia?

-Unos años antes de eso -¡Anda!-. Lance y yo fuimos de misión a la USAC, en Lund’Mulhingar, a intentar reclutar nuevos miembros para la Guardia de Eel.

-Y él estaba interesado en unirse...

-Lo primero que hizo antes de decirme hola fue meterme la lengua hasta la garganta.

Ahora me atraganto yo, y empiezo a pensar que quizá tenga mucho que aprender sobre la relación entre Ezarel y Leiftan.

---

(Narra Ezarel)

-¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!

Eweleïn continúa zarandeándome mientras me grita en la cara. Es bueno que no haya podido terminarme el desayuno, porque si no creo que se lo habría vomitado ya encima después de tanta sacudida.

No me ha dado casi tiempo a volver a mi habitación antes de que ella entrase casi reventando la puerta, me ha agarrado por los hombros sin que nadie le de permiso para que lo haga y así llevamos ya... Un rato, no sé, sé que más de un minuto, quizá dos.

Al final, de alguna manera milagrosa, termina por quedarse sin aire, y se toma un instante para descansar, mirándome simplemente con una sonrisa de oreja a oreja.

-Buenos días, Eweleïn -Saludo, con un tono neutro perfecto.

-QUE TE HAS ECHADO NOVIA, EZAREL.

-Sí, claro que he dormido bien, ¿qué tal tú?

-Y NOVIO TAMBIÉN.

-Me alegro. ¿Tienes pensado hacer algo hoy?

-ESTÁS SALIENDO CON LEIFTAN.

-Suena interesante. Yo no tengo nada pensado, por el momento.

-EZAREL, ESTÁS SALIENDO CON LEIFTAN.

-Bueno, ¡ten un buen día! Nos vemos a la hora de comer.

-EL LEIFTAREL ES REAAAAAAAAAL.

Vuelve a agitarme con bastante brutalidad, y empiezo a marearme así que la agarro por las muñecas para que se detenga.

-Eweleïn, Eweleïn -La llamo, y cuesta un poco pero vuelve en sí-. Cálmate un poco. Lo primero de todo, yo no he dicho nada de tener novias ni novios ni nada. Lo segundo, ¿qué narices es eso del “Leiftarel”?

-Oh, así es como Simonn y yo llamamos a la pareja que hacéis Leiftan y tú -Pero qué...-. Tenemos también Ezrika y Leifrika. Pero ahora, se ha abierto una nueva posibilidad -Y toma aire, emocionada-. El Erileiftarel.

-Eweleïn, tienes que buscarte un hobby.

-¡Es que! -Me suelta al fin, y se deja caer de espaldas en mi cama- ¡Por fin, Ezarel, por fin! ¡Por fin vas a alguna parte con alguien! Aunque prácticamente te hayan tenido que forzar a la relación y técnicamente no hayas dicho que la aceptas, pero... -Se pone de pie. Me mira fijamente a los ojos, y ahora su sonrisa, aunque amplia... Es mucho más real y sincera- ¿Sé sincero?

Suelto aire. Voy y me tiro en la cama junto a ella, girándome en su dirección, y ella me imita de forma que acabamos el uno contra el otro. La miro a los ojos.

-Me gusta mucho Erika -Digo-. Y no tengo ningún problema en estar en una relación con Leiftan. Así que, sí, supongo que tengo novia y que tengo novio. No grites.

No grita, pero me abraza otra vez sin que nadie le de permiso para que lo haga. Decido ser benevolente y acepto el gesto, incluso... Haciéndolo recíproco. Hale, hale... Mucho contacto con mucha gente últimamente.

-Estoy muy feliz por ti, Ezarel -Eso dice cuando nos separamos-. Y muy orgullosa, en serio. Sé que esto no es fácil para ti. Espero, de verdad espero, que os vaya muy bien.

-Yo también.

Decir que estoy aterrado es poco.

Estoy intentando tomármelo con filosofía, pero... Todo esto me da mucho miedo. La propuesta de Leiftan me ha pillado completamente por sorpresa (casi más que cuando ayer me pidió que me acostara con él, extrañamente, o el hecho de que se me ocurriese aceptar su oferta, de lo cual todavía tengo que hacer un ejercicio de autoreflexión), y debe ser por eso, y solamente por eso, que he aceptado, porque no tengo muy claro que lo hubiera hecho si hubiera sabido si se avecinaba.

Quizá hayan sido dos decisiones impulsivas, estúpidas y que me vayan a resultar un dolor en diversas partes de mi anatomía en el futuro o en el presente actual, pero...

Pero no voy a arrepentirme.

Voy a hacerlo. Voy a asumir esto.

Voy a cuidar las cosas importantes.

Quiero hacerlo.

-Si me rompen el corazón... -Incluso con mi determinación, esas son las palabras que salen de mi boca- Vas a estar ahí para mí, ¿verdad?

-Por supuesto -Con lo que es un gesto tierno, Ewelein recoloca un mechón de pelo que se ha debido de salir de mi flequillo-. Siempre, Ezarel.

Bien.

-Ahoraaaaa... -Habiéndose pasado el momento de calma, Eweleïn vuelve a la acción con la picardía en sus ojos- ¿Te importa decirme de dónde ha venido todo esto exactamente? ¿Qué narices es lo que ha pasado entre vosotros?

-Muchas cosas... -Suspiro- Anoche fue una noche complicada.

-No te preocupes, se me da muy bien escuchar, soy médico -Ya, ya... Pongo los ojos en blanco.

-Si quieres información -Decido portarme mal y le dedico una sonrisa pícara yo también-, entonces vas a tener que soltar algo tú primero. ¿Qué tal ha ido con la fénix?

-Al final nada... -Mecachis- Decidimos que... Iba a ser mejor si no pasaba nada entre nosotras. Ahora mismo estoy un poco... confundida, en temas de chicas -Ya, cuéntame más-, y ella no quería que fuera solo... Algo de una noche, ¿sabes?

-Si eso es lo mejor para vosotras -Ella asiente, y yo casi que me quedo un poco contento. No me gusta Huang Hua y no me gustaba la idea de que Eweleïn pudiera juntarse con ella. Ykhar tampoco me gusta demasiado, pero bueno. A ver la chica esa con la que se estaba escribiendo, tengo que escribirle una carta a ella diciéndole todos los secretos para conquistar a la dulce Ewe... Quiero que se eche novia para poder picarla yo a ella.

-Ya... Bueno, volviendo a tu nueva relación de tres -No va a dejar ese tema en tres semanas, no-, detalles, venga, cuenta, cuenta...

Suspiro. Detalles. Quiere detalles.

-¿Sabes la mesa esa que ha aparecido rota en el comedor esta mañana?

-Oh, sí -Sonríe-. Feng Zifu no estaba nada contento. ¿Os peleasteis por el amor de Erika y la rompisteis así?

Apoyo un codo en la cama y me incorporo ligeramente para apoyarme en mi mano.

-La rompió Leiftan cuando dejé que me empotrase contra ella.

Eweleïn me mira con ojos muy abiertos. Se echa a reír, con una carcajada incrédula, y sé que va a decirme que no juegue con ella así que lo que hago es desabrochar el cuello de mi camisa para que pueda ver la exagerada cantidad de moratones que tengo repartidos por mi piel, desde el cuello hasta prácticamente la cadera, porque aún no he tenido tiempo de curarme. Dicho eso, me duele la espalda a horrores. Alguien es un poquito bruto.

La sonrisa de Eweleïn rápidamente se transforma en una mucho más amplia y sorprendida, y de nuevo mis orejas tienen el placer de deleitarse con sus chillidos histéricos.

Eso es, grita; grita.

... Mierda, eso fue lo que dijo él.

---

(Narra Hiiro)

Toques en la puerta.

Por un vez, no me asusto ante el sonido súbito, quizá porque llevo un rato esperando a que alguien vaya a pasarse por aquí. Valkyon quizá, o Eweleïn por no haberme visto en el desayuno para echarme la bronca por saltarme la comida más importante del día.

Cuando me he despertado esta madrugada, acosado por las pesadillas para variar, me he encontrado con que la herida de mi mano estaba sangrando. Se ha abierto en algún momento, bastante más de lo que esperaba, y me ha hecho manchar las sábanas de sangre, y no tengo ni idea de cómo sacar eso o dónde guardan el detergente los fenghuang. Me he pasado un buen rato en el baño común limpiando la herida y he meditado ir corriendo a ver a Eweleïn, pero me he sentido mal ante la idea de despertarla en mitad de la noche así que todo lo que he hecho es volver a la habitación, envolverme la mano con tela y quedarme mirando fijamente según la tela se iba poniendo cada vez más roja hasta que ha parado.

La herida ha dejado de sangrar y ahora mi mano está llena de sangre seca, costra y, juraría, algún cristal pequeño que crece en el interior de mi herida. Eso es lo que peor llevo, me parece muy siniestro...

Entiendo por qué ha pasado eso. Anoche cuando me acosté no... No me sentía muy bien. Llevo sintiéndome mal desde que Shin me pegó la patada, porque siento que he hecho algo horrible y ni siquiera puedo disculparme con él porque no quiere hacerme caso. A la vez, me frustra que no respondiera a mi pregunta. La situación al completo hace que me sienta mal. Y, bueno, otros asuntos también. Ayer en la fiesta lo único que quería era irme. La comida estaba bien, por supuesto, pero todo el mundo estaba gritando y bebiendo y eso a mí no me hacía mucha gracia. Y Nevra.

Todo eso sumado a las pesadillas que siguen atormentándome porque debe ser que no me pueden dejar en paz, es normal que haya causado esto. Y, bueno, una vez ha llegado la mañana, no tenía mucha gana de salir de aquí, ni para ir a desayunar así que simplemente me he quedado aquí acumulando musgo y haciendo la maleta para prepararme para cuando nos vayamos... Porque nos vamos hoy, creo. D-de vuelta. ¿No? Imagino... A menos que Ezarel ande de resaca, no se me ocurre ninguna otra razón.

Me incorporo para ir a abrir la puerta, con la esperanza de que efectivamente sea alguien para anunciar que nos vamos y que así pueda distraerme de mis propios pensamientos.

Intento no poner cara de sorpresa cuando me encuentro a Nevra al otro lado de la puerta.

Él abre la boca para ir a decir algo, pero se corta.

Nos quedamos en silencio.

Silencio.

Alguien pasa por el pasillo detrás de él.

Silencio.

Se escucha a alguien toser en la distancia.

Silencio.

Me pica la mano izquierda.

-¿Y bien...? -Más sorprendido que otra cosa, intento darle una oportunidad para hablar, si es que quiere hacerlo, porque si no puede irse con viento fresco a tocarle las puertas a otra persona. Vamos, para una vez que entra tocando y es para esto.

-Siento ser un idiota.

Esas son sus primeras palabras, pronunciadas casi como un robot.

Dejo que mi cuerpo se destense. Cambio el peso de una pierna a otra y me cruzo de hombros, cerrando con fuerza mi puño para intentar esconder la herida todo lo posible.

-No te preocupes -Esta vez, intento sonar... Más amable, todo lo que puedo-. Yo también soy un idiota.

-Siento haberte hecho el vacío. Y haberte ignorado. Y todo -Hace una mueca por un segundo, pero no tengo tiempo de leerla antes de poner expresión neutra-. Lo siento. No ha estado bien. Ha sido inmaduro e hiriente.

-... Un poco -Admito. Es verdad que esa situación me ha puesto bastante incómodo-. Pero es cierto que yo también te he seguido el juego, así que... Los dos tenemos nuestra culpa por ello.

-Aún así, yo podía haber intentado ser... -Busca las palabras- Menos idiota. Es... -Suspira- Lo siento. No sé... No sabía cómo lidiar con esto. Ahora mismo, hasta casi tengo miedo de hablarte. Siento que estoy haciendo algo horrible simplemente apareciendo delante de ti.

Escuchale decir eso me rompe un poco el corazón. Parte de mí quiere extender un brazo hacia él para acariciarle el suyo, y decirle que no pasa nada, pero sé que eso no es lo apropiado. No todavía, al menos, no como estamos.

-No lo haces -Intento consolarle así-. Sé... sé que quizá yo no haya sido... Amable del todo. Fue todo muy brusco, y... Quizá no supe expresarme bien, o a lo mejor no... No he sabido hacerlo todo de forma correcta. Si es que hay una forma correcta de hacer estas cosas.

-Yo tampoco lo tengo tan claro... -Ya. Al final alguien va a salir herido, quieras o no.

-Yo... entiendo lo que me dijiste en el cerezo -Decido aprovechar la ocasión para desahogar mis propias inquietudes-. Sé que quieres que haya distancia entre nosotros, y, sí, lo entiendo, y por supuesto quiero darte todo lo que necesites y no... No quiero que tengas que forzarte a estar conmigo, o a tener que hablarme, o a lo que sea, si eso te duele.

No... No quiero tener que dolerte. Sólo quiero que te cures. Que seas feliz. Sin mí, pero feliz. Por eso he hecho todo esto...

-Y, sin embargo... -Sus palabras vacilan un poco- Eso no es lo que yo quiero tampoco -¿... no?-. Pero fue... Lo que interpreté que tenía que hacer. Cuando tú pediste espacio, pensé... Eso, que simplemente es que no querías verme. Y entendí que lo que mejor podía hacer era dejar de ponerme en tu camino. Pero tampoco es eso, ¿verdad? -Niego con la cabeza- Como ya te he dicho, soy idiota... Se me da mucho mejor ignorar mis problemas que encararlos.

-Oh, estás hablando de un experto en eso... -Tomo aire- Bueno, pues... ¿Q-qué es lo que quieres tú? Más que lo que yo quiera... ¿qué quieres tú? Dentro de lo que es... razonable.

Se lo piensa un instante, y yo espero en silencio. No me atrevo a mirarle, mis ojos se dirigen a un punto en el suelo cercano a sus pies, pero percibo su propia mirada sobre mí.

-Lo que quiero sé que es imposible, pero... Lo que no quiero... es perderte.

Incluso a pesar de todo, incluso a pesar de la angustia que hay en mi pecho, y tantos sentimientos negativos, y tanto y tanto... Oír eso hace que se me acelere el pulso.

-Yo tampoco quiero perderte, Nevra.

Me atrevo a levantar los ojos a él, nuestras miradas se cruzan. Intento sonreír, no tengo muy claro conseguirlo. Él me sonríe de vuelta, aunque es una sonrisa más débil a las que estoy acostumbrado.

-Entonces... -Extiende una mano en mi dirección- Es... un placer volver a estar en tu vida, si me lo permites.

-Es un placer dejar de ser ignorado, por mi parte -Decido meter una última pulla mientras acepto el apretón con la mano derecha-. Es broma. Lo siento. Quizá no debería bromear con eso.

-Prefiero que nos lo tomemos como una broma, gracias -Suelto su mano y él carraspea cuando lo hago, guardándose la suya también-. Eh, uh, ¿creo que no te he visto en el desayuno?

-No, he... -Intento inventarme algo, pero no me sale nada- Eh, ¿ha pasado algo? ¿Nos vamos ya?

-Aún no lo tenemos decidido, han... pasado algunas cosas que han hecho que hagan aguas algunos planes que teníamos para esta mañana -O-oh, eso suena chungo-. Nada malo, tranquilo.

-¿Qué ha pasado entonces? -¿Se ha roto la flauta? ¿Karuto y Feng Zifu se han dado a la fuga juntos? ¿Ezarel tiene resaca?

-No creo que me corresponda a mí darte las noticias, quizá deberías preguntarle a Erika... -¿Se ha aparecido el Oráculo de repente? O eso o es que al fin uno de los chicos le ha dicho que sí; pero creo que eso es más improbable que la aparición súbita del Oráculo- Cuando consigamos reunirnos posiblemente consideremos que haya que irse, así que te recomiendo que vayas haciendo la maleta -Pues... ya está hecha.

-De acuerdo... Gracias -Él asiente- Yo tengo que ir a hacer la mía, así queee...

-Antes de que te vayas -Cuando se va a escurrir, le detengo, y él se para-. La sangre que hueles es porque se me ha abierto la herida de la mano. Es por una pesadilla, suele pasarme. No es nada grave.

Sé que ha tenido que olerlo desde el primer segundo. También sé que se va a preocupar por eso, lo quiera yo o no. Así que prefiero no esconderlo.

-No pensaba decir nada al respecto -Admite-. Pero... Gracias por decírmelo -Yo asiento-. Y... Eh... Bueno, que... Me voy.

-Sí.

Le miro.

Me mira.

Silencio.

Nos seguimos mirando.

En silencio.

Alguien grita desde el piso de abajo.

Seguimos en silencio.

Me rasco la ceja.

Silencio.

Nevra se desliza fuera de mi rango de visión lejos por el pasillo, y yo suelto aire mientras cierro la puerta.

Vale. Eso ha sido. Algo.

No hemos solucionado todos nuestros problemas mágicamente. Pero ha sido un inicio.

Tengo un buen presentimiento. Levanto mi mano izquierda y lentamente desenvuelvo la tela que había colocado a su alrededor.

Lo único que queda de la herida es un línea rojiza e irritada. Nada más.

Huh. Fíjate.

Tengo hambre, debería ir a desayunar... Y, de paso, ir a preguntarle a Erika que qué es lo que le ha dicho el Oráculo.

---

Al final resulta que el Oráculo no ha aparecido, sino que se ha obrado un milagro. Un milagro que verdaderamente merece ese nombre; nada de convertir el agua en vino ni partir el mar en dos ni ninguna de esas nimiedades, no, algo serio e importante de verdad.

Que Erika está saliendo con Ezarel. Y con Leiftan. Y Leiftan y Ezarel están saliendo también.

Qué.

Ha costado que me enterese de que no era una broma, iban en serio (Leift y Erika cogidos de la mano no es tan raro, lo que me ha sorprendido ha sido la parte de EZAREL TIENE PAREJA(S). Que. Bueno, me alegro por ellos... Sobre todo, me alegro por Erika.

-Felicidades... Que seáis muy felices -Es todo lo que se me ha ocurrido decir, cuando tan sonriente me ha contado la historia.

-¡Gracias! -Y eso me ha dicho ella, con su radiante sonrisa- ¡Al final este viaje ha salido bien y todo!

Sí. Supongo. Depende de a quién le preguntes.

No he querido arruinar su alegría así que simplemente le he dado la razón y luego la he escuchado parlotear durante un rato, mientras Leiftan a su lado la miraba con una sonrisa casi tan luminosa como la de Erika y de cuando en cuando intervenía para añadir algún detalle. La verdad es que los dos juntos son un poco empalagosos, casi me han dado caries. Normal que a Ezarel le gusten, entonces.

Extrañamente la que más contenta con todo el asunto parece estar es Eweleïn, que no deja de sonreír y reírse ella sola cada cierto tiempo. Ella y Ezarel han aparecido después de un tiempo, con Ezarel gruñendo algo de que ya era hora de irse yendo, y después todos nos hemos embarcado en la búsqueda de Valkyon, nadie le ha encontrado, Ezarel se ha puesto a chillar y ha decretado que nos íbamos a la hora de la comida, y a la hora de la comida le ha caído bronca a Valkyon por haberse ido a entrenar a las montañas o lo que sea.

-E-estaba... Paseando en el bosque -Ha dicho, como única excusa.

Ezarel le ha chillado en la cara, otra vez.

Leiftan y Erika han sido los encargados de tranquilizarle, o lo han intentado pero eso sólo ha parecido ponerle más nervioso a él. Nevra ha dicho que es que le da vergüenza que le vean con sus novios así que Ezarel no ha vuelto a abrir la boca.

Y bueno, ya ha pasado la hora de comer y ya estamos todos reunidos y listos para irnos.

Huang Hua, Feng Zifu, el Maestro Mono y muchos otros fenghuangs curiosos vienen a despedirnos, a darnos las gracias por la ayuda (y yo miro a otro lado porque desde luego no he ayudado a mucho) y a desearnos un feliz viaje. Erika se abraza de forma muy emotiva a Huang Hua, mientras ella le da todo tipo de bendiciones para el viaje, para su nueva relación y para el resto de su vida, imagino. No muy lejos, el Maestro Mono abraza a Eweleïn también, y ella acepta el gesto aunque le hace alguna mueca.

-Muy a mi pesar, me alegro de haberte visto, Feero -Así le dice-. Y ahora que sé dónde vives, puedes esperar muchas cartas de mi parte.

-Encantado de ello, compi -Él sonríe al decir eso, y se acerca a Ezarel para a él darle un apretón de manos, que el elfo sorprendentemente acepta.

-Me voy a arrepentir de esto pero, ¿no te interesaría unirte a la Guardia de Eel? -Eso dice el elfo, y el otro hace un sonido sorprendido... Me hace gracia porque, de hecho, suena como un mono cuando lo hace- Eres un tremendo imbécil, pero posiblemente no más de lo que yo lo soy, y quizá todas esas pócimas que haces puedan sernos útiles. A lo mejor te apetece enmendar tu pasado de alguna manera.

-Gracias por la oferta, pero como que no me hace mucho tilín -Vaya. Eweleïn hace una mueca al oír eso, Ezarel sólo se encoge de hombros-. Aquí estoy bastante bien ahora mismo. Pero si queréis de mis pociones las vendo a-

-No, muérete.

-VaaaaaleeeeeeeeErika, ¡ven aquí! -Ahora el mono se tira a por Erika para abrazarla, viendo que Huang Hua ya la ha dejado en paz- ¡Dame un abrazo fuerte!

-¿V-vale? -Ella parece algo sorprendida, pero acepta el gesto y termina sonriendo-. Feero... Gracias por...

-Chhhhst, no digas nada, que seguro que Ewe se enfada si se entera.

-¿Si Ewe se entera de qué, perdona? -La mencionada le pone mala cara, pero él la ignora.

-Ha sido guay conocerte, humana poco peluda. Al humano poco peludo también, ¿eh? -Me mira por un segundo, pero a mí la verdad es que ni fú ni fa, así que sólo me encojo de hombros- Bueno. Si en algún momento sale mal lo de tener dos novios o si quieres más, sabes dónde estoy, nena.

-¿Y si yo quiero más novios? -Cuestiona Leiftan, adelantándose un paso en dirección a los que hablan, porque parece que la conversación le ha picado un poco.

-Eeeeh, no me gustan los rubios, ¿sabes? -Se aleja ya un paso de Erika- Pero quién sabe, invítame a cenar primero y ya se va hablando, ¿sí?

-Eres idiota -Eweleïn habla poniendo los ojos en blanco.

-Bueno... -Huang Hua carraspea para reclamar la atención de la gente- Simplemente unas palabras finales antes de que os vayáis. Quiero daros las gracias de nuevo en nombre del pueblo Feng Huang, y también a título personal. Nos habéis ayudado muchísimo y os estaremos por siempre agradecidos. Incluso en tiempos difíciles como son estos, cuando vuestra labor es más necesaria que nunca, siempre mostráis increíble diligencia y capacidad en cada una de vuestras maniobras. Guardia de Eel... Gracias por todo.

Debería caérsenos a todos la cara de vergüenza ahora mismo, teniendo en cuenta que lo único que hemos conseguido en los últimos meses es que un psicópata se escape de una torre y se dedique a causar el caos.

En su lugar, Leiftan le encaja un codazo a Ezarel antes de que pueda abrir a boca para adelantarse y hablar él primero.

-Es un placer y un honor para nosotros, Huang Hua. Que por muchos años la Guardia pueda ayudaros, y que la amistad entre nosotros continúe tan fuerte como lo es hoy.

-Así sea.

Huang Hua asiente. Con esa despedida no queda más que decir, así que cada uno se echa su bolsa al hombro y comenzamos a caminar alejándonos del templo.

Los fenghuangs se despiden de nosotros entre gritos y jolgorio, y algunos como Erika o Nevra se giran para decirles adiós con la mano o gritando también. Al final nos encontramos con las escaleras que bajan del templo en dirección a la montaña, y... Bien, espero no desmayarme esta vez. Um.

-No nos vamos a volver a desmayar, ¿no? -Le pregunto a Eweleïn, que me mira con cara que me dice que había vuelto a olvidarse de ese detalle.

-Eeeh... Lo mejor que podemos hacer es ir... Poquito a poco, para evitar esas cosas -Recomienda.

-De acuerdo...

Pues... Poquito a poco, entonces. Ezarel refunfuña por lo bajo algo sobre que si al final se nos va a hacer de noche o, cosas de Ezarel por supuesto, porque ni una novia ni dos le van a quitar su ezarez.

Y de repente de la nada aparece justo delante de nosotros una espiral de fuego que empieza a crecer, casi me recuerda a unos fuegos artificiales...

En lo que yo me quedo fascinado por el fuego, hay otras personas que no se lo toman igual: Valkyon agarra su martillo, Nevra sisea y saca una daga y Ezarel nos manda a Eweleïn y a mí a retroceder con un grito...

-¡Eh, eh, eh, EH! -Pero Karuto se adelanta a todo el mundo, interponiéndose entre el fuego y el resto y gesticula para indicar que bajen las armas- ¿¡Se puede saber qué hacéis, panda de pirados!?

La espiral de fuego explota de repente lanzando una onda de calor, y donde estaba ella aparece de repente Feng Zifu, que por un instante trastabilla y se tiene que apoyar en Karuto para mantenerse en pie.

-Gracias, Karuto... -Eso dice, y Karuto empieza a balbucear pero no es capaz de decir nada del todo antes de que Feng Zifu nos mire al resto- Y disculpad el sobresalto, quería asegurarme de alcanzaros... -Vuelve a mirar s Karuto, a los ojos, o al menos lo intenta porque él evita su mirada- Tendrás que discúlpame, Karuto, meramente quería cerciorarme de algo...

-¿S-sí?

---

(Narra Simonn)

-Te sigo diciendo -Ayleen cruza una pierna sobre la otra, en una pose desafiante-, no es meramente una cuestión de lo placentero o no. Es la intimidad a veces, el desenfreno, las sensaciones. Cada experiencia es distinta, tan especial y... ¡única!

-Y por eso, insisto -Al otro lado de la mesa, Alessa se echa hacia adelante, también muy metido en el debate-, hay personas que simplemente pueden no sentir gratificación alguna en el sexo. Es una experiencia que varía enormemente de una persona a otra, como tú has indicado, y por ello es perfectamente válido que haya gente que no lo disfrute o a la que le resulte desagradable.

Yo miro a un lado y a otro, interesado en la conversación pero sin atreverme a intervenir en esta lucha de titanes, y simplemente sorbo de mi batido de vainilla. Este no lo ha preparado Twylda, lo ha hecho Gèrard así que es de los guays que tiene virutitas de colorines y nata, y creo que se ha convertido en mi bebida favorita de repente. Ese criónido conoce su especialidad y desde luego sabe aprovecharla.

Sin Karuto, se esperaba que la cantina fuera a convertirse en un campo de guerra y que la Guardia fuera a venirse abajo y la gente terminase por comerse los unos a los otros pero, contra todo pronóstico, hemos sabido mantenerlos. Sí es verdad que la pobre mujer no da para todo el mundo (que cómo lo hace Karuto para alimentar a toda la Guardia por su cuenta es un misterio inexplicable), pero ha tenido ayuda de algunos miembros que se han apiadado de ella, como el mencionado criónido o, más recientemente, nuestra recién llegada pareja d-

-¡Aaaaghhh, es que no me cabe en la cabeza! -Ayleen se desordena el pelo, como si de verdad el problema se fuera a solucionar así- A lo mejor es que soy muy mayor para estas cosas ya. ¿¡Cómo puede a alguien no gustarle el sexo!? Es... Es como, no sé, ¿la gente a la que no le gusta leer? ¿Cómo no puede gustarte LEER? Quizá no te guste un género, o un autor, o cómo pasan las páginas otra gente, ¿pero el acto de LEER, en sí?

-Me vuelvo a repetir, hay gente para todo, y la experiencia sexual es única -Él suspira-. Hacer comparativas como la que tú has hecho realmente no ayuda, porque son dos términos muy distintos pero, si quieres usar ese ejemplo... Bien, quizá haya gente a la que lo le atrae el acto de leer porque no es capaz de sacar nada de ello. Quizá porque, como pasatiempo, simplemente no les llena-

-Ehehehheheheheheheheh-

-... -Se sube las gafas en silencio, interrumpiéndose por un instante.

-Perdón. Continúa, por favor.

-... Quizá no sientan que la actividad de leer les toca-

-HEHEHEHE-

-Esto es imposible -Alessa se rinde, echándose atrás en su silla con aire derrotado-. No puedo tener una conversación seria contigo si transformas cada una de mis palabras en algún término relacionado con el sexo.

-Disculpa, corazón, me sale solo... -En su sonrisa se intuye una disculpa, pero que tampoco es muy sincera- ¿Sabes qué? Tú y yo podemos tener este debate en otra parte, ¿qué te parecería si te enseño cómo entiendo yo el...? -Se interrumpe de repente, cambiando la sonrisa por una cara de interés- Oh, vaya, qué pronto están de vuelta... -Se gira a mirarme a mí- Simonn, nuestros valientes guerreros enviados a tierras lejanas finalmente han vuelto de su ardua misión... ¿Quizá sea buena idea avisar a Miikito para que tengan la recepción que se merecen?

-¿Y eso lo sabes porqueee...? -Ella levanta una ceja- Porque te lo ha dicho el viento.

-Efectivamente, amor -Sonríe, satisfecha-. Yo te aviso, pero entiendo que quieras terminar tu batido de vainilla. Está muy rico.

-Los batidos de Gèrard son estupendos -Alessa concuerda.

-Son lo mejor del mundo -Y yo también les doy la razón-. Pero no, cuanto antes avise, menos me gritará Miiko.

-Entonces no te importará si yo me llevo esto a mi habitación... -Ayleen estira una mano hacia la copa de mi batido, llevándosela lejos de mí. Noooo... Mi batido...- Tengo que seguir con ese libro tan aburrido, blergh.

-Sobre la pregunta que he mencionado que quería-

-Lo siento, corazón -Mira a Alessa con pena, pero su interrupción es firme-. Tengo que seguir con esto, que si no Miikito me gritará a mí... -Miiko grita mucho- Ven a buscarme más tarde, ¿sí?

Se va de la cantina, simplemente dándole un par de toques en el hombro a Alessa cuando pasa por su lado como toda despedida. Él resopla, y por un momento le veo hundirse sobre sí mismo mientras se apoya en la mesa.

-¿Qué querías preguntarle? -Cuestiono, en parte curioso y en parte pensando que quizá se lo pueda responder yo, teniendo en cuenta que soy una de las personas con mejor información de toda la Guardia.

Él niega con la cabeza, levanta la mirada hacia mí y veo que se baja las gaf-



-Pues yo también me voy yendo... -Resoplo de forma dramática antes de levantarme- Sin batido de vainilla. Ya nos vamos viendo...

-Ahá, sí, adiós.

Debe ser que Ayleen le ha picado con lo de dejar su discusión a medias, vaya. Bueno, lo que sea. Yo me deshago en polvo y me voy volando, hacia la sala del Cristal lo primero, donde pillo a Miiko hablando sola otra vez... La verdad es que me siento mal por ella, creo que pasarse tantas horas aquí ha acabado por dejarla tocada del ala. Quizá debería buscar un método más efectivo de estar localizable. O un hobby.

Me felicita (¡para variar!) por mi eficacia y me dice que vaya a recibirles y que les mande a verla en cuanto lleguen para discutir el resultado de su misión. No te preocupes, princesa, que si han vuelto en vez de irse a las montañas como exiliados es porque todo ha salido bien.

Voy hacia la Gran Puerta, entonces, y allí me les encuentro a todos justo cuando llegan, con Jamón saludándoles y dándoles la bienvenida a Eeel.

-Hola, hola -Saludo, cuando cojo forma material-. A ver que cuente las cabezas... Fíjate, si estáis todos vivos -Me doy cuenta de algo inusual-. Eweleïn, ¿por qué sonríes tanto? -Tiene una sonrisa de oreja a oreja. Es casi siniestro, de alguna manera.

La mencionada deja caer su bolsa al suelo sin ninguna preocupación por ella, y se acerca a mí para agarrarme por los brazos y mirarme fijamente, con tanta fuerza que creo que me va a pulverizar si aprieta solo un poquito más.

-Ha. Pasado -Dice simplemente.

“Ha pasado”... ¿qué ha pasado?

-¿Huang Hua te ha propuesto matrimonio y ahora eres rica por fin? -Niega con la cabeza- ¿Naytili ha atacado el templo en un ataque por sorpresa y os la habéis cargado de una manera brutal y muy satisfactoria? -Y vuelve a negar- ¿Los monchones vuelan?

-EZAREL Y LEIFTAN ESTÁN SALIENDO.

Ay, no, mi pobre... ¿Qué le ha pasado? ¿Qué ha hecho que pierda la cabeza de semejante forma? ¿En qué delirio ha-

-Te he dicho -Ezarel se adelanta para quitármela de encima tirando de ella, con cara de fastidio- que dejes de decirle eso a todo el mundo.

-¡PERO ES VERDAD!

-Admito que es un poco siniestro escuchártelo decir hasta a completos desconocidos -Leiftan interviene también, adelantándose también un poco-. Tal vez sería mejor, um... ¿n-no irlo gritando por ahí?

-¡EL MUNDO TIENE QUE SABERLO!

-Al menos podrías incluirme a mí también -Ahora habla Erika-. Yo también estoy en esa relación, ¿recuerdas?

Siguen más o menos hablando del asunto, pero yo me pierdo un poco porque estoy intentando encontrarle el sentido a las palabras que estoy oyendo. Relación... Leiftarel... Novia... ¿Qué...?

-Perdón, perdón... -Me alejo un paso de todos ellos, sintiendo un ligero dolor de cabeza- No me estoy enterando, j-jaja, juraría que lo que he entendido es q-

-¡Ezarel, Leiftan y yo estamos en una relación!

Miro a Erika. Ella me mira. La miro a los ojos profundamente, hasta que encuentro su alma   y hablo directamente con su yo interior. Ella asiente.

-¿¡ESTÁS EMBARAZADA!?

-¿¡DE DÓNDE PUÑETAS TE HAS SACADO ESO!? -Ezarel responde en el mismo volumen con el que he gritado yo.

-¡Es la única explicación que se me ocurre! -Me deshago por un instante, antes de rehacerme detrás de Valkyon por si el elfo se pone violento- ¡Que hayáis tenido una noche rara y no sepáis quién es el padre y-!

-Nada de noches raras -Leiftan habla... mirándome con una sonrisa. Una sonrisa que me da miedo. Esa no es una sonrisa de aengel... Hay algo en su mirada que me dice que si hablo más de la cuenta me va a partir las piernas, lo que pasa que todavía no sé de qué es de lo que no se puede hablar... Supongo que lo descubriré en sus sueños-. Simplemente hemos llegado a un acuerdo.

-Bueno... -Entre la salud mental de Eweleïn que depende del romance entre dos hombres, las amenazas silenciosas de Leiftan y la ira de Ezarel, algo me hace pensar que todo esto supone un peligro para mí, LO CUAL NO TIENE SENTIDO- F-felicidades. Espero que os vaya muy bien a todos.

-¡Muchas gracias! -Erika vuelve a sonreír. Al menos ella... ella parece contenta, y eso significa que el mundo no está tan mal como parece- Bueno, ¿vamos entrando?

-Eeeeh, sí, eh... -Carraspeo, y otra vez me deshago para volver a aparecer donde antes y poder hablarles mejor a todos- Miiko me ha dicho que os mande a verla en cuanto llegaseis, así que id todos hacia allí... Menos Karuto y Eweleïn, que lo bueno sería que os pasearais por la cocina y enfermería, respectivamente.

-Espero que todo siga tal y como lo dejé... -Karuto gruñe para sí, echando a andar en dirección al CG, sin ninguna preocupación más que sus cazos y sartenes. Me pregunto qué tal le habrá ido en su misión personal... Otro sueño que estoy deseando comerme esta noche, mira.

-¿Qué hay de mí? -Miro a Hiiro, con el que me tengo que poner al día más tarde porque no me enteré de que quería irse hasta que se estaba yendo- Yo, um...

-¿Te llamas Eweleïn o Karuto? -Niega con la cabeza ante mi pregunta- Pues entonces, no entiendo a qué te refieres. Estás invitado a la reunión.

No me lo imagino cuando veo que su postura mejora un poco al oír eso, con hombros menos hundidos. Gèrard y yo hemos tenido que comerle un poco la oreja a Miiko y coaccionar a Alessa para que nos diera un reporte positivo sobre ti pero, eh, espero que haya valido la pena. Técnicamente sigue suspendido, pero es sólo un tecnicismo porque sé que Miiko ya tiene planeado tener “la charla” con él. Me alegro. Sinceramente, me alegro.

-Bueno, entonces -Imitando a Nevra, hago una reverencia-. Adelante.

Dejan las cosas con Jamón, que asegura que las llevará a sus habitaciones en lo que ellos están con Miiko, y después todo el grupo empieza a avanzar hacia el CG. Yo me quedo al final con Hiiro, preguntándole que qué tal... En cuanto lo hago, su humor parece decaer de nuevo, oops. ¿Ha pasado algo malo? Solo me habla de meditaciones y cosas así durante un rato...

-Y Nevra y yo volvemos a hablarnos -Anuncia. Eso parece ponerle contento.

A Nevra también, porque cuando escucha que aparentemente eso es digno de mención en nuestra puesta al día, veo que camina con la barbilla un poco más alta. No está bien escuchar conversaciones ajenas, Nevra.

Cuando llegamos a la sala de las puertas, de repente me acuerdo de algo. Voy a abrir la boca para decirlo, pero antes de que pueda, los acontecimientos se adelantan a mí y una voz me corta, sobresaltándonos a todos pero especialmente a dos individuos.

-Acabo de fregar y ya me lo estáis pisando. Otra vez. Hay gente que nunca aprende...

Ezarel y Eweleïn levantan los dos la cabeza con el mismo respingo asustado al oírle, y miran los dos en la misma dirección...

-Ah, sí, se me había olvidado decíroslo -Una sonrisa se escapa con mis palabras-. Tenemos dos nuevos reclutas en la Guardia. Y uno de ellos es el nuevo conserje.

Mi tío Andrée, que lleva esperando en la puerta a que estos dos aparezcan desde hace días.

Nos mira en silencio con una sonrisa de suficiencia en la cara, mientras que en nuestro equipo se ven algunas caras de sorpresa...

Y luego está Ezarel, que simplemente abre la boca y:

-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

-Fin del Capítulo 23-

OH NO, EL HORROR-

Comentario post-Capítulo

Sí.

Sí, te juro que sí.

Que sí, que está ocurriendo de verdad.

Ha ocurrido.

Ezarel, Erika y Leift están en una relación. Más Erika y Leift que el otro, pero bueno, él lo intenta.

NO tenía pensado esto.

En serio que no. Este Capítulo se iba a terminar con todo el mundo odiándose entre sí y Hiiro prácticamente yéndose de la Guardia para irse a encontrar a Shin.

Pero se me ocurrió que... Eh, el drama está bien. Pero quiero hacer más cosas además de dramas. No quiero que toda esta gente se pase peleada todo el tiempo, no quiero que todo el fic se base en ello. Quiero sacar a esta gente de aventuras, que se hagan amigos, que hagan cosas guays juntos.

Así que, he querido arreglar un par de cosas. Y me gusta mucho cómo ha acabado todo, incluso si no entraba en mis planes. Estoy muy feliz por el trío, y estoy emocionado por ver cómo se desarrolla esa relación a partir de ahora. No es la primera vez que escribo una relación poli, pero la anterior vez que lo hice realmente fue más un experimento en forma de one-shot... Me emociona poder trabajar este tipo de relación, quiero ver qué puedo hacer con ello y cómo van a cambiar los personajes que están en ella.

También estoy muy contento por Hiiro y Nevra. Como ya dije en la actualización anterior, aunque adoro la dinámica de novios enfadados, no coincide exactamente con estos personajes y su relación, así que... Me gusta que hayan hecho las paces. ¿Me pregunto qué pasará ahora con ellos?

Aunque he dicho que no quiero centrarme sólo en el drama entre personajes, no preocuparse que también va a haber salseos y problemas por aquí y por allá...

-¿Cómo va a funcionar la nueva relación a tres?
-Ezarel aún tiene que decirle ciertas cosas a Erika...
-Ezarel y Leift tienen un par de secretos juntos
-¿Qué va a pasar con Hiiro y Nevra?
-Hiiro sigue soltero, pero es el protagonista y es significa que necesita un nuevo interés romántico, dios nos libre de tener una historia en la cual el protagonista haga sus cosas sin tener que preocuparse de un romance, jeez
-¿Conseguirá Nevra mantenerse los pantalones abrochados?
-A Valkyon últimamente le ha dado por la lectura, ¿eh?

Y más y más y más... No preocuparse que aún va a haber cosillas, pero lo que no quiero es que la gente esté peleada todo el rato porque es IMPOSIBLE escribir las cosas que quiero si los personajes están así. La idea alternativa era que Alessa les sentase a todos juntos a hacer terapia de grupo, y eso hubiera podido ser divertido pero, eh, creo que me gusta más lo que he hecho (?

Btw.

A M O   A    F E E R O  .

Se ha terminado el Capítulo, así queeee vamos con el interlud-

No, lo siento, no hay interludio.

Hoy no :(

Por haber andado escribiendo setas, no me ha dado tiempo a escribir el interludio. Está a medias, y quería publicar hoy así que he decidido que voy a dejar su publicación para este domingo, que volveremos a vernos cuando publique el especial de Halloween que tampoco he terminado de escribir :)

Lo siento por eso u.u ¿Qué tal un pequeño vistazo? Como ya dije por ahí, lo narra Feng Zifu y es una continuación del Interludio XXII.

Feng Zifu escribió:

Veo sus ojos abrirse al completo y sus labios formar una "O" según la toma la sorpresa. Retrocedo hacia atrás un paso cuando pretende abalanzarse sobre mí para agarrarse a mis brazos, y simplemente la observo mientras ella recibe la nueva información, que honestamente pensé que había sido evidente hasta la fecha.

-¿¡QUÉ!? -Su voz se alza y se vuelve aguda, invadida por la estupefacción- ¿¡DESDE CUÁNDO!? ¿¡POR QUÉ NO SABÍA NADA DE ESTO!?

-Lo lamento, siempre he pensado que eras consciente de ello... -Aunque es posible que nunca se lo haya dicho de forma explícita, si lo pienso.

-P-pero... -Aún la veo atónita- Pero tú... Pero él, pero... -Se rinde en su intento de formar una frase y sus ojos me miran ahora con la llama del Fénix en ellos- Tienes que contarme esa historia. YA.

Historia... Realmente no hay mucho que contar, en mi opinión. Es una faceta más de mi vida, algo tan natural como el paso del tiempo o la presencia del cielo sobre nuestras cabezas.

A él alzo mi mirada, perdiéndome en su infinidad y en mis recuerdos por un instante, cuando vuelvo a aquella tarde en Le repos, tantos años atrás.

¡Espero que le tengáis ganas!

Vamos a despedirnos por el momento que me quiero ir a cenar, el medio limón (½) que tengo en mi nevera está esperando a que lo chupe por favor que mi jefe me pague ya.

¡Nos vemos el domingo! Hasta entonces, que vaya todo muy bien, muchos besitos, ¡y gracias por leer!

...

''De dónde han salido las plumas de la cabeza que me encantan D:'' Las compré en el mercado antiguo de cuando rehicieron Eldarya, no sé si se pueden conseguir explorando o algo :c

''estoy entre Mario Jacinto y muérdago uwu'' Sí a todo (?) xD

''¿tendrá algo Tripleté con Shin? '' Es bastante obvio que sí, si no no me explico tremendo corte súbito x)


'' Chúpate esa, Erika'' Es que me das la vida, te lo juro xDD

Ezarel con la cara del meme de pikachu, no puedo xddddd

'' ¡Nada puede mejorar este capítulo!'' Me tuviste en tensión todo el puto capítulo, te lo juro x)

''Y cae la bomba, vaya. AAAAAAA desde luego, yup. Mucha mayúscula (? Disfruta, disfruta, no te preocupes, que las repercusiones van a venir ahora. :)'' DÉJAME SER FELIZ UN RATO MÁS POR FAVOR.

''Vivo en una situación en la que una persona ADULTA ha decidido hacerme el vacío completo así que la frustración de Hiiro es mi forma de venting, sé que no es muy maduro, perdón x) '' Hostia los ghosting, qué pereza, por suerte yo nunca lo he vivido pero ugh.

''Lo de las peras es... Bueno, con mi tipo de humor, no sé qué te esperabas. (?'' Tú puedes ser mejor que eso, confío en ti

''Parte de mí esperaba a un Ezarel arrepentido y de rodillas pidiéndome perdón y otra oportunidad; otra parte esperaba que fuera Leiftan montado en un caballo blanco y sin camiseta diciendo que él jamás se comportaría como el imbécil de Ezarel y que estamos destinados a estar juntos y que me desposaría al amanecer, o algún rollo; pero evidentemente eso no es lo que pasa en la vida real.''

''acuclillado junto a la puerta está... Ezarel.''

''Dejar de tenerle miedo a cosas que sé que podría disfrutar mucho más si no se lo tuviera.''

''Me fijo en que hay una por ahí que está... Rota, vaya. A alguien se le tuvo que ir la fiesta de las manos anoche...''

''-Os dejo a solas -Ezarel coge la bandeja para irse, pero Leiftan le detiene agarrándole del brazo.
-No, por favor, quédate...''

''-Si así es como quieres llamarlo... -Escucho que Ezarel musita algo''

''y, uh, bueno, lo que quiero decir es, eh, estoy enamorado de Ezarel.''

''-N-no -Frunce el ceño-. Estoy enamorado de Ezarel. Él lo sabe.
-¿¡QUÉ!?''

''-Me gustaría volver a estar en una relación contigo, Erika -Así lo dice, con una sonrisa llena de ternura y amor en la cara-. Y, si está bien con todo el mundo y fuera posible, también me gustaría que Ezarel estuviera en ella.''

''Eh, ahora mismo los tres llevamos trenzas...''

''-Podemos dejarlo en sexo casual... ''

''Ezarel se corta cuando, de repente, en la otra punta de la habitación, Nevra se pone de pie y empieza a aplaudir. Ezarel se pone tan rojo que pienso que va a explotar, y yo por mi parte me sonrojo también al darme cuenta de que efectivamente hay gente que nos ha estado escuchando.''

''Ahora me atraganto yo, y empiezo a pensar que quizá tenga mucho que aprender sobre la relación entre Ezarel y Leiftan.''

''-Buenos días, Eweleïn -Saludo, con un tono neutro perfecto.
-QUE TE HAS ECHADO NOVIA, EZAREL.
-Sí, claro que he dormido bien, ¿qué tal tú?
-Y NOVIO TAMBIÉN.''

''-EZAREL, ESTÁS SALIENDO CON LEIFTAN.
-Bueno, ¡ten un buen día! Nos vemos a la hora de comer.
-EL LEIFTAREL ES REAAAAAAAAAL.''

''-Oh, así es como Simonn y yo llamamos a la pareja que hacéis Leiftan y tú -Pero qué...-. Tenemos también Ezrika y Leifrika. Pero ahora, se ha abierto una nueva posibilidad -Y toma aire, emocionada-. El Erileiftarel.''

''-Si me rompen el corazón... -Incluso con mi determinación, esas son las palabras que salen de mi boca- Vas a estar ahí para mí, ¿verdad?
-Por supuesto -Con lo que es un gesto tierno, Ewelein recoloca un mechón de pelo que se ha debido de salir de mi flequillo-. Siempre, Ezarel.''

''Eso es, grita; grita.
... Mierda, eso fue lo que dijo él.''

''-Siento haberte hecho el vacío. Y haberte ignorado. Y todo -Hace una mueca por un segundo, pero no tengo tiempo de leerla antes de poner expresión neutra-. Lo siento. No ha estado bien. Ha sido inmaduro e hiriente.''

''-Antes de que te vayas -Cuando se va a escurrir, le detengo, y él se para-. La sangre que hueles es porque se me ha abierto la herida de la mano. Es por una pesadilla, suele pasarme. No es nada grave.''

''Que Erika está saliendo con Ezarel. Y con Leiftan. Y Leiftan y Ezarel están saliendo también.''

''La verdad es que los dos juntos son un poco empalagosos, casi me han dado caries. Normal que a Ezarel le gusten, entonces.''

''Extrañamente la que más contenta con todo el asunto parece estar es Eweleïn, que no deja de sonreír y reírse ella sola cada cierto tiempo.''

''cosas de Ezarel por supuesto, porque ni una novia ni dos le van a quitar su ezarez.''

''-Admito que es un poco siniestro escuchártelo decir hasta a completos desconocidos -Leiftan interviene también, adelantándose también un poco-. Tal vez sería mejor, um... ¿n-no irlo gritando por ahí?''

¡Hola hola! ¿Qué tal el evento? ¿Divertido? ¿Mediocre, poco inmersivo, repetitivo, decepcionante? ¿Muy corto?

Bueno, ¡no os preocupéis! Como seguro que os habéis quedado con ganas de más Jagüelen, aquí vengo con mi súper disfraz súper spooky a traer el especial de Jamëli-

Se ha cancelado el especial de Halloween 2021 por falta de tiempo.

:(

Lo siento, pero han ocurrido varios sucesos en mi vida a los cuales podría ponerle nombre y apellidos pero no voy a hacerlo, que no me han permitido centrarme del todo en poder hacer el especial de Halloween. Como se ha visto en años anteriores, los especiales de Halloween tienden a ser largos porque hago una trama excesivamente complicada... El de este año no iba a ser distinto, pero no me ha dado tiempo a escribir poco más que la introducción al conflicto. Y me da MUCHA rabia porque este año iba a ser haciendo focus en Leift, lo cual iba a ser gracioso, y por fin iba a incluir a Shin en un especial de Halloween después de dos años metiéndole indirectamente :((( Pero simplemente no se puede, lo siento. Sí, podría escribirlo aún así y publicarlo, pero... Pierde la gracia si no es dentro de la fecha que se supone que es.

Y, además, tengo muchas ganas de seguir con la historia del fic. Me he esforzado en terminar el interludio de Feng Zifu y la primera parte del capítulo 24 (terminada hoy mismo, recién salida del horno, sin revisiones ortográficas ;D), y de verdad que quiero seguir con esto porque se vieneeeeen cositaaaaassss ????????????

Una vez más me disculpo, pero es que mi vida simplemente no ha dado para más :( El año que viene saldrá adelante y podremos reírnos todos de cosas como:

-Leift disfrutando de todos las ventajas de ser protagonista, que incluyen: Gente poco dispuesta a colaborar contigo, incidencias a cada segundo, cambios de humor bruscos, AAAAAAAAAAAAAA y varias posibilidades de shippeo que no te habías planteado hasta ahora pero que cuando las piensas, eh.
-Hiiro planeando la destrucción de la Guardia junto a Tripleté (no, no es broma, Hiiro ha elegido la ruta Tripleté este año)
-Valkyon haciendo rituales satánicos
-Shin está muy harto de Valkyon, de Henry y de la madre que les trajo
-Simon está celooooosoooooo
-Todo el erotismo de los bailes de máscaras
-Valenry, que es la única razón por la que escribo los especiales de Halloween
-No iba a ser canon así que qué más da

En fin. Podéis esperarlo con ansias. ... el año que viene.

Por el momento, eh, a ver ese comentario, que la semana pasada había muchas cosas que comentar (?

Kadia

Enhorabuena por la canonización y una vez más gracias por las setas x) Estaban muy ricas así que por supuesto tienen que estar en el menú e.e

La verdad es que las plumas me recuerdan a las del atuendo de Fenghuang, lo cual es irónico teniendo en cuenta la situación, huh. Mario Jacinto y muérdago es una situación demasiado poderosa, staph. Ezikachu es algo que me gustaría poder sacar más a menudo, hay algo en él que me perturba :) EH, menos con mis chistes de peras, que son la pera limonera e.e O la repera

No te preocupes a ellos no les pasa nada, va a ser que mato a Henry otra vez. Oh, bueno, que ya está muerto tres veces... Pues a Simonn entonces.

Sí, erika esisten, Kadia xDDD La pobre. Feero con la capacidad de hacerse bro de todo el mundo (si está de buenas), una de las razones por las cuales le amo :')

Yo soy anti-tabaco y anti-narcóticos, es algo que desde luego NO quiero en mi vida, pero como es ficción me permito algunas licencias para explorar diversos personajes y diversos puntos de vista. El uso de sustancias, hmmmmmmmmmmmmmmmm, yerbáticas, y la oferta de Erika son deliberados para esa escena en concreto, me encantaría poder hacer un ensayo de tres páginas sobre la deconstrucción de Erika que he intentado llevar a cabo ahí xD

La pregunta es que qué hace Ezarel ahí en medio, por qué está de cuclillas ya lo sabemos: es porque no puede tenerse en pie.

bsjsbjs las neuronas xD Lo de la mesa... Hombre, a mí me parece más efectivo simplemente restringir el acceso a la mesa hasta que alguien pueda volver a encolarle la pata, más que retirarla del todo (? Ah, te voy a dejar descender un rato, nos vemos abajo.

Enhorabuena por la canonización, una vez más x) Ez ha accedido a estar en una relación con ambos, están los tres en la misma relación... O sea, no hay dos relaciones, hay una. Los dramas sobre los secretitos de Ez y Leift, ya verás (?? Imagínate la escena si en vez de empezar a salir directamente Erika se hubiera enterado de que había habido lío (¡que eso aún no lo sabe!) + lo del daemon, LOS DRAMAS.

Los intercambios Ez y Ewe los adoro xDDD

Eeeh, volver a ver a Shin... eh.. (Mira el guión) Uuuuuuuuh, a ver cómo te explico esto........

Ha sido toda la escenita de la cafetería lo que ha inspirado a Nev a ser un adulto responsable, así que bien por él, que ya iba siendo hora de superarlo :( No sé si Hiiro shippea con tanto entusiasmo en Erileiftarel, pero por su parte también se ha cumplido la fantasía de "Un triángulo amoroso que ES un triángulo amoroso y no una esquina al final se resuelve de manera poco convencional en lugar de dejar que la chica se quede con el tipo con más bagaje emocional después de ser pisoteada como un felpudo por todos los personajes de la historia varias veces y dejar que el otro chico se vaya con un personaje secundario que no tiene ningún tipo de química con él ni personalidad alguna y que está ahí sólo para ser las sobras". Tengo mucha furia contenida contra ese tipo de historias ES SIEMPRE LO MISMO Y COMO SOY TONTO YO SIEMPRE ME PONGO A FAVOR DE LA OPCIÓN QUE NUNCA SALE MALDITA SEA

¿Relación poli Erika-Leift-Ez-Feero? Yo lo veo, cada vez Erika está más cerca de cumplir su destino como protagonista de un harem inverso. Ewe y Huang Hua no son novias porque, aunque en un principio la ship me gustó mucho en el juego, cuando se canonizó no me gustó la manera en la que se hizo y no me gusta cómo se está desarrollando así que es mi método de protesta y en su lugar voy a encontrarle a Ewe una novia TAN GUAY que todo el mundo va a shippearlas con furia hasta el día de la muerte térmica del universo y es hora de Ezarel de empezar a enredar en la vida amorosa de Ewe

Has poseído a Eweleïn por unos instantes, sí, Kadia sal de ese cuerpo que necesitamos a la elfa xDDD

Síii, Andrée y Julia se han unido a la Guardia :D Van a ser personajes más de fondo que otra cosa, pero he querido volver a sacarles para que Andrée pueda arrelgar unas cuentas pendientes que tiene con una cierta persona... Que lubrique dice, juas, como si eso fuera necesario, mira a Leiftan (?)

Ezarel no ha admitido tener ningún tipo de sentimiento con Erika. Ha aceptado estar en una relación, pero aún tiene que aclarar sus sentimientos (por obvios que sean, aún le queda verbalizarlos) con la propia Erika. Cada día un poquito más cerca, pero aún le queda mucho camino por recorrer para llegar a, finalmente, ser honesto con sus sentimientos.

No te preocupes que ya ves que las fechas son sólo un número y la cárcel es sólo una habitación :')

¡Gracias por el comentario! <3

Bueno pues vamos pa'llá. Lo primero, tenemos pendiente el Interludio XIII, así que... vamos a ver qué se tiene que contar nuestro amigo Feng Zifu e.e

Interludio XXIII

(Narra Feng Zifu)

Observo junto a la joven dama la despedida de los miembros de la Guardia, reservándome para mí mis opiniones personales sobre sus palabras... La diligencia de la Guardia puede desde luego ser puesta en entredicho, pero no he de faltar a mi lealtad para con la joven dama, y sus palabras representan a todo nuestro pueblo... Además de que, por supuesto, cualquier objeción a lo que ella haya dicho puede ponernos en malas condiciones con la Guardia de Eel.

O lo haría en cualquier otra situación, salvo en esta en concreto. Dudo que la Dama Miiko fuera a tomar ofensa en mi opinión, y sé que nunca se arriesgaría a perder la que posiblemente sea la relación más poderosa de la Guardia por algo así.

Como fuere, mi opinión simplemente no tiene cabida e, incluso si la tuviera, lo mínimo que puedo hacer es reservarla para mis adentros a modo de agradecimiento hacia la Guardia de Eel. Pese a mis muchas objeciones hacia el desempeño de su tarea y hacia la existencia de la Guardia misma (ah, tanto tengo que hablar de eso, pero tanto me ha mandado la joven dama silenciarme al respecto), en esta ocasión sí estoy agradecido por lo que han hecho por el templo.

(Aunque la flauta jamás debió haber abandonado las tierras de Fenghuang y fue una insensatez desoír mis advertencias y entregarla a la Guardia)

Han traído la paz a nuestras tierras y nos ayudarán a erigir nuestro amado templo, y por ello tendrán mi eterno agradecimiento. Particularmente habré de agradecer a la Maestra Eweleïn por sus tratos, que han sabido ponerme en pie (aunque no me fuera necesaria la cama, insisto); y también a Karuto por... Su existencia, mismamente. Hay tantas cosas por las que le estoy agradecido, que las palabras no serían capaz de expresar mi gratitud hacia él.

-Awww, voy a echarles de menos -Una vez la Guardia se pierde de vista hacia las tierras de los Montes Sǐzhě, la joven dama habla-. Ahora va a ser todo un poco menos divertido por aquí... Sobre todo ahora que se ha acabado la fiesta -Se vuelve hacia mí, con una de esas sonrisas que pone cuando está verdaderamente satisfecha con algo. Lo he pensado muchas veces, pero la sonrisa de Huang Hua debería ser reconocida como uno de los tesoros modernos de Feng Huang-. ¿Qué hay de ti, Zif?

-Su presencia será extrañada... -Salvo que no lo es realmente porque, conociendo la mala fortuna de la Guardia, esperaba una catástrofe en el templo sólo con su presencia.

-¿Por qué me suena a que intentas mentirme? -Qué pudiera hacerla pensar eso, además de mis constantes quejas sobre la Guardia...- Bueno. Al menos sé que a alguien sí que le vas a echar de menos -Comenzamos a andar hacia el templo, y ella me golpea amistosamente con su codo, gesto que nunca he terminado de entender del todo porque, ¿qué tiene de amistoso herir a otra persona?-. ¿Te has despedido de Karutooooooooo?

-Por supuesto -Asiento en afirmación-. He deseado un buen viaje para él y sus compañeros de la Guardia.

-... Pero te has despedido de Karuto, ¿cierto?

-Huang Hua, me temo que por más énfasis que le des a la entonación de esas dos palabras concretas, soy incapaz de comprender el sentido con el que pretendes que las entienda.

-Zif, a veces hablar contigo es todo un desafío... -Sus palabras me enorgullecen, es bueno saber que mi conversación ayuda al ejercicio de la mente- Que si. Le has. En plan. Que si habéis. Eso -La miro sin ser capaz de entender qué quiere expresar, ella hace un gesto frustrado-. Aaaagghhhh. ¡Que dejes de escribir poesía melancólica a su nombre y le digas que te gusta! ¡Le tienes al pobre que no sabe qué hacer contigo!

-Esos poemas son de mi colección privada, Huang Hua... -La reprendo, sintiendo cómo mis mejillas se calientan al saber que alguien ha podido leer... Lo que era privado- Pero sigo sin comprender cuál es el problema. Karuto es perfectamente consciente de mi afecto hacia él.

-¿Estás seguro de eso, Zif? -Me mira con una ceja alzada.

Yo interrumpo nuestro caminar por un instante a las afueras del templo, ahora verdaderamente confundido por la actitud de mi joven dama, y ella se detiene conmigo también.

-Huang Hua. Karuto y yo mantenemos una relación desde hace cuarenta años.

Veo sus ojos abrirse al completo y sus labios formar una "O" según la toma la sorpresa. Retrocedo hacia atrás un paso cuando pretende abalanzarse sobre mí para agarrarse a mis brazos, y simplemente la observo mientras ella recibe la nueva información, que honestamente pensé que había sido evidente hasta la fecha.

-¿¡QUÉ!? -Su voz se alza y se vuelve aguda, invadida por la estupefacción- ¿¡DESDE CUÁNDO!? ¿¡POR QUÉ NO SABÍA NADA DE ESTO!?

-Lo lamento, siempre he pensado que eras consciente de ello... -Aunque es posible que nunca se lo haya dicho de forma explícita, si lo pienso.

-P-pero... -Aún la veo atónita- Pero tú... Pero él, pero... -Se rinde en su intento de formar una frase y sus ojos me miran ahora con la llama del Fénix en ellos- Tienes que contarme esa historia. YA.

Historia... Realmente no hay mucho que contar, en mi opinión. Es una faceta más de mi vida, algo tan natural como el paso del tiempo o la presencia del cielo sobre nuestras cabezas.

A él alzo mi mirada, perdiéndome en su infinidad y en mis recuerdos por un instante, cuando vuelvo a aquella tarde en Le repos, tantos años atrás.

-"Todo bajo el cielo pertenece al Hijo del Cielo" -Recité con orgullo, leyendo los caracteres grabados sobre la tapa de mi estuche de madera lacada, una de mis posesiones más preciadas que aún conservo hasta hoy-. Es el lema de los Feng Huang.

-¿Y el Hijo del Cielo es el Fénix? -Preguntó él, atento a mi explicación.

En pocas ocasiones interrumpía mi trabajo, pero cuando lo hacía era casi siempre para conversar con Karuto, y ocasionalmente con Ayleen cuando ella me buscaba las cosquillas con algún comentario estructurado específicamente para provocar una reacción en mí.

Aquella había sido la oportunidad de mi vida. El mismísimo Doctor Rhoze Soh había pedido de mi asistencia personal en su  investigación sobre los textos perdidos de la cultura de Zhang Muèi, gracias a mi propia investigación personal basada en algunos escritos contemporáneos que había conseguido hacer durante mi tiempo como siervo en la casa de Qin. Aquella oferta había sido mi pasaje lejos de las tierras de fenghuang, a las que aún añoraba con fuerza, al ajetreo de la ciudad y la profundidad intelectual de la misma. Mi primer contacto, al fin después de tantos años soñando con ello, con el ambiente universitario, y mi primera investigación hecha en términos propios. Aquel sería también más adelante mi pasaje para ser un estudiante de pleno derecho, lo que me pudo permitir disfrutar de mis estudios durante tantos años hasta que mis deberes en fenghuang volvieron a reclamarle, y en mi retorno volví más sabio, pero también lo hice con aún más hambre de conocimientos que la que había tenido antes de irme...

Mis tiempos junto al Doctor Soh son algunos que recuerdo con cariño, pues, por varias razones. Una de ellas, y quizá la más importante, incluso por encima de la investigación, es el descubrimiento de aquel pequeño remanso de paz que había resultado ser Le repos. El sitio en sí no era exactamente el lugar más... destacable de la ciudad, ni mucho menos, pero su cercanía al campus, la ausencia de bullicio y la amabilidad de su propietario habían hecho que comenzase a considerar aquel sitio como un segundo hogar, incluso más que la pequeña habitación arrendada que el Doctor Soh había ofrecido apagar y que... no era el más hospitalario de los sitios, desde luego.

Era una habitación fría y triste, mal iluminada por una única ventana opaca y casi imposible de abrir por su antigüedad, con paredes peladas y desgastadas por el tiempo y un espacio claustrofóbico en el que apenas cabían una cama cuyo somier había descubierto al poco de llegar que tenía la mitad de las tablas quebradas y un escritorio con todo tipo de garabatos imborrables cubriendo su superficie. La habitación en sí era, bien, decepcionante, pero el verdadero problema surgía con mis vecinos de al lado, a los cuales constantemente escuchaba discutir a gritos y a golpes, y ocasionalmente podía escuchar también la intensidad de sus... encuentros íntimos.

No el mejor ambiente para el trabajo, desde luego... Y la biblioteca de la universidad, que hubiera sido mi sitio de preferencia, tampoco lo era. En aquel lugar los estudiantes armaban jolgorio y ruido, importándoles poco el verdadero cometido de una biblioteca, y no había quién le silenciase... Y desde luego yo tampoco iba a poder hacerlo, por mucha rabia que me diera aquello. Me había resignado a no poder ser capaz de encontrar un sitio en el que llevar a cabo mi investigación con calma, hasta que me encontré con Le repos... En un primer momento me había atraído por su ambiente tranquilo, y desde el primer momento en el que puse un pie en él, sólo me había dado razones para quedarme.

-El Fénix es el Hijo del Cielo -Expliqué, más que encantado de poder compartir mis conocimientos con cualquiera que quisiera recibirlos... Incluso si, a mi parecer, esa es una información básica que debería conocer todo el mundo, pero también sé que Karuto nunca tuvo la posibilidad de una educación especialmente provechosa-, los dragones eran los Reyes del Cielo, y los aengel, los Caídos del Cielo.

-Aengel... -Karuto repitió la palabra entre dientes- Como el de Le repos.

Efectivamente. Esa había sido otra de las razones por las cuales aquel sitio me había llamado la atención del local, su nombre. Hay mucha gente que aún a día de hoy les guarda rencor por su postura en el Sacrificio Azul, sin conocer la verdad de los hechos... Aunque es posible que es mejor que eso sea así, desgraciadamente. Pero en lo personal, quizá por mi sangre fenghuang, siempre les he encontrado fascinantes, y ha sido por eso un verdadero honor poder conocer al joven Leiftan... Incluso si he tenido que guardar mis preguntas por no delatar su identidad. Una lástima.

-El Fénix actual es el Ave Feng Yixuan -Continué-, del clan de los Ren Fenghuang.

-Eh... sí, eh... -No pareció entenderme del todo- Eh, ¿puedo ver tu estuche?

Parecía más interesado en eso que en mi explicación, lo cual me ofendió un poco. Aún así, quise ser amable y extendí mi estuche hacia él, de modo que pudiera cogerlo... Salvo que luego me arrepentí y se lo quité de las manos antes de que pudiera tocarlo.

-Lávate las manos primero -Pedí-. Y sécalas bien...

-Ah, sí, claro, he estado en la cocina... -Él no tomó ofensa en aquello, sino que fue a hacer lo que le había pedido.

-¿Vale eso mucho dinero, Zif? -Ayleen habló desde su taburete de siempre, en la barra. Aquella mujer se pasaba todo el día bebiendo... Me costó tomarla aprecio, en parte por eso, por su actitud desvergonzada, por su ausencia de ropa y por la primera conversación que habíamos mantenido; pero a día de hoy la considero también una vieja amiga, y me alegró saber de ella por Karuto- Lo tratas como oro en paño...

-Su valor económico es... moderado, quizá -Depende de para quién. Para mí, aquello era algo completamente inaccesible, para ella que parecía no tener problema en gastar una cantidad asombrosa de maana en bebida, quizá no tanto-. Se trata más de algo sentimental. Fue el regalo que mis patrones de la casa Qin me entregaron antes de venir a perseguir mis estudios, como símbolo de gratitud y buena fortuna.

-Tiene que ser muy importante para ti entonces... -Karuto, ya con las manos limpias y secas, se acercó de nuevo y observó el estuche de cerca... Pero no se atrevió a tocarlo, sino que simplemente lo miró en mis manos.

-Es... Quizá sea la posesión más valiosa que tengo -Lo era, y sigue siendo una de ellas, desde luego. Aún lo uso para guardar mis pinceles y herramientas de caligrafía.

-Huh -Pareció verdaderamente impresionado-. Entonces más te vale tener cuidado con eso. ¿Seguro que es buena idea llevar eso a todos sitios?

-No te preocupes, soy muy cuidadoso con...

Me vi interrumpido por la sensación de un estornudo, y rápidamente procuré cubrirme con una mano, avergonzado...

-¡Salud! -No sé si Ayleen lo decía por su vaso o por mi estornudo, pero lo dijo igual- No te estás pillando algún bicho, ¿no? Empieza a hacer fresquito ya.

-Es verdad que sí... -Karuto frunció el ceño- No tienes frío, ¿no? ¿Quieres que eche más leña al fuego?

-No, no... -Negué con la cabeza- Estoy bien, no te molestes.

-¿Seguro? -No pareció muy convencido- Tu ropa parece más bien... Um, fina.

-... Al menos yo llevo ropa... -Llevé mi mirada a la parte inferior de su cuerpo, cubierta nada más que por su delantal, y vi su cola agitarse levemente con indignación hacia mi acusación.

A decir verdad, siento que añoro un poco el estilo de Karuto en aquella época. Si bien es cierto que en su cuerpo el paso de la edad, aunque evidente, no ha hecho sino hacerle más atractivo (él lo expresaría con la frase de "envejecer como el buen vino"), siempre me gustó aquella lustrosa cabellera que lucía entonces... Es una lástima, pero posiblemente el pelo corto le sea mucho más práctico para la cocina.

-No necesito pantalones con este pelaje -Protestó-. Estoy más que preparado para el invierno.

-Y, si quieres hablar de ropa fría... -Miré entonces a Ayleen, sin necesitar añadir más.

Los dos la miramos, de hecho, y eso hizo que ella dejase de beber por un instante y pusiera una expresión sorprendida.

-¿Qué pasa conmigo? -Fingió no entenderlo, pero luego echó un vistazo a su ropa... Unos pantalones que, si bien eran largos, presentaban una apertura por la que se exponían sus piernas; y una camiseta que dejaba su abdomen y hombros al descubierto... Sin contar con que ambas prendas tenían cierto aspecto traslúcido que hacía pensar que no debían ser especialmente gruesas- Yo frío no tengo. En mi interior arde el fuego de la pasión, que es más poderoso que el del Fénix mismo...

-Cómo osas...

-Ché, chéeeee... -Cuando ya iba a ponerme en pie, Karuto me lo impidió con una mano en mi hombro, y miró a Ayleen de forma severa- ¿Ayleen?

-Perdóoooon -Se disculpó, pero acto seguido hizo el gesto de sacarme la lengua, lo cual es posible que me indignase más que su comentario, cosa que no debería haber hecho-. Ay, si es que es muy fácil de picar. Y tú también, Karutito. Sois tan monos. ¡Por ejemplo!

Tomó con ambas manos los bordes de su camiseta y tiró de ella hacia arriba.

En todos mis años de vida, jamás he sido testigo de mayor indecencia, y cuánto desearía que aquello no hubiera quedado grabado en mi memoria como lo hizo.

Tapé mis ojos y comencé a protestar a gritos sobre su indecencia, y escuché a Karuto gritar de la misma forma y la risa de Ayleen aún más alta todavía que nuestras voces, incluso cuando Karuto la echó del local y se la escuchó yéndose calle abajo.

Sólo entonces volví a abrir mis ojos, y así vi a Karuto con el rostro completamente rojo y aún murmurando refunfuños contra aquella obscena mujer.

-Disculpa... -Cuando se calmó, volvió a dirigirse a mí- Sabes que esa mujer es... -Resopló, y sus pezuñas resonaron contra el suelo- Lo peor. Es lo peor. Lo siento muchísimo.

-No eres tú el que ha de disculparse... -Carraspeé, a fin de devolver mi voz a un tono normal. Aún me ardía la cara- Ayleen y tú... Tenéis ese tipo de relación ¿cierto?

-¿D-disculpa? -Mi pregunta pareció tomarle por sorpresa, y dirigió toda su atención a mí.

-¿Me equivoco? -Aquella era la impresión que me había dado, en base a algunos comentarios de Ayleen... La cual con el tiempo acabé por aprender que no siempre era una fuente fiable.

-¡P-por supuesto, ella y yo no...! -Mis palabras le hicieron sonrojarse de nuevo, y yo observé aquello con interés- Más le gustaría a ella...

-¿Hay entonces alguna mujer en tu vida? -Ya distraído de mis estudios para el resto de la tarde, con aquella horripilante imagen aún atormentando mi mente, decidí entablar conversación con Karuto, y saciar así mi curiosidad sobre una pregunta que acababa de plantearse en mi cabeza.

-¿Q-q-N,-n-no, en, n-no... -Aquello posiblemente fuera una negativa- No. No. No hay... Nadie -Carraspeó-. ¿Q-qué hay de ti? ¿A-alguien te espera en fenghuang?

-No... -Negué con la cabeza- Nunca me ha atraído la idea del matrimonio, o una familia.

Es algo que nunca he considerado necesario... Aquello del matrimonio, al menos. La familia... Huang Hua es mi familia. Incluso si sé que no debe ser así, y mi deber es meramente ser su consejero, después de tantos años no puedo sino verla como a mi propia hija, y muchas veces ella me ha asegurado que el sentimiento es mutuo. No era esto lo que esperaba cuando se me pidió que fuera el cuidador de la recién nacida aspirante a Fénix, pero... No podría haber deseado nada mejor, y cada día que pasa agradezco al destino por darme lo que tengo.

-Um, entiendo, eh, debes estar muy ocupado con tus estudios... -Esa fue la interpretación que le dio Karuto... La cual no era errónea del todo.

-Efectivamente, es cierto que ahora mismo son algo prioritario para mí.

-Por supuesto, por supuesto... -Asintió... ¿por alguna razón?- De todas formas tampoco soy capaz de verte con una mujer, j-ja, jaja...

-...

-Lo siento no sé por qué he dicho eso no quería decir eso jaja Karuto por favor deja de hablar no sé por qué sigo hablando-eeeeeehh, ¡e-es hora de cerrar por hoy!

Un poco repentino... Quizá la escena de Ayleen le había perturbado tanto como a mí, y por eso se veía en la necesidad de cerrar antes de tiempo...

No lo cuestioné y simplemente recogí mis útiles, ofreciendo a Karuto mi ayuda para cerrar el local... Él siempre la rechazaba, pero aún así yo la ofrecía. Tras una despedida escueta emprendí el camino de vuelta al edificio en el que me hospedaba, saludando a la casera al verla en la portería, y volví a mi habitación ya inundada por el sonido de mis vecinos de al lado...

Las paredes eran verdaderamente finas allí. Fui consciente de ello entonces más que nunca, cuando me di cuenta de que, en realidad, hacía bastante frío allí dentro.

A la mañana siguiente a aquello me desperté con un ligero carraspeo y una tos algo... Preocupante, quizá, aunque yo no le di la importancia que debiera haberle dado (craso error). Cuando en Le repos se me escuchó con ella, mis dos amigos parecieron bastante más concernidos al respecto de lo que yo lo estaba.

-¿Seguro que no quieres que le meta un poco más de leña? -Preguntó Karuto, poniéndome muecas.

-Insisto, no es necesario... -Así respondí yo- Los inviernos aquí son un poco más fríos que en Fenghuang. Quizá mi cuerpo se resienta un poco de eso, pero no es nada grave.

-Curioso, estando en mitad de las montañas, uno pensaría que iba a hacer más fresquito allí -Reflexionó Ayleen. A modo de protesta por el incidente del día anterior, en esta ocasión había optado por un atuendo que la cubría por completo... Y que, sin embargo, se ajustaba lo suficiente a su figura como para no dejar nada a la imaginación-. ¿Quieres que te prepare alguna infusión milagrosa? No sé si te has enterado pero sé un poquito de alquimia.

-No vas a acercarte a mi cocina ni en sueños -Karuto protestó, la otra hizo una mueca herida-. De todas formas si te pones pachucho puedes curarte a ti mismo, ¿no? Con tu magia y eso.

Asentí, aunque aquello era una mentira. El tipo de magia curativa que yo uso no puede ser aplicado sobre el usuario... En algunas ocasiones, como ha ocurrido recientemente, eso es una fuerte desventaja, pero de forma general no suele ser algo que necesite, así que siempre he preferido usar esa magia, porque es mucho más útil que otros tipos de curación...

No quise preocupar más a mis amigos, así que no mencioné aquello. Posiblemente Ayleen supiera que aquello era una mentira blanca, pero no dijo nada al respecto, sino que simplemente dio otro trago a su bebida.

-Bueno... ¿Qué os parece si compartimos una copa, los tres? -Propuso, distraídamente mirando el contenido de su vaso mientras lo agitaba- El alcohol calienta tanto el espíritu como el cuerpo, ya lo sabéis.

-No, gracias... -Karuto ya gruñó la negativa, pero Ayleen chasqueó la lengua con desagrado, distinto a las veces que, ante el rechazo, simplemente continuaba bebiendo.

-¿Por favor? Quiero hacer un brindis. Es importante para mí... Hacedme este favor, ¿sí?

Pareció... Extrañamente seria, y eso nos llamó la atención a Karuto y a mí. Intuyendo que quizá habría en su insistencia algo más allá de su necesidad de fiesta habitual, me acerqué a la barra para sentarme junto a ella, gesto que agradeció con una sonrisa.

-Nunca he preguntado, ¿qué es lo que bebes? -Inquirí, con ligera curiosidad por aquel licor verdoso que a mis ojos podía ser perfectamente puro veneno.

-Absenta pura y dura -Respondió, guiñando un ojo. Me fascinó, y no pude evitar cuestionarme cómo era que aquella mujer no estaba muerta, pregunta que ya me había hecho anteriormente en relación a la cantidad de alcohol que consumía, pero en aquel entonces me pareció más preocupante todavía-. Pero no vamos a beber eso ahora. Karuto, sácanos tu vino más fino... Si es que tienes de eso.

-Pero la botella la pagas tú, ¿eh? -Se acercó al armario en el que debía guardar los licores más selectos, y pasó un instante eligiendo cuál descorchar.

-Sí, sí... Por supuesto.

-¿Qué es lo que se celebra? -Volví a hacer una pregunta, mientras veía cómo Karuto colocaba tres copas y las llenaba con el contenido rojizo de la botella.

-Hoy hace treinta años que maté a mi marido...

-Ayleen -Karuto la interrumpió, ella solo sonrió con malicia-. Si continúas diciendo esas cosas, la gente te tomará en serio.

-Perdón, perdón, sabes que me gusta bromear -Tomó la copa con una mano y la llevó a su rostro para poder oler el contenido-. Hmmm... No tengo ni idea de vinos así que no sé qué es esto, pero me fío de tu criterio, Karutito -El mencionado hizo un gesto de exasperación-. Bien, lo que estamos celebrando es que finalmente he terminado de corregir esos estúpidos exámenes...

-... así que vas a poder arruinar las vacaciones de tus estudiantes.

-... así que voy a poder centrarme de nuevo en mi investigación principal -Ella terminó la frase de forma distinta a como lo había hecho Karuto, y aquellas palabras generaron en mí la sorpresa.

-¿Qué tipo de investigación conduces?

-Hmmm... -Pensó por un instante- Lo siento, no estoy segura de poder compartir los detalles ahora mismo... Pero quizá sí, dentro de poco. Lo único que puedo decir -Sonrió... de forma sincera y radiante, y por una vez su sonrisa me resultó bonita, al contrario que todas las veces anteriores que sólo me había generado emociones negativas- es que espero que ayude a mucha gente en el futuro, si sale bien.

-No te olvides de nosotros cuando te vuelvas rica y famosa, ¿eh? -Karuto habló con sarcasmo, ella rió.

-Por supuesto que no. Mi plan es hacerme rica para poder hablarle a todo el mundo de Le repos y llenarte este sitio de gente -Karuto rió con eso también.

No sé hasta qué punto hablaría en serio, pero el caso es que aquello no llegó a ocurrir nunca. Ayleen acabó por abandonar su investigación y Le repos cerró por insolvencia al cabo de algunos años. Pese a eso, su promesa de no olvidarnos sí se mantuvo... Fue ella la que, tras el cierre del local, llevó a Karuto a la Guardia, donde él volvió a encontrar una pasión que motivase su vida, y yo le estoy agradecido por ello. Quién sabe dónde pudiera estar el dulce Karuto hoy si no fuera por la Guardia de Eel.

-La cosa es, voy a dar un paso grande bastante pronto... -Ella continuó hablando, haciendo girar el contenido de su taza en círculos pequeños- Así que voy a tener que tomarme algunos días para mí. No sé exactamente cuántos, pero en lo que dura mi... -Vaciló un segundo- experimento, no voy a poder venir a veros. De modo que -Alzó su copa-. Chin chin, por mi investigación, por la de Zif, y porque a Karuto le toque la lotería porque con este sitio no va a ganar ni un maana más de los que ya pierde.

-Menuda grosera... -Karuto protestó, pero aún así alzó su copa.

Yo lo hice también, y así los tres hicimos chocar los cristales antes de cada uno beber el contenido de nuestro vaso. Era una bebida con bastante sabor, y no estando yo acostumbrado a la bebida se me hizo algo fuerte, pero los otros dos parecieron disfrutarla.

-Hmmmm, ¡siempre es buena idea dejarte elegir! -Ayleen estaba más que satisfecha con la bebida- Karuto, ¿te importa si me llevo la botella a casa? Ya que voy a pagar por ella, y dudo que vosotros os la terminéis...

-¿Te vas ya? -Él pareció extrañado.

-Sinceramente, sólo había venido a despedirme y a hacer el paripé del brindis, para que cuando dentro de tres meses veáis que no aparezca, sepáis que es buena idea que alguien registre mi casa para el menos sacar mi cadáver antes de que se lo coman las ratas...

-¿Perdona? -Aquello me impresionó un poco.

-¡Sólo bromeo! -Se rió, poniéndose en pie mientras cogía la botella- Nos veremos pronto, tranquilos. ¡Sé que me vais a echar de menos!

Se alejó hacia la puerta, aún con una sonrisa en la cara, y así se fue, despidiéndose sólo una vez más antes de salir, agitando un brazo.

No volvimos a verla hasta pasados seis meses. Cuando lo hicimos, su piel se había vuelto de color verde.

Nunca quiso explicar qué fue exactamente lo que ocurrió o cuál había sido el objetivo de su investigación, ni tampoco si aquel era el resultado que esperaba o no. Pero Karuto me dijo, de forma confidente, que él intuía... Que Ayleen había quedado decepcionada con el resultado. Y que la había cambiado... Más que por fuera.

Pero esa es una historia para otro día.

Volviendo al tema que nos ocupa, la ausencia de Ayleen se hizo de notar en nuestras reuniones de la tarde. Le repos estaba mucho más silencioso sin su presencia y la de su cacareo constante, y Karuto tenía poco que hacer sin tener que servirle copas constantemente. Le veía leer libros de cuando en cuando, tomando notas de ellos y haciendo muecas y sonidos de comprensión o de duda, dependiendo del texto.

-¿Qué lees? -Pregunté un día. No pareció percatarse de mi pregunta, así que lo intenté de nuevo- Karuto.

-¿Hm? -Eso ya le hizo reaccionar, y levantó la cabeza- A-ah, ¿más té?

-Quizá, gracias... -Rápidamente se incorporó para preparar la bebida- Pero preguntaba qué es ese libro que te ocupa tanto.

-Ah, es... -Le vi fruncir el ceño mientras trasteaba con la tetera y las hierbas- Son libros de cocina del mundo humano. Me gusta consultarlos para ver cómo puedo adaptar las recetas, pero a veces es confuso, por ejemplo este "arroz a la cubana"... No sé qué es lo que hace que sea "a la cubana", porque hasta donde yo sé una cubana es... Eh... -Se interrumpió y yo le miré con curiosidad, sin saber qué significaba aquel término-. No importa -Ahora sé que es una mujer nativa de una isla llamada Cuba en el mundo humano... Imagino que el plato será típico de allí.

-Admiro profundamente tus habilidades culinarias... -Y lo decía con completa honestidad- Son sin duda fruto de una gran cantidad de esfuerzo y trabajo duro.

-Sí, bueno, es... Ejem... Ya sabes... -Murmuró algo entre dientes antes de proceder a rellenar mi taza- ¿E-entonces no sabes cocinar? -Negué con la cabeza, sólo después de agradecer la bebida- Um... Oye, comes algo además de lo que te doy aquí, ¿verdad?

-Por supuesto -Di un sorbo al té-. La casera de mi apartamento prepara comida para los inquilinos. No tengo necesidad de cocinar por mi cuenta.

-Oh -Aquello pareció aliviarle-. Vale.

Salvo que aquello era mentira.

Aquella habitación era ya triste de por sí, desde luego no iba a incluir además alimento. No, mi comida dependía de la poca cantidad de dinero que el Dr. Soh podía darme todos los meses a modo de beca por ayudar a su investigación...

Y en muchas ocasiones no era suficiente. La mayoría de ello se iba en libros, realmente. Los necesitaba para mis estudios, ya que sin ser un estudiante de la universidad, no tenía acceso a algunos de los libros más importantes, y tampoco podía sacar los tomos de la biblioteca. La comida... Me siento terriblemente avergonzado al tener que admitir esto, pero dependía de la caridad de Karuto para poder alimentarme.

Sentía que me estaba aprovechando de él. Todos los días iba allí y pagaba una cantidad más bien simbólica por mi estancia, aquella de la taza de té, a cambio de... Tanto, a cambio de tanto. La taza no permanecía vacía más de dos minutos antes de que él la rellenase, y venía siempre acompañada de algún aperitivo que complementaba la bebida a la perfección. A la hora de la cena, amablemente siempre me ofrecía un plato de comida caliente, y aunque yo fingiese rechazarlo en un principio, al final terminaba por aceptar, y su comida, siempre exquisita, llenaba mi estómago... Pero a la vez me hacía sentirme culpable, y mi rostro se ruborizaba con vergüenza al pensar en ello, pues sentía que le estaba... Usando, que abusaba de su infinita amabilidad, y aquello causaba en mí un horrible conflicto.

Mentirle así también me hizo sentirme mal, especialmente cuando él pareció tan aliviado al pensar que había alguien más cuidando de mí. Yo bebí de mi taza, con la bebida tragando mis amargos sentimientos.

Aquello me hizo reflexionar, sin embargo, y comencé a pensar en formas en las que quizá pudiera ayudar a pagar mi deuda con él... O, bueno, aquello era algo que no podría hacer en mi vida; pero quizá sí al menos algo para agradecer su amabilidad. Me distrajo ese asunto de mis estudios por una tarde, y en lugar de atender los textos que debía estar estudiando, mis ojos no podían dejar de mirar en dirección al sátiro que leía al otro lado del local. Y así encontré la respuesta, tan obvia que era esta.

Un libro de cocina. Alguna vez le había escuchado decir cómo esos eran demasiado costosos para su ajustado presupuesto... Quizá, aunque el mío fuera modesto también, pudiera permitirme orientar mis gastos mensuales en un libro para él. El Dr. Soh me había dado la mensualidad siguiente de forma adelantada porque él iba a ausentarse durante las festividades invernales, de modo que tenía aquel dinero en mi bolsillo, y... No se me ocurría mejor manera en la que gastarlo.

Así que eso fue lo que decidí.

Recogí mis libros apresuradamente, sabiendo que con aquella idea en la cabeza no iba a poder concentrarme, y que necesitaba hacer aquello antes de volver a centrarme en la investigación. Karuto pareció sorprendido al verme recoger con tanta antelación a lo que era mi horario habitual

-No te preocupes, simplemente he recordado que tenía que hacer algo importante -Improvisé, mis últimas palabras siendo interrumpidas por el carraspeo desagradable de la tos que llevaba persiguiéndome un par de días-. Nos veremos mañana, Karuto; cuídate hasta entonces.

-¿Mañana? Pero...

Salí del local entusiasmado, con mis pies caminando con un poco más de energía que como podían hacerlo normalmente. La idea de poder tener un gesto con Karuto me emocionaba. De forma decidida comencé a dirigirme hacia uno de los barrios cercanos a la universidad, aquel que estaba lleno de tiendas de libros que abarrotaban sus interiores con infinidad de tomos. Recuerdo aún la admiración que sentí al ver aquel lugar por primera vez, aquellas calles llenas de librerías que exponían parte de su mercancía en la calle y que a través de su puerta te llevaban a un lugar mágico forrado de libros de pies a cabeza... Hubiera podido pasar años y años caminando entre aquellas calles y sus comercios, y más de una vez había perdido la noción del tiempo aventurándome entre ellos, pero aquel día tenía un objetivo claro y me forcé a mí mismo a centrarme en él, ignorando la tentación de ojear y hojear uno y tantos tomos de los que habían expuestos en cada rincón.

En su lugar, comencé a preguntar por los libros de recetas, concretamente aquellos que vinieran del mundo humano. Fue mucho más difícil de lo que pensaba.

Pocas personas hay en Eldarya que se interesen por el arte culinario como lo hace Karuto, es difícil ser creativo con las recetas cuando los alimentos son tan escasos y han de ser preservados con tanto cuidado. De esa forma, hay pocos libros de recetas en el mercado, y de esos pocos, los libros humanos son especialmente escasos. En frustración recorrí todos aquellos puestos, con su infinidad de libros, y no encontré aquello que buscaba. Ninguno de los dependientes supo dirigirme tampoco hacia otra tienda en la que pudiera encontrar el libro, y después de muchas horas de búsqueda terminó por caer la completa noche sin que yo hubiera encontrado mi libro.

Me di cuenta de ello al salir de un comercio, con el tintineo de la puerta detrás de mí, y ser recibido por una corriente de aire frío. Con la completa caída del sol, había ya poco que pudiera calentarme y, de hecho, aquella era una noche particularmente fría... Miré hacia el cielo, sorprendido, cuando sentí aterrizar en mi rostro un primer copo de nieve que había descendido desde él. Hacía muchos años que no veía nevar... A pesar de que el templo de la casa Qin se encuentra situado en las montañas, el clima allí era más templado, y la influencia del maestro de la casa impedía que cayese la nieve incluso en los inviernos más duros... Así que allí era inusual de ver.

Quizá fuera por eso, y por estar mal acostumbrado a ella, que decidí no concederle importancia y en su lugar proseguir mi búsqueda del libro, a través de la noche y el frío.

En retrospectiva, aquella fue una idea estúpida.

Terminé la búsqueda solo cuando las librerías y comercios habían cerrado ya, sin haber encontrado nada que pudiera parecerse al libro que estaba buscando. Mi cuerpo se estremecía con el frío, que solo ahora empezaba a encontrar problemático, y casi me arrepentía de haberme lanzado a las calles. Frustrado, desmoralizado, helado y mojado, volví a mi apartamento con la intención de meterme bajo las sábanas y dejar que el sueño se llevase mis males.

Salvo que a la mañana siguiente me desperté con más frío con el que me había escuchado. Podía escuchar golpes en la pared de mis vecinos, y el ruido retumbaba en mi cabeza con fuerza.... Mi cabeza, que pesaba como si estuviera hecha de plomo. Traté de refugiarme en el calor de mis sábanas, pero eran demasiado finas como para aportármelo, y lo único que conseguí es sentir más frío cuando me moví en la cama y el aire helado de mi habitación se coló en ella. Cualquiera persona con dos dedos de frente se hubiera dado cuenta de lo obvio: Había enfermado.

En su lugar, lo único que pude pensar fue que necesitaba comprarme una manta. Pero no podía gastar mi dinero, porque lo necesitaba para el libro de Karuto, Ah, cierto; el libro de Karuto... Que no había encontrado la noche anterior. Necesitaba encontrarlo. En cuanto fuera capaz de ponerme de pie.

Ponerse de pie fue, de hecho, un proceso bastante complicado. Mi cuerpo no quería obedecerme, sabiendo lo imprudentes que eran los deseos de mi mente, y pasé varias horas en duermevela, incapaz de desprenderme del todo del sueño pero tampoco pudiendo dormir con tranquilidad, la fiebre causando un sueño inquieto e incómodo.

Después de mucho esfuerzo finalmente conseguí ponerme en pie, pero vestirse para salir fue otro desafío que consumió más tiempo del que debería haber hecho. Aún así yo me mantuve en mis trece: estaba dispuesto a salir a encontrar ese libro aunque fuera la única cosa que hiciera. No se me ocurrió cuestionar la larga lista de problemas que había con aquello, atrapado en la cabezonería y el delirio de la fiebre. Quizá la cosa hubiera sido distinta si la casera, que me vio salir del edificio con toda la intención de enfrentarme al clima frío de la calle a pesar de no estar ni mucho menos preparado para ello, me hubiera detenido, pero no se molestó en hacer eso.

De modo que salí a la calle... Y allí me encontré con que la nevada del día anterior se había convertido en una tormenta. la nieve y el hielo se acumulaban en las calles, casi desiertas, y el aire soplaba con fuerza llevando los copos de forma agresiva. Evidentemente ese es el clima perfecto para dar un paseo por la ciudad, así que eso es lo que hice.

No tengo muy claro exactamente qué es lo que hice en mi... Paseo, porque no recuerdo la experiencia. Sólo sé que estuve dando tumbos de un lado a otro, sufriendo el frío, pensando únicamente en... el libro, en Karuto, en su comida, en...

Le repos.

Lo siguiente que recuerdo es encontrarme frente al local. No sé cómo llegué hasta allí siquiera, sólo sé que lo hice. El viento rugía de forma amenazante a mi alrededor, la nieve golpeaba mi cuerpo, que tiritaba con fuerza. Mis dedos estaban agarrotados con el frío y me costaba moverlos, o mover casi ninguna parte de mí, pero aún así conseguí levantar una mano para poder aferrarme al tirador de la puerta, apenas sintiendo el frío del mismo en mis dedos.

Y al colocar la mano en él, recordé algo.

"-¿Qué hay de ti? No te veo cerrando el local por vacaciones…

-Lo haré durante los días festivos.

-No se me había ocurrido que… Tomaré nota de ello."

Aquel día, Le repos estaba cerrado. Por vacaciones.

Por supuesto... No había elegido aquellas fechas para hacer mi regalo por nada, era festivo, por supuesto que Karuto iba a cerrar el local para tomarse un merecido día de descanso...

Cuando llegué a esa resolución, sentí mis fuerzas flaquear por un instante. Me precipité hacia delante, cayéndome sobre la puerta...

... que se abrió, inesperadamente, y fui capaz de recuperar el equilibrio antes de caer sobre la madera del suelo.

Me vi dentro de Le repos, para mi mucha sorpresa, con la calidez del fuego rápidamente envolviendo mi cuerpo y una sensación reconfortante internándose en mí... Pero nada de eso quitaba mi estupefacción.

-Mira que... Si es que lo sabía. ¡Que hoy es fiesta, hombre, quédate en casa! Y encima con este tiempo que está haciendo, pero bueno... Mírate, pareces un muñeco de nieve.

Miré hacia la barra. Allí estaba él, como si nada, apoyado sobre la tabla con sus ojos puestos en mí. Como si fuera un día normal y corriente, como tantos otros.

-Qué... -Apenas fui capaz de pronunciar palabra.

-Sabía que esto iba a pasar -Él resopló-. Cuando ayer te despediste “hasta mañana”... Por supuesto que se te había olvidado. Ah, qué voy a hacer contigo... -Se rió con una carcajada que calentó mi ánimo más incluso que aquel fuego- Por el momento, voy a ponerte un buen plato de comida caliente, ¿te parece? Y uno de tus tés, que con el frío que hace... Además que tienes cara pocha, ¿todo bien?

¿Bien?

Caí entonces en algo.

-Karuto.

-¿Hm?

-Es posible que tenga algunas décimas de fiebre.

-Pero bueno... No te preocupes, hombre, en seguida te doy un poco de-

Fue lo último que escuché, porque entonces me desplomé en el suelo, víctima de la fiebre y la extenuación, y perdí el sentido.

Cuando me desperté, lo hice incorporándome de forma violenta, completamente desorientado y aún febril, con la frente cubierta de sudor y... En una habitación extraña que no reconocía.

Hacía... calor. La habitación estaba caliente, y también mi cuerpo, cubierto con varias capas de ropa de cama y mantas de lo más reconfortantes. La cama era cómoda también, mullida y blanda, no como aquella excusa de granito convertida en cartón que era el colchón de mi habitación...

Y era una habitación pequeña, pero muy bien decorada con todo tipo de trastos y cachivaches, y estanterías llenas de libros que se apretujaban los unos contra los otros como podían. No estaba... ordenada, no del todo, era como si alguien se hubiera esforzado en quitar de en medio todo lo que le fuera posible en un tiempo límite, pero tampoco estaba organizada. Miré en todas direcciones, muy confundido, sin saber dónde estaba o qué estaba pasando...

Y entonces se abrió la puerta de la habitación, apareciendo desde el otro lado un sátiro de lo más familiar.

-Karuto... -Murmuré su nombre con sorpresa, y él pareció asustado ante el sonido.

-¡Estás despierto! - Se acercó casi a saltos, dejándose caer en la silla que había colocada junto al lecho- ¡Pero bueno! ¡No me des esos sustos! ¡Túmbate! ¡Descansa! ¡Estate quieto, no hagas nada, ni respires! Bueno, no, ¡¡respira!!

-¿Qué ha pasado...? -Aún muy desorientado, me dejé hacer mientras él me hacía tumbarme de nuevo en la cama para después aplicar en mi frente una toalla mojada, que había traído consigo junto a un barreño.

-Tú me dirás, porque yo no tengo ni idea... -Resopló- Solo sé que has aparecido de repente en Le repos y te has desmayado como si nada. ¿¡A quién se le ocurre salir a la calle con la que está cayendo!?

-Yo... -Con la fiebre un poco más aliviada, empezaba a notar algo de claridad, y ahora me avergonzaban mis acciones- Lo lamento... He tenido que causarte muchos problemas...

-¡Bah! ¡Si de verdad lo sientes, no te metas en líos! -Él trató de restarle importancia, pero sus palabras solo me hicieron sentirme más avergonzado con mis acciones.

-¿Puedo preguntar dónde estamos? -Al menos, quería orientarme...

-En Le repos -Le miré extrañado-. El piso de arriba del local es una vivienda. Vivo allí.

-Oh -Eso tenía sentido... Había visto unas escaleras que subían a algún sitio, pero nunca había sabido a dónde conducían-. De modo que esta es... ¿tu cama?

Se me quedó mirando, sin decir nada. Eso me dejó preguntándome si quizá había dicho algo extraño, pero antes de que pudiera disculparme, él se puso en pie abruptamente.

-¿S-sabes qué? Voy a ir a prepararte algo para que entres en calor. Ya verás, no te muevas, espera aquí... -Se alejó en dirección a la puerta antes de que pudiera yo decir nada, dejándome de nuevo confundido. Fui a incorporarme, pero su voz se volvió a escuchar desde más allá de la puerta- ¡¡QUE NO TE MUEVAS!

Que cómo supo que había intentado moverme es un misterio que a día de hoy soy aún incapaz de comprender.

Me quedé en la cama, pues, incapaz de moverme, simplemente mirando lo que me rodeaba. Fijándome cada vez más, era obvio que aquella era la habitación de Karuto... Darme cuenta de pequeños detalles aquí y allá me hizo sonreír.

Esto es muy impropio de mí, pero por un momento, accedí a... relajarme.

Simplemente dejé que mi cuerpo se hundiera en el confort de la cama, que fuera arropado por la calidez de las mantas y del amor de Karuto, que era más que palpable en cada rincón de aquella habitación. Me sentí como si alguien me hubiera quitado un peso de encima al hacer aquello, y en mi mente di gracias a aquel hombre que había hecho tanto, tanto por mí.

Caí en un ligero sopor, mucho más reconfortante que los sueños que había tenido anteriormente...

Pero que fue interrumpido con el sonido de alguien abriendo la puerta, de modo que abrí los ojos para ver a Karuto, que volvía a entrar en la habitación ahora con dos tazas humeantes en la mano. Pude oler algo dulce en el aire, algo muy distinto de mis bebidas habituales...

-Aquí estamos... -Colocó una de las tazas en la mesilla a mi lado, quedándose él con la otra- Seguro que eso te calienta.

-¿Puedo incorporarme ya? -Pregunté, algo asustado de llevarme otro berrido. Asintió, así que eso hice, pudiéndole echar una mejor mirada a la taza y su contenido... Tenía claro lo que era aquella sustancia, pero era la primera vez que lo veía de esa forma- ¿Chocolate... bebido?

-Chocolate caliente -Explicó, con una sonrisa, a pesar de que aquello contradecía todo lo que yo conocía sobre el chocolate... Hasta donde yo sabía, había que comerlo frío y era una desgracia cuando se derretía-. Ya verás, te va a gustar... Pero con cuidado, que quema.

Vi que iba a sentarse de nuevo en la silla, pero se lo impedí.

-No -Dije, interrumpiéndole. Me hice ligeramente a un lado y palmeé a un lado de la cama junto a mí.

Por un instante él no reaccionó a eso, y me pregunté si quizá había hecho algo incorrecto, pero finalmente se acomodó en el lugar en el que había indicado, sentándose a la orilla de la cama junto a mí. Eso me alivió, y cogí mi propia taza para poder sentir su calor a través de mis manos... Efectivamente, estaba caliente.

Ninguno de los dos dijo nada, sino que permanecimos en silencio durante unos instantes, cada uno concentrado en su bebida. Probé un sorbo de la mía. Era... Dulce. Quizá demasiado para mí, quizá aquella era una dulzura a la que no estaba acostumbrado, no había pedido y a la que realmente no sabía cómo reaccionar, pero... Por una vez, supe apreciar la dulzura y el calor que la bebida me ofrecían.

-Así que... -Después de unos instantes, él habló- ¿Al final has acabado enfermando de verdad, Señorito Fénix? -Aquello me hizo apretar los dientes.

-Lo siento -Hablé con un suspiro-. No es verdad que pueda curarme a mí mismo.

-Ahá. ¿Y...?

-... y es verdad que mis ropas son demasiado finas.

-¿Y...?

Agaché la cabeza, avergonzado como el niño que tiene que disculparse ante sus padres por una jugarreta que le ha salido mal.

-... y vivo en una habitación claustrofóbica cuyas paredes están hechas de papel de arroz y el frío pasa sin problemas, no puedo dormir porque mis vecinos de al lado no dejan de discutir y creo que debería avisar a las autoridades porque es posible que esa mujer muera un día de estos si nadie hace nada, y lo único que como lo hago a base de tu amabilidad así que mi consumición calórica es más que deficiente por lo que no es de extrañar que haya caído enfermo...

Surgió el silencio de nuevo. Yo sorbí de mi bebida, en esta ocasión me quemé la lengua.

-Oh. Guau. Uh. Tu, eh... tu vida apesta.

-Es lo que hay... -Lancé un suspiro resignado- Realmente no tengo dinero para permitirme nada más. De hecho, el poco que tengo, me lo ofrece el Dr. Soh a modo de beca.

-¿Por qué no me habías dicho nada de esto? -Pareció triste al pronunciar aquellas palabras- Hubiera podido... Ayudarte, hacer algo por ti. Quizá tenga algo de ropa que dejarte o, hubiera cocinado para ti sin problemas, o... -Se interrumpió- No, no, ya sé... No nos conocemos desde hace tanto tiempo. E incluso si lo hiciéramos, sé que tu orgullo no te hubiera permitido hacer algo así.

No dije nada, simplemente me sentí sonrojar. Aquello me avergonzaba profundamente, verme así frente a alguien que, como había señalado, no conocía desde hacía tanto tiempo.

-Lo siento... -Me disculpé- Es... Verdaderamente difícil para mí abrirme a la gente... Ahora mismo me siento... -Llevé una mano a mi pecho- Vulnerable como pocas veces me he sentido antes. Me avergüenza, y me da... Miedo. No quiero depender de nadie, no quiero... Necesitar la caridad o la amabilidad de otra persona, y sin embargo me estoy aprovechando de ella... Estoy yendo en contra de las enseñanzas con las que me he criado, con lo que está... En mi propia naturaleza, casi.

-Eso puede hacer que la gente se ponga incómoda, ya... -Torció el gesto- No puedo decir que no te entienda. Yo también soy un poco así... Tozudo y cabezota, como mi tío, y demasiado orgulloso para aceptar ayuda incluso cuando es obvio que la necesito -Tomó aire-. Pero tampoco voy a dejarte morir congelado, ¿sabes?

-Morir congelado... -Eso me recordó algo- Por eso abriste Le repos hoy. Por... mí.

-Ya, bueno... -Le escuché mascullando algo entre dientes- E-escucha, no... no quiero hacer que te sientas incómodo ni nada, yo...

-No -Le interrumpí, dejando mi taza sobre la mesilla-. Es... cierto que no estoy acostumbrado a este tipo de tratos, pero viniendo de ti, encuentro... Que no me molesta tanto. Como ya te dije, eres amable, Karuto... Y tu amabilidad me conmueve, y me... atrapa, en algún sentido. Viéndome así como me veo ahora... -Volví a sentir mi rostro tomar calor, la vergüenza que aquellas palabras me producían siendo evidente en mi rostro- Pienso que quizá no sea tan malo si... Hay alguien que cuide de mí.

Vi que su rostro se teñía de rojo ligeramente, imitando al mío.

-B-bueno... -Carraspeó- Si no te molesta entonces, quizá... ¿Quizá pueda seguir haciéndolo, si me lo permites? C-cuidar de ti...

Aquellas palabras hicieron que mi pecho se inundase con el fuego del fénix. Con vergüenza, pero también con determinación, extendí una mano para... Y me siento increíblemente avergonzado al recordar un gesto tan lascivo como aquel... T-tomar su mano entre la mía.

Aquello le sobresaltó, claramente, como a cualquiera le hubiera sorprendido una avanzada tan agresiva. Miró a mis ojos, sin apartar su mano, y aquello fue tan... íntimo, aquel momento.

-Estaré encantado... -Hablé desde el fondo de mi alma, cediéndole a él una parte de ella mientras pronunciaba aquellas palabras- De permitir eso, Karuto.

Y fue así como empezó todo, aquel 29 de diciembre que hace nuestro aniversario, que acumula dígitos con cada año que pasa, y yo no podría sentirme más satisfecho con ello.

Recuerdo con calidez y cariño aquel momento en Le repos, aquel instante de intimidad que tanto significó para mí. Mis sentimientos hacia Karuto no han cambiado desde entonces, y sé que para él tampoco... Incluso si la vida nos ha llevado por caminos separados, y luego nos ha juntado varias veces más. Cada vez que puedo verle es para mí un preciado momento, cada oportunidad que tengo de conversar con él o degustar uno de sus platos es el paraíso en tierra. Karuto es mi compañero, alguien a quién tengo un infinito aprecio, y este jamás se verá resentido, no importa qué tanto tiempo pase.

Finalizo mi narración con una sonrisa, y luego consigo reponerme a mi vergüenza y levantar la barbilla para poder ver a la joven fénix frente a mí, sentada al otro lado de la mesa del comedor, con su taza de té intacta, tan inmensa que estaba en la historia que apenas ha probado un sorbo.

Espero unos instantes a su reacción, bebiendo de mi propia taza. Conozco esa  mirada estupefacta, es su... Como lo apodó la joven Miiko: "Sorpresa de acción retardada".

-¿¡QUÉ!? -Al fin ocurre la reacción- ¿Vas en ser-Vas en serio, oh, vas en serio, vas MUY en serio...

-Huang Hua, no soy especialmente conocido por mis chistes desternillantes y la picardía de mis bromas...

-No, no, si ya... -Se cubre la boca con una mano- Y, hum... ¿estás seguro de que, uhhhh... de que Karuto conoce la relación que tenéis?

-¿Qué quieres decir con eso? -La miro con extrañeza, sin entender sus palabras.

-Queeee... Por lo que sé de Karuto... -Muy cuidadosamente coloca sus dos manos frente a ella, una sobre otra, con gesto conciliador- Creo que Karuto no se ha enterado de que lleváis yoquesecuántos años saliendo, Zif.

-Esa es una forma de banalizar la situación pero, ¿cómo no iba a enterarse? -Ella se encoge de hombros- Todos los años le envío una carta en nuestro aniversario con un poema y un libro, celebrando la importancia de la fecha...

-Si lo dices con esas palabras, quizá piense que te refieras a las fiestas, en general -Las palabras de Huang Hua hacen crecer en mi cabeza una idea aterradora. ¿Pudiera ser cierto lo que dice? No, no... Eso es imposible.

-Convivimos juntos durante muchos meses después de aquello...

-¿Durmiendo en la misma cama?

-¡Por supuesto que no! -Su pregunta me escandaliza- Amablemente me ofreció su cama, es cierto, pero una vez me recuperé de mi enfermedad, intercambié su puesto en el sofá...

-Y, eh, además de darle la mano aquella vez, ¿alguna otra vez le has dado alguna otra... muestra de afecto? Como... Darle un besito... -La indecencia de sus palabras me hace lanzar una exclamación al aire- O... ya sabes... Hacer esas actividades de adultos de las que no te gusta que hable porque dices que una señorita como yo no debería ensuciarse la boca hablando de-

-¡Huang Hua, suficiente! -La interrumpo antes de que pueda seguir, completamente ruborizado ante la idea que me intenta transmitir.

-Ay, Zif, si tú supieras dónde ha estado y qué es lo que ha hecho esta boca... -Ante mi incomodidad, ella se ríe- Vale, vale, que no quiero que te dé un chungo... Bueno, entonces nada, ¿no? ¿Nada de contacto físico? -Mascullo mi respuesta entre dientes, una negativa- Valeeeeep... Entonces, nada de contacto físico... -Frunce el ceño- Zif, cada vez estoy más convencida de que eres el único que sabe de esta relación, ¿eh?

-Pero eso sería... -Frunzo el ceño, muy opuesto a esa idea, pero... pero- No... No creo que después de todos estos años Karuto no hubiera podido...

Ella se encoge de hombros.

La semilla de la duda se ha plantado en mi interior, y sé que a partir de ahora va a hacer crecer su funesta planta en mi interior y herirme con sus espinas y su veneno... De modo que antes que ocurra eso, he de arrancarla de raíz.

-Tendrás que disculparme, Huang Hua... -Comienzo a incorporarme- Creo que, antes de que se marchen, he de ir a buscar a la Guardia de Eel...

-¿Te va a dar tiempo? -Me mira alzando una ceja- Están algo lejos ya.

-No será inconveniente.

Oigo un sonido emocionado salir de sus labios al comprender lo que voy a hacer, y me observa fascinada mientras empiezo a formar mi conjuro... Siempre le ha interesado mi magia, tan distinta de la suya, y en más de una ocasión se ha mostrado afligida por no poder realizar algunos de los encantamientos que yo hago... Como este mismo.

Mis manos se envuelven en las llamas del Fénix según trazo un círculo de fuego a mi alrededor, uno que afortunadamente no es nocivo para el mobiliario (de haberlo sido, hubiera sido contraproducente para nosotros levantar el templo entero en madera), y este se mantiene en el aire a mi alrededor, girando y ganando intensidad en tamaño...

Hasta que me consume, y siento mi cuerpo desaparecer en las llamas para convertirse en una más de ellas. La intensidad del fuego, de mi propio cuerpo transformado, me invita a varios millones de posibilidades en el mismo segundo, y de todas ellas decido que quiero moverme, en dirección fuera del templo, hacia la Senda del Peregrino... Hacia la Guardia de Eel, a la que soy capaz de observar en mi propia mente, haciendo el descenso de la montaña.

Y allí aparezco, allí vuelve a surgir mi cuerpo convertido en llamas, rodeado por el fuego durante unos instantes en lo que se desvanece el conjuro y vuelvo a recobrar forma material... Salvo que el terreno rocoso me traiciona y mi propio cuerpo se resiente del uso de la magia, haciendo que pierda el pie por un instante y tenga que apoyarme en Karuto, que es el que ha salido a recibirme, ya conocedor de mi magia, mientras que el resto de la Guardia me observan con precaución, atentos a lo que para ellos ha debido ser la amenaza repentina de mi fuego...

-Gracias, Karuto... -Eso lo primero, aprieto un poco su hombro antes de dejarle ir y mirar al resto- Y disculpad el sobresalto, quería asegurarme de alcanzaros... -Parecen más confundidos que otra cosa. Tomo aire, buscando valor en mi interior, antes de volver a encarar a mi estimado sátiro- Tendrás que disculpame, Karuto, meramente quería cerciorarme de algo...

-¿S-sí? -Parece avergonzado por mi presencia, quizá intimidado...

Me pregunto en qué momento ha ocurrido eso, cuándo... se ha abierto esa brecha entre nosotros. Insiste en llamarme Feng Zifu, pese a que le he indicado una y mil veces que se refiera a mí solo como Zifu, como hacía antaño... Su tartamudeo, su vergüenza, son rasgos que se me han hecho siempre tiernos pero que es cierto que han obstruido nuestra comunicación en tiempos recientes.

Inspiro, reuniendo valor...

Y tomo su mano, de nuevo, como aquel día nevado hace ya tantos años.

Siento mi rostro arder, especialmente al tener en cuenta el público de la Guardia, que nos observan con todo tipo de muecas de sorpresa, indudablemente debido a lo sórdido de mis acciones, pero trato de no prestar atención a ello y me centro en Karuto y sus ojos brillantes cuando son capaces de mirar a los míos.

-¿Te acuerdas, viejo amigo, de aquel invierno hace ya tantos años, cuando empezamos nuestro caminar en la vida el uno junto al otro?

Él se toma unos instantes, quizá recordando aquellos momentos, espero que con la cercanía que los recuerdo yo...

-S-sí.

-Por supuesto que lo haces... -Avergonzado me siento al sentir el alivio recorrer mi cuerpo y matar aquella semilla, y me reprocho por haber dudado un instante de la certeza de nuestra relación- Has de saber, mi estimado amigo, que a pesar del tiempo mi mente aún recuerda aquel día con cariño, y que por muchos otros inviernos que pasen, no vacilará el fuego que se prendió en mi interior aquel día.

-S-sí.

-Estoy seguro de que tú te sientes de la misma forma -Aprieto un poco su mano antes de dejarla ir-, y por ello he de decirte que espero nuestro reencuentro, lejano como tenga que ser, o próximo como lo espero, para poder volver a disfrutar de la dulzura de tu compañía y la calidez que me transmite tu mera visión. Ahora, Karuto, viaja con tus compañeros, y viaja a salvo, hacia las tierras de Eel, dónde allá te necesitan puede que más que como yo lo haga, pero donde nadie te recuerda con el mismo cariño con el que yo te tengo...

-S-sí.

Una sonrisa se expande por mis labios, sintiendo paz de conciencia ahora. Me alejo entonces un paso de Karuto, dejando espacio para no poder herirle accidentalmente cuando comienzo a preparar el hechizo de vuelta de nuevo...

-Que nuestro reencuentro sea próximo, amigo mío -Me despido, con voz tierna, cargada del cariño que le profeso.

-S-sí.

Una vez más siento mi cuerpo hacerse uno con el fuego, y con rapidez vuelvo a moverme de camino al templo... Ahora apareciendo junto a mi joven dama, que me estaba esperando dando sorbos de su té, y en cuanto puede tocarme de nuevo hace el gesto de ir a cogerme por los hombros, pero una vez más me escapo de su agarre dando un paso atrás.

-¿¡Y bien!? -Me mira con ojos brillantes de emoción- ¿Cuándo es la boda?

-Karuto y yo estamos demasiado atareados para ese tipo de eventos -Niego con la cabeza, disminuyendo su entusiasmo-. Como ya esperaba, Karuto es perfectamente consciente de la relación que nos une...

-¿Ah...? -Ella parece un poco confundida- Este, qué... ¿qué es lo que le has dicho exactamente, Zif? ¿Le has preguntado de forma directa que si estáis saliendo, o has hecho lo de siempre que te pones a dar rodeos con las palabras y al final nadie se entera de qué es lo que has dicho?

-No entiendo a qué te refieres...

La veo apretar los labios. Coloca una mano en mi hombro, que esta vez no rechazo, y me mira fijamente a los ojos.

-Que el Oráculo algún día te conceda tanta claridad de mente como paciencia le está otorgando a Karuto, Zif.

... No sé qué quiere decirme con eso.

---

Todos los ojos se giran hacia Karuto, que continúa completamente quieto en el sitio, parpadeando sólo ocasionalmente, tan sorprendido como están el resto de miembros de la Guardia. Nadie es capaz de decir nada por unos instantes, pillados por sorpresa ante las palabras del fenghuang y su conmovedor discurso, que... Quizá no haya tenido la misma efectividad que él esperaba.

-¿Qué ha sido eso? -Se le ocurre preguntar a Nevra- ¿Qué acaba de pasar? ¿Acabamos de tener una alucinación colectiva, o...?

-¿Creo que esa era su forma de despedirse? -Erika frunce el ceño- ¿Sí, no?

-Sinceramente, yo tampoco lo tengo claro -Ezarel niega con la cabeza-. Pero estoy bastante seguro de que, sea lo que sea que ha pasado, ahora mismo Karuto está embarazado.

-¡NO DIGAS SANDECES! -El sátiro grita con fuerza, saltando donde está en una mezcla de nervios y enfado por la estupidez del elfo- ¡V-vámonos ya! ¡Sólo ha venido a despedirse, eso es todo!

-¿Qué es exactamente lo que pasó “aquel invierno hace ya tantos años, cuando empezasteis vuestro caminar en la vida el uno junto al otro”? -Cuestiona Nevra, con una sonrisa pícara, pero también confundido.

-¡NADA QUE OS INCUMBA!

Pero el que más confundido está es, sin duda, el propio Karuto. Mientras echa a caminar, montaña abajo, mascullando para sí, en su interior intenta recordar a qué puede estarse refiriendo Feng Zifu... E intentando discernir qué es lo que querían decir sus palabras, de significado confuso para él... Y para todo el mundo salvo para el propio Feng Zifu, realmente, y...

-Este está siendo el mejor día de mi vida -Comenta Eweleïn, sonriendo, mientras una única lágrima cae rodando por su mejilla.

Lo adoro. Lo adoro. Lo adoro, les adoro, lo adoro BEEMOV HAZ ESTA SHIP CANON, Y A . ARGH.

Ejem. Bueno. Quizá alguien se enfade un poco conmigo por cómo ha acabado todo, peroooooo a mí me gusta mucho hacer ese tipo de puñetas, lo siendo xDDDDDD Les quiero igual uwu

Y, bueno, ahora que oficialmente hemos terminado el Capítulo 23... ¿Listos para el 24?

Capítulo 24.1.-

(Narra Hiiro)


-¿¡QUÉ ESTÁ HACIENDO ÉL AQUÍ!?

-La vida es dura, Ezarel.

-¿¡POR QUÉ!?

-Pero más dura es la verdura, Ezarel.

-MIIKO, ¿¡POR QUÉ!?

-Sobre todo si la comes cruda, Ezarel.

Todos observamos el intercambio entre el muy gritón Ezarel y la serena Miiko, que debe ser que ya sabía que esto iba a pasar. A un lado de la habitación el tío de Simonn, Andrée creo recordar que se llamaba, simplemente observa la escena... Con una sonrisa muy siniestra en la cara. Da un poquito de mal rollo.

-Cuando se te pase la histeria podemos hablar como adultos -Indica Miiko, como palabras finales, mientras Ezarel sigue echando espuma por la boca.

-No te preocupes que después voy yo -Eweleïn interviene. Al final, aunque ella no estaba invitada, ha acabado por unirse a la reunión en la sala del Cristal-. Esto es. Guau. Guaaaau -Mira directamente al Señor Siniestro-. Guau.

-También ha venido Julia -Explica-. Aún no está alistada en la Guardia, y ya veremos si lo hace... Primero tiene que dar a luz y todo, cuando tengamos al niño si la situación es estable a lo mejor se une para trabajar conmigo.

-Es verdad, que estaba... -Eweleïn pone cara de sorpresa- ¿¡Y os habéis hecho la mudanza con el crío en camino!?

-De hecho, es por él... o ella -Duda un instante-, que hemos hecho el cambio. Después de que el imbécil se pasease por Lund’Mulhingar y casi le cortasen la cabeza, Julia y yo tuvimos algunas... conversaciones -Frunce el ceño-. Y decidimos que era hora de mandar a la USAC a hacer puñetas y venir a Eel... Y una de las razones fue porque -Y carraspea, para a continuación poner voz de pito- “¡Quiero que sea Ewe la que atienda mi parto! ¡Si no va a hacerlo ella, entonces lo hago yo sola!”. Lo cual es una idea estúpida porque, sin intención de ofender, la situación sanitaria es una de las pocas cosas que están bien en Lund’ Mulhingar... Si tienes dinero.

-Si tienes dinero -Eweleïn asiente.

-Si tienes dinero -Y Ezarel lo dice también. ¿Qué pasa, están los tres metidos en una secta o algo? ¿Qué tienen en contra del sistema sanitario de Lund’Mulhingar?-. Hablando de dinero y de cosas sanitarias, luego te tenemos que poner al día porque hemos visto un fantasma -El hombre frunce el ceño y va a hablar, pero Eweleïn le interrumpe.

-Antes de eso -Carraspea-. Me siento honrada de que me quiera a su lado en un momento así... Y, no te preocupes, sé que esto no es un hospital de Lund’Mulhingar, pero me encargaré de que todo salga perfecto para ella y el bebé.

-Más te vale... -Juraría que la sombra del hombre se vuelve un poco más oscura cuando habla... y humeante... eso no es normal.

-Tranquilo que no va a ser ni de broma el primer parto que atiendo -Ella alza una ceja-. Aunque sí el más... personal, quizá. ¿Habéis pensado algún nombre?

-Hmm... -El hace el gesto de pensarlo- Si es un chico, creo que Zacarías es un nombre bastante...

-Que te. Follen -Ezarel se dirige a él con una doble peineta, y el conserje responde de la misma manera y con una amplia sonrisa.

-¿Cómo te crees que ha conseguido tener un crío si no? -Interviene Nevra, haciendo que al conserje se le escape una carcajada.

-Venga, venga; ya vale... -Miiko golpea un par de veces el suelo con su bastón, llamando la atención de la gente- Niños, niños... -Suspira- Nos llegó una carta aquí de Andrée mientras vosotros estabais en Fenghuang... Que ahora hablamos de eso, pero imagino que todo ha ido bien, de primeras -Ewe va a abrir la boca para explicarle lo muy bien que ha ido todo, pero Valkyon prudencialmente se la tapa para que Miiko al menos tenga la oportunidad de hablar porque si no no vamos a acabar nunca-. Nos indicó que tenía interés en volver a entrar a la Guardia; sorpresa, aparentemente es un ex-miembro, y no hemos podido negarnos... Así que aquí está.

-Hola -Saluda él.

-Y a partir de ahora va a ser nuestro conserje y también nuestro jardinero... -Puedo escuchar un ticket siendo impreso en la cabeza de Miiko, a efectos de lo que se está ahorrando en tener que contratar a otra persona- Y le hemos cedido una casa en el refugio.

-¿Y por qué él tiene una casa y el resto una habitación triste y sin colchón? -Y ahí está Erika pinchando con el colchón, cómo no.

-A lo mejor porque los que venimos somos dos con un niño de camino -Andrée habla enunciando lo obvio, y Erika tiene que morderse la lengua-, que dudo que nadie quiera escuchar llorar en mitad de la noche. Y segundo, porque como soy un veterano, la Guardia me debe ciertos servicios.

-Veterano -Nevra alza la ceja. Tiene toda la pinta del mundo de que este hombre es de la Sombra, así que entiendo que le pueda llamar la atención.

-Aparentemente en sus tiempos de gloria, tuvo un papel bastante importante en la Guardia Sombra... -Miiko le mira con lo que parece intriga, pero el otro sólo pone cara de póker- Ayleen ha querido contarnos todas sus hazañas, pero él no le ha dejado.

-Si hubiera sabido que ella estaba aquí, me lo hubiera pensado dos veces antes de venir... -Parece arrepentido.

-Bienvenido a mi infierno personal -Ezarel se ríe de forma sarcástica.

-Eso tiene que ser... -Nevra ignora el intercambio para seguir mirando al hombre- ¿Antes de que Naytili se hiciera Líder de Guardia? Escuché que hubo un... incidente con el Líder anterior.

-Te equivocas -Él frunce el ceño-. No hubo ningún incidente. Lo que hubo fue un asesinato, hecho muy a propósito por una mujer que debería haber pagado el precio hace muuuucho tiempo.

-Me cae bien -Decreta Nevra.

-No sé si puedo decir lo mismo por ahora, pero me gusta lo poco que he leído de ese “Manual de la Sombra”...

-Bueno, ya podéis haceros amigos y uniros al club de fans de Naytili más tarde -Miiko se lleva un par de malas miradas con eso-, que esta reunión tenía otro propósito, y me gustaría llegar a él, si fuera posible. Eweleïn, Andrée...

-¿Podemos ir a ver a Julia? -Pide Eweleïn, ya dirigiéndose a la salida junto con Andrée- Oh, oh; tengo que contarte, Ezarel se ha echado novio, ¿te lo puedes creer?

-El rubito, ¿verdad? No me sorprende, de hecho ya pensé que estaban saliendo, me les encontré una vez durmiendo juntos... ¿quieres que te enseñe el dibujo que tengo de...?

Sus voces se pierden más allá del pasillo. Ezarel se queda murmurando nosequé de disolver algo (¿alguien?) en ácido, y es consolado por su novio cuando le da algunas palmaditas en la espalda. Miiko observa eso con ojos entrecerrados, y después mira a Erika.

-Estamos saliendo en una relación de tres -Anuncia ella, muy feliz al decirlo-. Por alguna razón a Eweleïn le gusta mucho decírselo a todo el mundo... -Su sonrisa vacila un poco- Y a veces se olvida de mí.

-Tengo... una cantidad de preguntas increíbles... -No eres la única, Miiko, no lo eres. Mira que enterarme AHORA de que a Leift también le pueden gustar los chicos...- Em... Luego le preguntaré a Eweleïn, supongo. Por ahora, que no quiero retrasar más todo esto, simplemente tenéis mi... enhorabuena, supongo... A ver si ahora dejas de tener tanto la cabeza en las nubes como la tenías, Leift...

-Bueno... -Él se sonroja, y eso a Miiko le hace sonreír.

-Es broma. En serio, me alegro por vosotros... -Mira a Ezarel y parece que va a decir algo, pero en el último instante se contiene- Bueno. Fenghuang, ¿qué tal?

-El templo ha colapsado sobre sí mismo y todos los fenghuangs han muerto -Informa Ezarel, con tono completamente neutro, y Miiko asiente.

-Excelente, justo como deseaba, es hora de que la Guardia de Eel tome el control de Eldarya... -Suspira- ¿Leift?

-Sin problemas -Él sonríe de forma suave-. Huang Hua llevó a cabo el ritual con éxito y después de las Tres Noches de la Paz no hubo ninguna incidencia, así que nos volvimos. Lo que sí, es verdad que partes del templo han tenido algunos... desperfectos, y hemos acordado con Huang Hua enviar manos y recursos al templo... Um, hemos hecho un cálculo estimado de qué es lo que necesitan, así que...

-Todo lo que podamos darle, se lo daremos -Leift asiente al oír eso-. Más tarde tú, yo, Simonn, Ykhar y Kero nos vamos a encerrar un buen rato en la biblioteca a echar cuentas, espero que estéis preparados...

-Una vez más, Miiko -Simonn pone cara de apuro-, yo no tengo la formación necesaria para-

-Shhh -Miiko simplemente le pone un dedo en los labios, Simonn se silencia de inmediato y se pone amarillo. Qué mono-. Asume la responsabilidad de ser un miembro de la Guardia Brillante, comesueños -Intenta morderle el dedo a Miiko, que rápidamente lo aparta y le mira con una cara que me dice que se está conteniendo la risa, así que él mira hacia otro lado con aire inocente-. Bueno... -Y consigue mantener la compostura cuando se gira hacia el resto- Imagino que el resto, todo bien, ¿no? ¿Qué hay de Feng Zifu, está bien?

-Perfectamente -Nevra levanta dos pulgares-. Entre Eweleïn, Karuto y la propia Huang Hua se han encargado de tenerle como un rey. Hay marujeo también entre él y Karuto pero creo que de eso no se ha enterado ni el propio Karuto.

-Bffff, me voy a poner las botas esta noche -Simonn sonríe.

-Y hablando de ponerse las botas, te hemos traído un montón de golosinas de fenghuang en nombre de Huang Hua -Anuncia Erika, y Miiko se pone a rezar no sé si al Oráculo o a Huang Hua-. La cocina allí es súper guay, Karuto y yo hemos aprendido un montón de cosas. Ah, y, eh, Huang Hua me ha pedido que te dé una carta de su parte, pero creo que me la he dejado en la bolsa, lo siento...

-Bueno, luego me la das -Ella parece satisfecha-. Gracias, Erika. Y gracias a todo el mundo, bueno. He de decir que estoy sorprendida por el hecho de que no haya ocurrido algo horrible... De hecho, hasta me preocupa, porque tengo la sensación de que cuando menos nos lo esperemos, se nos va a volver la suerte del revés y el universo nos va a pegar una guantada...

-No invoques al daemon -Ruega Valkyon, en nombre de todo el mundo.

-Ya, ya... -Miiko suspira- Bueno, que estemos alerta. Si nadie tiene nada más que decir, si queréis, lo dejamos aquí y ya me enteraré del resto de cotilleos más tarde...

Hace una pausa, esperando a ver si alguien tiene algo que decir, pero no tiene pinta.  Suspira, aunque por una vez no parece uno de esos suspiros cansados y rendidos que ella suele hacer normalmente.

-Muy bien. Aquí se acaba la reunión entonces, sois libres... Salvo tú, Hiiro. Quédate, por favor, quiero hablar un momento contigo.

Eso... da un poco de miedo, pero por una vez creo que va a ser algo bueno. Espero. Tengo una idea de qué es lo que va a querer decirme Miiko, influido un poco por el hecho de que me haya invitado a esta reunión... O bien me va a dejar volver al equipo, o bien tengo que preparar mi currículum para echárselo a El Titiritero.

La sala se va vaciando de gente, y el último en irse es Simonn, que antes de hacerlo me da algunos toques de ánimo en el hombro. Gracias...

-Bueno... -Ella toma aire- Estás vivo y no has resultado gravemente herido durante el desarrollo de la misión, lo cual para ti es sorprendente.

-Auch -Me quejo, pero sé que es verdad. Pero me quejo. Esta vez todo lo que se ha herido ha sido mi espíritu, pero supongo que eso no importa demasiado-. No te creas que a mí me gusta morirme, Miiko. No quiero problemas.

-Sí, sí... lo siento -Toma aire-. He estado meditando qué hacer contigo... He tenido algunas voces muy insistentes hablando a tu favor, ¿sabes? -Puedo imaginarme a quién se está refiriendo- Quiero hacerte algunas preguntas antes de decidir nada, ¿de acuerdo? -Yo asiento.

>>Lo primero... ¿qué es lo que pasa con tu corazón, Hiiro?

Que qué es lo que pasa...

-No... No es el mío -Admito-. Es el de Henry. Tuve un accidente en el mundo humano, y él... Fue para dármelo por lo que se... suicidó.

-Lo siento...

-Me hicieron un trasplante -Continúo hablando-. En Eldarya sé que no tenéis esa medicina, así que entiendo que a Eweleïn le pueda sonar algo tan imposible, pero es algo que de verdad se hace, y que a veces puede tener secuelas, otras veces no... En mi caso, como el donante era mi hermano gemelo, es... Es muy difícil que ocurra algo malo. Y cuando estuve en el mundo humano tomé todas las precauciones necesarias, y hace mucho tiempo que salí del periodo de riesgo, promesa. Quizá fuera una tontería ocultarlo, pero no... -Tomo aire- No quería que pasase esto. Que por una condición así se me dejase de lado. Y tampoco quería tener que hablar de Henry.

-Puedo entender eso -Asiente-. Siento haberte hecho hablar de eso, sé que es incómodo para ti... -Lo sientes mucho, Miiko, pero al final no dejas de hacerme este tipo de preguntas- La siguiente pregunta que tengo es... ¿cuál es tu objetivo en Eldarya? ¿Qué es lo que quieres hacer, mientras sigas aquí?

-Bueno... -Me lo pienso- Mi objetivo final es... volver al mundo humano -A pesar de que este mundo me ha dado muchas cosas... he perdido otras tantas. Quiero volver, aunque vaya a echar esto de menos-. Pero mientras esté aquí... -Suelto un poco más de aire- Quiero averiguar quién es El Titiritero. Por qué hace lo que hace, por qué usó a mi hermano así y qué se lo permitió. Y quiero vengar a mi hermano, así que también quiero pararle los pies...

No vengar su muerte, porque... Ya lo tengo admitido. No fue El Titiritero el que mató a Henry.

Pero sigo enfadado porque se atreviera a usarle, y que le usase para algo tan perverso. Eso es algo que no voy a dejar pasar. Es cierto que El Titiritero ha despertado mi curiosidad, sí, y he aprendido a tolerarle; también, pero ni por un segundo he perdido de vista la realidad sobre el tipo de persona que es.

-Muy bien... -Toma aire de nuevo- Última pregunta. ¿Puedes enseñarme tu mano izquierda?

Esa pregunta me pone nervioso. Mi herida ha estado... Rara últimamente. Aunque he conseguido recuperarme más o menos de lo peor (Memoria, la ruptura con Nevra, el encierro en la enfermería, la marginación social... Guau ha sido un mes intenso), sé qué aún sigo un poco tocado... Y también sé que lo de Shin ha sido un golpe bastante duro. Cada vez que pienso en él me siento fatal. Como ahora, ay.

A veces se abre. No demasiado, pero se abre. Otras veces simplemente la siento... Palpitar, casi, y eso me pone nervioso, porque siento que es una amenaza. Y luego hay veces que se porta bien y es como no estuviera... Pero yo sé que está ahí. Y eso es... aterrador.

Con todo eso en mente, intento parecer tranquilo cuando empiezo a desatar el protector de mi brazo (por qué, por qué, por qué me he puesto esta cosa... Ugh. Tanto me quejaba del traje de Nevra y ahora casi que lo he imitado... UGH) y me quito el guante de debajo.

Mi herida está... Roja. Y está. Pero está cerrada y, a cualquiera que no sepa del asunto, le parecerá una herida completamente normal y corriente. Inofensiva.

Extiendo la mano con la palma hacia arriba y Miiko se acerca a examinarla. Resisto su inspección visual con todo el aplomo que puedo, mientras ella busca... Algo, no sé, quizá algo que yo no veo.

-Sí... -La veo fruncir el ceño- Tienes la línea del corazón bastante corta. Es irónico.

-Já -Más por nervios que por otra cosa, suelto la risa.

-Hmmm, pero tu línea de la vida... -Entrecierra los ojos- Sí, supongo que tiene que valer. Hale -Se aleja un paso-. Enhorabuena, te levanto el cese.

Me pilla un poco por sorpresa, así que no sé qué decir por un instante.

-¿Y-ya está? -Eso es todo lo que se me ocurre decir.

-¿Qué esperabas, confeti?

-No hubiera estado mal -Alza una ceja. Levanta una mano para chasquear los dedos, y de repente a mi alrededor aparecen algunos brillos flotantes que se asemejan bastante al confeti-. Oh. Ah... Gracias. No por el confeti, por... Todo. Y por el confeti también -¿Quieres dejar de hablar del confeti, so memo?

-Sólo haz el favor de no morirte... -No te preocupes, no lo haré. Alguien se enfadaría conmigo si me ve aparecer allí demasiado pronto- Y... Si en algún momento sientes que la corrupción... Si la cosa se complica -Frunce el ceño-, díselo a alguien. A Eweleïn, a Alessa, Gèrard, Valkyon, Simonn; me da igual, pero a alguien. Que haya alguien que lo sepa.

-No es tan fácil -Intento no arrugar la cara-. Se esconde adrede. Cuando empieza a afectarme... Simplemente no me doy cuenta, incluso si me está creciendo un cristal gigante en la mano.

-Supongo...

Escucho de repente una voz en mi cabeza. La voz de un hombre, suave como el terciopelo, empalagosa como la miel.

"¡La Guardia de Eel está pensando que hay un traidor entre sus filas. Eres uno de los principales sospechosos así que, ¡ten cuidado!"

...

-Miiko, ¿piensas...? -Elijo mis siguientes palabras con mucho cuidado- ¿Piensas que puedo ser un peligro para la Guardia?

Se me queda mirando fijamente unos instantes. Parezco haberla pillado desprevenida.

-¿Sinceramente? -Hace una mueca- Pienso que todo el mundo es un peligro para la Guardia. Incluída yo misma por pensar de esta manera -Se agarra un brazo con la mano opuesta, casi abrazándose a mí misma-. Lo odio. Odio esa parte de mí. Pero no puedo evitarlo, hay... Hay tanto en juego ahora mismo, que casi todo me da miedo... Incluso si es gente con la que he trabajado durante años -Parece avergonzada al decir eso... Por un segundo soy capaz de empatizar con ella, y su dolor me duele-. Lo siento si soy... Una zorra.

-Miiko, por favor... -Sabe que me incomodó el término cuando lo usó la última vez, así que ahora ha vuelto a usarlo- No... No creo que lo seas. Quizá a veces piense cosas no del todo agradables sobre ti... -Algo sobre abrigos de pieles, en mis momentos más oscuros- Pero... Imagino que tendría que verme en tu posición para saber todo lo que pasa por tu cabeza. Quiero decir, estás ahí... Por algo. Se supone que tú eres la que sabe lo que está haciendo, así que... Tengo que confiar en ti y en tu juicio.

Algo en lo último que digo parece provocar una reacción en ella, porque su postura cambia un poco por un instante. Quizá haya pisado una mina sin saberlo.

-Sí. Bueno... -Carraspea- Me... me alegro de que vuelvas al equipo, Hiiro.

-Yo también. Gracias, Miiko. Intentaré hacerlo lo mejor que pueda.

A modo de agradecimiento, hago una inclinación, y ella me la devuelve así que yo se la devuelvo así que ella me la devuelve así que...

---

(Narra Ezarel)

-¿Es esto necesario? -Miro a Nevra y Valkyon, que a la vez me miran fijamente a mí.

-Oh, que si lo es -Al vampiro le aparece una sonrisa enorme en la cara-. VAYA que si lo es.

Apenas me ha dado tiempo a volver a mi habitación para deshacer el equipaje y darle a Taenmil una recompensa en forma de uvas élficas por el viaje que le he hecho pegarse de Fenghuang a Lund’Mulhingar y luego a Eel cuando de repente alguien ha venido a aporrear mi puerta con toda la intención de tirarla abajo, indignando mucho a Taenmil, y he escuchado el grito de:

-EZAREL REUNIÓN EXTRAORDINARIA DE LÍDERES DE GUARDIA EN LA CAFETERÍA, NO PUEDES ESCAQUEARTE Y PIENSO QUEDARME GRITANDO EN TU PUERTA HASTA QUE SALGAS, ¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA-

Y no me ha quedado otra más que salir. Al otro lado me he encontrado a Nevra gritando y a Valkyon sonriendo, y el último ha estado a punto de echarme sobre un hombro para poder arrastrarme consigo a la cafetería. Allí me han sentado, en la mesa de siempre, y al poco teníamos la primera ronda de bebidas delante y aquí estamos.

-Háblanos de Erika -Nevra habla con una sonrisa enorme que deja ver sus colmillos a la perfección.

-Sabes, hasta me pone contento que preguntes por ella -Admito-, porque por cómo grita Eweleïn parece que sólo esté saliendo con Leiftan.

-Lo ha admitido... -Valkyon parece verdaderamente sorprendido por mis palabras.

De acuerdo. Esto va a pasar lo quiera yo o no. Así que.

Agarro mi bebida, apurándola toda de una sentada, a tragos grandes y firmes; y después de estamparla de vuelta a la tabla empiezo a hablar.

-Sí, sí; estoy en una relación, sí, CON DOS PERSONAS, sí, UNA DE ESAS PERSONAS ES UN HOMBRE; que sí, que sí; en serio que sí esto está pasando: No, eso no hace que me sienta atraído hacia los hombres; no, no voy a afirmar ni desmentir ningún sentimiento hacia Erika; no, no se me ha ido la cabeza. Han sido las circunstancias que se han dado y, mientras que los detalles más íntimos de la relación nos conciernen sólo a los tres que estamos en ella (que sí, que somos tres, que sí, que hay dos chicos, sigo sin ser gay, Nevra), no me importa compartir el contexto con vosotros, siempre que nos guardéis el respeto a mí y a mis parejas (que sí-), y penséis dos veces antes de hacer bromas de mal gusto porque, sí, yo soy el primer imbécil en hacer bromas de mal gusto; pero sabéis que soy especialmente vulnerable en estos temas así que espero que, siendo mis amigos, ambos tratéis la situación con la delicadeza y sensibilidad que requiere.

Los dos guardan silencio y simplemente me miran ojipláticos.

-Alessa y Eweleïn me han hecho trabajar en cómo tengo que expresar mis sentimientos -Admito, entre dientes, intuyendo la segunda parte de su pregunta.

Otros segundos de silencio. Siento la garganta seca, así que voy a robarle su jarra a Valkyon, pero él la aparta rápidamente.

-Oh, no -Dice-. No vas a hacer eso. ... Enhorabuena.

-Enhorabuena, Ez -Nevra repite la palabra, aún sonriendo, pero con una sonrisa... menos siniestra.

Si tengo la cara roja es por el alcohol. Quiero otra bebida.

-... gracias. Que alguien vaya a por mi segunda ronda.

-Estoy en ello -Nevra se pone en pie, yendo con mucha velocidad hacia la barra.

Eso nos deja a solas a Valkyon y a mí. Le veo dar un par de tragos meditativos a su bebida, antes de atreverse a decir algo.

-Pues me... alegro por ti -Parecen costarle las palabras-. Sinceramente, no pensé que llegaría a ver este día, y no puedo decir que no esté sorprendido... Pero me alegro por ti, Ezarel. Espero que al fin puedas... Encontrar a alguien.

-Gracias, de nuevo... -Suelto aire, liberando tensión- Sé que es... raro.

-No tiene por qué serlo -Me gustaría enfadarme porque ya me veo venir la charlita motivadora, pero no puedo enfadarme con Valkyon. Habla con voz amable y comprensiva-. Posiblemente no sea fácil para ti... Imagino que para mí también lo sería entrar en una relación de repente. No es exactamente como tú, pero sabes que a mí también me cuesta a veces ser abierto con lo que siento... -Creo que eso es más bien porque el zumbado de su hermano le crió de forma que las únicas emociones que Valkyon reconoce son “coraje” y “adrenalina”, y ninguna de esas son emociones- Sé que ha sido difícil para vosotros tres, pero... Puedo decir que tanto Erika como Leiftan están muy felices con todo esto, y creo que tú también.

-... lo estoy -Hablo entre dientes, casi para mí, pero sé que él me escucha porque sonríe.

-Entonces eso está bien, por ahora -Se acomoda mejor en su sitio-. Quién sabe cómo vaya a desarrollarse todo, porque de ti me espero cualquier cosa... Pero intenta disfrutarlo mientras dure, sea lo que sea que lo haga. Nunca sabes cuándo puede caer un meteorito de la nada.

-¿Qué? -Le pongo cara rara, pero él me ignora para pegarle un trago a su bebida.

-¡Tu hidromiel! -Y entonces llega Nevra, dejando sobre la mesa mi segunda bebida- ¿De qué andáis hablando?

-Hablamos de que ahora le toca a Valkyon echarse novia -Cuando digo eso, el mencionado se atraganta un poco.

-No me hagas eso, Valkyon -Nevra le mira casi... asustado-. Va a ser raro si de los tres yo soy el único que está soltero...

-¿... qué tal tú, por cierto? -Para nada cambiando el tema de conversación, Valkyon hace la pregunta- ¿Cómo llevas lo de... estar solo?

-He conseguido no acostarme con nadie en Fenghuang -Valkyon y yo aplaudimos, impresionados-... a pesar de que no me faltaban ofertas. Creo que no entiendo del todo lo del celibato, pero... -Hace una mueca- Creo que me siento un poco mejor. Cuando la otra vez me acosté con Chloé... la bruja que estaba loca -Ah, ya. Me sorprende que se acuerde de su nombre-, lo hice más por despecho que por otra cosa. Y luego me sentí muy mal por ello, y... Como que sentí que había traicionado a Hiiro, y todo.

-Fue él el que rompió, ¿recuerdas? -Indico. Aún se la tengo jurada al humano por eso, aunque ya no voy a ir a escupirle en el ojo por ello... Pero eso no estuvo bien, no la forma en la que lo hizo al menos. Nunca había visto a Nevra llorar tanto. Y nunca me ha gustado ver a Nevra llorar. Y él no tiene por qué saber eso.

-Sí, pero... No sé... -Resopla- Es una estupidez. Bueno. Creo que, quizá, si me hubiera acostado con alguien me hubiera sentido así también, pero... No sé, es extraño... Pero desde que tuvimos nuestra conversación, como que... Creo que me siento un poquito mejor con todo el asunto -Se pone recto en su silla. Mírale, bien por él.

-La verdad es que todos queremos darte las gracias por eso porque era un poco incómodo ir con vosotros en grupo cuando estabais peleados -Digo-. Un poco divertido también, a ratos, como con la escena del tatuaje.

-Oh, Oráculo... -Se lleva una mano a la cara, avergonzado.

-¿Al final descubriste ya dónde lo tiene o qué es? -Le pico. Él pone mala cara y gimotea, lo que me hace saber que efectivamente no tiene ni idea.

-Oh, yo lo he visto -Valkyon habla sonriendo detrás de su jarra-. Es bastante... -Su sonrisa se ensancha más todavía- Bueno, no merece la pena describirlo.

-¡Estáis compinchados! -Acusa Nevra- Mírate, por eso te has puesto los pendientes otra vez, ¿¡a que sí!?

-¿No es eso por nuestro nuevo amigo Alessa?

Hay un poco de rifirrafe, risas, buenos ratos. La verdad es que agradezco un poco esto. Es verdad que inevitablemente vuelven a preguntarme sobre Erika y nuestra novedosa relación... También por Leiftan, pero de él no tengo mucho que decir.

No sé cómo sentirme del todo con respecto a lo que ocurrió en el comedor del templo. No voy a decir que me arrepienta, porque no lo hago, pero tengo sentimientos mezclados. Tampoco tengo muy claro exactamente por qué le dije que sí... La extenuación del día, el alcohol, o lo mal que me sentía por Erika, porque no quería hacerle lo mismo a él. Y... pasó lo que pasó, y ya está. Estuvo. Eh. Decente. Imagino. No tengo comparativa porque nadie antes había intentado partirme la espalda de esa manera. Sigo prefiriendo a las mujeres. Aunque supongo que como una experiencia de una sola vez ha estado bien... En realidad, ¿sabes qué? No me importaría un día de estos probar como tiene que ser ch-

-¡Cucú! -De repente, mi visión se interrumpe y arrugo la cara al escuchar la voz de la mujer que hay detrás de mí- ¿Quién sooooooooooy?

-Tienes tres segundos para quitarme las manos de encima antes de que te las corte.

-Ese es un nombre muy largo, ¿no? No tanto como el tuyo, pero casi. ¡Pero no, incorrecto! ¿Quién soooooooy?

La agarro de las muñecas. Intento quitármela de encima, pero... ¿P-por qué tiene tanta fuerza esta mujer? No come, está en los huesos, no debería... ¡Grrrr!

-¿Quién sooo~oooo~ooo~yyyy? -Canturrea sus palabras. Laodiolaodiolaodiolaodiolaodio-

-¡Ayleen!

-¡Muy bien, buen chico! -Me deja ir al fin, y detrás de sus manos veo a Nevra y Valkyon aguantándose la risa A MÍ NO ME HACE GRACIA- ¡Ten tu premio!

Siento sus labios en mi mejilla, y tan poco me gusta el contacto que pego un salto y de hecho me caigo de la silla hacia un lado, y la silla se viene conmigo al suelo. Nevra se echa a reír.

-Vaya -Ayleen parece impresionada. La veo incorporarse, pisando una pata de la silla para conseguir que esta se levante también mientras yo me quedo en el suelo-. Un poco exagerado, ¿no, Ezarito?

-Un día te vas a llevar una denuncia por acoso sexual... -Años llevo intentándolo y años me han estado ignorando.

En serio, no es gracioso. Si la situación fuera al revés y fuera un hombre proponiéndole a todo el mundo que se acueste con él y-Espera no, vanpiro esiten y Nevra también... Maldita sea. Miiko, te lo ruego, esto es la única cosa para la que no tienes que ser flexible, pon orden.

-Ay, que seguimos con eso... -Hasta el día de mi muerte- Vas a tener que unirte a Alessi, también está peleando esa misma cruzada -Un aliado inesperado, pero bienvenido-. Que si “mi conducta es inapropiada”, o que si “es una agresión sexual continuada hacer avanzadas en una persona que claramente te ha rechazado” -Lo es. Lo es, Ayleen, LO ES-. Hace un rato hemos estado discutiendo porque aparentemente hay, ¡toma ya!, personas a las que “no les gusta el sexo”... -Lo dice dibujando comillas en el aire.

-Em... esa gente existe, de hecho -Increíblemente, es Nevra el que sale a defender eso-. Se llaman “asexuales”, y no sienten atracción sexual.

-¿Pero eso es como una enfermedad, o...? -Ayleen decide incorporarse a la conversación... Sentándose en mi sitio, y cogiendo mi bebida. Ninguna gracia. En serio, ninguna gracia. No sé por qué la gente le permite que haga todas esas cosas y hasta le ríe las gracias...

-No, Ayleen, es... -Nevra frunce el ceño- Es una orientación sexual. Simplemente, no les gusta -Ella parece genuinamente confundida por el concepto.

-¿Tú no tienes otras cosas que hacer? -Cuestiono, poniéndome en pie al fin y colocándome detrás de la silla para empezar a empujarla con la esperanza de que así vuelque, pero ya sé de antemano que es una tarea fútil- Como... No sé, ¿leerte un libro, que es para eso para lo que te hemos traído?

-Es que es un libroooooo muy aburridooooooooo -Bosteza abiertamente-. Y además tampoco dice nada súuuuper útil, no sé por qué os estáis yendo a buscar un libro mugroso teniendo la biblioteca por ahí.

-Ah, sí, porque en la biblioteca tenemos justo enrollado un pergamino que habla sobre nuestro enemigo tirado por ahí... -Continúo empujando... Nada... Cómo puede pesar tanto esta muj-!!!

Me doy de bruces contra el suelo cuando de repente la silla se mueve sola y me tira al suelo. Por supuesto. Sus estúpidas plantas... Siempre tirándome al suelo... Voy... voy a matarla, juro que voy a...

-Pero no, hombre, no... -Se recoloca en su asiento, cruzándose de piernas de forma que termina reposando sus pies en mi espalda, siendo que aún estoy caído en el suelo, y hace girar MI bebida en su mano antes de darle un trago- No me refiero a esta de aquí, Ykharcita ya lo habría descubierto hace tiempo si no. Digo la otra, la grande.

-¿La biblioteca grande? -Valkyon la mira con duda, frunciendo el ceño, casi como si intentase recordar dónde está esa habitación... que no existe.

-No hay ninguna biblioteca grande en ningún sitio, Valkyon -Le digo, mientras me pongo de pie de una vez, y Ayleen me mira con lo que parece que es molestia.

-Sí que la hay -Objeta-. La grande, la del desierto. Vamos, que yo asumo que es grande, pero nunca he estado, el Oráculo me libre de acercarme a esa trampa mortal de arena...

-¿La biblioteca del desierto? -Nevra se echa hacia adelante- ¿De qué estás hablando?

-La biblioteca de... -Ella se interrumpe. Deja la bebida, y su sonrisa por un instante se desvanece- ¿Kaze no os habló nunca de la biblioteca del desierto?

Los tres intercambiamos una serie de miradas atónitas. ¿Tú has oído hablar de la biblioteca del desierto? No, ¿y tú? Porque yo tampoco.

-Ayleen -Casualmente me apoyo en la mesa a su lado, y no me molesta cuando la veo beber de mi vaso esta vez-, ¿qué es eso de una biblioteca en un desierto?

Ella se lo piensa por un instante, haciendo tamborilear los dedos contra la mesa.

-Llamadme a Miikito y Leifty, ¿sí? Vamos a tener una conversación larga...

---

(Narra Miiko)

-Que hay una-

-¿¡Desde cuándo-

-¿Pero por qué nadie nos ha dicho-

-AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA-

Es mi grito lo que se sobrepone a todo lo demás, pero el resto de la Guardia Brillante continúa gritando y discutiendo entre sí, mientras Ayleen observa el caos que transcurre en la sala del Cristal con una cara que me dice que se arrepiente de haber mencionado nada siquiera.

-Ya, venga, ya... -Leiftan se acerca a mí en actitud conciliadora- Miiko... Miiko. ¡VALE YA!

-S-sí -Me sorprende que me grite, así que dejo de gritar en el acto.

-Vale... -Suelta aire, y después se gira él mismo hacia Ayleen- Así que... La Guardia tiene una biblioteca privada con todo tipo de información secreta relevante que está perdida en algún lugar del desierto, y nadie nos había informado de ello...

-No está perdida, tengo las coordenadas si las quieres... -Ella habla con inocencia- Um... Se supone que es una biblioteca secreta que sólo conocen miembros de la Guardia Brillante... -Le lanza una mirada a Erika y Hiiro, a los que he querido llamar también a la reunión y, eh... No son miembros de la Guardia Brillante, bueno- Y, hasta dónde yo recuerdo, tendría que haber sido Kaze el que os tenía que haber informado de ello... Se me hace muy raro que no os hubiera dicho nada a ninguno, sobre todo Miikito y Leifty.

-Pues no... -Y Leiftan parece especialmente perturbado por ello. No me extraña, si hubiera una biblioteca secreta, él e Ykhar tendrían que ser las dos personas que lo supieran- Este... ¿qué tipo de información hay en esta biblioteca?

-No lo tengo muy claro, sólo sé que es información... que a la Guardia le conviene que esté escondida -Así lo dice, torciendo la boca-. No he ido nunca y, bueno, no puedo ir. Está... en mitad del desierto. No puedo ir al desierto.

-El desierto... -Una vez más, es Leiftan el que habla- Y... ¿en cuál exactamente está? -Sí, porque hay pocos...

-Como si lo supiera... -Se lo piensa- Te puedo dar las coordenadas, que como tú eres el friki de la cartografía seguro que te las sacas de memoria.

Efectivamente eso es lo que pasa. Ayleen tiene que hacer algo de memoria para acordarse (y espero que se esté acordando de verdad y que no se haya inventado los números, por favor), y Leiftan tiene unos instantes de mirar al techo y hablar para sí mismo en lo que hace matemáticas, hasta que...

-Está en el centro del desierto Darenn-Ah -Termina por decir-. Hacia el este de la Ciudad de Oro y, sí, muy metida en el desierto... No es un viaje de dos días, desde luego.

-Oh, genial, un viaje a Elsur... -Pongo los ojos en blanco.

-Hola, eeeeeh, ¿la versión para humanos tontitos? -Erika levanta la mano, necesitando una lección de geografía eldáryca.

-Elsur es un continente al sur -Explica Ezarel, porque el nombre despista-. Desde aquí sólo se puede llegar por mar, lo cual es ya una travesía porque la mayoría de sus costas están infestadas por piratas y todo tipo de gentuza.

-P-piratas... -Por alguna razón, a Hiiro le brillan los ojos cuando se pronuncia esa palabra.

-Es un sitio que está lleno de arena y terreno más bien inhóspito -Valkyon continúa la explicación, y me sorprende que hable-. La mitad del continente es sólo desierto, el desierto Darenn-Ah, que tiene todo tipo de peligros en sí, entre el clima, la falta de agua y las criaturas hostiles...

-Viajar a Elsur es una agonía -Suspiro-, y generalmente no lo hacemos mucho. No nos suelen llegar peticiones de allí porque, igual que los reinos élficos tienen su propia milicia, Elsur tiene su propio gobierno también... Porque, tan poco amigable es el sitio, que la única gente que vive allí es la que es lo suficientemente rica como para no tener que preocuparse por su supervivencia -Qué asco... de verdad qué asco... gente con dinero... Y la Guardia con las arcas vacías... Qué asco...-. De ahí la Ciudad del Oro, que si se llama así es por algo, y no sé si ese sitio es para nosotros más peligroso que el propio desierto en sí... No estamos en términos hostiles, pero no, um... Somos muy amigos.

-Antes la relación era mejor, pero hubo un... Incidente, digamos, hace bastantes años -Ayleen sonríe de forma ladina... ¿sabe algo que yo no sepa? Cuando yo llegué a la Guardia, las relaciones entre ambos ya eran tensas-. Aunque a lo mejor eso se ha arreglado ya. Quién sabe, podemos preguntar, y así tendremos vía libre para ir a la biblioteca sin causar un potencial desastre diplomático...

-No, nos gusta hacer la cosa por la vía difícil -Frunzo el ceño y me dirijo a mi equipo-. Coged crema solar, os vais al desierto. Hay que encontrar ese sitio y ver qué es lo que tiene dentro.

-¡Acabamos de llegar de Fenghuang! -Se queja Nevra- Miiko, por favor...

-Tsss, si sé que habéis estado de parranda... -Yo también quería haber ido a las Tres Noches de la Paz... Siempre hay ambientazo y comida por todos sitios- Pero bueno, venga. Os doy una semana... Así podemos terminar de organizar todos los asuntos con respecto a la ayuda que vamos a mandar al templo y además os doy tiempo a prepararos -Un viaje al desierto no es algo que haya que hacer de forma tan precipitada... Hay que darles muchas cosas para que puedan viajar cómodamente, y tenemos que buscarles un barco y... Oh, Oráculo.

-Una semana de descanso, qué generosa, Miiko -Ezarel no se puede morder la lengua, no.

-¿Te parece mucho? Si quieres te la acorto -Le devuelvo la pulla con una sonrisa. Él me sonríe de la misma manera-. Deja de quejarte, elfo. Disfruta de tu tiempo libre... -Y ahora mi sonrisa se vuelve pícara- Creo tienes la mejor compañía del mundo para hacerlo.

Refunfuña algo para sí, mientras que Erika y Leiftan ambos le miran con alguna sonrisa en la cara. La verdad es que me daba miedo cómo puede esto afectar a Ez, porque si ya me cuesta imaginarle en una relación, imagínate con dos... Pero parecen contentos, así que me alegro por ellos. Tss. Que lo disfruten...

... espero que les salga bien.

Miro a Leiftan, fijamente, mientras él comenta algo para Ezarel que hace que el elfo lance un sonido indignado y una protesta. Hay algo... Hay algo a él que es distinto. Desde hace un tiempo ya, lo vengo sintiendo. No sé si es bueno, no sé si es malo. Es... distinto.

He decidido confiar en Simonn dándole un puesto en la Guardia Brillante. Hiiro acaba de mostrarme su lealtad, enseñándome su herida. De mi lista de sospechosos, él es el único que...

...

No debería. Sé que no debería. Pero...

Leiftan termina de reírse y levanta la mirada hacia mí. Sus ojos verdes se cruzan con los míos.

-No te preocupes, Miiko -Dice-. Yo te ayudaré a organizar el viaje.

... Ya.

-Gracias, Leift -Intento sonreírle.

Qué guay. Qué chulo. Oooooh, cuántas ganas tengo de escribir todo esto <3<3<3<3 Títulos descartados son "Hiiro Allen y el secreto de las arenas", "A quién se le ocurre poner una biblioteca en mitad del desierto" y "Tengo arena metida en todas partes".

¿Qué podemos esperar del Capítulo 24?
>>Arena
>>DUDUDUDU DUDUDU DUDUDU DUDUDUDUDUDU DU DUDUDU DUDU no en serio se me ocurrió que quería escribir algo en el desierto por eso.
>>Valkyon se da cuenta de algo MUY importante de lo que ya nos habíamos enterado el resto
>>Más arena
>>¿Qué hace un chico como tú en un sitio como-NO, EN SERIO, QUÉ HACES TÚ AQUÍ.
>>Por fin va a ser relevante el hecho de que Hiiro es alérgico al oro
>>Anda, ¿Naytili tiene backstory?
>>En serio, mucha arena
>>Oh, noooo... Ooooooh, noooooo....... tú también no, con lo que molabas.....
>>Dos personas que no esperábamos se reencuentran con sus exes. Seguro que es divertido para todo el mundo.
>>Lucien.
>>PERO POR QUÉ HAY TANTA ARENA.

¿Tiene buena pinta? Espero que sí. A decir verdad, tengo muchos planes para este Capítulo... quizá lo parta en dos, como debí hacer con el de Lund'Mulhingar, o quizá lo deje en uno y a la aventura. ¡Ya veremos!

Sea como sea, nos vemos la semana que viene, a ver si con mejor tiempo (? Os mando muchos besitos, os doy las gracias por leer y os recuerdo que bebáis agüita, que ya sabéis que en el desierto hace calor. ¡Chao!

Última modificación realizada por Prirenna (El 05-11-2021 à 21h53)

Hooooola buenas tardeeees.

¿Sabemos todos qué día es hoy, verdad? Sí, seguro que sí... 11 de noviembre, 11/11, es...

... el cumpleaños de Niels, pero eso no le importa a nadie salvo a Gèrard. Un poco triste. Vamos a fingir que no están en bandos contrarios y que Gèrard le cocinó una tarta muy rica y que Niels sabía que Gèri le iba a hacer algo así que compró mucho helado y los dos pasaron una tarde muy divertida hasta que Gèrard se quitó la ropa revelando que en vez de ropa interior sólo llevaba un lazo de regalo y Niels le puso su chaqueta por encima diciendo que “Gèri, hace frío por estas fechas, sé que te gusta vestirte de corto pero cuida de tu salud, ¿sí? (Oh nononono por qué está desnudo noononono no mires que se va a pensar cosas raras nononononnononononononoSÍno- Espera, ¿quién le ha hecho-)”

Y así se escribe un capítulo especial en tres minutos (?)

Quería haber intentado hacer un cosplay de Niels pero a pesar de que llevo trabajando en él desde antes del incendio, no he sido capaz nunca de encontrar algo que me guste :) Beemov, dame gafas de aviador. Y gafas de sol decentes, por dios, que NO TENEMOS GAFAS DE SOL MALDITA SEA.

Bueno, eeejem, esta semana no hay comentarios así que pasamos directamente al capítulo (?

Capítulo 24.2.-

(Narra Hiiro)

Tomamos tierra en un puerto que no parece lo suficientemente grande para nuestro barco... Un muelle más que otra cosa. La gente que por allí pulula parece curiosa al ver el navío, algunos hasta se paran a mirar y todo.

Miiko se ha encargado de buscarnos una embarcación... Decente. Y entiendo el por qué, el viaje a Elsur ha sido más largo que el de Memoria, y el mar parecía menos manso... Creo, yo tampoco me he enterado mucho porque esta vez en vez de dirigir nosotros el barco, Miiko nos ha endiñado una tripulación un poco más experta que Leiftan, que es el único que sabe de navegación. Aparentemente, le preocupaba que nos asaltasen los piratas... Todo el mundo ha estado hablando de piratas todo el rato...

Y no ha venido ninguno. Ni una embarcación, nada, no hemos visto ni siquiera una bandera negra con calavera, no nos han tirado cañonazos, no hemos visto ningún pájaro de aspecto sospechoso sobrevolar el barco mientras nos hablaba con acertijos crípticos, no hemos recogido ninguna botella con un mapa del tesoro dentro...

Que, bueno, bueno, bien; digo, a nadie le gusta que pasen cosas extrañas en altamar, q-quién iba a querer que le asalten los piratas y le fuercen a unirse a su tripulación embarcándole en una vida de aventuras y placeres perversos para descubrir que su lugar en el mundo siempre estuvo en el mar...

-Pareces melancólico, Hiiro -Me sobresalta la voz de Alessa, que se ha asomado a la borda conmigo para sentir los últimos soplos de aire marino antes de que desembarquemos-. ¿Ocurre algo?

-N-no es nada... -Tengo que dejar de leer esos libros que me presta Eweleïn...

Sorprendentemente, y aunque no es tampoco un miembro de la Guardia Brillante, Miiko ha dejado que Alessa se una a la misión de la biblioteca. Aparentemente, Alessa le había pedido que le mandase de misión con nosotros en algún momento para poder observar nuestro comportamiento como equipo, o algo así (no me he enterado muy bien y a mí estas cosas me ponen incómodo), y ella ha accedido... Hay gente que ha cuestionado que quizá esta no sea la mejor misión en la que mandarle, con todo eso de la biblioteca súper secreta de la que nadie debería enterarse, y el hecho de que vamos a un desierto en el que sus habilidades de percepción quizá le incomoden más que le ayuden.

Miiko sólo se encogió de hombros y Ezarel tuvo que callarse la boca. Y digo Ezarel porque él es el único que protesta por estas cosas, al resto nos da igual quién venga. Bueno, Simonn también se ha quejado porque Miiko quería mandarle a la misión también, objetando que "Eres un comesueños, cómete todos los libros o algo", y él ha tenido que darle una larga charla sobre las diferencias entre cognófagos y comesueños, la importancia de una dieta balanceada y los efectos que el clima extremo (véase, el calor del desierto) pueden tener sobre los comesueños. Lo de siempre, vamos; no sé cuántas veces van a tener esa conversación hasta que Miiko se entere de que generalmente no es buena idea sacar a Simonn de casa.

-He de decir, no voy a echar de menos el barco -Alessa continúa hablando-. No era lo que esperaba. Pero a ti sí te ha gustado la experiencia marítima, ¿cierto?

-Bastante -Admito. Por lo que ha dicho él, era su primera vez en barco... Y no ha dejado de marearse el pobre-. Imagino que no tiene que ser lo mismo si no puedes ver el mar...

-Esa es una de las pocas cosas que sé que me estoy perdiendo -Se ríe un poco. No parece para nada resentido por su condición, y por lo que he ido aprendiendo, le sienta peor que la gente intente dar rodeos sobre ello a que simplemente se hable de ello... Así que creo que hasta aprecia cuando haces observaciones sobre ello-. Junto con eso de "el brillo en los ojos de la gente", ¿es verdad que a la gente le brillan los ojos cuando se emociona?

-No realmente -Me lo pienso-. A lo mejor, uh, como abren más los ojos pues parece que sí tienen más luz, pero los ojos no... Brillan. Diría que es más una frase comodín que usan los escritores cutres para indicar que algún personaje está sintiendo emociones fuertes.

-Huh -Reflexiona sobre ello-. Bueno, en ese caso, "Tras los cristales teñidos de sus gafas, sus ojos brillaron con el deseo de bajar del barco, ansioso como estaba de dejar atrás la sensación de náusea y el olor a salitre"... ¿Qué tal así?

-Algo así -De verdad que le gusta poco el mar, eh...

La tripulación prepara el desembarque, y poco a poco vamos bajando todos del barco con nuestras pertenencias, algunos con más prisa que otros. Además de Alessa, Ezarel es el otro con más ganas de abandonar el barco, mientras que el resto nos lo tomamos con más calma... Leiftan y Valkyon se quedan los últimos para hablar con el capitán (que no tiene ninguna pinta de pirata siquiera... Ni pata de palo, ni garfio, ni parche en el ojo, ni loro, ni...), despidiéndose de él hasta cuando sea que vayamos a volver por aquí, una vez hayamos regresado de nuestra excursión al desierto.

Una vez terminados los asuntos con el capitán, ambos se bajan, y ya estamos todos.

-Pues aquí estamos... -Es Nevra el que habla- En, eh... -Mira alrededor- No en la Ciudad de Oro, desde luego.

-Estamos en Port Huaria -Explica Leiftan, sacando un mapa de su muy abultada mochila para poder señalar algo a lo que todos prestamos atención-, un poco más al norte del desierto y más lejos de nuestro destino que la Ciudad de Oro, pero es un sitio más... Discreto.

-Porque como la Guardia se lleva mal con esos tipos, es mejor si no se enteran de que estamos cerca, ¿no? -Pregunta Erika, y Leiftan asiente.

-Efectivamente, como has dicho nos conviene ser lo más discretos posibles... -Guarda el mapa de nuevo, y luego mira más allá del puerto hacia la ciudad... Por la gente que se nos ha quedado mirando, no sé si somos especialmente discretos- Erhm... Vamos a tener que pasar al menos un día aquí reuniendo información y preparándonos para el viaje. Posiblemente necesitemos monturas adecuadas para el desierto, muchísima agua y, bueno, necesito que alguien me hable un poco de Darenn-Ah antes de lanzarnos a la aventura... Quizá hasta necesitemos un guía para enfrentarnos a sus dunas.

-Te estás tomando esto en serio, ¿eh? -Comenta Ezarel, a la vez que se abanica con una mano. Hace bastante calor, así que no le culpo...

-Al desierto hay que tomárselo en serio -Leiftan responde frunciendo los labios-. Hay... muchas cosas muy peligrosas.

-¿Recuérdame por qué no podemos subirnos todos a lomos de nuestro dragón gigante y surcar el desierto por el aire en medio día?

-¿Recuérdame por qué estamos intentando no llamar la atención a nuestra biblioteca supersecreta y sobrevolar el desierto a lomos de una criatura gigante que se supone que está extinta no es una buena idea?

-¿Me puede recordar alguien quién le ha preguntado su opinión al dragón? -Valkyon hace una mueca- Una cosa es llevar a una o dos personas, pero con tantos...

-Disculpa, Valkyon -Leiftan suspira-. Bueno... Tenemos que provisionarnos. Si os parece, voy a dividir las tareas que tenemos que hacer para que nos ocupe menos tiempo, ¿sí?

-Yo me encargo de comprar protector solar -Nevra bufa, mientras se aparta el pelo de la cara de forma indignada-. No me gusta nada cómo está el asunto... Mirad a Ezarel, se está asando como un pollo dentro de su abrigo.

-Tu madre se está asando... -Responde con tono indignado, pero...

-Ezarel, todos te estamos viendo sudar a mares -Señalo, porque hasta me agobia un poco verle con tantas capas de ropa-. Da un poco de asquito, de hecho.

-Mira quién habla... -Sí, yo también me estoy asando de calor, pero al menos yo no lo niego...

-Oooh, ohh -Erika da unas palmadas entusiasmadas-, ¿¡eso significa que tenemos que comprarnos ropa para el desierto!? ¡Podemos ir todos a conjunto! -Ezarel se lleva una mano a la frente, pero al sentir el sudor rápidamente la despega de ahí, y yo me anoto un punto en mi marcador personal antes de tener que ir a limpiarme mi propia frente... este es uno de esos extraños momentos en los que no echo de menos mi flequillo.

-No sería una mala idea -Leiftan asiente-. De acuerdo, Erika, tú te quedas a cargo de eso junto a... Eh, Hiiro, el equipo terrícola -Oh, no... Leiftan, no, yo soy LA ÚLTIMA persona a la que quieres mandar a comprar ropa...-. Nevra, búscanos las monturas; Valkyon está a cargo de las provisiones; Ezarel y Alessa buscad un lugar en el que podamos hospedarnos al menos por hoy...

-¿N-no vamos a dormir en el barco? -Alessa parece hasta emocionado por ello...

-A menos que tengas muchas ganas de ello...

-N-no. A buscar hospedaje. Entendido... -Deja escapar un sonido nervioso- Esta va a ser mi primera misión con la Guardia, así que... Aunque no sea algo ordinario, me hace ilusión.

-Es verdad que lo es... -Nevra sonríe de forma atr-uh, eh, aaaah, pícara- Soy tu Líder de Guardia, así que no me decepciones.

-Intentaré que no -Se ríe, y en su sonrisa se ve que sí que parece hacerle mucha ilusión todo el asunto. Me alegro por él.

Cada uno nos separamos en una dirección distinta, y yo acabo yendo con Erika pues, en búsqueda de una tienda de ropa. La ciudad no parece especialmente grande, y a pesar de que Miiko nos dijo de que aquí vivía sólo gente con dinero, tampoco aparenta haber tanta fortuna en las calles. Quizá este sea un sitio más... Modesto, al menos en comparación con otro lugar que se llame a sí mismo la “Ciudad de Oro”... Huh, me estoy acordando, ¿no quería mi padre irse de vacaciones a algún sitio con ese nombre en España? No sé, la verdad es que hemos ido allí muchos veranos, pero siempre a un sitio distinto... No sé qué obsesión tiene mi padre con España si al final es siempre la misma playa abarrotada con gente gritando por todos sitios que si "Me cago en la puta sombrilla de los huevos" o si "Niño me cago en dios que como me llenes la toalla de arena otra vez te arreo"... Sea lo que sea que signifique eso, no sé. Al menos las patatas bravas están buenas.

Preguntamos en las calles a ver dónde podemos hacernos con algo de ropa, y aunque nos dan indicaciones al final nos acabamos perdiendo entre las callejuelas y terminamos en un sitio completamente distinto pero que venden ropa igual, donde nos atiende una mujer muy simpática de piel amarilla y varios pares de brazos. Es ahí donde descubrimos que Purriry nos estafa con los precios, y también que el problema de Erika con la ropa es peor de lo que pensaba.

-No, Erika -Viendo el conjunto que escoge, frunzo el ceño y me pongo firme con ella y la obsesión de todo el mundo de ir enseñando más carne de la necesaria aunque se supone que deberíamos estar protegidos porque no dejamos de meternos en peleas-. Ni Orchid dancer ni puñetas, [/i]orchidon't[/i]; ¿de verdad te parece buena idea ir en lo que básicamente es un sujetador por el desierto?

-Pero me cubre los brazos... -Intenta defenderse, enseñándome las mangas que extrañamente no van añadidas al top, sino que son una prenda aparte casi como si quisieran que te gastases más dinero- Además es muy lindo... ¿Qué quieres, que vayamos todos vestidos como en Lawrence de Arabia?

-Esa es una referencia demasiado antigua para cualquiera de nosotros... -Funzo el ceño.

-¡A mi padre le encanta esa película!

-A mi abuelo también -Es... no es mala, pero es antigua. Bueno, que me distraigo-. Pero sí, que si van cubiertos de pies a cabeza es por un motivo, Erika... -El SOL, debe ser que aquí la señorita nunca ha sufrido los efectos de no echarse la suficiente crema... Auch.

-Estás picado porque te recuerda al vestido que Draz te forzó a ponerte en Latteria -Se burla, sacando la lengua.

-N-no... -No había pensado en ello, pero ahora que lo dice...

-Bueno, yo me lo voy a comprar igual -Dice eso, y la dependienta aplaude muy contenta cuando lo escucha.

-Estupendo, cariño... -Sonríe, dientes afilados rodeados de pintalabios morados- Pero tu amigo tiene razón, si lo que queréis es viajar por el desierto, vas a necesitar ponerte algo por encima... Parece que me vais a comprar bastantes cositas, así que eso te lo añado yo porque me caéis bien, ¿vale? -Le guiña un ojo, y Erika se ríe.

-¡Muchas gracias! -Purriry, estás perdiendo a tu clienta más fiel...- Dime, ¿tienes algún vestido para él?

-¡No quiero un vestido! -Me quejo.

-Los kimonos que te pones son más o menos lo mismo...

-¡Son muy distintos! -Es verdad que, ahora que llevo mi yukata en vez de mi muy caluroso kimono, podría cuestionarse la diferencia... Pero aún así, son dos tipos de prenda completamente distintas.

-Ponerse un vestido no es nada malo... -Ella sigue a lo suyo- La ropa no tiene género.

-Disculpad que intervenga... -Una vez más, la dependienta habla, apoyada sobre el mostrador con dos de sus brazos mientras con el resto gesticula- Mientras es cierto que la ropa no tiene género, las personas tienen todo el derecho a validar su expresión de género a través de ellas... No todo el mundo percibe su identidad como vosotros lo hacéis, hay algunos que... -Sonríe un poco más, ahora el gesto parece tener otra intención- Hemos tenido que experimentar mucho para llegar a entendernos a nosotros mismos. Y la apariencia... las ropas, el peinado, maquillaje, perfume... Es en muchas ocasiones el primer paso. Así que... Que no os intimide explorar nuevas posibilidades y experimentar con vuestra expresión y vuestra propia identidad, si lo creéis conveniente... Pero si no creéis que esto sea necesario, y os sentís identificados ya con un tipo de expresión, entonces tampoco debéis dejar que nadie os fuerce a aventuraros en algo que os haga sentir incómodos. Hay que respetar todas las identidades, incluso también a las que son normativas.

Sus palabras hacen que Erika y yo guardemos silencio... Me siento un poco avergonzado ahora. Entiendo que esta persona no debe ser cisgénero, así que espero que nuestro rifirrafe no le haya incomodado.

-Qué, uh... -Algo incómodo, carraspeo- ¿Qué pronombres usas?

-Femenino, cariño -De acuerdo... Espero que eso no haya sido demasiado directo, ¿esto se hace así...?

-Yo, uh, uso masculino, gracias -Ella asiente-. No, um... No tengo nada en contra de los vestidos, ni el maquillaje, ni las cosas típicamente femeninas, pero no... -Frunzo el ceño- No me gusta que se refieran a mí como una mujer, ni que intenten asociarme con rasgos o con ideas... Típicamente femeninas -Como si en vez de ir a una escuela de hombres, debería haber ido a una de mujeres, o si en vez de usar un uniforme masculino debería haber llevado falda, o tantas y tantas bromas que se han hecho al respecto en parte por mi sexualidad y en parte porque mi cuerpo no es... Eh... No soy Valkyon, vamos, y jamás voy a llegar a serlo-. Soy un chico. Y me gusta que se me trate como tal. Y, uh, quizá por eso me pongo un poco a la defensiva cuando se trata de vestirme con algo... Que se sale de lo normativo.

-Y eso es perfectamente válido -La dependienta asiente.

-Lo siento... -Erika se disculpa también con aire un poco incómodo- No lo... Hacía con esa intención. Simplemente es que me acuerdo que estabas muy mono con ese vestido y pensé que quizá podría conseguir que te pusieras otro...

-Podemos intentarlo -La dependienta sale ahora de detrás del mostrador y se dirige a alguna de las secciones de la abarrotada tienda-. No todo tiene que ser blanco o negro, rosa o azul... Hay tantas y tantas opciones -La veo seleccionar algunas prendas, antes de girarse a mí-. Si lo que quieres es estar "mono", entonces no te preocupes que de eso me encargo yo... Hombre, mujer o cualquier persona, mi trabajo es que salgas de aquí con una sonrisa en la cara -Me presenta una de las prendas, un top azul que yo no diría que sea exactamente masculino, pero bueno...-. ¿Qué me dices? ¿Quieres probar cosas nuevas?

Erika me mira emocionada, pero sin decir nada... De verdad, no entiendo por qué tanto entusiasmo porque me ponga un puñetero vestido. Odio, de verdad que odio, ir de compras. Termino por suspirar con resignación.

-De acuerdo, probemos...

Al final termino por ceder, y más o menos sigo las recomendaciones de la dependienta e ignoro el entusiasmo de Erika hasta que al final encuentro algo que nos deja contentos a todos... No es tanto femenino sino más bien andrógino, y aunque lo del ombligo al aire no es del todo lo mío, al final la dependienta nos acaba dando un crash course en ropa del deierto y en cómo taparse para que no entre ni el sol no la arena y entre telas de lino y accesorios prietos al final terminamos ambos a prueba de desiertos.

-Estar en mitad del desierto no es excusa para no ir a la moda -Nos dice la dependienta, con una risa-. Quién sabe, a lo mejor encontráis un ifrit y debéis seducirlo para ganároslo, o quizá os crucéis con un grupo de shaendels festejando y queráis uniros a ellas... -Lleva una mano a su barbilla- Ahora que lo pienso, creo que precisamente es la temporada de sus... ritos, quizá las veáis.

-¿Qué son todas esas cosas? -Pregunta Erika. Yo sé lo que es un ifrit, pero con lo otro estoy más perdido- Son, eh... ¿peligrosas? -Se nos queda mirando fijamente unos instantes.

-Que sois forasteros es evidente, pero vaya, va a ser que venís de más lejos de lo que yo pensaba... -Si tú supieras...- Créeme, un grupo de shaendels juerguistas es de lo último que tenéis que preocuparos... Pero el desierto Darenn-Ah es muy peligroso, querida, y eso debéis saberlo antes de adentraros en él. Las criaturas del desierto son peligrosas en muchos sentidos... Los que viven allí han tenido que adaptarse a las duras condiciones: Algunos lo han hecho a través de la ilusión y el engaño, y una vez que caes en sus trampas no tienes salida; otras criaturas simplemente surcan las arenas en busca de una presa y... No suele haber mucha comida en el desierto, así que están siempre hambrientas...

El tono siniestro en el que lo dice y la poca iluminación de la sala hacen que... A pesar del calor agobiante, de repente siento frío, y mi cuerpo responde a la sensación con un escalofrío...

-Pero no os preocupéis, no tiene por qué pasar nada -Sonríe una vez más, pero sus dientes afilados ahora me dan un poco más miedo que antes-. Siempre que tengáis un buen guía, claro.

-¡Lo tenemos! -Erika lo dice sin ningún miedo- El mejor que podríamos tener.

-No me digas -La mujer vuelve a reírse-. En ese caso, nada que temer... Aún así, estaré rezando porque tengáis un viaje seguro. Al haham man hekeh -Dice la frase en tono solemne.

-¿Y eso significa...? -Pregunto, dudoso.

Ella apoya un codo en el mostrador, y apoya la cabeza en su mano, mientras que otras dos de sus manos se juntan en lo que parece ser una postura de oración, o similar.

-Que las arenas os sean piadosas.

---

No sé si he terminado de quitarme el mal cuerpo que se me ha quedado de la tienda de ropa cuando volvemos a llegar a la plaza de la ciudad, donde nos encontramos con Alessa sentado al borde de una fuente, haciendo lo que deba ser su versión de mirar a la nada y rodeado de pájaros a los que parece no molestarle su presencia. Una vez nos acercamos, sin embargo, los pájaros son rápidamente espantados por Erika cuando trota a su lado.

-¡Hola! -Saluda- ¿Y Ezarel? ¿Habéis encontrado un sitio para quedarse?

-Sí... -Él asiente, poniéndose en pie- Está junto a Nevra y Valkyon en la posada... Me ha mandado quedarme aquí para poder guiaros a ella. Imagino que no habéis visto a Leiftan, ¿no?

-No...  -Erika hace una mueca- Bueno, uh, ya llegará. Esta ciudad es... Rara, hay muchos recovecos por todos sitios. Espero que no se haya perdido...

-Quizá alguien le haya asaltado en las calles desconocidas y esté desangrándose en un callejón sin nadie que pueda socorrerle... -Las palabras de Alessa hacen que Erika y yo le pongamos mala cara- Era broma. Perdón. Un poco de mal gusto. Es, eh, ese es el tipo de novelas que me he dedicado a leer durante el trayecto, Gèrard me ha prestado sus... Eh... -Carraspea, incómodo. He leído los libros de Gèrard, sé a lo que se refiere...- ¿A la posada?

-A la posada, por favor... -Erika no parece especialmente entretenida por la broma. No puedo culparla.

A la posada que vamos, y el hombre que hay en el mostrador de la entrada parece muy aburrido con la Guardia de Eel a juzgar por cómo nos mira. En el piso de arriba, donde están las habitaciones, puedo escuchar escándalo, y no me sorprende en lo absoluto ver a Ezarel y Nevra gritándose cada uno desde una habitación distinta con las puertas abiertas, mientras Valkyon está en mitad del pasillo con la cara de un niño al que no podría importarle menos el divorcio de sus padres, sólo quiere que dejen de gritar.

-¿A qué viene tanto grito? -Se me ocurre preguntar.

-Están decidiendo la asignación de las habitaciones... -Valkyon suspira de forma aburrida- Hiiro, ¿dormirás conmigo? -Sí, bueno, supongo...

-¡Me pido a Alessa! -Grita Nevra desde una habitación.

-¡No te pides a Alessa, YO me pido a Alessa! ¡No quiero dormir con Leiftan! -Así llega la respuesta, también a gritos.

-Ah, la maldición que es ser popular... -Alessa se lleva una mano a la frente con aire dramático- Esto lo solucionamos rápido: Vosotros dos dormis juntitos y yo dormiré con Leiftan... -Se gira hacia Erika, que tiene una pregunta obvia pintada en la cara- Tú duermes sola, me temo...

-Tengo DOS novios y no puedo dormir con ninguno de ellos, guau -Lo dice con ironía, pero tampoco parece molestarle mucho. Dándoles a Alessa y Valkyon sus bolsas de ropa y a mí dejándome la de Nevra, veo que se acerca a Ezarel-. Y hablando de novios, ¿qué tal me queda esta ropa, hm?

-Eeeh... -Ezarel la mira por un segundo antes de mirar en dirección contraria- Es, eh... Liviana.

-¿Pero me queda bien?

-E intrincada.

-¿...pero me queda bien?

-Y, eh-

-Ezarel.

-S-sí...

Eso nos hace sonreír un poco a todos, especialmente cuando el elfo se ruboriza con aire visiblemente incómodo por tener que verse forzado a piropear a su novia. Es... raro aún, diría, la idea de que estos dos estén en una relación, pero Ezarel parece más tranquilo con respecto a todo de lo que yo pensaba... Quizá esto signifique que el elfo ha... espera... ¿Madurado y crecido como persona?

Me burlo de ello, pero sinceramente me alegro de que Ezarel al fin haya decidido esforzarse. Es muy obvio que le está costando un poco, pero tampoco es que parezca especialmente miserable cada vez que Erika se acerca a pedirle atención, como está haciendo ahora.

Me acerco a Nevra con la bolsa de ropa y se la doy, aún reflexionando sobre ello. Cuando la coge de mis manos, veo que se me queda mirando unos segundos.

-Tú también te has cambiado de ropa -Señala. Sí, lo he hecho...

-Ningún comentario sobre la falda -Ruego, con un suspiro.

-De acuerdo -Le veo sonreír otra vez de esa forma... pícara-. El resto del conjunto también te queda bien.

Casi siento una aguja perforarme el pecho con sus palabras. No... No hagas eso, Nevra.

-Gracias -Respondo con cortesía, y después me alejo hasta el pasillo de nuevo-. Um, Valkyon, ¿cuál es nuestra habitación? Quiero dejar mis cosas y quizá después baje a por algo de beber, hace mucho calor aquí...

-Quizá te acompañe con esa bebida -Valkyon señala la puerta que nos corresponde, y para allá que voy dejando atrás al resto de la gente en el pasillo-, aunque imagino que primero tendré que cambiarme yo también... ¿Quién iba a decir que vestir con armadura cuando el sol pega de pleno es mala idea?

Y lo dice el psicópata al que le gusta entrenar todos los días al mediodía y que como es medio lagarto tiene la sangre fría, así que imagina cómo tenemos que estar el resto...

Total, que se cambia de ropa y luego ambos bajamos a tomar algo, junto a Nevra y Alessa que nos acompañan, y ellos dos comparten alguna bebida de la zona mientras yo disfruto de un zumo de frutas exóticas que sabe a... Muchas cosas a la vez, no estoy muy seguro del sabor pero sospecho que a Henry le gustaría... Al final se nos acaban uniendo también Erika y Ezarel... Sólo nos falta uno.

-Quizá le haya atrapado un grupo de esclavi-

-Alessa, por favor -Erika le corta, Alessa se ríe para sí-. Um, ¿debería estar tardando tanto?

-¿Taenmil? -Ezarel grita el nombre del pájaro en dirección a la ventana más cercana. Pasan unos instantes y no ocurre nada, así que se encoge de hombros- No ha venido esta vez así que no puedo mandarle a buscarle. A los alfeli no les gustan los climas secos.

-Es un adulto responsable, ya vendrá -Nevra juega con su vaso mientras habla-. Conociéndole, posiblemente se la haya liado algún comerciante de la calle y le esté intentando vender una alfombra mágica voladora o algo así...

-Quizá no deberíamos haberle dejado por su cuenta... -Erika musita sus palabras entre dientes.

Y justo en ese momento de repente la figura de Leiftan aparece por la puerta, mirando en todas direcciones hasta que nos localiza y se acerca a nosotros con una sonrisa. Viene cargado de todo tipo de cachivaches... Pero ninguna alfombra, no.

-¡Hola! -Saluda- He tenido que entrar en todas las posadas de la ciudad hasta encontraros, ¿no habíamos acordado en encontrarnos en la plaza? -Todos nos giramos hacia Alessa, que se suponía que era el encargado de eso... Aunque a todos se nos ha olvidado, la verdad.

-Eeeh... Perdón -Así se disculpa, en tono tímido y parece que algo avergonzado.

-No pasa nada... -Suspira un poco antes de dejarse caer en la silla que Erika había dejado a su lado para él, en seguida cogiendo la mano que ella le ofrece- ¿Habéis comido ya? Si no, he escuchado algunas recomendaciones por la ciudad...

-¿Dónde has estado exactamente? -Nevra, al otro lado del recién llegado, agarra la bolsa que ha dejado en el suelo para empezar a hurgar en ella- ¿Y todo esto es...?

-Útiles de supervivencia y algunos otros objetos interesantes -Anuncia, muy satisfecho-. He encontrado una navaja multiusos Wegner de 83 funciones, ¿no es fascinante?

-¿Una khé de khé? -Ezarel le mira como si acabase de insultar a su familia.

-Creo que se refiere a esto... -Nevra saca algo de la bolsa, un artilugio que... No tengo muy claro si es una navaja suiza o un acordeón... Menudo armatoste.

-Efectivamente -Leiftan coge su navaja, muy contento, y empieza a sacar cosas de ella-. Fue el primer modelo que introdujo su propia caja de herramientas dentro de la navaja...

-¿No se supone que la cosa de las navajas multiusos es que sean compactas y fáciles de llevar? -Se me ocurre preguntar. Eso hace que Leiftan ponga cara de duda por un instante.

-Um...

-¿Un catalejo? -Nevra sigue sacando cosas de la bolsa- ¿Teniendo a un elfo entre nosotros?

-B-bueno...

-Un kit para encender hogueras, cuando tenemos al menos a tres personas que pueden crear fuego instantáneamente...

-Cuatro, si me dais una manzana -Me ofrezco, y creo que Alessa me mira con extrañeza por un instante.

-Y estos... Libros -Nevra saca un montón de tomos de aspecto impresionante, y Leiftan lanza un sonido de agobio-. ¿Qué se supone que-

-¡No!

Leifan grita cuando a Nevra se le ocurre abrir uno de los libros, de cuyo interior sale un tentáculo ventoso que tiene toda la intención de ir a atacar al vampiro, salvo que con la advertencia de Leiftan tiene los reflejos necesarios para cerrar el libro en seco, cercenando el tentáculo y haciendo que este caiga sobre la mesa y se retuerza en un charco de tinta negra. Buagh.

Permanecemos unos instantes en silencio, mirando al tentáculo tener espasmos hasta que deja de moverse.

-... Aún tengo que desmaldecir esos libros... -Leift habla entre dientes, parece que avergonzado.

-Empiezo a entender por qué Miiko prefiere a Simonn para hacer los presupuestos de la Guardia -Comenta Valkyon, y Leiftan va a decir algo con mucha ofensa pero luego decide morderse la lengua.

-Ea, ea -Erika le frota un hombro en actitud consoladora-. No les hagas caso, Leift. Comprar antigüedades es muy divertido.

-Al menos no es una alfombra voladora, imagina dónde íbamos a meter eso... -Ezarel resopla- Dime por favor que no te has dedicado sólo a comprar cachivaches y que al menos nos has buscado un guía.

-Lo he intentado, pero no he encontrado ninguno... -Varias caras en la mesa se retuercen con eso- E-es difícil cuando no puedo decirles a dónde queremos ir o qué es lo que estamos haciendo en el desierto. Pero tengoooo... -Y agarra uno de los libros que hemos sacado antes- "Las mil y una arenas: Guía del aventurero - ¡Todo lo que necesitas saber antes de enfrentarte a Darenn-Ah!".

Por qué tengo la sensación de que ese libro está publicado por la editorial Acme... Nadie parece convencido del todo de la fiabilidad del libro, salvo el propio Leiftan, y la verdad es que después de haber hablado con la mujer de la tienda de ropa ahora mismo no sé si tengo demasiada confianza puesta en nuestro viaje por el desierto.

-D-dejad de mirarme así, estaremos bien, promesa... -Se ríe de forma un poco incómoda- No es mi primera vez viajando por el desierto, sé lo que me hago... U-um, Nevra, ¿qué monturas has conseguido encontrarnos?

-Ninguna, de hecho... -Desde el otro lado de la mesa, Ezarel le tira una bola de papel que imagino que sería una servilleta a la cara- ¡Auch! ¡Nadie alquilaba monturas para ir por el desierto, yo qué le hago!

-Pues sin montura, hala... -Leiftan suspira- V-Valkyon, tú nos has conseguido comida, ¿cierto?

-Eeeh, síiiii... -Ese es el "Sí" más inseguro que he escuchado salir de Valkyon en mi vida... Él carraspea- Con lo que Miiko nos dio en la Guardia y lo que he conseguido yo, deberíamos tener para... Un tiempo. ¿Cuánto exactamente se tarda en ir y volver a ese sitio?

-Depende de lo amable que quiera ser el desierto con nosotros... -Leift pone cara de pensárselo por unos instantes- A lo mejor tenía que haber comprado ese "banquete enlatado" que promocionaban, parecía una estafa, pero...

-Al final Hiiro y yo somos los únicos que hemos hecho bien nuestro trabajo -Presume Erika, orgullosa.

-¿Disculpa? -Ezarel responde a eso con mucha indignación, Erika le saca la lengua. Él devuelve el gesto y parece que Erika va a responder con algo un poco más elocuente, pero es interrumpida por Alessa.

-Salvo que el posadero nos está mirando mal porque llevamos una hora ocupándole una mesa y haciendo ruido -Dice-. ¿Quizá deberíamos pedir algo de comer? Leiftan, ¿cuál era esa recomendación que tenías?

-Eh, sí...

Al menos hay alguien entre nosotros que parece tranquilo, bueno...

---

A la mañana siguiente, salimos de la posada antes del amanecer. Es todavía de noche, así que Ezarel aún no es persona y Nevra es el que le tiene que arrastrar fuera, mientras que el resto nos vamos agrupando en la plaza frente a la posada, ya preparados... En mayor o menor medida, bueno, para lo que nos espera.

Todo el mundo se ha cambiado de ropa para el desierto, y ahora Ezarel es verdaderamente Lawrence de Arabia por cómo va vestido... Por otro lado, Leiftan ha optado por un look un poco más... Cómo diría... Cocodrilo Dundee.

-¿¡Para qué me haces comprarte ropa entonces!? -Erika se queja, aparentemente ofendida porque Leiftan ya tenía preparado su propio atuendo.

-P-perdón...

-Te vas a quemar entero -Nevra hace la observación, cubierto completamente de pies a cabeza para evitar precisamente las quemaduras. Su bufanda ha sido transformada en una especie de turbante o algo, lo cual me hace cuestionarme si no se va a achicharrar él con la cabeza cubierta de negro. Aunque no sienta calor, ¿le puede dar un golpe de calor?-. Espero al menos que te hayas echado protector...

-Sí, sí... -Leiftan parece casi avergonzado por la regañina, y tiene motivos para ello porque lleva los brazos y el torso al descubierto... Me pregunto qué trauma de la infancia hará que este hombre sea incapaz de ponerse una mísera camiseta que le tape el abdomen. No es que me queje, pero me hace preocuparme por él.

-Esa ropa me pone un poco nostálgico -Comenta Valkyon-. No sabía que aún tenías ese sombrero, hace años que no te lo veo puesto...

-Me ha parecido la ocasión adecuada...

-¿Sombrero? -Ezarel deja de dormir de pie por un segundo para echar un vistazo a la prenda, aparentemente interesado- Hm. Bonito sombrero.

-G-gracias...

-¿De dónde ha salido ese sombrero? -Cuestiona Alessa, también curioso. No le culpo, es un sombrero muy chulo, aunque parece tener sus años... Igual que la mochila de Leiftan, que también tiene pinta de ir a caerse a tiras de un momento a otro.

-¿Q-qué le ha dado a todo el mundo con mi sombrero de repente...? -Se cala el mencionado sombrero, casi parece que avergonzado por la atención recibida- Es sólo un viejo sombrero...

-Antes lo llevaba a todas partes -Valkyon habla con una sonrisa en la cara-. La primera vez que le vi, llevaba ese mismo sombrero encima y estaba llorando a un lado del camino...

-Vas a tener que contarme esa historia -Erika enseña una gran sonrisa, muy interesada en la historia.

-¿Podéis hacer eso mientras caminamos? -Leiftan gruñe y empieza a andar- No nos va a servir de nada haber madrugado si os quedáis hablando de mi sombrero...

Eso consigue hacer que nos pongamos en marcha, y empezamos a caminar en dirección a la salida de la ciudad, todavía con mofas y burlas sobre el sombrero de Leiftan y su apariencia general.

Por el rabillo del ojo, veo algo.

La mancha negra emplumada que es un crowmero, posado en el reborde de los muros que rodean la plaza. Le miro fijamente unos instantes, y él me devuelve la mirada.

Preguntarse si sabe qué hemos venido a buscar es absurdo... Por supuesto que tiene que saberlo. Y ese crowmero que nos vigila... Posiblemente signifique que vamos a vernos las caras pronto, ¿cierto?

Hm.

Sigo al grupo, dejando al pájaro atrás y olvidándome de él. Recorremos las calles, apenas vacías salvo por cuatro personas que empiezan su rutina demasiado temprano, o que quizá la terminen demasiado tarde. Leiftan parece saber exactamente a dónde dirigirse, y nos guía entre calles, callejuelas y plazoletas hasta lo que debe ser la salida de la ciudad, marcada por un gran arco que, al otro lado, tiene un camino y a lo lejos...

Arena, arena y arena. Un desierto. Darenn-Ah.

Escucho a Leiftan murmurar algo entre dientes.

-Que las arenas nos sean piadosas...

Y después echa andar, pasando más allá del arco, hacia las afueras de la ciudad. El resto le seguimos tras poco, y empezamos a caminar en dirección al desierto... Con la esperanza de volver a atravesarlo dentro de no mucho tiempo.

---

(Narra El Titiritero)

Abro los ojos y soy recibido con el brillo del amanecer, de modo que vuelvo a cerrarlos inmediatamente mientras mis dientes sisean una queja.

Ligeramente cegado, me alejo de la ventana para volver a la oscuridad de mi habitación, refugiándome de la luz, y medito qué es lo que voy a hacer ahora exactamente... Es imposible hacer planes si cada diez minutos a la Guardia de Eel se le ocurre una idea estúpida para distraerme. ¿Por qué no pueden estarse quietecitos y esperar a que les destruya?

La pregunta no es QUÉ hace la Guardia en Elsur, porque es obvio, sino CÓMO se han enterado de lo que se esconde entre las arenas... De hecho, pensé que no se escondía nada, que me había deshecho ya de eso, pero supongo que no... Al final, resulta que no es nada sencillo volatilizar edificios enteros cuando estás encerrado en una torre remota, fíjate...

Siendo sincero, no tengo ni la menor idea de qué tipo de información puede tener la Guardia sobre mí, pero imagino que si tiene alguna, entonces tiene que estar en esa biblioteca, sabiendo lo mucho que les gusta guardar secretitos. Y todo lo que tengan ha debido ser después de mi encierro, así que imagino quién pudiera haber sido mi biógrafo, y por supuesto no iba a pintarme en una luz positiva... Por poderoso que fuera, aquel hombre era un hipócrita, y su carácter dulce era más despiadado que el de la otra mujer incluso... Ella era simplemente estúpida, se creyó todas las palabras de ese condenado Oráculo, pero él...

Ah, no quiero ni pensar en él. Ni siquiera sé si está vivo, muerto, o qué relación se supone que ese daemon tiene con él. Me da igual, con que no me estorbe me doy por satisfecho.

Podría quedarme el resto de la mañana odiando a la Guardia de Eel y despotricando de ella para mis adentros o podría odiar a la Guardia de Eel de una forma más producente, de modo que...

Salgo de mi habitación y camino por el largo pasillo que hay frente a ella, buscando otra puerta frente a la que me detengo y llamo con cortesía.

Y vuelvo a llamar.

Y vuelvo a llamar.

Maldita mujer, vuelvo a llamar.

...

-¡Naytili, querida! -Trato de que mi tono no suene demasiado irritado- Hazme el favor de abrir la puerta, ¿quieres? No quiero ser yo el maleducado que entre en las dependencias de una dama sin su permiso.

Termina por abrir su puerta, con una cara que diría que es de mal humor si no fuera porque esta mujer no está nunca de buen humor, y me recibe aún con su ropa de noche. Puedo escuchar desde el otro lado de la puerta los bostezos de sus mascotas, que deben de haberse despertado también con ella.

-Buenos días, Naytili... Oh, cielos, ahora entiendo por qué siempre usas tanto maquillaje...

-Qué es lo que quieres -No se molesta en caer en mi trampa siquiera... Nota: Naytili es una madrugadora pésima, he de despertarla temprano más a menudo.

-Prepara tu equipaje, nos vamos de viaje... Tú y yo solos -Frunce el ceño al oírme decir eso-. Tranquila, no planeo matarte, por más razones que me continúes dando para que lo haga... Nuestros amigos de la Guardia de Eel han hecho una pequeña excursión, y para este caso concreto, me temo que lo mejor es si tú y yo somos los únicos que les seguimos...

-Finalmente algo de acción -Gruñe. Esta mujer lo ve todo como peleas, peleas, y más peleas... A pesar de que no gana ninguna, caramba, semejante prepotencia-. ¿A qué viene tanta exclusividad?

-La Guardia de Eel está intentando encontrar un... cierto edificio que Darenn-Ah esconde entre sus arenas.

Su cara cambia al instante. Pierde la irritación para cambiar a la seriedad, casi preocupación... Y sé que no me imagino el relámpago de miedo que recorre sus ojos por un segundo.

-Elsur -Sus labios se fruncen al decir la palabra-. Pretendes que ponga pie en ese dichoso lugar...

-No voy a obligarte, por supuesto... -Pero no vas a ganar puntos conmigo si no haces este pequeeeeño sacrificio- Pero es una lástima, ¿no sientes nostalgia del calor agobiante y la arena del desierto? Pensé que te gustaría volver a casa... Allí te criaste, ¿cierto? En la Ciudad de Oro... -La veo fruncir el ceño, evidentemente poco contenta con la información que tengo, y preguntándose hasta dónde sé.

-Trágate tus palabras y ahógate con ellas.

-... lo lamento -No se bromea con eso, de acuerdo. Hasta Naytili tiene sus límites personales, vaya-. Bueno, imagino que sabes qué es lo que la Guardia ha ido a buscar allí, teniendo en cuenta tu antigua posición de Líder; y también imagino que nunca habrás llegado a ir, teniendo en cuenta tu historia personal...

-La pregunta es cómo sabes tú de ese sitio -Se cruza de brazos y sus ojos se entrecierran. Yo fuerzo mi mejor sonrisa en mi rostro, sin decir nada más y simplemente sosteniendo su mirada-. De acuerdo. Pero no esperes que vaya a salir corriendo hacia allí ahora mismo... Prepara tu círculo de hechicería.

-¿Algo gracioso? No tengo ningún círculo de hechicería que nos lleve ahí, así que debemos cruzar el desierto.

Su mirada fija no me impresiona demasiado.

-También es gracioso que como evidentemente las setas no crecen en la arena, no puedo hacer ningún círculo de hechicería que nos traiga de vuelta, de modo que debemos hacer las cosas a la antigua usanza, me temo.

De acuerdo, quizá me impresione un poco.

-Estás loco... -Se lleva una mano a la frente, y puedo oír su voz interior maldiciendo el día en el que se le ocurrió hacer un trato conmigo, lo cual en cualquier otra circunstancia me sería muy placentero.

-Dime algo que no sepa -Sonrío con autoburla-. Créeme, ese sitio está puesto ahí adrede para que nadie pueda llegar a él... -Y cómo odio los sitios que se esconden de mí adrede...

No estoy hablando del Templo de la Vida, pero estoy hablando del Templo de la Vida. El día que lo encuentre, por fin podré dejarme de jueguecitos y reclamar el poder que me corresponde de las manos frías de ese robaalmas...

-Lo que sea. Prepara tus setas para el lugar más cercano posible... Te avisaré cuando esté lista.

-No tardes demasiado en maquillarte -Una vez más le ofrezco mi mejor sonrisa-. La Guardia de Eel nos lleva ventaj-

La puerta se cierra en mi rostro y yo me quedo sonriéndole a la madera durante unos segundos todavía reflexionando sobre por qué demonios sigo haciendo yo esto si todo lo que me trae son desgracias.

Pescador me tenía que haber hecho, en vez de irme a estudiar alquimia, que a ver a quién se le ocurre... Mi vida sería más fácil ahora, de hecho estaría muerto, de hecho lo fácil que sería morirse, creo que valdría la pena sólo por dejar a la Guardia de Eel confundida para siempre por mis verdaderas motivaciones...

...

¿Es demasiado pronto para empezar a beber? No, no lo creo. No hay nada mejor que una copa de whiskey con el estómago vacío para empezar la mañana, ¡ja, já! Odio mi vida, ¿dónde dejé yo mi botella...?

Same, tío, same. Btw, ¿conoce alguien la maravillosa navaja multiusos Wenger de 83 funciones? Es un antiguo meme, leed las reseñas si os queréis echar algunas risas.

En fin. Igual que el capítulo anterior, este es más bien de introducción... Quizá los hubiera debido escribir ambos juntos, pero iba pillado de tiempo con el anterior, así que... Aquí estamos. La verdad es que sigo pillado de tiempo y voy escribiendo los capítulos sobre la marcha, así que no sé cómo se me darán las separaciones, tened piedad. En mi cabeza todo esto es “La Saga del Desierto”, así que es posible que sea tan largo como Lund’Mulhingar, o quizá más. Vete a saber. ¡Pero trae muchas cosas! Algunas muy importantes y otras no tanto. Pero muchas cosas, estoy muy emocionado, espero que os guste.

Hale me despido hasta la semana que viene. Mando muchos besitos, gracias por leer, y que ojalá os encontréis muchos gatitos lindos por ahí, ¡chao!

...

''-Leift disfrutando de todos las ventajas de ser protagonista, que incluyen: Gente poco dispuesta a colaborar contigo, incidencias a cada segundo, cambios de humor bruscos, AAAAAAAAAAAAAA y varias posibilidades de shippeo que no te habías planteado hasta ahora pero que cuando las piensas, eh.'' Sí a todo, estoy firmando.

''-Hiiro planeando la destrucción de la Guardia junto a Tripleté (no, no es broma, Hiiro ha elegido la ruta Tripleté este año)'' firm... Espera khé

''-Shin está muy harto de Valkyon, de Henry y de la madre que les trajo'' Firmo

''-Todo el erotismo de los bailes de máscaras'' Firmo

''-No iba a ser canon así que qué más da'' ...Ya decía yo u.u

''Enhorabuena por la canonización y una vez más gracias por las setas x)'' uwu Gracias a ti, ya lo sabes.

Voy a pasar por alto el comentario de las peras.

'' me encantaría poder hacer un ensayo de tres páginas sobre la deconstrucción de Erika que he intentado llevar a cabo ahí xD'' Si lo haces ya sabes que yo me lo casco entero x)

''por qué está de cuclillas ya lo sabemos: es porque no puede tenerse en pie.'' DAMN

'' Yo lo veo, cada vez Erika está más cerca de cumplir su destino como protagonista de un harem inverso.''Desde luego tu Erika ha salido más lissta que la del juego, de momento lleva dos ewe

''Síii, Andrée y Julia se han unido a la Guardia :D'' Soy muy feliz T^^^^^T

''Que lubrique dice, juas, como si eso fuera necesario, mira a Leiftan (?)'' Jasjasjajaj

Interludio

''(Aunque la flauta jamás debió haber abandonado las tierras de Fenghuang y fue una insensatez desoír mis advertencias y entregarla a la Guardia)''

Pues toda la razón tiene, la verdad.

''y también a Karuto por... Su existencia, mismamente.''

Aaaaw

''-Huang Hua, me temo que por más énfasis que le des a la entonación de esas dos palabras concretas, soy incapaz de comprender el sentido con el que pretendes que las entienda.''

Espera, espera... La incapacidad de entender el gesto del golpe de codo y cómo lo ha explicado, lo mucho que parece agraciarle Karuto pero su incapacidad de ponerle un nombre a ese tipo de emoción, de no entender a quése refiere Huang Hua... Su comportamiento en general también en el otro interludio... ¿Sabes que encaja muy bien con el autismo? Hay todo un espectro del autismo, y muchos niveles, y Zifu encaja bastante bien o.o

''-Zif, a veces hablar contigo es todo un desafío... -Sus palabras me enorgullecen, es bueno saber que mi conversación ayuda al ejercicio de la mente- ''

Lo dicho.

''Aaaagghhhh. ¡Que dejes de escribir poesía melancólica a su nombre y le digas que te gusta! ¡Le tienes al pobre que no sabe qué hacer contigo!''

QUÉ DICES ME MUEROOOOOOOOOOOOOOOOOOO.

''-Huang Hua. Karuto y yo mantenemos una relación desde hace cuarenta años.''

DIME QUE NO SE REFIERE A UNA RELACIÓN DE AMISTAD, QUE ÉL PIENSA QUE ESTÁN SALIENDO Y QUE KARUTO NO SE HA COSCADO JAJAJAJAJAJJAJAJAJAJ

''y ha sido por eso un verdadero honor poder conocer al joven Leiftan... Incluso si he tenido que guardar mis preguntas por no delatar su identidad.''

ME ACABO DE QUEDAR A CUADRÍSIMOS.

''-Hoy hace treinta años que maté a mi marido...''

Hostia puta.
...Jo, habría molado.
En serio, los quiero mucho, es que es súper tierno que abriera sólo para él, y el tonto este enfermando por conseguir el libro es que los quiero mucho se merecen 13 fanfics.

''- Pienso que quizá no sea tan malo si... Hay alguien que cuide de mí.
Vi que su rostro se teñía de rojo ligeramente, imitando al mío.
-B-bueno... -Carraspeó- Si no te molesta entonces, quizá... ¿Quizá pueda seguir haciéndolo, si me lo permites? C-cuidar de ti...''

Me hacen llorar T^T

''extendí una mano para... Y me siento increíblemente avergonzado al recordar un gesto tan lascivo como aquel... T-tomar su mano entre la mía.''

SI FUERAS MÍNIMAMENTE CONSCIENTE DE LO QUEKARUTO QUIERE HACERTE xDDDDDDDDDDDDDDD
Ay no, en verdad no, que son unos bebés, ellos no f*llan, ellos hacen el amor uwu
''una avanzada tan agresiva jajajajaja no puedo más xDDDDD

''Y fue así como empezó todo, aquel 29 de diciembre que hace nuestro aniversario, que acumula dígitos con cada año que pasa, y yo no podría sentirme más satisfecho con ello.''

''-Queeee... Por lo que sé de Karuto... -Muy cuidadosamente coloca sus dos manos frente a ella, una sobre otra, con gesto conciliador- Creo que Karuto no se ha enterado de que lleváis yoquesecuántos años saliendo, Zif.''

Es que no puedo, es que me enternece y entristece y me hace demasiada gracia a partes iguales xddddddddddd
NO PUEDO MÁS Y KARUTO EN SHOCK Y ÉL PENSANDO QUE SÍ QUE ES CONSCIENTE XDDDDDDDDDDDDD
Karuto embarazado xDDD no lo digas muy alto Ez, quelo mismo lo estás tú ewe

''-Este está siendo el mejor día de mi vida -Comenta Eweleïn, sonriendo, mientras una única lágrima cae rodando por su mejilla.''

Lo secundo :')

24.1

Que Julia va a dar a luz en la guardia T^T que son una familia feliz T^T

''Si es un chico, creo que Zacarías es un nombre bastante...''

SÍ POR FAVOR.
Espera... Esto me acaba de plantear la situación de que Erika se quede embarazada... No habría problema en tener dos padres y una madre, pero como el niño no salga elfo... Lo mismo Ez y Leift se cagan un poquito encima ante la idea de tener un semidaemon, estaría guapísimo, y Erika sintiéndose súper mal con las hormonas del embarazo y to sola y resulta que es porque estos dos están acojonados ante la idea y como son así de especiales obviamente se callan no sea que no haya secretos xd ...Podría seguir con este fanfic que me acabo de montar pero vamos a seguir con el tuyo que me parece más interesante xD

''Pero sigo enfadado porque se atreviera a usarle, y que le usase para algo tan perverso. Eso es algo que no voy a dejar pasar. Es cierto que El Titiritero ha despertado mi curiosidad, sí, y he aprendido a tolerarle; también, pero ni por un segundo he perdido de vista la realidad sobre el tipo de persona que es.''

Así empiezas y acabas liándote con él dentro de 4 capítulos acuérdate e.e

''porque por cómo grita Eweleïn parece que sólo esté saliendo con Leiftan.''

Menuda exposeada más gratuita.

'' Nunca sabes cuándo puede caer un meteorito de la nada.''

Auch.

''o me importaría un día de estos probar como tiene que ser ch-''

¡¿CÓMO TIENE QUE SER QUÉ?!
Una manera muy buena de definir algunos tipos de asexualidad y lo que sienten con respecto al sexo es imaginarte teniendo relaciones con tus padres, ¿a que te repugna o desagrada por completo? Pues ellos sienten lo mismo con todo el mundo(?) Depende, claro, porque hay niveles, y asexuales que mantienen relaciones aunque no saquen de ello un beneficio sexual sí pueden disfrutar igual, el tema es complejo (?)
Uff no me está gustando nada cómo está tratando a Ez, al principio es gracioso pero la humillación ya me gusta poco ¬¬
...El nombre del desierto, no puede serxD

24.2

'' Gèrard se quitó la ropa revelando que en vez de ropa interior sólo llevaba un lazo de regalo y Niels le puso su chaqueta por encima diciendo que “Gèri, hace frío por estas fechas, sé que te gusta vestirte de corto pero cuida de tu salud, ¿sí?'' 1. Pobre G, 2. A malentendidos no ganáis a Karuto y Zif.

Vamos al lío e.e

Hiiro no pierde el tiempo fantaseando ahora que está soltero baia x)

''-Estamos en Port Huaria''

No cambies nunca.
A la reseña de España deHiiro le falta un poco más de zona en general, sólo ha pisado la costa mediterránea baia u.u Se ha olvidado de la famosa frase del ''coge sitio ahí mihmo''
Hostia vaya chapa (muy real y de acuerdo por cierto) ha soltado la vendedora xd
...Me cae genial esta pava, que alguien la traiga que desbanque a purriry, o que se hagan socias, lo quepase antes.
Me gusta mucho la frase ''que las arenas os sean piadosas'' rollo como aquí el ''anda con dios'', but es más poético e.e

''-¡No te pides a Alessa, YO me pido a Alessa! ¡No quiero dormir con Leiftan! -Así llega la respuesta, también a gritos.''

Sí, sí que quieres e.e

''-De acuerdo -Le veo sonreír otra vez de esa forma... pícara-. El resto del conjunto también te queda bien.
Casi siento una aguja perforarme el pecho con sus palabras. No... No hagas eso, Nevra.''

*Sonido de sorbito*

''-Cuatro, si me dais una manzana -Me ofrezco,''

xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

''No es mi primera vez viajando por el desierto, sé lo que me hago...''

Yo le doy un voto de confianza por su procedencia x)
Estoy muy decepcionada de que la tripareja (trireja?) NO HAYA DORMIDO JUNTA.

''Me pregunto qué trauma de la infancia hará que este hombre sea incapaz de ponerse una mísera camiseta que le tape el abdomen''

Si tú supieras...
...Hostia acabo de pillar lo del sombrero AU.
Wow wow wow no me esperaba al Titi narrando, hola.

''-Buenos días, Naytili... Oh, cielos, ahora entiendo por qué siempre usas tanto maquillaje...''

Te adoro cuando insultas a la gente que me cae mal.
Si esa pava se crió ahí, espero que sea así porque es subnormal y punto y no porque su cultura en general sea así, ugh.
Titi... Te ha cerrado la puerta en las narices y no vas a vengarte... Te voy a perder el respeto.

Última modificación realizada por Isis (El 18-11-2021 à 20h22)

¡Hola! Perdón por la tardanza, he tenido un par de días uhhhhh... Ocupados, bueno (? Pero ya estamos aquí :D ¿Todo el mundo bien, todo correcto? Espero que sí (?

Tenemos dos comentarios, vamos a verlos...

Kadia

Parece que te ha gustado la sinopsis del capítulo de jaeweleïn, al año que viene a ver si sigue siendo canónicamente relevante y puedo hacerlo (?

No ignores mis peras, Kadia, me desesperas D:

Ah que quieres un ensayo de tres páginas sobre Erika, OK, ¿qué te parecen seis páginas?

Ensayo de Erika de 6 páginas

Para empezar, debemos saber cuál es la intención principal de la escena de Erika con Feero, y esta es: realizar una deconstrucción del personaje de 'Erika'. Para ello, la primera pregunta que debemos hacernos es: ¿Quién es Erika?

Erika es una humana (faelinne, se descubrirá más tarde, aunque su sangre faérica permanece siendo un misterio en la historia salvo para aquellos más observadores) llegada de la Tierra a través de la magia del Oráculo, que la "elige" como su protegida y le da una misión que nadie tiene muy clara cuál es. ¿Qué más sabemos de Erika? Está enamorada de Leiftan y, por algún giro del destino, también de Ezarel. ¿Qué más sabemos de Erika? Le gusta cocinar, sobre todo le gusta la repostería. ¿Qué más sabemos de Erika? Su libro favorito es La isla del tesoro y lo sabemos porque es el único libro que ha mencionado. ¿Qué más sabemos de Erika? Que su nombre, de hecho, no es Erika, sino Gardienne.

Erika, como buena protagonista de otome, ha de servirnos como un lienzo en blanco para que la jugadora (o el jugador, aunque sea una minoría) pueda identificarse con ella. Erika tiene la personalidad que la jugadora quiera darle... Dentro de unas determinadas opciones de diálogo seleccionadas por los guionistas del juego; desgraciadamente no hay opciones de "Abofetear a Nevra", "Profesarle amor eterno a Eweleïn" o "Sí, Lance, asfíxiame más fuerte por favor". La personalidad de Erika es más bien limitada.

A lo largo de la historia, he querido trabajar con eso. Erika tiene una personalidad bastante estándar, poco definida, pero que sin embargo cumple con su rol a la perfección: Es una chica (y poco más, realmente debería trabajar en cómo incluyo personajes femeninos porque en comparación con los masculinos, son un poco flojos), es optimista y alegre, es buena con todo el mundo, quiere salvar Eldarya, le gusta cocinar y está en el centro de un triángulo amoroso. Qué... Poco concreto. Esto no son más que pinceladas del personaje, pero, ¿hay trasfondo más allá de eso? ¿Quién es Erika, más allá de la supuesta salvadora de Eldarya?

La primera vez que vemos algo más de profundidad en Erika es durante los sucesos de Latteria, cuando tiene que tomar una decisión con respecto a Ezarel. Erika decide, al fin, que si va a ser la protagonista, entonces va a ser ella la que tome las decisiones, en lugar de esperar que otros las tomen por ella: Si Ezarel no es capaz de comprometerse con ella, entonces Erika tendrá que seguir adelante sin él. Esta determinación, poco usual en Erika, es una sorpresa; pero desde luego no la dura demasiado, pues después de la escena con Ezarel vuelve a su pasividad natural, incluso después de su ruptura con Leiftan, que no la afecta quizá tanto como debería. Aquí, entonces, nada más que nos mojamos los pies con lo que pudiera ser una verdadera personalidad en Erika.

No volveremos a ver eso hasta Memoria, en dos instancias distintas:

La primera será con Fáfnir, cuando este fuerza a Erika a tomar una serie de elecciones que no está preparada para hacer. Aunque esto está tomado del juego, donde Erika es forzada a elegir entre una persona que está muerta y otra que morirá igualmente porque los guionistas de Beemov se piensan que están escribiendo para Juego de Tronos en vez de un otome de fantasía donde el objetivo es ligarte a un chico guapo al que no deberían matar porque qué cojones yo vengo aquí a tener el final feliz que mi vida no tiene; le doy mi propio giro a través de otras elecciones que, aunque no tan dramáticas, tienen también un fuerte impacto en Erika, y la hacen cuestionarse por primera vez si la actitud pasiva que ha tenido hasta el momento ha sido una buena idea o si por el contrario eso ha podido poner en peligro a sus amigos.

Y, entonces, la escena del acantilado, y la que viene después, la de la cueva.

Es ahí donde por primera vez nos metemos de verdad en la mente de Erika, y podemos verla, porque al fin nos habla de ella. Nos habla de su pasado en el mundo humano, cosa que Erika nunca ha hecho antes, y de las relaciones que tenía allí. Reflexiona sobre su vida, sobre quién es ella, sobre su misión en Eldarya. Nos enseña que hay algo más de Erika además de lo que ella deja ver.

Y todo se viene abajo, al fin, durante el clímax del Capítulo 23, cuando Erika es rechazada tanto por Leiftan como por Ezarel en el mismo día. Y Erika se rompe.

Y eso es de lo que hemos venido a hablar aquí hoy.

Vamos a analizar algunas de las acciones de Erika, poco a poco.

Empezaremos por la escena en la que Erika llega a su habitación, y veremos qué es lo primero que hace:

Erika escribió:

Soy capaz de ponerme en pie de nuevo sólo para desvestirme, dejando en el suelo sin que ya me importe el vestido de Huang Hua, y deshago las trenzas en mi pelo para dejarlo caer antes de tirarme yo misma en la cama.

Dos cosas: Erika se desviste dejando en el suelo la ropa de Huang Hua, descartando su conexión con ella y con Eldarya; y deshace su icónica trenza, descartando lo que le ha ce ser especial, lo que le hace ser “Erika”.

Sobre este último acto, podemos ver un motivo que se repite hasta la mañana siguiente. Igual que Erika deshace su trenza, más tarde Ezarel dejará que Leiftan deshaga su coleta, lo que le hace ser “Ezarel”, cuando se entrega a él, y a su vez Leiftan, que no se deshace sus trenzas (porque él no deja de ser él mismo, ni hace algo fuera de personaje), despliega sus alas no tanto como para impresionar a Ezarel, que también, sino para demostrar que finalmente se siente a gusto con su naturaleza y consigo mismo, habiendo sido capaz de abrirse a Ezarel sobre sus sentimientos.

A la mañana siguiente, Erika decide tomar la drástica medida de cortarse el pelo, en un reflejo de lo que la Erika del juego hace con la historia más avanzada, cuando ella necesita un cambio de aires. Salvo que Feero no la deja, sino que lo que hace es cambiarle el peinado... Pero aún así, Erika mantiene alguna trenza: Ha cambiado su peinado, su actitud, pero sigue siendo ella misma, reflejada por sus trenzas. Por otro lado, Ezarel amanece esa mañana por el pelo trenzado, una trenza hecha por el propio Leiftan, símbolo de que él si ha cambiado, ha dejado que su encuentro con Leiftan le cambie, y se presenta ante Erika con la trenza, indicativo de que algo ha cambiado, yo he cambiado, voy a hacer que algo cambie entre nosotros. Por último, Leiftan no ha dejado ir sus trenzas en ningún momento... Y, fíjate, en el momento en el que los tres entran en una relación, todos ellos tienen el pelo trenzado de una manera u otra. Tres mechones de pelo son necesarios para hacer una trenza, ¿cierto?

A propósito, hemos mencionado a Feero, ¿cierto? Mi buen amigo Feero. Hablemos de Feero.

Erika escribió:

Un poco cohibida, lo primero que hice fue ir a buscar algo de ropa que ponerme, pero él me detuvo con un gesto de la mano.

-No te preocupes, que no tienes nada que yo no haya visto ya -Aseguró-. Quédate como más cómoda estés. Yo pretendo hacer lo mismo.

Dijo eso ya descalzo y empezando a quitarse su túnica/kimono/tela raída/camiseta, con lo que en seguida le tuve despechado a él también. Lo cual me llamó la atención porque me dejó ver que las quemaduras de su cara seguían también por todo su torso y posiblemente el resto de su cuerpo... Como si se hubiera tostado la parte izquierda de su cuerpo en su totalidad, y eso me hizo preguntarme que por qué habría pasado ese hombre.

Cuando llega Feero, una de las primeras cosas que hace es desvestirse, y esto no es porque me guste desvestir personajes, por contrario a lo que pueda parecer en base a lo que viene en el Capítulo de esta semana... Bueno, no me adelantaré.

Feero, como se pudo ver en Los años universitarios de Ezarel, tiene una aversión a las camisetas similar a la que tiene Leiftan, pero desde su incidente en LPC, realmente no le gusta tanto ir desvestido. Sin embargo, para esta escena, para Erika, decide desvestirse sólo por una razón: mostrar las quemaduras de su cuerpo, en un acto de fe para que Erika se sienta menos expuesta y menos indefensa a la hora de compartir sus inseguridades. Porque, recordamos, Erika está aún desvestida.

Y eso es raro, porque en Feeo nos encaja, pero en Erika no. ¿Qué hace Erika desvestida?

Aquí llegamos, al fin, a la deconstrucción de Erika.

Vamos a ver en Erika una serie de acciones que, desde luego, no coincide con su personalidad habitual, que son cosas que nunca hemos visto en ella.

Lo primero de ello, es la consumición de sustancias varias. Hemos visto a Erika beber en alguna celebración, quizá, pero no de forma notable: en alguna celebración, por compromiso, por divertirse, pero en esta ocasión lo hace por vicio. Algo que no coincide con la imagen que tenemos de Erika, no del todo. La Erika que vemos aquí es rebelde, está enfadada, y deja atrás la inocencia que se le atribuye al personaje, recordándonos: Erika es una mujer hecha y derecha, dueña de sus decisiones, y puede hacer lo que le apetezca. De modo que la veremos beber, y también la veremos consumir narcóticos, lo cual ya resulta alarmante, pues como se ha de saber, esto no debiera ser apropiado para nadie, y menos para Erika. La vemos fuera de sí, siendo algo que ella nunca ha sido y, sin embargo, ella es Erika.

Vemos otra cosa que Erika no suele hacer normalmente, que quizá pase algo más discreto: referencias al mundo humano. Ese es el territorio de Hiiro, que es más cercano a la audiencia en esos términos; Erika suele hacer pocas referencias, y las que hacen son todas básicas y de medios populares, más que las referencias más oscuras de Hiiro que en ocasiones se quedan únicamente hechas para el autor. Sin embargo:

Erika escribió:

Él me habló de su hermana, yo le hablé de mis amigas del mundo humano, me habló de Fenghuang y yo no entiendo muy bien cómo hice la conexión pero acabé hablándole de El Planeta de los Simios.

-¡Es que da puto miedo! -Le contaba, ya bastante achispada cuando la botella estaba casi por el culo- En plan, la gente se cree que los monos como son chiquitajos no hacen mucho, pero tienen una mala leche que lo flipas y ojo, OJO como te muerda uno ya ves que te arranca un cacho' carne que... ¿Es apropiado que te esté hablando de esto?

Anneliese escribió:

-Te voy a citar, mira -Me incorporé de nuevo para ahora mirarle con cara seria, levantando un dedo para darle más énfasis a mis palabras-, te voy a citar una película, que, Los Increíbles, ¿has visto Los Increíbles?

-No.

-Pues hay uno que dice en Los Increíbles que “Si todo el mundo es súper, entonces nadie lo es”.

Son referencias un poco más intrincadas que las que suele hacer nuestra amiga Erika, aunque sigan perteneciendo a la mayor parte de la cultura popular. Vemos también en estos dos ejemplos de citas, que el lenguaje de Erika es mucho más casual y cercano a como lo es normalmente, usando expresiones menos elegantes y más familiares. ¿Será porque Erika esté achispada? Quizá lo sea, pero es también cierto que, con ese tipo de expresiones, conseguimos que Erika cree con el lector una cierta cercanía, viendo cómo el personaje se sale de la “ley” de tener que usar un lenguaje adecuado para el lector. Algunos otros personajes hacen esto también: Henry y Lance son los ejemplos perfectos; ellos son personajes que han sido diseñados para hacer que el lector les coja cariño, y por ello utilizan este tipo de vocabulario. Por otro lado, otro ejemplo de ruptura de esta ley no escrita es cuando los personajes abiertamente dicen palabras inapropiadas: Ezarel lo hace a menudo, como parte de su carácter pero también para resaltar puntos importantes; y Hiiro lo hace también cuando la corrupción consigue dominarle, para causar escándalo en el lector, para que la gente se dé cuenta de que hay algo raro. Y hablando de cosas escandalosas, por cierto:

Erika escribió:

-Ahá... -Me recoloqué mejor en la cama para evitar, no sé, asfixiarme contra la almohada o ahogarme en las lágrimas que había derramado antes. Y en cuestión de segundos se me ocurrió la idea más brillante que se me podía haber ocurrido- Oye, ¿sabes qué? He cambiado de idea y estoy cachonda, ¿te apetece...? ¿Feero?

Cuando me giré a mirarle, me encontré con que ya estaba más que sopa, completamente noqueado. Si es que yo no me como una rosca ni queriendo. Así que simplemente me masturbé en silencio y después de un rato me quedé dormida.

Posiblemente eso sea de lo más escandaloso que he escrito a lo largo del fic, junto al corte de pelo de Ezarel. Tratando de mantener las normas de restricción de edad del foro, siempre mantengo las escenas íntimas bajo control... Y sin embargo, en este caso deliberadamente lo dejé así, para provocar el escándalo, para provocar, de forma similar a como quise hacerlo cuando Cam anunció a Draezel su relación con Alec. Y esto en mi opinión ofrece una imagen bastante más cruda de Erika porque, por una parte, ¡qué escándalo!, pero por otra, ¿y quién no hace eso?

Vemos entonces que se han usado varios recursos para conseguir dos objetivos: Desidealizar a Erika y tratarla como humana, como alguien más, como el que está leyendo, como tú y como yo. Hacer, efectivamente, una deconstrucción del personaje.

Y señalemos un último punto de interés:

Erika escribió:

-Sí, perdón... Bueno -Tomé aire- Pues se supone que to tengo que ser megaespecial y que soy megaimportante, o al menos eso es lo que dice el Oráculo -Recordarle me puso de mal humor-. Que por cierto, además de señalarme una vez para que todo el mundo supiera que soy importante, realmente no me ha dicho mucho más. Nadie me quiere decir nada sobre NADA. Como ese estúpido dragón que me dijo que no me podía decir qué tipo de faérico soy o-Mira, ese dragón me tocó mucho las narices.

-Los dragones están extintos, nena...

-Sí, tienes razón, no sé lo que digo -Mejor que dar la explicación completa...-. Bueno mira que, no sé. Estoy cansada de tanto, de tener que ser tanto, de tener que dar tanto, de tener que estar en todos sitios solucionando todos los problemas. Al final es una mierda todo. No estoy ganando nada salvo traumas y dolores de cabeza.

Aquí. Aquí, es cuando Erika descarta, por un instante al menos, su papel de protagonista. Aquí es donde vemos que Erika sólo es una chica cansada, una niña a la que le han puesto el peso de un mundo entero sobre sus hombros y, por muy bien que ella intente llevarlo, el peso le está pasando factura. Es una idea que ya vimos antes una vez, con la escena de la balanza en Memoria, donde Erika empieza a entender el verdadero peso de sus responsabilidades, pero será aquí donde veremos realmente que, sí, le afecta.

Erika no es perfecta, ni mucho menos, y es esta escena la que nos lo demuestra. Erika, debajo de la fachada optimista que pone, de su sonrisa constante, del papel que interpreta siguiendo su papel de protagonista; es... Es una chica normal.

Esa es la deconstrucción. Por una noche, Erika se deja ir. Y en esa noche aprendemos mucho más de Erika, y somos mucho más cercanos a ella de lo que jamás seremos.

Quizá, hasta podría decirse, que en esa escena, y sólo durante esa escena, vemos por primera y última vez a Gardienne.

Me lo he sacado de un pie nosé

Volvemos con Kadia

Espero que estés contenta, aquel que me desafía a analizar el fic es lo que tiene a cambio: un análisis intrusivo.

El Interludio de Feng Zifu, a ver (? Ya hemos hablado un poco de esto pero con la interpretación que has querido dar a Zifu como neurodivergente, ¿por qué no? Si cualquier personaje que yo haga encaja con algo, adelante, a mí me hace toda la ilusión del mundo que mis personajes se perciban como lo suficientemente reales como para que les podamos relacionar con cosas que... Le pasan a la gente real. Así que yay por Zif en el espectro. Aunque con Zif no se me había ocurrido nunca, ¿sabes con quién pensé que sí podría encajar un poco? Ezarel, a lo mejor soy sólo yo el que lo ve; en parte por su incapacidad de saber gestionar/expresar emociones y en parte también por su interés exclusivo por ciertos campos (alquimia, ornitología y, eh... ¿miel?). Te digo que yo esto es algo que no tengo estudiado del todo, pero a mí me coincidiría; aunque igual que Zif, no es un personaje que esté hecho con esa intención. Si coincide, bien; si no, pues vale. Simplemente son personajes y cada uno es como es.

Mírales, los dos novios: Todo el mundo gritando que si Leiftarel que si Titirihiiro que si, blablá, la verdadera ship de este fic son Karuto y Zif (después sólo del Draezel x Jamón ¿se acuerda alguien de ese meme?). Y, sí, Zif es un personaje que sabe muchas cosas, Leiftan cuidao’. No descartamos que, si Ayleen ha estado casada en algún momento, posiblemente haya matado a sus parejas porque lo del divorcio parece demasiado farragoso y no le gusta la burocracia y el papeleo.

“SI FUERAS MÍNIMAMENTE CONSCIENTE DE LO QUE QUIERE HACERTE KARUTO” *zoom in en la mente de Karuto* *Se ven imágenes de Karuto cocinando mientras Feng Zifu lee en voz alta una novela en una silla, con un perro acurrucado a sus pies* Pensamientos muy sucios, cuidado, harían sonrojar hasta a la propia Ayleen (?)

MALA SUERTE, CAPÍTULO 24 HERE WE GO. El fanfic que te has montado de que si Erika embaraza o no se qué... Sinceramente, creo que Ezarel preferiría que diera a luz a un semidaemon a que diera luz a alguien que fuera sangre de su sangre, vaya (?) Espérate porque arriba has dicho algo de Ezarel embarazado también, ¿sí? IMAGÍNATE EL DRAMA, de repente Ezarel se ve en una de esas y todo el mundo está extremadamente confundido y él y Leiftan sudando a mares y Erika cortándose las venas... Soy de esas personas a las que la etiqueta de mpreg no les asusta sino que les emociona, NO ME TIENTES ¿Y si abro en wattpad una historia dedicada a capítulos basados en este tipo de ideas y-NO TENGO TIEMPO PARA ESTAS COSAS Pero lo divertido que sería...

... Y así podría hacer que de hecho Hiiro y Tripleté se liasen en cuatro capítulos... Hmmm... HmmmMMmMmMmM....

Que cómo tiene que ser... chup..eh, chop, chooo... ¡chocar! ¡Chocar cinco con un compañero varón después de una amistosa partida de ajedrez! Ezarel sólo quiere jugar al ajedrez. Eso es todo. Olvídate del wattpad, ¿si me hago un onlyfans? ¿Puedo escribir en onlyfans? Hmmm...

Ayleen... Es una boomer, lo siento. Hay veces que su carácter y sus bromas caen bien, pero hay otras veces que no tanto porque quizá no son apropiados. Ezarel posiblemente tenga sus motivos para odiarla como la odia.

Ahá, la preview luce bien, a ver qué es lo que nos deparan las arenas (?

Hmmm, lo de Niels no es tanto un malentendido sino que el chico simplemente se rehúsa a aceptar las indirectas muy directas de Gèrard como avanzadas románticas. Gèrard podría aparecer en su cama desnudo del todo salvo por unos pétalos de rosa colocados estratégicamente, con música de saxofón sonando de fondo y un cartel luminoso que dijera “QUIERO ACOSTARME CONTIGO” y Niels simplemente diría “¡Awwww, gracias bro, ¿¡cómo sabías que necesitaba una siesta!? ¡Siempre estás cuidando de mí! ¡Eres tan buen amigo! Te adoro, no sé qué haría sin ti en mi vida”. Ser Gèrard es sufrir.

Oh, créeme, Hiiro no ha dejado de fantasear con Leiftan y sus abdominales en ningún momento, con o sin Nevra xDDD Ah, mis nombres pueden quedarse pero mis chistes de peras no, ya veo. En fin, la hiperanusa.

A Hiiro le falta calle y le falta playa y a mí. La vendedora la amo, y el discurso que ha soltado ha venido un poco porque tuve esa conversación con otra persona hace poco (? He decidido que Elsur tiene unas nociones del género un poco más... borrosas, quizá, que en otros lugares de Eldarya, y que voy a usarlo como una caja de arena gigante (pun intended) para experimentar con algunas cosas de género sobre las que nunca he escrito antes. Aunque ella no es la primera persona trans que aparece en la historia, hay otro chico trans pero es imposible que nadie sepa quién es porque no tiene ningún papel notable x)

No, Ezarel no se quiere acostar con Leiftan porque desde Fenghuang hay algunas mañanas que se ha despertado con algo de náuseas. Y la tripareja no duerme junta porque hay que dejar espacio para Jesucristo, hombre ya. btw al principio leí titipareja y me asusté porque pensé que te referías a Tripleté y Naytili Sí, el sombrero es el sombrero, y la mochila también.

Tripleté siendo el caballero que es, baia. Tranquila, Naytili es una mala persona porque ella es una mala persona, y nada más. No me gusta decir que X personas son malas porque han nacido en X sitio o de X manera o porque tienen X rango. Es verdad que la crianza puede influir en cómo es una persona (véase: Leiftan), pero no me gusta ser prejuicioso con esas cosas, así que... Simplemente, Naytili es una mujer malvada que resulta que ha nacido en Elsur. Ya veremos más de su pasado a lo largo de este capítulo.

Sip, esa navaja existe x) Es de coleccionismo, no para ser usada, pero hace gracia igual (?

Isis

Hola, hola (? Es bueno verte, especialmente ahora que estamos en la saga del desierto, que entiendo que es tu hábitat natural (?)

Ye, era cosplay de ya boi Henry x) Quería hacer cosplay de Hiiro, pero no terminaba de cuadrarme del todo :( Es un poco difícil porque no hay ningún kimono como el suyo y, una cosa que me enfada mucho, NO HAY NINGUNA KATANA EN EL JUEGO. Luego vi que el conjunto extra de este año iba a ser Ashkore y me pareció oportuno hacer a Henry teniendo eso en cuenta x) Pero bueno xD No te preocupes que no vas a ser ni la primera ni la última que elimine una conversación, está muy mal pensado aquí porque no hay botón de confirmar. Mi mensajería está siempre abierta y si quieres que te reenvíe alguna seta, sólo tienes que pedirla x)

Le van a sacar una secuela a pasión de gavilanes, ¿no? Tengo una amiga a la que le gusta mucho y está muy contenta por ello x)

J-jaaja, sí, ya, e-eh, un otome del bus de las setas, ya, jeje, sí, quizá, huahauhah, quizá algún día, ehejemmm.... *sutilmente esconde el ren’py debajo de la cama* Tripleté no es el bad ending ni de coña, Tripleté es el final secreto que le gusta a todo el mundo más que las rutas principales no estoy pensando en ningún juego en concreto pero si lo estuviera haciendo no me atrevería a decir su nombre porque es +18 pero es un juego también de temática orientalista cuyas dos rutas principales son meh pero que el final malo y el final secreto a mí me hicieron muy feliz

Lo que me da más bien cosilla es, por ejemplo, escribir con personajes como hice con Kaira, que estuve constantemente preguntando a su creador qué le parecía todo, porque igual que no me gusta que a mis personajes les traten ooc, no quiero tratar a otros así. Pero cameos me encanta hacerlos, así que si te ha hecho ilusión a mí me pone muy feliz uwu

Bienvenido sea un dibujo, si quieres hacerlo... Pero ojo al NSFW, creo que eso no se permite en el foro que hay ojos inocentes (? Si es algo que vaya más allá de lo que enseñan las propias imágenes del juego, cuidado con ello D:

--

Ánimo con las exposiciones (? A mí este año no me han puesto ninguna y GRACIAS A DIOS porque menudo estrés, aunque echo de menos hacer power points.

Feero nos sorprendió a todos, pero mírale D: Simonn será Best Boi pero él es Best Monke™ Eweleïn ha sido muchos de nosotros a lo largo del Capítulo xD Y Hiiro y Nevra por fin son adultos. Valkyon no hace cosas raras, promesa, sólo estaba paseando por el bosque, si en un capítulo previo avisa de que va a hacerlo y todo D:

Cada uno tiene sus preferencias y su líbido distinta, o gente que no lo tiene, allá cada cual x) Bsjsbsj, el Leiftarel traspasado fronteras, todo el mundo ha de enterarse. A Nevra no le conviene hacer esas cosas pero si las hace, no somos nadie para juzgar (?)

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Fíjate que esta vez incluía otros tipos de fanservice también, baia. Bueno, el año que viene ya será (?

Cada personaje habla de una forma distinta así que por supuesto cada uno habla distinto también, utilizan otras expresiones, construyen las frases de otra manera... Hay un abismo de Henry a Fenf Zifu; me alegro de que la diferencia sea palpable (? Zif sorprendiendo a todo el mundo con varias verdades, hete aquí tenemos al personaje que más sabe de todo el fic (? La investigación de Ayleen, hmmm... Qué será, me pregunto. Y los profesores abusones están en todos lados, baia D:

Abrazos para Zifu y más abrazos para Karuto también que se los merece más todavía xD

--

Oye que sepas que tienes todo el tiempo del mundo y que no te estrese comentar D: Esto es algo que hacemos por diversión, y por supuesto yo aprecio y adoro el feedback, pero tampoco que nadie se sienta obligado a tener que comentar D: A mí me haces feliz pasándote de cuando en cuando para saludar, que sepa que sigues por aquí, con eso yo me doy más que por satisfecho ♡

Andrée y Julia listos para dar guerra, a ver qué hacen por la Guardia, sobre todo Andrée (? Ojo no me tientes que hago stamps de Leiftarel rápido ¿eh? Había una para el fic que hizo Nith tiempo atrás, pero vete a saber dónde quedó eso :')

Mirándolo desde el punto de vista de Hiiro, Miiko ya le ha preguntado sobre la muerte de su hermano más veces de las que son necesarias, y una de ellas ni siquiera preguntó sino que metió a tres personas en su cabeza directamente (?) Ayleen tiene sus más y sus menos, como ya he dicho por ahí es una boomer así que tiene cosas que no caen muy bien u.u

Quién iba a decir que te guste el desierto (? Eso son un poco las vibes por dónde estoy yendo, no es una cultura que maneje muy bien del todo, lo admito, pero imagino que en todo Eldarya debe de haber lugares influenciados por todas partes del mundo humano (?) Hmmm, no creo que Eldarya sea un reflejo del mundo humano, la verdad... Si me preguntas por la geografía, bufff... A ver qué se puede hacer, nos veremos en el Q&A x)

--

¿Habrás averiguado algo? ¿Habrás acertado de pura casualidad? ¿Habrás fallado estrepitosamente? Quién sabe...

El especial de tres líneas breve pero efectivo (?) A Hiiro le habían prometido piratas y Hiiro quiere piratas, qué es este timo hombre D: La Ciudad de Oro es la ciudad más importante de Elsur, que controla todo el continente y es una fuerza muy poderosa en Eldarya, del tamaño de Lund'Mulhingar o Fenghuang... Y no se lleva muy bien con la Guardia, parece, pero sólo Ayleen tiene pinta de saber por qué, aunque no quiera compartirlo (?

Purriry y sus precios abusivos, en fin D: Si al menos hacerse la ropa de alquimia aportase algún beneficio...... Pero no, meses que llevo para hacerme una sola chaqueta. Orchid dancer me encanta, la verdad, no pude conseguirlo al completo pero me gustó mucho D: Así que para este capítulo, Erika va vestida de orquídea danzarina. Molestar a Hiiro siempre está gracioso, pero por supuesto hay que saber dónde están los límites y simplemente hay que tener respeto por todo el mundo D:

Ah, ¿que quieres ver a Hiiro del desierto? Vale, dame un momento...

Me voy a copiar y me voy a poner yo también look de desierto, aunque calor precisamente aquí no hace, pero bueno (?) Mi personaje se va a QUEMAR vistiendo eso (?)

Tripleté son siempre malas noticias.......... ¿O no? Las navajas aquí, bueno, realmente las navajas suizas no tanto, pero alguna navaja portátil todo el mundo tiene por casa (? La de Leiftan la conozco por el meme nada más. El pobre Leift es un comprador compulsivo, da igual lo inútil que sea un artefacto, si le interesa lo va a comprar. Y, ye, el sombrero de Roy (?

Enhorabuena por terminar (??

Graaacias por los comentarios, por supuesto ♡

Como ya se ha preguntado por Hiiro del desierto y, bueno, yo también quería hacerlo (de hecho quería hacer el diseño de todos los personajes en el desierto), les traigo algo (?)

Nevra: Hiiro del desierto no existe, no puede hacerte daño
Hiiro del desierto:

Lo primero que debería ser obvio es lo muy impráctico todo el atuendo y que debe estarse quemando la piel entera porque como además es medio guiri, pues por supuesto que va a acabar como una gamba... Pero, eh LÓGICA DE ANIME. O de otome. O de fanfic. Bueno, no sé. Vamos a imaginar que para el desierto se viste un poco mejor con algo que de verdad le tape el sol, porque ver esos hombros expuestos hace que me escuezan los míos. Oh, la maldición de los que somos de piel pálida.

Also, volviendo a una vieja pregunta: ¿lleva Hiiro ropa interior ahora mismo?

(? Muy cuco va el amigo.

Ahora que está eso, bien, pasemos al capítulo de esta semana, a ver qué nos depara... Que las arenas nos sean piadosas.

Capítulo 24.3.-

(Narra Simonn)

Sus ojos de criónido siguen mirándome fijamente. Me empiezo a poner un poquitín nervioso, porque la verdad es que cuando te fijas mucho en la pupila blanca da algo de mal rollete.

-Gèrard -Intento hablar en tono calmado-. Me gusta como al que más que me atrapes contra la pared del pasillo y te me quedes mirando sin decir nada durante dos minutos seguidos, pero empiezo a preguntarme de qué va esto.

Él me sonríe.

Y entonces comienza a inclinarse en mi dirección, acercando su rostro al mío, y mi corazón palpita con fuerza por un instante... Salvo que no lo hace porque no tengo pulso y todo lo que hago yo es deshacerme en polvo para aparecer al otro lado del criónido, que se ríe por un instante antes de dejar la pared y girarse hacia mí.

-¿Concurso de miradas? -Se burla, yo sólo alzo una ceja.

-¿Qué es lo que quieres, Gèrard? No me importa hacer tiempo para ti, pero...

-Favores que pedir -Junta las manos, y algo en esa frase me llama la atención...

-...”es”. En plural -Él asiente. Esto es raro... Normalmente a él le gustan más que le deban favores antes que debérselos a nadie-. ¿Qué es lo que quieres?

-Varias cosas... -Se hace el inocente, eh...

-Vas a tener que ser más específico si quieres ayuda... Aunque estoy intrigado, lo reconozco -Se ríe un poco-. ¿Y bien?

-Cambio turno enfermería -Aaah, ¿sólo eso?-. Sábado libre.

-¿Y no se lo puedes pedir a Eweleïn...? No, deduzco que si me lo estás pidiendo a mí es porque ella ya te ha dicho que no -Al menos Eweleïn es fácil de sobornar. Lleva días acosándome para que le dé los detalles en todo el asunto de Ezarel y Leiftan, así que tengo material que cambiar con ella-. Puedo intentarlo. La pregunta es: ¿qué gano yo a cambio?

-Cotilleo jugoso -Oooooh... eso me gusta. Pero...

-Estoy al día de todos los cotilleos de la Guardia -Le recuerdo.

-¿Seguro?

...

-¿D-de qué va? -Mi vacilación hace que se ría.

-Muy jugoso... -Que mi lealtad se vende fácil, Gèrard, que estoy aquí porque traicioné al tipo por el que traicioné a la Guardia; pero dime algo más al menos, hombre... Ve la súplica en mis ojos y una sonrisa burlona aparece en su cara cuando me pide con una mano que me acerque, y yo hago eso, muy intrigado por el secretismo, para escuchar lo que me quiere susurrar al oído.

>>Alessa.

Eso me hace abrir los ojos con sorpresa, y desde luego despierta mi interés. He de admitir, no... No hay mucho que cotillear de ese tipo.

A pesar de que aparentemente es el imán más poderoso de Eldarya y gracias a eso ha conseguido robar los corazones de tres cuartos de la Guardia, no parece interesado en aprovechar sus poderes magnéticos, porque no ha tenido ningún rollo... Así que de esa parte no hay nada, y como no me puedo comer sus sueños tampoco puedo investigar qué secretos horribles tiene, y la cosa es que...

¿... No parece que tenga? Y eso es raro.

No sé por qué, hay algo en él que me incomoda. Ya lo hacía al principio y, bueno, después de todo el lío con Akire decidí revisar mis prejuicios y darle una oportunidad, pero... Incluso después de la entrevista, me... No sé, hay algo que se me hace raro en él. No sabría decir el qué.

De hecho, algo en lo que me he fijado hablando con otra gente con la que se ha entrevistado (no, no estoy obsesionado, para nada) es en que... Se ha encargado de compartir un poquito de su vida con todo el mundo. En una consulta psicológica donde, ¿no se supone que el psicólogo no debería hablar de sí mismo, por encima de todo? Es casi, casi, como si hubiera intentado adrede que la gente le cogiera confianza a base de dejarle echar un vistazo a su vida. Y eso me da miedo. Me da... mucho miedo.

Parte de mí piensa que quizá este tipo sea un topo mandado por Tripleté y que el verdadero Alessa esté en algún lugar en el fondo del océano, pero sé que eso es muy dramático, hasta para mí. Aún así...

Todo el mundo tiene secretos. Desde "Hola, me llamo Leiftan y soy un daemon" hasta "Hay una chica que me gusta pero no lo voy a admitir porque soy un elfo estúpido". No tienen que ser graves, ni relevantes, sólo son... Secretos. Así que...

-De qué, uh... -Carraspeo- ¿De qué tipo de cotilleo estamos hablando?

-Jugoso.

-Y-ya, pero- -Me pone un dedo en los labios, interrumpiéndome.

-Muy jugoso. ¿Favor?

Por supuesto que favor. Maldita sea, por supuesto que favor...

-Espero que no sea algo como que tiene seis dedos en un pie o algo así -Protesto entre dientes, él se encoge de hombros con aire inocente.

-Elección tuya...

-Sí, sí... -Suspiro resignado y empiezo a hacerme polvo- Pues a ver a Eweleïn...

Se despide de mí agitando una mano, y en seguida yo me voy volando hacia la enfermería... Apareciendo sentado sobre la silla giratoria de Eweleïn, que estaba al lado a punto de ir a sentarse, y lanza un grito cuando la asusto apareciendo de repente.

-¿Quieres que te cuente la historia de cómo se desencoló esa mesa? -Es lo que digo, haciendo que ella cambie su cara de bronca a una mueca de interés.

-A veces se me olvida de que eso ha pasado, gracias por recordármelo -Sonríe de inmediato-. Por favor, no escatimes en detalles.

-Antes de eso -Y yo también sonrío-. Vamos a hablar sobre los turnos de la enfermería de este fin de semana...

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(Narra Hiiro)

Hace... Menos calor de lo que pensaba.

Eso no significa que no lo haga. Oh, para nada. Hace un calorazo impresionante, el sol pega de lleno y siento asco de mí mismo por la cantidad de sudor que me cubre. Pero aún con todo y con eso, es mejor de lo que esperaba. Soportable.

Llevamos ya lo que imagino que serán unas buenas horas caminando a través del desierto. No es sencillo caminar entre la arena (la ilusión de un camino se ha deshecho rápidamente, aquí no hay rutas por ningún sitio, y por lo que ha dicho Leiftan eso es mejor porque una ruta está garantizada que nos traiga un asalto por parte de cualquier grupo de bandidos), y más de alguna vez me he tropezado ya por torpe, causando algunas risas aquí y allá. A todos nos preocupaba un poco Alessa, pensando que quizá le fuera más difícil percibir la arena que otro tipo de terreno, pero no parece estar teniendo ningún problema. Lo que sí, ha modificado un poco su pantalón para que le quede bastante más ajustado en las piernas, diciendo que así le iba a ser menos aparatoso caminar.

-A propósito -Después de un rato de caminata, a Valkyon se le ocurrió hacerle una pregunta-. Alessa, en caso de que... tuviéramos alguna confrontación, ¿serías capaz de defenderte?

-Depende del enemigo -Se lo pensó un instante-. Si nos ataca un gusano de arena, lo dudo mucho...

-¿Qué es uno de esos? -Preguntó Erika. Años de videojuegos sufriendo las fauces de esas criaturas me hizo hacerme una idea bastante aproximada.

-No te preocupes, si aparece uno de esos, no tendrás que preocuparte de mucho... -La respuesta de Ezarel hizo que Leiftan le pegase un codazo.

-Y si nos ataca un, eh, digamos... -Nevra pensó un instante- Si te intento pegar un puñetazo, ¿qué pasa?

-Vas a comer arena si lo intentas -Alessa sonrió-. He estudiado algunas formas básicas de autodefensa, y... Podría más o menos defenderme de uno o varios enemigos. Por supuesto, mis recursos son limitados, porque necesito concentrarme en percibir mi entorno, pero estoy preparado para apartarme de en medio, estorbar lo menos posible y meterme en la refriega sólo si pienso que mi ayuda es indispensable.

-¿No tienes poderes mágicos o algo así? -Cuestionó Erika, haciendo que el otro asintiera.

-Pero si los usas, no puedes ver, ¿no? -Dije, recordando lo que nos había pasado montando su oficina.

-Puedo hacer cosas pequeñas... -Según dijo eso, el sombrero guay de Leiftan empezó a florar por encima de su cabeza, y él corrió a cogerlo en pánico- Puedo intentar bajarle los pantalones a todos los enemigos. Es útil a la par que cómico y, más que hacerles daño físico cuando den con su cara contra el suelo, debilitará su moral.

-No tío, eso es muy rastrero -Eso dijo Nevra, pero lo dijo con una gran sonrisa.

-¿Y qué hay del humano que se ha pasado un mes fuera de servicio? -Ezarel se dirigió a mí entonces, haciendo que la atención recayera en mí- ¿Tú cómo te ves?

-Igual de torpe que siempre -Respondí yo, llevando la mano a la empuñadura de mi espada para poder desenvainar un poco con el pulgar, como en las películas guays de samuráis-. Puedo defenderme a mí mismo y hacer un poco de daño.

-Intenta que sea más Latteria y menos Memoria, ¿sí?

-Intenta pelearte tú solo contra Naytili... -Me quejo. Ahora que lo pienso, en los dos sitios me peleé contra ella...

-Haya paz... -Leiftan nos mandó callar a todos- Esperemos no tener que pelearnos con nadie y ya.

Y seguimos caminando. Leiftan va muy seguro de sí mismo consultando una brújula y lo que debe ser un mapa, aunque no entiendo qué es lo que debe llevar ese mapa si aquí sólo hay dunas de arena por todos sitios. Que cómo puede orientarse nadie por aquí es un misterio para mí.

De cuando en cuando vemos animales por ahí, y yo no me lo paso demasiado bien porque son en su mayoría reptiles y lagartos y otras criaturas escamosas de esas que no me gustan que se me acerquen (lo siento, Valkyon), y el resto son bichos con pinta de que pueden matarme. Por ejemplo, antes hemos visto un escorpión del tamaño de un perro, y Erika y yo hemos tenido que tomarnos unos segundos para aceptar lo que nuestros ojos veían. Quitando ese ejemplar concreto, Erika ha parecido bastante entusiasmada por el resto de la fauna.

-¿¡Y ese bicho qué es!? -A todos nos asusta cuando se pone a gritar de repente, señalando en alguna dirección. A un lado, donde señala, hay un lagarto gordo echándose una siesta al sol, con su papada inflándose cada vez que respira... ew.

-Es un lagarto del sol -Valkyon se lo explica con lo que parece que es orgullo... Quizá sean primos o algo-. Durante el día se tiran al sol y de él toman alimento y energía. Por la noche, sus escamas se endurecen para hacerles duros como la piedra y evitar que los depredadores les hinquen el diente.

-Si por la mañana duermen la siesta y por la noche son rocas -Frunzo el ceño-, ¿qué es lo que hacen entonces? Tipo... Se... ¿se mueven? ¿Hacen algo?

-Bueno, a ese le hemos pillado durmiendo, pero otros harán otras cosas durante el día... -Valkyon parece contrariado por un segundo- Imagino...

-¿Son los alcopafeles criaturas del desierto? -Pregunta Alessa- Mi, eh, cómo se dice... Mi familiar ha resultado ser uno de esos, pero no sé mucho sobre ellos...

-Ah, yo estaba apostando por un minaloo -Eso dice Ezarel, y se lleva otro codazo de Leiftan, que aunque esté atento al mapa no va a dejar de penalizarle-. Auch... No, los alcopafeles no son propios del desierto. Viven en su mayoría en las islas del sur, de hecho, y nadie entiende por qué o qué hacen allí, pero allí están.

-Son bichos muy raros -Gruñe Nevra.

-Lo dice el tipo cuyo familiar ni siquiera se sabe lo que es -Decido picarle, y él me mira parcialmente indignado por el honor de Shaïtan. Antes de que pueda responderme, devuelvo la conversación a Alessa-. ¿Cómo se llama tu familiar?

-¿... tengo que ponerle nombre?

-¡Por supuesto! -Erika se indigna- Si no se te ocurre un nombre, podemos ayudarte.

-Hmmm... -Él se lo piensa- Nunca se me ha dado muy bien eso... No como a mi madre, que eligió el nombre más fácil posible para escribir en todos los documentos legales que he tenido que hacer en mi vida -Parece guardarla rencor por eso-. Quizá algo corto y simple, como eh... Bac, o, eh... ¿Sam? O quizá algo como, eh, Roy...

-¿Disculpa? -Leiftan se para en seco de repente, girándose hacia Alessa, y todos nos detenemos con él, lo que hace que Alessa se quede confundido por un instante.

-¿Roy? -Repite el nombre- ¿L-le pasa algo?

-No... -Leiftan frunce el ceño antes de seguir andando- Es, hum... Deberías de pensártelo mejor antes de ponerle un nombre al tuntún. Es, eh, un ser vivo. Se merecen ese respeto.

-Supongo que sí, disculpa... -Parece un poco perturbado por la regañina- Acepto sugerencias entonces.

-Si es un alcopafel, entonces... -Erika sonríe- Perry. Perry el alcopafel, y tienes que ponerle un sombrerito... -Dubi dubi duba, dubi dubi dubaaa...

-¿Perry? -Él hace una mueca- ¿Como Perry Mason?

-¿Ese es el chico ese de los libros de mitología?

-Ese es Percy Jackson, Erika -La corrijo-. Mason son libros de misterio detectivesco, a lo Sherlock -El cual como buen patriota me siento obligado a decir que es el detective superior, sólo seguido por Herlock Sholmes.

-Hmmm... -Alessa se lo piensa- ¿Qué tal Hércules, entonces? Como Poirot.

-Hércules es un nombre muy bueno -Nevra interviene- Tengo un primo que se llama así -Nevra, tienes tantos primos que hubieras tenido uno con cualquier nombre que hubiéramos dicho.

-Pues Hércules, en honor al primo de Nevra.

-No, pero... -Erika parece decepcionada- Perry... Perry era el nombre perfecto... Él también es un detective...

-Técnicamente es un agente secreto, no un detective -Aunque Mason tampoco es detective, sino abogado, creo...

-Nadie entiende vuestras referencias de humanos, gracias -Gruñe Ezarel, quizá descontento por haberse quedado fuera de la conversación.

Erika procede entonces a explicar lo que es Phineas y Ferb, y Ezarel se queja y finge que no le interesa, pero si conseguí que se interesara sobre Free! y que me escuchase contarle toda la trama de Kuroko, entonces sé que también va a interesarle Phineas y Ferb. De alguna forma Erika termina tergiversando la conversación hacia Disney, el ratón más poderoso del mundo humano, la animación, y al final acabo haciendo una narración dramática de la tercera parte de JoJo’s vete a saber por qué, debe ser por la temática del desierto me lo recuerda...

Hasta que Leiftan interrumpe la marcha después de un tiempo, haciendo que todos nos detengamos con él, y se gira para mirarnos con ojos muy abiertos.

-No tengo ni idea de dónde estamos.

Todos nos quedamos completamente quietos. En la soledad del desierto, no se escucha nada. Ni siquiera hay una planta rodadera para dar efecto cómico, simplemente nos quedamos todos clavados en el sitio.

-¡Es broma! ¡E-es broma, no estamos perdidos...!

-¿Unas últimas palabras? -Ezarel lentamente coje su arco de su mochila y empieza a colocar una flecha...

-U-um, ¿n-no podréis atravesar el desierto sin mi ayuda? -Eso no parece ser suficiente para el elfo, que termina de poner la flecha y tensa la cuerda...- B-bueno, perdón, en mi cabeza sonaba de otra forma, eeeeem... No, lo que quería deciros era si queríais tomar un desvío... Mirad -Señala en alguna dirección hacia la infinidad del desierto, sacando su catalejo imagino que para al menos darle uso, pero aunque yo entrecierro los ojos no veo nada- ¿Veis esa nube de polvo en la distancia?

-¿A ver? -Nevra coge el catalejo y se lo pone sobre el ojo izquierdo, cerrando el derecho- Hmmm, no veo nada...

-Quizá es que esté empañado -Leiftan dice eso, poniendo los ojos en blanco mientras Nevra le devuelve el aparato-. Bueno, hay una nube de polvo, imagino que Ezarel sí debe verla... ¿sabes lo que es?

-¿Un torbellino de arena asesino? -Prueba. Leiftan niega con la cabeza- Ni idea entonces.

-¡Es un caminante de las arenas! -Sonríe muy ampliamente- ¿Queréis verlo? Dan un poquito de miedo pero son muy mansos, y si te quedas a una distancia segura no tiene por qué haber problema.

-Yo quiero ver uno de esos -Valkyon parece emocionado.

-¡Yo también! -Y Erika- Aunque no sé qué es ese bicho.

-Casi creo que es mejor si se queda en sorpresa -Leiftan sonríe-. ¿Qué hay del resto? -Me encojo de hombros, indiferente, y Alessa hace lo mismo.

-Rumbo al caminante, entonces -Decreta Nevra, sonriente.

El único que parece tener objeciones al respecto es Ezarel, pero por una vez se las guarda para sí. Leiftan hace un par de anotaciones en su mapa y en una liberta pequeña que lleva consigo y después de eso empezamos a caminar hacia... Alguna parte.

Pasa un rato hasta que soy capaz de ver la "nube de arena" a la que se estaba refiriendo Leiftan, pero al final lo consigo y según nos vamos acercando, eh... No tengo muy claro que esto vaya a ser buena idea. La nube no deja de hacerse cada vez más grande, y distingo una silueta en su interior... Y la silueta se hace cada vez más grande, incluso en la distancia, y mi corazón se encoge a cada metro que nos acercamos hacia el caminante, cuando empiezo a tomar conciencia de lo verdaderamente grande que es esa criatura. Terminamos de subir a lo alto de una duna y desde allí, aunque aún estamos a una distancia considerable, observamos al caminante.

Una criatura colosal camina sobre la arena, a paso lento pero constante. A cada paso que da, sus fornidas patas y su pesado cuerpo creen una nube de polvo y arena, de tamaño tal que incluso a esta distancia se notan sus efectos, con granos de arena golpeando nuestra piel y siendo lo suficientemente molestos como para que debamos cubrir nuestros rostros. La criatura se asemeja, por compararla a algo del mundo humano, a una tortuga, en el sentido de que en su espalda hay lo que podría considerarse un caparazón, salvo que es una construcción rocosa comparable a una montaña, con picos altos y afilados entre los que se puede ver que crece la vegetación, la misma que cubre también parte de la cabeza de la criatura, sus largas piernas y su cola. A excepción de esas manchas verdes, el resto de su piel es blanca y por cómo se agrieta y la forma que tiene, me hace pensar que debe estar hecho de caliza o algo similar, lo que le camufla más o menos entre las arenas, salvando el hecho de que es una criatura gigante así que no es exactamente fácil no verla.

Simplemente observo a la criatura, en parte fascinado, pero también aterrado, como cuando miras abajo estando en un sitio muy alto, y pensar en las dimensiones que debe tener esa criatura hace que me dé un vuelco el corazón. Me siento muy pequeño de repente.

-¿Qué es esa cosa...? -Hablo con mucho, mucho respeto hacia la criatura.

-Un caminante de las arenas -Responde Leiftan, que parece bastante menos sobrecogido que yo-. A decir verdad, creo que nadie sabe exactamente de dónde han salido o qué se supone que son siquiera... Hay gente que teoriza que son un tipo de gólems, otros que son familiares, salvo que... Bueno, que cómo se reproducen es algo desconocido. Nunca se ha visto morir o nacer a uno, y tampoco se ha visto a dos interactuar... Nunca parecen tener la misma trayectoria.

-¿Y todo lo que hacen es... caminar? -Pregunta Erika.

-Efectivamente -Él asiente-. Sólo... Caminan. No parecen necesitar alimento o reposo. No se sabe por qué caminan, tampoco, porque no parecen tener un objetivo claro, se limitan a dar vueltas alrededor del desierto. Son criaturas de lo más misteriosas... -Parece verdaderamente intrigado por ellas, y mira a la criatura con ojos llenos de emoción... Y me extraña que no de arena, ¿por qué no parece estarle molestando la arena?- Pero son extraordinariamente difíciles de estudiar, porque es difícil acercarse a ellas, y aunque nadie pudiera hacerlo, son tan grandes...

-¿Cuánto miden? -Cuestiona Nevra.

-No menos de trescientos metros -Oh, guau... Eso son tres Big Benes y medio, al menos-. Son impresionantes...

-Estoy seguro de que lo son -Alessa resopla-. Está un poco lejos para mí...

-Oh... -Leiftan pone cara de pena-. Lo siento. No podemos acercarnos mucho más si no queremos ponernos en peligro, lo siento...

-¿Podría acercarme yo volando? -Cuestiona Valkyon- A lo mejor es más sencillo si me acerco desde el aire. No debería atacarme, ¿no?

-Eeeeh, no estoy seguro de que eso sea una buena idea -Ezarel frunce el ceño-. Por varias razones. Lo siento pero creo que deberíamos seguir nuestro camino, ese caminante está muy chulo pero yo no me acercaría demasiado a él.

-Ezarel tiene un poco de razón -Leiftan suspira-. Lo siento, Alessa.

-Ah, no pasa nada. Me quedo sin ver el caminante y el dragón. Pero no pasa nada.

Me siento un poco mal por él... Valkyon le promete que aún día le enseñará su transformación y Erika que le va a hacer un dibujo del caminante para que lo perciba, y con eso Alessa tiene que darse con un canto en los dientes, pero parece algo disgustado aún con todo. De todas formas, es cierto que quizá sea peligroso acercarse a esa cosa y, bueno, a juzgar por el crowmero que vi en la ciudad, diría que no nos conviene tomarnos el viaje con excesiva calma, tampoco.

¿Nos ha seguido el crowmero desde Eel? ¿Tiene varios? Creo que tiene más sentido que tenga varios... Imagino. Teniendo en cuenta que Taenmil no ha querido venir con nosotros, imagino que Ezarel se hubiera dado cuenta si un pájaro desconocido se hubiera venido en nuestro barco. Eso levanta la pregunta de cuántos pájaros tiene este hombre y dónde los tiene exactamente...

Algo mareado de repente, no sé si por el calor o por mis propios pensamientos, me doy cuenta de que empiezo a pensar como uno de esos locos conspiroparanoicos que dicen que los pájaros no son reales y meramente son herramientas del gobierno para vigilarnos... Psh, ya, pájaros, los que dicen eso desde luego no han echado un vistazo al sistema de videovigilancia de Londres... El Gran Hermano nos controla... Vivimos en una distopía creada por el Nuevo Orden...

-Hiiro, pareces algo pálido, ¿todo bien? -Valkyon se acerca a mí y me espabila de un codazo- Recuerda beber agua, ¿sí?

-Sí, sí...

Afortunadamente para mi propia cabeza, Leiftan decide que es hora de comer no mucho tiempo después, y en cuanto encontramos una construcción rocosa que más o menos nos protege del viento y da sombra, allí nos sentamos a comer, justo a tiempo para evitar que yo me haga un sombrero de papel albal. La comida son en su mayoría raciones secas y fruta desecada, todo eso lleno de arena por supuesto porque aunque estemos refugiados sigue habiendo arena por todos sitios.

-No se me ha ocurrido preguntarlo, pero -Erika habla mientras estamos comiendo, llamando la atención de Leiftan-, ¿cuánto se supone que vamos a tardar en llegar a la biblioteca?

Leiftan sonríe de forma algo incómoda con esas palabras.

-Ahaha, verás...

---

Después de cuatro días navegando el desierto, cualquiera diría que debería haberme acostumbrado a la arena. No lo he hecho.

ESTÁ EN TODOS SITIOS. Y es imposible deshacerse de ella. Era esperable, pero estoy un poco aburrido de tener arena en los zapatos y entre la ropa constantemente, tragar granos de arena que se cuelan en mi comida y ocasionalmente echarme a llorar cuando se me mete alguno que otro en el ojo.

Sí, bueno, el viaje por el desierto es duro. Y precisamente la arena no es lo peor.

El calor agobiante. Es un milagro que nadie se haya caído en redondo ya, aunque Erika tuvo un momento de mareo el segundo día y nos tuvimos que parar un rato por ella, y yo he tenido un par de momentos tontos también, porque aunque con la capucha, lo de tener el pelo negro no ayuda, desde luego. Al menos se nos va a quedar a todos un bonito bronceado, supongo.

Las noches son también horribles. Como lo único que hay aquí son dunas, arena y montañas de arena, el viento corre por todas partes llevando arena y golpeando las tiendas de campaña, lo cual no hace que sea fácil dormir, sobre todo con el pensamiento de que cualquier criatura del desierto pueda atacarnos... Y ahora llegamos a eso, pero antes... Oh, hace frío por las noches. Bastante. Había oído que los desiertos se enfriaban muy deprisa, pero vaya, una cosa es saberlo y otra es notar el campo de temperatura en tus propias carnes. Precisamente la ropa que compramos no está preparada para el frío, así que se hubiera agradecido tener algún abrigo... Al final, bueno, no se duerme nada bien por aquí.

Y las criaturas del desierto, ah, sí. Aún recuerdo haber sentido bastante miedo viendo aquel caminante de las arenas, pero comparado con lo que nos ha atacado, casi preferiría tener a un caminante siguiéndonos antes que volver a cruzarnos con otro bicho.

La primera noche, mientras estábamos preparando el campamento, una criatura peluda y redondita, bastante adorable en realidad, se acercó a Erika cuando nadie estaba mirando y ella, siento Erika, rápidamente fue a hacerle mimitos... Sin que le diera tiempo de oír a Leiftan gritando su nombre, y a punto estuvo de perder el brazo si no hubiera sido porque Valkyon espachurró a la bola de pelo de un martillazo a tiempo. Por supuesto, no venía sola, sino que tenía bastantes compañeros escondidos en la arena rodeándonos y al final nos vimos todos involucrados en el combate, y me siento un poco mal porque las criaturas eran lindas pero, bueno, una de ellas intentó comerse mi pie, así que tanta pena no me dan.

Hablando de cosas que han intentado comerse uno o varios de mis pies, otro día que íbamos caminando por el desierto más o menos distraídos, Alessa nos detuvo a todos de repente sin motivo aparente.

-Hay... algo delante de nosotros -Dijo, frunciendo el ceño-. Creo. A lo mejor me lo estoy imaginando, pero... Es como que el suelo tiene un poco más de consistencia... -Señaló en una dirección no muy lejos de donde yo estaba- Por ahí.

Se me ocurrió coger una piedrecita del suelo y tirarlo en esa dirección... Y en cuanto la piedra tocó el suelo, la arena se levantó y se cerró sobre sí misma, como un cepo, asustándonos un poco a todos, pero a mí un poco menos cuando reconocí lo que era.

-¡Una jhalfambra! -Dije, chasqueando los dedos- Draz me salvó de una alguna vez, ¿te acuerdas, Erika?

-Algo me suena, sí -Ella también recordó aquel primer encuentro con el elfo-. Pero pensé que esas vivían en el bosque...

-Bueno, esta era una jhalfambra de arena -Explicó Leiftan-. Hay distintas jhalfambras dependiendo del terreno... Y las del desierto son las más inteligentes, por lo que tengo entendido. Hay algunas que se hacen pasar por alfombras y consiguen que los mercaderes las recojan y las vendan sin saber lo que son en realidad... -Un poco cuestionable la ética del mercader que ve una alfombra tirada en mitad del desierto y decide que es buena idea recogerla sin asegurarse primero de que vuela al menos- No son fáciles de distinguir, yo ni la había visto. ¡Bien hecho, Alessa! Gracias.

-Sí, bueno... -Él se frotó el cuello, parece que avergonzado por el agradecimiento- No hay de qué.

Y, bueno, esos eran parte de los bichos más o menos evitable, luego ha estado aquello de...

-Oye Leift, ¿qué es ese montón de arena que se ve en-

-¡GUSANO DE ARENA! ¡¡CORRED, CORRED, CORRED!!

Cuarenta minutos de correr en el desierto por nuestras vidas, con Leiftan gritándonos que ni se nos ocurriera parar y Valkyon (que se había echado a Alessa al hombro como un saco de patatas porque lo de correr por el desierto aparentemente no es fácil para él) le gritaba de vuelta que si no era más fácil transformarse en dragón y cargarse al bicho, hasta que le vimos asomar un poco el morro por debajo de la arena y todos coincidimos en que lo mejor que podíamos hacer era SEGUIR CORRIENDO AÚN MÁS DEPRISA.

Buenos tiempos, buenos tiempos. Empiezo a plantearme si no sería más fácil simplemente encontrar al crowmero que nos debe estar siguiendo, invocar a El Titiritero y hacer un trato con él para que me cuente toda su historia y dejarme de bibliotecas y desiertos y gusanos de arena...

-¡Buenas noticias! -Leiftan nos sorprende a todos gritando eso, interrumpiendo mis maquinaciones perversas- Supongo. Bueno, depende de lo que queráis.

-¿Has encontrado un atajo que nos lleve directamente a la biblioteca? -Gruñe Ezarel, jadeante por la caminata y el calor. Incluso para él este sol es demasiado.

-Sí, ya verás, cierra los ojos y di “ábrete orégano” tres veces...

-¡Es ábrete...! -Erika se queda a media protesta y jadea- Lo que sea, ya hemos tenido esta discusión, hace demasiado calor para gritar. ¿Qué es, Leift?

-La Cueva de las Maravillas, que se abre con “ábrete sésamo”... -Erika me lanza una mirada agradecida por terminar su protesta. Aladdín es mi peli de Disney favorita, lo siento, todas las noches me pongo a mirar si veo un mercader con un puesto estrafalario paseando y cantando sobre las noches de Arabia.

-Um, no... -Leiftan pone una cara rara- Hay un oasis cerca de aquí.

¿Oasis?

-Podemos descansar un poco en él, si queréis.

Oasis.

-Hay agua para rellenar nuestras cantimploras.

AGUA.

-De hecho, hasta podemos darnos un bañ-

-Estamos yendo -Le corto inmediatamente-. Vamos a ir. Vamos. Ya.

-No tan deprisa, mono acuático -Ezarel me corta la ilusión, y espero que eso no lo haya dicho de forma despectiva-. ¿Tenemos que desviarnos mucho? No me apetece estar dando rodeos...

-A mí tampoco, pero... -Nevra gruñe- Ezarel, hay sudor encima de mi sudor. Soy incapaz de percibir temperatura y sin embargo me estoy asando de calor. Ezarel, TENEMOS que ir a ese sitio. Por favor. Valkyon huele muy mal cuando suda -No quería decir nada, pero siendo el que comparte tienda con él por las noches... Estoy de acuerdo.

-Voy... voy a intentar no ofenderme -Valkyon frunce el ceño-. Hm... Quizá sea bueno bañarse...

-Estoy a favor -Alessa asiente-. Necesito lavarme las gafas, no veo nada con ellas.

-No sé para qué me esfuerzo, si al final es siempre ir a por Ezarel, todo el mundo en contra de Ezarel... -Erika le da algunas palmaditas en la espalda- Pues nada, hale, vamos al oasis a que pueda meter la cabeza en el agua y me ahogue.

-Piensa que vas a poder lavarte el pelo al fin -Erika intenta animarle, él se encoge de hombros más con resignación que otra cosa-. ¡Rumbo al oasis, Leift!

-¡Al oasis! -Él asiente, satisfecho.

Baño. Un baño. Al fin. Por fin. Necesito agua sobre mi piel. No arena. No más arena. AGUA.

Cuando Leift echa a andar, yo soy el primero en seguirle, y mis pasos son un poco más livianos que antes ante la perspectiva del oasis.

He aprendido que cuando Leiftan dice que “estamos cerca de” lo que quiere decir es que nos quedan un par de horas de camino, así que procuro no desilusionarme mucho cuando la caminata se alarga un rato. Después de un tiempo, sin embargo, Leiftan me da un codazo leve para señalarme en una dirección concreta, donde a lo lejos se ve el oasis, y yo no podría estar más contento al verlo. Nos acercamos, bastante más animados ante la perspectiva de un respiro, y me sorprendo al ver que el oasis es bastante más grande de lo que esperaba... Tengo en la cabeza la imagen de simplemente un charco de agua, una palmera y un poco de verde, pero... No, es casi un bosquecillo, un verdadero refugio entre las arenas hostiles.

-¿Podemos pasar la noche aquí? -Casi lloriqueo, viendo un sitio de apariencia bastante menos hostil que las arenas llenas de alfombras comehombres.

-Por supuesto -Leiftan me sonríe con gentileza, y me siento como cuando Henry convencía a mamá de ir a comer al McDonald’s en lugar de cenar en casa-. Llevamos unos días muy duros de viaje. Podemos tomaros un descansito y tener una tarde en paz, darnos un baño agradable y pasar una noche tranquila...

-Les estás consintiendo -Protesta Ezarel.

-¡Me pido primer turno de baño! -Canturrea Erika, corriendo el último tramo hacia el oasis, y en seguida me lanzo tras ella porque NO SEÑORITA, el primero en entrar al agua voy a ser yo.

Al final ni la una ni el otro, Valkyon nos caza a ambos y nos dice que primero hay que montar el campamento, y eso es lo que hacemos, levantando las tiendas, repartiendo sacos y simplemente organizándolo todo. Después, y antes de que se bañe nadie, nos acercamos al pequeño riachuelo no muy lejano a donde nos hemos asentado y de él rellenamos todas nuestras reservas de agua, mientras que Leiftan y Nevra exploran un poco el oasis... Y después de un rato ambos vuelven con buenas noticias.

-Hemos encontrado una charca en la que podemos bañarnos -Anuncia Nevra, orgulloso-. No está muy lejos y es relativamente grande, así que podemos ir en grupos, porque... quizá no sea bueno que alguien se quede solo.

-Lo poco que me fío de ti -Ezarel le mira cubriéndose el pecho con las manos, Nevra hace el gesto muy exagerado de guiñarle el ojo.

-Puede ser peligroso si atacan a alguien -Indica Leiftan-. Incluso estando en un oasis, nadie nos asegura que este sea un lugar seguro. Así que...

-Somos siete -Indica Erika- Así que... Dos grupos de dos y un grupo de tres.

Estoy bastante seguro de que todos hacemos los mismos grupos en la cabeza, y Leiftan y Erika giran su cabeza a la vez hacia Ezarel, que se queda en blanco por un segundo y simplemente abre mucho los ojos. Luego frunce el ceño. Luego hace un sonido gutural y creo que eso significa que ha iniciado el protocolo de autodestrucción.

-Oh, eso es fácil -Alessa interviene-. Valkyon, Nevra y Hiiro en un grupo; Leiftan y Erika en otro; y por último Ezarel y yo mismo. ¿Qué tal así?

-¿Disculpa? -Erika parece personalmente ofendida por la propuesta de Alessa.

-Oh, estoy conforme -Ezarel asiente rápidamente, deteniendo la autodestrucción-. ¿Objeciones?

-Yo tengo unas cuantas... -Erika musieta entre dientes. Se gira hacia Leiftan, que se encoge de hombros, y al final ella hace un gesto resignado- Bueno, vale...

-Por mí ningún problema tampoco... -Veo a Nevra dirigirme una mirada por el rabillo del ojo, como en duda de qué es lo que pienso de todo esto...

Y, no mentiré, creo que iba a estar más cómodo sólo con Valkyon, pero... Parece que va a ser más seguro para el elfo alejarle de sus muy entusiasmadas parejas, porque tiene toda la pinta de que quizá él no esté en el mismo nivel de intimidad que ellos quieren estar. Lo cual, bueno. Puedo entenderlo. Y si hay alguien que tenga que verme desnudo, prefiero que sean las dos personas que ya lo han hecho en el pasado.

Así que simplemente me encojo de hombros.

-Perfecto -Alessa asiente-. En ese caso, nosotros iremos primero, seguro que no os importa...

Pues... ¡pues sí que me importa! Simplemente me muerdo la lengua y no digo nada, pero me siento hasta traicionado por Alessa cuando hace eso. Tengo poca intención de permitir que Erika haga lo mismo, y aunque intento debatir con ella por el siguiente turno, al final se termina decidiendo en un durísimo enfrentamiento de piedra, papel o tijeras... Que gano, así que Erika se tiene que aguantar cuando vuelven los otros dos de su baño, y es mi grupo al que le toca bañarse al fin.

Es Nevra el que nos guía, y es una charca bastante simpática... No muy grande, y tampoco muy profunda, pero al menos lo suficiente como para poder ponerse a remojo un poco, bueno.

-Esto me recuerda un poco a Hasefrío -Comenta Valkyon-. Salvo, bueno, aquellas eran aguas termales...

-Las aguas de Hasefrío están calientes, pero las del desierto están frías... -Nevra reflexiona.

-Al menos el desierto no se llama Khalur O’Soh -Termino yo. En serio, ¿quién le puso nombre a estos sitios?

Me siento un poco más cohibido ante la idea de tener que desvestirme cuando caigo en que realmente aquí no hay nada más que naturaleza, pero... Realmente no tengo derecho a sentirme avergonzado, después de alguna de mis incursiones nocturnas a la playa de Eel, supongo. Así que al final, aunque bien procurando darle la espalda a todo el mundo, termino por deshacerme de la ropa y meterme en el agua con toda la rapidez que puedo. Y está... no fría del todo, pero en comparación con el calor agobiante del desierto, sienta bastante bien. Ahá... Sí, lo siento pero el desierto no es mi clima, yo necesito estar a remojo.

-Y ese es el famoso tatuaje -Nevra habla cuando se mete en el agua, a una distancia respetable pero desde luego no cortándose en indicar que está mirando en mi dirección, y es entonces que recuerdo que, oh cierto, me inyecté tinta debajo de la piel hace semanas.

-Eeeh, sí... -No queriendo mirar a ningún sitio concreto, simplemente dirijo mi mirada al símbolo.

La verdad es que me gusta bastante cómo ha quedado... Con el estilo que tiene, es como si alguien hubiera dibujado a pincel el símbolo en mi piel, es muy... tradicional. Mis padres se echarían los dos a llorar si se enterasen pero, bueno... Lo siento, mamá, te prometo que no voy a unirme a la yakuza.

-¿Qué es? -Intuyo que me mira de forma curiosa, y no sé... Eh, no sé si me siento muy cómodo con nada de esta situación. Sólo quiero sentarme en el agua en paz y olvidarme del desierto un rato...

-Es un... un kanji, es un símbolo en japonés. Es para la palabra “coraje”, es... Algo de Henry.

-Ah -Eso parece cortarle un poco-. Okey. Hmmm Valkyon, tú que te has abierto los pendientes ahora, ¿a ti no te ha dado por la tin-Yyyy está meditando, vale...

Es cierto, por el rabillo del ojo puedo ver a Valkyon haciendo eso que hace en las aguas termales que casi parece que está dormido... Es mejor dejarle así, que descanse.

Yo también descanso, dejando que la sensación del agua me refresque. Me aseguro de meter la cabeza en el agua y más o menos lavarme el pelo como puedo, quitándome toda la arena de encima y dejando que mi cabeza pierda temperatura a la vez (ah, lo bien que sienta eso), y me aseo de la mejor manera que puedo antes de simplemente dejarme estar en remojo un rato, disfrutando de este pequeño paraíso en mitad del hostil desierto.

Echo la cabeza hacia atrás y miro hacia arriba, donde veo las hojas de las altas palmeras dando sombra, y entre ellas distingo el canto exótico de algún pájaro. Fuerzo la vista, intentando discernir el plumaje negro de un pájaro concreto... Pero no soy capaz de encontrarlo. Sí, seguirnos a través del desierto habría sido muy complicado... Y poco discreto. Así que... Eso significa que no sabe dónde estamos. Puede llegar a hacerse una idea, pero no lo sabe exactamente... Y eso me aporta un poco de tranquilidad, y a la vez... Todo lo contrario.

Inspiro, cogiendo aire. No puedo evitar preguntarme dónde está ese hombre... Y qué será lo que tiene planeado para nosotros.

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(Narra El Titiritero)

Naytili simplemente se sube de un salto sobre su fenrisulfr y el animal sale corriendo con toda la prisa que puede darse, al igual que los otros dos cánidos, que corren tras su ama. Yo aún me quedo algo confuso en mitad de la arena, no habituado del todo a estos lares y sus criaturas, y lanzo una segunda mirada en dirección al montón de arena que se divisa en la distancia y que... Oh, cielos, viene a por nosotros, sí... Vista la reacción de Naytili, entiendo que no quiero quedarme a averiguar qué es esa cosa.

Pues...

Bueno...

¿Hasta luego?

De un salto me subo yo a mi propia montura, que se encabrita con la brusquedad de mi gesto (lo siento, compañera, no volverá a ocurrir), y subido en ella la espoleo para indicar la marcha y hago latiguear sus riendas, haciendo que inmediatamente comience a galopar lejos de la desconocida pero evidentemente peligrosa montaña de arena. No tardamos en alcanzar a Naytili y de hecho adelantarla, pero tiro ligeramente de las riendas para indicar que prefiero quedarme a la altura de la mujer horrible... No tanto que lo prefiera como que no me haría ningún bien adelantarla y perderme en mitad del desierto yo solo, bueno...

-Es la tercera vez que nos atacan en lo que va de día, ¿segura de que sabes lo que te estás haciendo? -Cuestiono, algo molesto por tanta interrupción de monstruos intentando devorarnos... Al menos ahora tengo una alfombra nueva o, bueno, un tapiz, pienso colgar esa jhalfambra de una pared en cuanto volvamos a la mansión.

-Si no te fías de mí, ¡haber venido tú solo!

-No digas eso, mujer... -Ya me gustaría, ya... Pero tengo bastante claro que yo sólo no iba a enfrentarme a la Guardia de Eel, y necesito alguien que echarle a los lobos cuando todo vaya mal.

-En ese caso... ¡cierra la boca!

Todo lo que hago es morderme la lengua, porque no me hace ningún bien pelearme con ella ahora mismo. Me temo que estamos en su territorio, y estando yo sólo contra sus mascotas y su mal carácter, estoy en desventaja... No, por una vez, no es buena idea pelearme con ella.

Se lo he puesto en bandeja, cierto, pero es mi manera de señalarle que nuestra alianza aún me importa (por favor, que te coma una jhalfambra, por favor muérete en el sueño, por favor que todas tus mascotas te arranquen las extremidades a mordiscos), después del berrinche que se cogió tras el asunto de Chloé. No es culpa mía que la chiquilla se obesionase con el hombre del que tú quieres vengarte... Bueno, sí. Pero míralo por el lado positivo: ¿Qué mejor venganza que dejarle en manos de una muchacha inestable que no es capaz de comprender siquiera el veneno de sus propias emociones? Oh, a mí me encantaría ver a mis enemigos así. No a todos, pero sí a algunos, bueno.

Finalmente, y después de una intensa carrera por el desierto, conseguimos ponernos a salvo del montón de arena devorahombres, o lo que se suponga que era aquella criatura, y Naytili se baja de su mascota para que esta pueda descansar... Es bueno que tenga esa cortesía con la criatura, teniendo en cuenta que está forzando a su cohorte de cándios agresivos a caminar por el desierto a unas temperaturas insufribles... Me preocupan dos cosas: primero, que se vayan a quemar las patas los pobres; y segundo, que toda la arena que sus pelajes están recogiendo luego vaya a ir directa a los pasillos de mi casa.

Me bajo también yo de mi montura, acariciando su lomo para agradecer la carrera y a la vez pedir disculpa, y luego me dirijo a las alforjas en su lomo para poder buscar algo de agua que ofrecerla, porque no me gustaría que la pobre se deshidratase.

-Quizá tú también deberías dar de beber a tus mascotas, querida -Indico, viendo cómo los perros están ahora mismo jadeando con la lengua afuera-. No sé si se te pueden morir, pero si son capaces de hacerlo, lo ideal sería que no lo hicieran.

-Métete en tus propios asuntos... -No, Naytili, no, eso no funciona así, querida...- ¿De dónde has sacado tú esa cosa, si puede saberse?

-Puede que la Guardia de Eel tenga el monopolio de los familiares, pero aún puedes encontrar alguno si buscas en los... lugares correctos -Sonrío casi más para mí, acariciando el cuello de mi compañera (... el familiar, no Naytili, a esa mujer no quiero tocarla ni con un palo), que ya ha terminado de beber y relincha de forma que me hace saber que está lista para continuar la marcha.

-Lugares correctos -Entrecierra los ojos-. ¿Es otra de tus marionetas?

No respondo y me limito a sonreír. Si ella no me da respuestas, ¿por qué he de dárselas yo a ella? Termina por rendirse, bufa, y tras ajustar el velo que lleva para protegerse de la arena, comienza a andar en la dirección que sea que le resulte más conveniente... Y yo la sigo con un suspiro.

-Espero que al menos sepas hacia dónde estamos yendo...

-La biblioteca.

-... En la cual nunca has estado y he sido yo el que ha tenido que darte las coordenadas, ¿sabes siquiera moverte por el desierto?

-Cállate.

-Al menos dime cuánto va a llevarnos el viaje...

No me gusta no estar en control de la situación, lo admito. Me molesta que sea ella la que lleva la marcha, especialmente por el hecho de que no quiere compartir nada conmigo. Pero, una vez más, esta es una demostración de buena voluntad por mi parte... Así que tengo que aguantarme... Y tragarme mi orgullo... Quiero matarla, oooooooh, cuánto quiero matarla. Sólo tendría que entregársela a la Guardia, al resto le diría que desafortunadamente Naytili cayó en combate y...

-Hacia allí -La desagradable voz de la aún más desagradable mujer llama mi atención, y la veo señalando en alguna dirección-. A lo lejos hay un oasis. Buscabas uno, ¿cierto?

-Sí, así es... -Me froto la barbilla, frunciendo el ceño al darme cuenta de la aspereza de la barba incipiente que crece en ella- Gracias, Naytili.

No responde a eso; continuamos caminando, y la figura verde del oasis se va haciendo cada vez más clara y cercana... Los perros de Naytili agitan sus colas con ánimo ante la idea del descanso... Imagino entonces que sí, deben de cansarse y de necesitar sustento. Admito que tengo un relativo interés por sus alimañas, me gustaría, hm... Diseccionar alguno... Ver de qué están hechos, porque sé que el fenrisulfr es un familiar de pleno derecho, pero los otros... No lo tengo tan claro.

Llegamos al oasis, y en cuanto lo hacemos, las criaturas de Naytili empiezan a gruñir... No es muy difícil saber por qué, se notan las marcas recientes de que alguien ha estado por aquí recientemente... Y ha montado un campamento.

Naytili se agacha junto a algunas marcas en el suelo, las examina por un instante y luego frunce el ceño.

-Dos días -Anuncia.

-Nos llevan dos días de ventaja... -Una vez más llevo mi mano a la barbilla y decido que es prioritario afeitarme lo antes posible- Perdimos bastante tiempo porque te negaste a...

Chista de forma brusca, haciendo que me silencie, y sin siquiera levantarse sólo hace un gesto con las manos y por encima de nuestras cabezas aparece una bóveda semitraslúcida que se vuelve opaca en poco... Y entiendo, eso significa que estamos ocultos.

Me quedo quieto para evitar llamar la atención de ninguna manera, pero mis ojos miran al cielo. Sólo hay algo que resalte, un pájaro... De bastante envergadura, que da vueltas en el cielo sobre nosotros, sobre el oasis, durante unos instantes... Antes de descender hacia él, entre la maleza, más alejado de nosotros.

Veo el rostro contrariado de Naytili, un una ira asesina en sus ojos, y escucho el gruñido leve de sus mascotas, listas para la orden de ataque. Lo único que hago es colocar una mano sobre el hombro de ella.

-No -Indico.

Dirige su mirada furiosa a mí ahora. Yo se la devuelvo, pero la mía es con calma. No me la líes, Naytili, no me la líes...

Aguardamos, ambos quietos. Después de un rato, el pájaro vuelve a salir de entre los árboles, y surca el cielo perdiéndose en la distancia del desierto. Sólo cuando se ha perdido de vista más allá del horizonte Naytili deja caer la barrera sobre nosotros, y la veo respirar profundamente. Aprieto un poco en su hombro, y ella sacude un manotazo a mi brazo para hacer que lo retire, mientras que sus mascotas me gruñen.

-No pasemos mucho tiempo aquí -Indico, con un suspiro-. Lo ideal sería alcanzar a la Guardia antes de que lleguen a la biblioteca... El tiempo no corre a nuestro favor -Empiezo a rebuscar en mi cabeza alguna metáfora sobre relojes de arena, pero Naytili me corta antes de que pueda lucir mis habilidades lingüísticas.

-Coincidimos en algo -Se pone en pie del todo y le ladra a sus perros (¿Ves? Habilidades lingüísticas)-. Buscad agua y beber. Tenéis media hora.

-Media hora... -Mientras los perros se van, yo frunzo el ceño- No, tampoco será eso. Requiero de aseo y alimento, querida. Tengo una imagen que mantener.

-¿Has dicho “arreo”? Porque yo te arreo si quieres.

-Contén tu fetichismo, mujer fatal -Suspiro-. No, requiero de un baño y juraría que tú también. Hueles a perro más que de costumbre -Juraría, juraría que me está gruñendo ahora mismo...-. Hay aquí donde bañarse, ¿cierto?

No me responde, pero tampoco necesito que lo haga; al contrario que durante los últimos doscientos años, tengo piernas con las cuales puedo caminar e ir a buscar un sitio donde bañarme yo mismo. No tardo mucho en encontrarlo, siguiendo el sonido del pequeño riachuelo que hay (del cual las mascotas de Naytili beben ávidamente), y remontándolo hasta que encuentro una charca simpática que es más grande que la bañera de casa, lo cual me satisface; pero no lo suficiente como para atormentarme con el trauma de todas las veces que he me he ahogado o he estado a punto de ahogarme, que en retrospectiva, son... Más de las que son pertinentes.

Como sea, me gusta este rincón, así que comienzo a desvestirme... Y mi piel lo agradece, caramba, estaba pasando calor ahí abajo...

-Llevo todos estos días preguntándome cómo no has cedido ante el calor debajo de toda esa ropa -Jamás admitiré que la voz de Naytili me sobresalta, incluso si se ve una reacción física en el respingo que hace mi cuerpo.

-Hay que ir bien vestido a todos sitios, querida -Respondo, terminando de retirar mi chaleco y comenzado a desabrochar mi camisa... Que no está tan empapada en sudor gracias a la camiseta interior... Y esta vez he prescindido del chaqué pero, de acuerdo, quizá vaya excesivamente vestido a menudo... Pero cómo voy a hacer que mis enemigos tiemblen de terror al verme si no me reconocen por mi extravagante vestimenta, ¿o se piensa alguien que llevo el sombrero a todos sitios por gusto?-. ¿Has venido a espiarme mientras me baño? No eres demasiado discreta.

-Créeme, preferiría arrancarme los ojos... -Dice eso, pero por el rabillo del ojo veo cómo ella deshace el intrincado doblaje de su velo, liberando su pelo, para después proceder a desvestirse ella también- La idea de un baño sueña tentadora, deberé de admitir.

-De forma que cuento con tu encantadora compañía... -La última persona de toda Eldarya con la que quiero compartir bañera. La última- Que no se te vayan mucho los ojos, ¿de acuerdo?

Ella se ríe. Casi como desafío, una vez termino de desvestirme, veo que sus ojos me recorren de pies a cabeza, y una sonrisa aparece en sus labios.

-Tampoco hay mucho que ver.

Son sus últimas palabras antes de que uno de mis hilos la arroje al agua, empapando lo que quedaba de su vestimenta que no le ha dado tiempo a quitarse, y la escucho gritar con rabia desde el agua. Herir el orgullo de un hombre de esa manera... Golpe bajo, Naytili, golpe bajo. Qué mal gusto... Una señorita no debería hacer ese tipo de comentarios. Yo no iba a decir nada sobre tu anatomía, sabes.

Inmediatamente después de semejante osadía, sumerjo la cabeza bajo el agua, de forma que su serie de gritos, gruñidos y ladridos queda parcialmente silenciada por el agua.

...

...

...

Y a los tres segundos vuelvo a subir a superficie, aterrado por la serie de recuerdos que pasan por mi mente, y dejo que me grite en la cara porque todo es mejor que volver a estar bajo el agua, agitada y tormentosa; o fría y letal.

Naytili y Tripleté be like:

Bajbsjsbk lo siento muchísimo (?) Pero la verdad es que coinciden un poco (??? La primera vez que intenté dibujar al Hiiro del desierto me acabó saliendo eso, porque con cómo se están portando ahora mismo persiguiendo a la Guardia de Eel, me recuerdan un poco al Team Rocket. Sólo necesitamos un purreko que quiera hacernos de meowth, porque el fenrisulfr de Naytili ya nos hace de wobbuffet (?

¡Una cosa antes de cerrar! Como hemos visto, parece ser que Tripleté ha conseguido hacerse con un majestuoso corcel (? Su familiar es un Rawist, ¿querríais ayudarme a ponerle nombre? Estoy debatiendo varias opciones, he hecho la votación entre mi círculo de amigos pero, ¿por qué no preguntarle a más gente?

Podéis acceder a la encuesta pinchando: ¡Aquí! O, si alguien quiere, puede escribirlo en un comentario, o plantear una nueva posibilidad. ¡Estoy abierto a opciones! Es la primera vez que uso doodle, así que a ver si lo he hecho bien... La única información que pide es un nombre, creo, pero se puede poner cualquier cosa.

Eso va a ser todo por hoy, tiene pinta (? Así que vamos a despedirnos hasta la semana que viene. Que las arenas os sean piadosas, si vais al desierto por favor usad la ropa adecuada yyyyy, ¡muchos besitos! Gracias por leer. ¡Talué!

Última modificación realizada por Prirenna (El 01-03-2022 à 13h32)

¡Hola, hola! Hoy llegamos a tiempo por poco (?

¿Qué tal? ¿Hemos aprovechado las ofertas del black friday? ¿Alguien se ha comprado el conjunto ese que han puesto? La verdad es que a mí no me llama mucho, quitando las uñas que me parecen guays, pero vaya... No sé si se nota que me gusta vestir a mi guardiana lo más humana posible, no sólo en apariencia sino en ropa también. Un poco difícil cuando toda la ropa es de fantasía pero bueno, que nadie me juzgue (?)

No tenemos comentarios hoy, así que, ¡pasamos directamente al capítulo de la semana! Este me ha gustado un montón de escribir, espero que a vosotras os guste leerlo :)

Capítulo 24.4.-

(Narra Hiiro)

-Doscientos veinticiiiiiiiinco elefaaaanteeeees se balanceaaaaban, sobre la tela de una araaaaaña; como veíiiiiian que no se caíiiiiian, fueron a llamar a otro-

-APARECIÓ EZAREL Y LES ASESINÓ A TODOS, POR EL AMOR AL ORÁCULO, ERIKA, UN ELEFANTE MÁS, TE JURO QUE APARECE UN ELEFANTE MÁS, Y TE APUÑALO.

Erika se calla de inmediato, y todos detenemos la marcha para mirar a Ezarel, que ahora mismo está intentando asesinar a su novia con la mirada. Admito que a mí también me estaba poniendo algo nervioso con su canturreo, porque doscientos veinticinco elefantes son quizá demasiados elefantes, pero, uh...  No es para ponerse así.

-Perdón -Ezarel se disculpa, después de tomar aire de forma temblorosa-. No sé qué me ha pasado.

-N-no pasa nada... -A Erika también le tiembla la voz un poco- Ya paro...

-Quizá todos necesitemos un descanso... -Leiftan le lanza a Ezarel una mirada de reproche, y el otro se mira la punta de los zapatos avergonzado-. Intentaré buscarnos algún sitio...

-¿Qué es un elefante? -Pregunta Nevra, inclinándose hacia mí.

-¿Sabes lo que es un mamut? -Él asiente- Pues lo mismo pero un poco más pequeño, sin chepa, con orejas enormes y sin pelaje -Por un instante le veo intentar imaginarse a la criatura.

-No entiendo cómo iba una cosa de esas a subirse a la tela de una araña.

A mí no me preguntes, Nevra.

Hoy Erika se ha debido despertar con ganas de fiesta, porque desde que nos hemos despertado ha estado cantando sobre elefantes y arañas o yoquesequé. Nadie ha querido juzgarla así que simplemente la hemos dejado cantar y deshidratarse ella sola, cada uno fingiendo incómodamente que no existía hasta que Ezarel ha explotado. Y ahora que se asienta el silencio, creo que cada vez le estoy más agradecido. Sigue habiendo sido de mala educación, pero por fin... Calma, calma en la inmensidad del desierto...

Sigo odiando el desierto, por supuesto, y a estas alturas asumo que ya soy uno con la arena y no me la voy a quitar de encima hasta el día de mi muerte, pero quizá me vaya... Acostumbrando. Nuestra estancia en el oasis hace dos días me hizo afrontar lo que nos esperaba con una nueva perspectiva. Estuvimos comparando bronceados entre nosotros (menos Nevra) y tuvimos una noche un poco más relajada... No nos atacó nadie y, quizá por estar un poco más cubiertos, fue más fácil dormirse y estar toda la noche durmiendo a pierna suelta... Sobre todo con Valkyon ya lavado y sin oler a tigre.

Le he preguntado a Leiftan que si esperamos ver algún otro oasis en nuestra ruta, y él ha hecho una mueca con eso.

-Tendríamos que desviarnos bastante -Dijo-. Quizá el viaje se nos alargaría un día más de tener que hacerlo.

-Ya veremos entonces -Gruñó Ezarel-. Depende de lo mal que nos veamos en tema de agua cuando llegue el momento. No quiero pasar un día más de lo que sea necesario en este montón de arena gigante.

El desierto debió de haberse sentido particularmente ofendido por eso, porque ese día decidió lanzarnos una tormenta de arena y tuvimos que ir a refugiarnos entre las rocas en cuanto pudimos encontrarlas, perdiendo una tarde de viaje entera. Y yo pude tachar un ítem más de mi lista de "Desastres naturales vividos en Eldarya". Sigo esperando ese tsunami, aunque me da algo de miedo con Eel estando al borde de un acantilado (en serio, a quién se le ocurre construir una ciudad entera ahí).

Me río, pero la verdad es que fue... Aterrador. Por lo que dijo Leiftan, podía haber sido muuuuuucho peor, y lo que nos tocó fue... Bastante leve, pero aún así fue terrorífico. De la avalancha apenas me acuerdo, no sé si porque caí inconsciente en seguida o porque mi mente ha querido eliminar ese recuerdo, pero imagino que sería algo... Similar.

Pero bueno, al menos ya... Ha pasado. Y Leiftan supo reaccionar rápido la última vez, así que imagino que si volviera a ocurrir... Bueno, él sabría manejarse.

La verdad es que aunque al principio tenía un poco de miedo por cómo nos estaba dirigiendo, ahora confío plenamente en él como guía. Aún no sé si nos está llevando a dónde queremos, imagino que sí, pero al menos sabe perfectamente cómo manejarse por el desierto. Imagino que ya le habrá tocado más de una vez navegar por uno de misión, o algo.

Hablando de Leiftan, una hora o así después del incidente de los elefantes y de que Erika decida no volver a abrir la boca nunca más en su vida, le vemos de repente pararse en mitad de la arena, despejar los ojos del mapa que está continuamente mirando y mirar a la arena frente a él.

-¿Qué ocurre? -Pregunta Ezarel.

-... Hm -Leiftan frunce el ceño-. Alessa, ¿puedes hacerme un favor y decirme si sientes algo... cerca de nosotros, bajo la arena?

-No funciona así del todo... -Él responde un poco con fastidio- Si hay un obstáculo muy grande, no puedo percibir qué hay detrás de él. Lo mismo con la arena, puedo intuir qué es lo que hay en su superficie o a lo mejor justo debajo de ella, pero nada en profundidad.

-Disculpa... Gracias igualmente -Alessa asiente, Leiftan vuelve a hacer muecas-. Bueno, tenemos dos opciones. Podemos... arriesgarnos a pasar por aquí, y quizá ser atacados por una criatura... peligrosa; o podemos tratar de dar un rodeo, y... Perder algo de tiempo, me temo.

-¿De qué criatura estamos hablando? -Cuestiona Valkyon, ya preparado para el combate. El pobre no ha podido hacer sus entrenamientos estos días y ya se ha quejado de ello un par de veces.

-No quiero decirlo en voz alta todavía -Leiftan se muerde el labio-. Lo veréis si aparece, y si no os lo diré después. Sé que podemos vencerla, pero no va a ser fácil... -Mira a Valkyon- Vas a tener que transformarte.

No es muy sutil en demostrar la ilusión que le hace, hace un gesto con los puños y le escuchamos murmurar un "Sí" en bajito... Bueno, si a ti te hace feliz. Leiftan nos mira al resto, y le reciben en general encogimientos de hombros y muecas de indiferencia. Simplemente suspira, vuelve a consultar su mapa y continúa andando, prestando atención a la arena también.

Quizá sería mejor si nos dijera qué es lo que está buscando, pero parece tener sus reservas al respecto. Avanzamos con cautela, todos nosotros mirando en todas direcciones... Bueno, Alessa no, pero imagino que debe estar percibiendo de alguna manera también. Todo me parece extrañamente hostil, sospecho hasta de la más mínima corriente de aire polvorienta, y la tensión crece por segundos...

Especialmente cuando empiezo a darme cuenta de qué es lo que Leiftan ha visto para darse cuenta de que estamos en un territorio peligroso. Entre la arena, tirados por ahí de cualquier manera, se pueden ver los restos esqueléticos de varios familiares... De distintos tamaños, pero ninguno de ellos particularmente pequeño. Verlo me pone mal cuerpo y me siento apenado por las criaturas, incluso si sé que, bueno, así es como funcionan las cosas... Mamá xylvra tiene que cazar musaroses para que los bebecitos xylvra puedan comer y todo eso.

Aunque lo que me preocupa es que varios de los restos que se ven son de familiares que posiblemente fueran bastante más grandes que yo, así que no dudo que sea cual sea la criatura que ronda estas tierras podría comerme en seguida de no tener cuidado... La pregunta es si puede con un dragón.

La marcha continúa, independientemente de la amenaza silenciosa de las arenas, y continuamos caminando entre esqueletos durante un rato hasta que poco a poco empiezan a desaparecer y Leiftan termina por suspirar con alivio y detener la marcha por un instante.

-Bueno, ya hemos salido de su zona... Eso ha dado un poco de miedo, y prefiero alejarme de aquí lo más rápido que podam-Oh, Oráculo...

Su frase se interrumpe cuando de repente sentimos la arena temblar bajo nuestros pies, y de repente desde debajo de las arenas empieza a surgir una criatura que hace que todos gritemos con distintos tipos de sorpresa y miedo y rápidamente nos dispersemos, todos desenfundando nuestras armas y rodeando al antrópodo gigantesco que aparece chillando de forma agresiva desde debajo de la arena.

Miro a los demás con ligero pánico, no sabiendo si se supone que tenemos que pelearnos con esta cosa o si vamos a salir huyendo, pero en las caras de mis compañeros veo... Sorpresa, sí, en unos más que en otros, y algo de horror, más que miedo... Pero también enfado.

Especialmente en Valkyon.

-Este es mío -Decreta, soltando su martillo sobre la arena para después rugir con furia, mientras su cuerpo empieza a transformarse cambiando su forma, agrandándose y cubriéndose de escamas blancas...

-¡Atrás, todo el mundo atrás! -Grita Ezarel, y desde luego yo no me lo pienso antes de obedecer.

Retrocedo, buscando huir de la polvareda de arena que se levanta cuando Valkyon, ya completamente transformado, se lanza contra la criatura, que chirría un sonido bastante desagradable en respuesta a sus rugidos y ataca también, con los dos colisionando en el choque de las zarpas de Valkyon contra las gigantescas mandíbulas de la criatura.

Nos reagrupamos un poco más allá, lejos de ambos gigantes para no vernos involucrados en su combate, con Ezarel y Nevra por delante de nosotros y Leiftan incluso un poco más adelantado, mirando fijamente la pelea con una cara que me dice que quiere intervenir, pero que no se atreve del todo.

-¿¡Qué es esa cosa!? -Grita Erika, viendo al monstruo que se pelea con Valyon ahora mismo, intentando cazarle entre sus pinzas mientras el otro araña de forma más bien inútil las duras placas que cubren por completo a la criatura.

-Es un kjätzchitjlohj -Anuncia Ezarel.

Y mientras que Erika cuestiona el revoltijo de consonantes que el elfo acaba de pronunciar, yo abro mucho los ojos, porque sé lo que es esa cosa. La expresión de enfado en la cara de mis compañeros tiene sentido ahora, y sobre todo la rabia de Valkyon. Pero, eso significa que, quizá, incluso siendo Valkyon...

-¿Es seguro que se pelee con esa cosa? -Pregunto en dirección a Leiftan, que es el que más preocupado parece.

-No lo sé... -Le veo fruncir el ceño- Los kjätzchitjlohj son peligrosos, incluso para... un dragón. Pero quizá deberíamos dejar que Valkyon haga eso, o que lo... Intente al menos. Mantengámonos alejados de ellos, por ahora...

-¿Me quiere explicar alguien qué es un kazajistán de esos? -Erika protesta, sin saber qué es lo que está pasando.

-Fue uno de esos el que... -Nevra hace una mueca mientras habla- Lance.

-Oh -Y en seguida la cara de Erika cambia, y hace caso a Ezarel cuando la empuja un poco más hacia atrás, junto con el resto que también nos alejamos-. Entiendo...

No es del todo como yo esperaba que fuera, la verdad... En mi mente, de hecho, el... kja... bicho, eh, tenía más forma de dragón que otra cosa, pero la criatura que hay delante de nosotros es... Indudablemente distinta a lo que había en mi imaginación. Parece un bicho que podría haber salido perfectamente de las profundidades del océano más que de la arena, con un largo cuerpo articulado lleno de patas pequeñas y afiladas que se mueven de forma... que casi me produce escalofríos. Como he dicho antes, está completamente cubierto con placas protectoras que no dejan mucho espacio para que se le pueda atacar por ningún sitio, y las garras de Valkyon no parecen estarle haciendo mucho.

Parece que enfadado precisamente por eso, el dragón ruge furiosamente poniéndose en posición rampante, y su siguiente ataque es un mordisco a lo que podría decirse que es el cuello de la criatura... Salvo que su dientes dan de lleno con las placas, una vez más, y el bicho aprovecha para morder también a Valkyon, enganchando parte de su hombro.

-¡No le sueltes! -Grita Leift, adelantándose a pesar de que ha sido él el que nos ha dicho que nos retirásemos- ¡Usa tu aliento de fuego!

Escuchamos un rugido venir por parte del dragón, y al instante vemos salir de sus fauces, aún abiertas y presionando sobre la otra criatura, una lengua de fuego que hace que el bicho le suelte de inmediato y chirríe con dolor, el fuego habiendo conseguido penetrar entre las placas, y Valkyon aprovecha para desengancharse del bicho y alejarse un poco de él (¿o ella?), gruñendo un poco y usando un lenguaje corporal que me recuerda más al de un gato que al de un dragón, pero desde luego sin apartar la mirada de encima de su enemigue según este termina de salir de la arena, revelando que era... bastante más grande de lo que pensaba, con un cuerpo muy alargado lleno de diversos pinchos, patas punzantes y otra pareja de mandíbulas en la parte final de su cuerpo... Viendo su cuerpo completo, la criatura se me asemeja a una escolopendra en cierto sentido, quizá mezclada con un trilobites... Lo cual es espeluznante en varios sentidos.

-¡Es una hembra, así que vigila con los aguijones traseros, pueden envenenarte! -Grita Leiftan, de nuevo- ¡Aquí hay espacio, así que úsalo a tu favor, elévate en el aire, no puede alcanzarte desde ahí!

Valkyon hace caso, comenzando a aletear y levantando una buena cantidad de arena, forzándonos a cubrirnos y a Leiftan casi tirándole el famoso sombrero al suelo, pero se lo agarra a tiempo.

-¡Lo mejor que puedes hacer es seguir con el fuego! -Continúa vociferando instrucciones, acercándose a pesar de sus propias recomendaciones y del grito de cautela de Erika- Si logras atravesar su armadura puedes con esto... ¡las placas van montadas una sobre otra, intenta pillarla por detrás con tus garras!

El dragón ruge de lo que asumiré que es de forma afirmativa, y con un par de aleteos gana altura de nuevo, siguiendo el consejo de Leiftan. La bicha, a su vez, se yergue sobre sí misma intentando alcanzarle con sus mandíbulas, pero no consigue llegar y se tiene que rendir, lanzando un sonido indignado al ver su presa fuera de su alcance. Valkyon traza un círculo en el aire, sobrevolando el espacio por encima de la criatura, que hace un sonido chasqueante, y Valkyon responde con un rugido. Se observan mutuamente, estudiándose unos instantes, intentando adivinar cuál va a ser el siguiente movimiento de cada uno...

Y ninguno de ellos se da cuenta de Leiftan murmurando mil palabras por segundo en un solo instante, dibujando un círculo de magia en el aire y lanzándoselo a la criatura, que no le ve venir y grita al sentir la magia impactando contra ella. La criatura se retuerce por un momento y tiene algunos espasmos, lo que Valkyon rápidamente aprovecha para lanzarse sobre ella, con un fuerte rugido y garras por delante. La bicha es incapaz de evitarle, y las uñas del dragón se enganchan en su armadura, donde Leiftan le ha indicado, y aunque sus garras consiguen arañar algo, la criatura rápidamente se retuerce sobre sí misma para morderle y él tiene que retroceder. Escucho a Leiftan chasquear la lengua, molesto, pero no dice nada más.

En lo que se gira la criatura, Valkyon vuelve a escupirle fuego en la cara, y la criatura chirría, gustándole poco eso. Valkyon hace un sonido que me recuerda un poco a una risa y parece que se le ocurre algo, porque le vemos estirar una pata para agarrar una de las dos prominentes antenas de la criatura, que una vez más hace un sonido poco agradable que nos indica que no ha debido de sentarle muy bien. Leiftan hace un pequeño gesto celebratorio, y el resto también lo hacemos en respuesta.

Valkyon tira de la antena, y la criatura chilla con dolor mientras lo hace, hasta que al final Valkyon consigue arrancar el apéndice de cuajo... Eso tiene que doler. Enfadada, la bicha se revuelve y trata de morder a Valkyon, logrando alcanzar alguna de sus patas traseras, y en respuesta a eso él araña su cara hasta que le suelta, pero entre sus escamas deja una herida abierta que sangra y que hace que se me encoja el corazón.

-Hm, hm, hm, hmmm... -Eso a Leiftan no parece haberle gustado demasiado- Eso no... De acuerdo.

Se gira repentinamente, yendo hacia Erika, que pone cara de sorpresa, y Leiftan le roba un beso... Y también su espada, que directamente desenvaina para cogerla él mismo.

-¡Oye! -Erika se queja.

-¡Luego te la devuelvo! -Se justifica él, antes de girarse también a Ezarel y a él plantarle un beso en la mejilla, con lo que el elfo hace una mueca, pero no dice nada más.

Armado ya, Leiftan echa a correr hacia la criatura, y en el último segundo Nevra intenta agarrarle por un brazo para evitarlo, pero Ezarel le grita que no lo haga.

-Déjales hacer esto -Dice el elfo, cuando Nevra le mira con cara de enfado-. No va a servirles de mucho, pero quizá sea... Catártico.

Nevra se tiene que resignar a eso, pero aunque se cruza de brazos se queda mirando fijamente el combate, igual que Ezarel... Salvo que él prepara su arco y una flecha, y no le quita el ojo de encima a la bestia.

Miro a Alessa, a ver si él tiene algo que decir sobre la sensación de catarsis o de si esto les puede llegar a sentar bien o mal... No ha dicho nada en todo el rato. Me giro hacia él y le veo mirando directamente en dirección a Valkyon, con la boca parcialmente abierta y...

Frunzo el ceño. Qué es... ¿qué es eso? ¿Está ll-


Veo a Leiftan acercarse corriendo al kjabicho, que se sigue peleando con Valkyon a base de mordiscos y gruñidos. Intuyo que la criatura quizá no deba ser muy inteligente, porque Leiftan no tiene problema en saltar sobre su armadura y comenzar a encaramarse por ella, y el bicho tarda en darse cuenta. Cuando lo hace, emite un sonido chasqueante e irritado y empieza a revolverse, intentando quitarse a Leiftan de encima, pero él consigue agarrarse bien. El problema viene cuando el bicho levanta la parte trasera de su cuerpo, donde Leiftan ha avisado antes que tenía el veneno, y las pinzas de la criatura se ciernen sobre él con la intención de atraparle y... Más que envenenarle, posiblemente partirle por la mitad. Pero entonces llega Valkyon al rescate, garras por delante para defender a Leiftan de la amenaza. Aprovechando eso, Leiftan vuelve a centrarse en su ataque, y después de hacer una floritura con la espada de Erika, se la clava al bicho entre dos de sus placas, logrando penetrar su defensa, y con lo que parece que es una cantidad mínima de esfuerzo, hace palanca con el metal para conseguir levantar una de las placas, consiguiendo hacer así una abertura en la impenetrable armadura de la criatura.

-¡Valkyon!

Cuando llama al dragón, él deja de pelearse con las pinzas del bicho y desciende en el aire para pasar a ras del suelo junto a su enemigo, permitiendo que Leiftan pueda saltar sobre su lomo con una facilidad increíble, casi como si lo tuvieran coordinado, y luego ambos se elevan en el aire, dejando a la kjabicha sola y enfadada.

Escucho a Leiftan gritando instrucciones de algún tipo, pero no soy capaz de entender lo que dice del todo. Valkyon ruge, y luego se lanza en picado hacia el kjabicho, que apenas tiene tiempo de rasgar las escamas de Valkyon con sus mandíbulas antes de que el dragón sea capaz de enganchar una de sus uñas en la parte de exoesqueleto que Leiftan ha levantado antes y, con un movimiento brusco, simplemente arranque la placa entera, haciendo que caiga lejos en la arena junto a una salpicadura de sangre oscura.

En nuestro grupo, se escuchan gritos de ánimo y suspiros de alivio. Parecen ya más tranquilos con el posible resultado del combate, y eso me tranquiliza a mí también. Bueno... A ver qué ocurre.

Leiftan vuelve a gritarle algo a Valkyon, y él de nuevo responde con un rugido, que debe ser que le resulta más fácil de hacer que hablar normalmente. Una vez más escupe fuego sobre la criatura, que chilla e intenta envolverse en sí misma para cubrir la parte de su cuerpo que ahora está expuesta, pero de poco le sirve, y todo lo que puede hacer es chillar y sufrir el efecto del fuego. Valkyon embiste de nuevo contra el monstruo, enganchando una vez más su zarpa bajo la armadura ya expuesta, y comienza a elevarse en el aire, llevando a la criatura consigo, que se retuerce y grita intentando  liberarse de Valkyon, sin éxito. Sus mandíbulas consiguen engancharse en el hombro del dragón por un instante, y Valkyon gruñe al sentirlo, pero con un grito de Leiftan diciendo unas palabras extrañas que hacen un extraño eco que no tiene verdadero sentido lógico que pueda producirse; un círculo de magia aparece sobre la cabeza de la criatura y le sacude un chispazo de magia que hace que suelte a Valkyon.

Y cuando él alcanza suficiente altura, vuelve a descender en picado, llevando a la criatura con él, que todo lo que puede hacer es emitir un chillido escalofriante antes de ser estampado contra el suelo del desierto por Valkyon, levantando una enorme nube de polvo y arena que nos fuerza a todos a cubrirnos la cara durante unos instantes antes de volver a ser capaces de mirar hacia la pelea.

Valkyon está un par de metros alejado de la criatura, en posición rampante rugiendo y celebrando su victoria, mientras en el suelo la criatura está... Todavía viva, pero claramente malherida, chillando y vuelta del revés de tal forma que su cuerpo apenas puede retorcerse y sus patas muy afiladas pero no articuladas de forma que pueda darse la vuelta fácilmente. Se revuelve en la arena e intenta incorporarse para ir a morder a Valkyon, que responde a su ataque con un rugido feroz que la verdad es que hasta a mí me da un poco de miedo. Sus ojos ambarinos de dragón miran fácilmente a su oponente, y en ellos se distingue la fiebre del combate. Sobre su lomo, Leiftan se mantiene firme, sin quitar la mirada de la criatura que está en el suelo... Y cuando Valkyon empieza a acercarse a la misma, le veo hacer un gesto contrariado... Y en esta ocasión, sí escucho lo que dice, porque es un nombre reconocible:

-¡VALKYON!

Lo grita justo antes de que él se salte contra la criatura que, aunque parecía indefensa, de repente se agita y se retuerce y consigue levantar la parte trasera de su cuerpo de forma que clava sus dos aguijones en una de las patas traseras de Valkyon, donde antes había conseguido morderle, y Valkyon ruge con dolor.

Como reacción inmediata, Ezarel suelta su flecha, consiguiendo atinar entre dos de las placas de la criatura, haciendo que ésta chille de dolor y a forma de reflejo suelte a Valkyon, que ruge con furia antes de empezar a levantarse en el aire. Eso a mí me mosquea, y vuelvo a mirar a sus ojos, que ahora me parece que están... más enfadados...

-Está perdiendo el control -Digo, notando cómo me da un vuelco el corazón. El resto me miran de forma inquisitiva-. Valkyon. Como en la Torre.

-Eso no es bueno -Ezarel frunce el ceño.

-¿Deberíamos intervenir? -Pregunta Nevra, armándose con sus dagas con un sutil juego de manos... Y frunzo un poco el ceño al ver que ha cambiado de dagas, vaya. ¿Se las habrá hecho el propio Valkyon?

-No aún -Dice eso, pero prepara otra flecha-. Veamos qué hace Leiftan.

Leiftan sigue subido a lomos del dragón, pero en su cara veo que se ha dado cuenta de que hay algo raro en Valkyon. Le escucho gritar algo, pero esta vez el rugido de respuesta sólo suena airado. Se lanza garras por delante contra la criatura, que entre todo lo que ha pasado al fin ha conseguido bambolearse sobre sí misma con la suficiente fuerza como para poder girarse y levantarse de nuevo, y hay una batalla entre las dos bestias con un pequeño rifirrafe. Leiftan pone cara de duda durante unos instantes antes de dejarse caer de Valkyon, aterrizando en la otra criatura y dejándose deslizar sobre las placas de su espalda hasta llegar a esa que ha abierto antes y, sin dudar un instante, clavar allí la espada de Erika con todas sus fuerzas, hasta el mango. La criatura se dobla y ruge con dolor, dejando de atacar a Valkyon de forma que él puede morderla... Sin mucho éxito, porque sus dientes vuelven a dar con chapa, aunque a la vez que muerde intenta arañar al bicho, y Leiftan se tiene que dejar caer para evitar que Valkyon le pille a él también.

Las garras de Valkyon consiguen dar con la parte abierta del cuerpo de su oponente, agravando sus heridas, y con el mismo movimiento de zarpazo consigue arrancar dos de las placas superiores, abriendo aún más la parte expuesta. La criatura, a la que ya no le debe quedar mucho y es consciente de ello, decide tomarla con Valkyon y sus mandíbulas se cierran contra su piel, abriendo de nuevo una herida sangrienta entre sus escamas, y las patas de la criatura se clavan en su cuerpo.

El dragón gruñe, en un sonido... Que hace que me sienta mal, que sienta mucha pena, y parte de mí quiere lanzarse contra la criatura, meterme en el combate y hacer lo imposible para forzarla a soltar a Valkyon...

Pero no soy el único. En cuanto ve lo que el bicho le está haciendo a Valkyon, Leiftan... Leiftan se enfada.

-¡VALKYON!

Gritando el nombre del dragón, se levanta del suelo, sin molestarse en quitarse la arena de encima, y echa a correr de nuevo hacia el kjabicho. De un salto consigue subirse a él y sin detenerse un instante empieza a escalar por encima de sus placas, en dirección hacia la parte que tiene abierta... Incluso con una espada en la mano, se mueve de forma ágil a través de su enemigo, con una facilidad que casi da miedo, y cuando llega a la parte abierta... De alguna forma increíble, usando el propio cuerpo de la criatura como apoyo, consigue saltar para ser capaz de clavar su espada en la parte más alta que está expuesta, y agarrándose al mango del arma con ambas manos, arrastra el metal a lo largo de la piel de su enemigo, abriendo su cuerpo en canal.

La criatura chilla una vez más, pero en esta ocasión no afloja su agarre en Valkyon, sino que al contrario, parece morderle con más fuerza todavía.

-¡Ahora!

Ese es el grito de Ezarel, y no ha terminado de decirlo cuando Nevra ya se ha lanzado a correr hacia el combate, y él mismo lanza una descarga de tres flechas sobre la piel expuesta del bicho, evitando por poco a Leiftan.

Nevra llega a la criatura y de forma similar a como ha hecho antes Leiftan, pero quizá incluso más ágil, haciendo piruetas y cabriolas que deberían serle físicamente imposibles, sube también hasta la parte abierta, y allí le veo hacer un ataque con sus dagas... Y de la criatura se desprende un trozo de carne, que cae al suelo sobre la arena de forma algo repulsiva.

Leiftan, que aún se mantenía agarrado a la criatura gracias a la espada, ve eso como una oportunidad, y con un movimiento seco coge y directamente le pega un puñetazo al lugar que ha cortado Nevra... O, no lo que hace es meter el puño dentro del cuerpo del bicho... Y entonces hay un chispazo de luz, algo que explota en el interior de la criatura, y tanto Leiftan como Nevra salen volando despedidos por los aires, aunque los dos son capaces de aterrizar perfectamente sobre la arena (completamente manchados de sangre, por cierto), a la vez que una nueva lluvia de flechas se abre paso hacia el interior de la criatura, que está... Prácticamente diseccionada a estas alturas.

No tiene fuerza para mantener el agarre de sus mandíbulas, lo que la fuerza a soltar a Valkyon, y en cuanto el dragón se ve libre empuja al bicho fuera de su alcance y exhala un nuevo aliento flamígero, que chamusca la otra antena de la criatura.

Está en las últimas, apenas siendo capaz de mantenerse por sí misma. Valkyon decide repetir la estrategia de antes y, levantándose en el aire, coge a la criatura con él. Esta vez se retuerce mucho menos, y Valkyon se levanta mucho más alto, así que cuando termina por caer en picado, estampando a la criatura contra el suelo con toda su fuerza...

No tiene pinta de haber sobrevivido.

Menos aún cuando Valkyon se aleja, levantándose en el aire con poderosos aletazos, y le ruge a la criatura que descansa en el suelo, sin obtener ninguna reacción. Viendo que no se mueve, el dragón celebra su victoria, haciendo alguna pirueta en el aire y rugiendo de forma celebratoria...

-¿Está muerto? -Pregunta Erika, con algo de miedo, asomándose un poco en dirección a donde ha transcurrido el combate.

-Creo que sí... -Yo hago lo mismo, adelantándome un poco, viendo cómo Nevra y Leiftan se ayudan mutuamente a levantarse- Pero aún nos queda...

Miro en dirección a Valkyon. Una vez termina su celebración, vuelve a posarse en el suelo, aterrizando sobre el cadáver de su enemigo... Y entonces les ruge a Leiftan y a Nevra, haciendo que ambos le miren con sorpresa... Y cautela.

-¿Valkyo- -Leiftan es interrumpido cuando el dragón ruge, ahora de forma hostil, hacia ellos...

Y empieza a acercarse a ambos, a paso constante y decidido, y a Nevra le falta tiempo para salir corriendo, pero Leiftan se queda congelado en el sitio...

Y sé que es ahí cuando tengo que intervenir, así que me subo la capucha para que no se corte mi pelo y salgo corriendo en dirección al dragón, desoyendo el grito del elfo que me dice que no lo haga.

-¡Valk!

Grito al nombre, cambiando el torno de mi voz a uno más vivaracho que el mío.

En seguida el dragón se detiene en seco y se gira para mirarme, sus ojos perdiendo todo rastro de enfado cuando se fijan en mí.

-¡Buen trabajo, tío! -Eso digo, dejando que una sonrisa torcida se esparza en mi cara- ¡Le has hecho polvo! ¿Qué era, un kjä... eh... bicho? ¡Bueno, da igual! ¡Le has demostrado quién manda! Pero ahora ya es hora de calmarse, ¿va?

Se voltea completamente, y empieza a caminar en mi dirección, con menos prisa que cuando ha ido antes a por Leiftan. No rompo el contacto visual, continúo mirándole fijamente con toda la seguridad en mí mismo que puedo, sin dejar que se caiga la expresión de mi rostro. Se le escucha decir algo, mitad gruñido, mitad... Nombre. El nombre de otra persona que desde luego no soy yo.

-Sí, tío -Asiento-. De chill, ¿va? Relájate y vamos a por unos helados o algo, seguro que eso te enfría... Aunque no sé dónde vamos a encontrar helado en mitad del desierto... ¡Bah, ya nos inventaremos algo!

Funciona como si hubiera lanzado un conjuro sobre él.

Su cuerpo empieza a empequeñecerse, según se acerca a mí; sus alas se esconden en su espalda y su morro se achata y se convierte en humano, su cola se encoge y sus extremidades se convierten en brazos y piernas bronceados cuando sus escamas se hunden en su piel como si nunca hubieran estado ahí, y a los pocos segundos tengo frente a mí a Valkyon, con ojos ambarinos del mismo color, pero de pupila ahora redonda y con un brillo que parece mucho menos enfadado, y más cansado y... triste.

-H-Henry, te... -Cuando se destransforma del todo, arrastra sus pies por la arena hacia mí- Estás... aquí...

-Sí, tío -Yo sólo hago una sonrisa más radiante-. Bien hecho, buen trabajo.

-Lo... lo s-siento, no, n-no, no tenía qu- Ha sido mi culpa que...

-No, Valk. No es culpa de nadie. Lo has hecho bien. Todo está bien.

-No está bien... -Termina de llegar a mí, y en su cara ahora veo... Que no debe de estar del todo en sí mismo. Su mirada está ida, su frente está cubierta de sudor, y en general todo su cuerpo está cubierto de heridas escalofriantes- No está bien, porque tú estás...

Se desploma sobre mí, y yo hago lo que puedo para intentar agarrarle, aunque pesa demasiado para mí...

-¿Una ayuda? -Pido, haciendo lo imposible para sujetarle de forma que no vayamos a irnos al suelo ambos.

En seguida vienen el resto de nuestros compañeros a socorrernos, y entre Leiftan y Nevra me quitan a Valkyon de encima para dejarle tumbado en la arena, y así podemos ver las desastrosas consecuencias que el combate ha tenido sobre él.

Está lleno de heridas de mayor o menos calibre, con la marca de los mordiscos que la criatura ha conseguido darle, y la que más fea parece es la herida de su pierna, donde la piel se abre y podemos ver que rezuma una espuma de color poco agradable...

-¡No! -Leiftan grita eso al verlo, dejándose caer en la arena junto a Valkyon- Ha... ha conseguido envenenarle... -Rápidamente se gira hacia el elfo- ¡Ezarel!

-Um -Él frunce el ceño y se arrodilla también, examinando la herida-. No lo tenía preparado de antemano así que tengo que hacerlo, pero puedo... ¡Haru, saca mi kit de alquimia! -En seguida obedezco, yendo a por la mochila que he dejado en el suelo donde tengo todos los trastos alquímicos de Ezarel... Siempre me lo encasqueta a mí todo porque llevo una mochila más grande que la suya.

-¿Va a dar tiempo o tenemos que amputar? -Cuestiona Nevra, recogiendo del suelo el hacha/martillo de Valkyon, y escucho a Erika lanzar un sonido de horror- Mejor que pierda una pierna a que pierda la vida...

-El veneno de kjätzchitjlohj es de acción entre media y lenta... -Termino de recuperar el kit de Ezarel y se lo llevo, en seguida empezando los dos a montarlo- Debería de tener al menos un tiempo... Nunca he tenido que preparar un antídoto antes, pero debería poder... Si tengo todos los materiales necesarios, claro.

-¿Qué necesitas? -Pregunto, para intentar hacerme una idea.

-¿Hay algo en lo que pueda ayudar yo?-Me sobresalto cuando escucho una voz nueva venir de ninguna parte y pego un respingo, a punto de tirar todos los trastos de alquimia al suelo... Hasta que me doy cuenta de que es Alessa, que también se ha unido a nosotros. Por un momento me he olvidado hasta de que estaba aquí...

-¿Hay alguna forma de que con tus habilidades psíquicas puedas ralentizar la expansión del veneno? -Cuestiona Ezarel, y el otro frunce el ceño.

-Eso es un poco complejo... Pero puedo intentarlo, aunque sea...

Ezarel y yo terminamos de montar el kit, y en lo que él hace inventario y empieza a hacer la lista de las cosas que necesita, murmurando en susurros una concatenación de palabras y sílabas que sólo deben tener sentido para él, yo me giro hacia el resto para ver cuál es la situación.

Alessa se ha arrodillado junto a Valkyon y debe estarle haciendo algo, porque parece relativamente concentrado. Nevra, de pie, hace girar el arma de Valkyon entre sus manos y da toques con un pie en el suelo de forma nerviosa... Y a su lado, Erika y Leiftan, él mirando al dragón con ojos muy abiertos y aterrados y ella acariciándole los hombros, en un intento de calmarle, aunque se nota que ella está también asustada.

-Esto es culpa mía... -Leiftan habla parece más que para sí- Una vez más, está pasando lo mismo que con...

-No es culpa de nadie... -Ella intenta consolarle, pero Leiftan no responde a eso, sino que sigue mirando a Valkyon con una expresión de puro horror en el rostro.

Erika pone cara de duda. Mira a Leiftan, y después a Valkyon.

La veo tragar saliva, y luego se acerca al dragón con gesto nervioso, colocándose junto a Alessa en el suelo.

-Este... -Cuando habla, él pega un pequeño respingo. Debe de estarse concentrando en su magia- P-perdón. ¿Puedo, eh... intentar hacer algo?

-Por supuesto... -Se sube un poco las gafas para colocárselas bien, y luego se aleja un poco de Valkyon, dejándole espacio a Erika.

Todos la miramos con atención, incluso Ezarel, que deja de toquetear cosas por un instante para prestarle atención a Erika.

Ella mira a Valkyon con una enorme preocupación en sus ojos. Toma aire, parece que reuniendo fuerzas, y luego...

Coloca una mano en la herida de la pierna de él. Cierra los ojos y se concentra.

Y, de pronto, una chispa de luz aparece en la palma de su mano, un brillo mágico que ilumina la piel morena de Valkyon y que a la vez hace brillar también su piel. Extrañamente, ver esa luz me transmite una sensación de... Calidez, en algún sentido. Hay algo reconfortante en ella. Sólo con verla me siento... bien.

Con el brillo de la luz de Erika, la herida de Valkyon empieza a cerrarse poco a poco, emitiendo un vapor siseante de color amarillento que hace que Valkyon, inconsciente, arrugue el rostro y proteste en sueños. La herida se cierra, sanando su piel abierta como si nunca hubiera habido allí ni un solo corte, y el brillo en la piel de Valkyon se expande a través de todo su cuerpo, sanando sus otras heridas, cerrándolas e incluso limpiando la sangre que se escapaba de ellas, hasta que en el cuerpo de Valkyon no queda rastro del combate que ha tenido lugar. Su rostro, que antes estaba ligeramente pálido, vuelve a su color natural, y su expresión se relaja y se vuelve plácida.

Todo se detiene bruscamente cuando Erika lanza un gemido y separa su mano del cuerpo de Valkyon, con cara de cansancio, y todo su cuerpo se sacude cuando parece que va a caerse en redondo, pero Alessa la coge de un hombro antes de que pueda hacerlo.

-¿Estás bien? -Pregunta.

-¡Erika! -Leiftan va corriendo a por ella, colocándose a su lado y tomándola entre sus brazos. Miro a Ezarel, que está mirándola a ella con una expresión de absoluta sorpresa, y llamo su atención de un codazo antes de señalarle con la cabeza que vaya con ella, y eso es lo que hace, dejando el kit de alquimia atrás.

-Sí, estoy... -Ella habla con algo de dificultad- Bien, sólo un poco cansada...

-¿Qué es lo que acabas de hacer? -Cuestiona Nevra, tan sorprendido como el resto ante la situación.

-Curar a Valkyon, creo... -Ella frunce el ceño- Espero.

-Las heridas las has curado, al menos -Observa Alessa, viendo que el cuerpo de Valkyon está intacto-. El veneno...

-Creo que has hecho que se evapore, de alguna manera -Habla Ezarel, terminando de llegar hasta ella y pasando una mano por su frente y cabello como único gesto de apoyo... Pero eso a Erika debe serle suficiente, a juzgar por su sonrisa y la mirada tierna que le dirige al elfo-. Es posible que se lo hayas... -Él frunce el ceño- Sacado, tal vez... No lo sé, no estoy seguro.

-¿He sido útil? -Pregunta ella.

-Es muy posible que le hayas salvado... -Leiftan la abraza con cariño, haciendo que ella sonría más todavía- Gracias, Erika...

Habla con mucho orgullo en su voz, y eso parece dejarla a ella satisfecha.

Yo también me acerco al grupo. Estoy preocupado por Valkyon, así que le echo un vistazo... Antes parecía estar sumido en una pesadilla, pero ahora su rostro luce tranquilo. Eso... Eso está bien, creo. Espero.

Siento un brazo en mi hombro, y me giro. Veo a Nevra, que me mira con una mirada... Cautelosa. Intento que en mi cara no se note la incomodidad.

-Lo que has hecho antes, para calmarle... -Deja la frase a medias.

-Es lo que funciona -Me excuso, encogiéndome de hombros-. Fue él el que despertó al dragón en él, así que... Él es el único que puede ponerle a dormir.

-Eso queda muy poético dicho así, pero la realidad no es nada bonita -Ya. Ya, no te creas que a mí me gusta-. Siento que hayas tenido que hacer eso.

-Yo también lo siento, créeme -Ahora me cruzo de brazos-. Soy el que más lo siente, de hecho.

Va a abrir la boca para decir algo, pero se interrumpe cuando escuchamos un gruñido venir de la boca de nuestro dragón favorito, y todos centramos nuestra atención en Valkyon instantáneamente.

Ha abierto los ojos, y con movimientos lentos se incorpora en el suelo, aún con mala cara, pero al menos despierto. Se escucha un suspiro de alivio salir de los labios de Leiftan, y todos compartimos el mismo sentimiento.

Valkyon nos mira a todos, que prácticamente le tenemos rodeado, con una cara que expresa muchas cosas a la vez: un ligero desconcierto, curiosidad... Y comprensión, cuando se hace una idea de qué es lo que ha debido pasar.

-He vuelto a irme, ¿verdad? -Dice, con un gruñido insatisfecho.

-Pero estás de vuelta, que es lo que importa -Señala Leiftan, con una sonrisa, y deja a Erika en manos de Ezarel (que la acepta con algo de reticencia) antes de ir a abrazar a Valkyon, que se queda bastante sorprendido por el gesto.

-Y, eh, mira lo que has hecho -Neva señala a la arena un poco más allá, donde aún está el cuerpo del kjabicho, aplastado y rodeado de su propia sangre-. Muy bien hecho, grandullón.

-Sí... -Es Valkyon el que finaliza el abrazo con Leiftan, empujándole lejos cuando ya ha tenido suficiente del contacto físico, y poco a poco se pone en pie, con movimientos algo descoordinados aún- Bueno, imagino que ha sido un trabajo en equipo... -Mira a Leiftan, que se ha puesto de pie con él, y él le dedica una sonrisa luminosa como el sol mismo- Sé que es un poco estúpido, no... No es el mismo kjätzchitjlohj, y aunque lo fuera daría igual, porque matarle no iba a servir de nada, y... y, bueno, sabemos que la culpable verdaderamente es otra -Frunce el ceño-. Este ni siquiera nos ha hecho nada malo. Sólo tiene que comer, como todo el mundo, así que...

-Sabes que si no te hubieras peleado con él, estaríamos todos muertos ahora mismo, ¿cierto? -Alessa se incorpora recolocándose las gafas, y Valkyon le mira con sorpresa- Incluso si no ha hecho nada malo, tú tampoco. Nos estabas defendiendo. Desafortunadamente, el mundo... funciona así. Los depredadores tienen que comer, pero el resto también tenemos que defendernos, de una forma u otra. Por mi parte, te estoy agradecido de que nos hayas salvado, y estoy seguro de que el resto también lo están -Valkyon nos mira a los demás un poco con duda, pero no se encuentra con nadie que le lleve la contraria a Alessa-. Ahora mismo juraría que estamos todos un poco cansados... ¿Qué tal si buscamos un lugar para descansar, lo primero de todo, y cerciorarnos de que todo el mundo está bien? Y luego, si quieres, podemos hablar un poco de lo que ha pasado... Y sobre cómo te hace sentirte. Tú también, Leiftan.

-¿Y-yo? -Parece un poco confuso.

-Habría que estar ciego para no ver que tú también tienes algunas cosas acumuladas con respecto a lo que pasara la última vez que te enfrentaras con un kjätzl... bicho -Ahá, otro que no puede pronunciarlo-. Rectifico, incluso estando ciego, puedo verlo. Así que quizá tú también puedas hablarme un poco de eso, ¿de acuerdo?

-Vale, vale... -Leiftan acaba accediendo, sin poder evitar una sonrisa- Busquemos un sitio seguro en ese caso. ¿Todo el mundo puede moverse? ¿Erika, qué tal estás?

-Quizá necesite que un hombre fuerte y valiente me cargue en sus brazos... -Eso es lo que dice ella, haciendo que la sonrisa de Leiftan se vuelva algo más real.

-Deja al pobre Valkyon tranquilo, anda, que ya ha tenido suficiente -Así responde Ezarel, y Erika le lanza una mirada de desafío.

-¿Entonces vas a llevarme tú en brazos?

Sin decir nada, Ezarel simplemente coge y pasa un brazo por debajo de las piernas de ella, sujeta su espalda y, con un gesto de esfuerzo, se incorpora efectivamente con Erika en sus brazos, con lo que ella deja escapar una exclamación de sorpresa, y el resto nos quedamos también bastante impresionados tanto por la escena como porque sea capaz de cargarla.

-Leiftan, tú llevas mi mochila -Decreta el elfo-. Y la suya. Haru, recoge el kit de alquimia. Vámonos -Y echa a andar, como si nada, y a Erika le parece una enorme sonrisa en la cara que sé que no se la va a quitar en muucho tiempo.

Recojo el kit de alquimia con prisas y con ayuda de Alessa, Leiftan agarra la mochila de Ezarel mientras que Nevra se queda con la de Erika y luego seguimos al elfo que ya nos ha cogido algo de ventaja, todos desfilando por el desierto... Vivos, que ya es bastante; y con algo de ánimo incluso después de todo el encuentro.

La cosa es, el territorio del kjafiambre estaba en una especie de depresión entre las dunas, así que el siguiente tramo es cuesta arriba. Todos miramos a Ezarel esperando que en cualquier segundo vaya a rendirse y soltar a Erika, pero increíblemente no lo hace, a pesar de que muy obviamente está sudando la gota gorda, y conseguimos conquistar la enorme duna... Y al llegar a su cumbre, vemos al otro lado a un grupo de personas que se están acercando en nuestra dirección.

Todos nos quedamos quietos, sin saber qué hacer, porque nadie se esperaba eso.

Una de las figuras, que son cuatro, empieza a agitar las manos en el aire, como saludándonos. Desde la distancia, se oye un grito, la voz de una mujer.

-¡¡¡EEEEEEEOOOOOOOOOO!!! ¡¡HEMOS VISTO UN DRAGÓN!! ¿¡NECESITÁIS AYUDA!?

Y nos quedamos todos clavados en la arena por unos instantes, incapaces de decir nada, incapaces de reaccionar, creo que todos pensando que qué puñetas hacen cuatro chicas en bikini en mitad del desierto. Hasta que debe ser que algo encaja en la cabeza de Leiftan, porque de repente dice:

-Ah, cierto. Es la temporada de ritos de las shaendels.

-¿Shaendels? -Nevra repite la palabra con una sonrisa en la cara que conozco muuuy bien...

-Shaendels -Valkyon habla con tono impresionado.

-Shaendels -Y Ezarel parece decepcionado, y aunque sujete a Erika con ambos brazos, soy capaz de intuir la mano espiritual que se coloca en su frente sólo con su tono de voz.

-¿Qué puñetas es un shandels? -Pregunta Erika, frunciendo el ceño.

-Amazonas del desierto -Explica Leiftan-. Son... Bueno, quizá te lo puedan contar ellas -Carraspea, antes de empezar a hablar a voz en grito-. ¿¡TENÉIS UN CAMPAMENTO!?

-¡¡SÍIIII!! ¡LO TENEMOS AQUÍ AL LADO!

-Pues ya sabemos dónde vamos a descansar -Es lo que dice, antes de empezar a descender por la duna en dirección a las... shaendels.

Nevra le sigue sin dudar un segundo, sacudiendo un brazo en el aire para imitar el saludo de las chicas, que se lo devuelven con más fuerza todavía... Y el resto seguimos después, con Ezarel siendo el más reticente.

-Por favor, que alguien reviva a ese kjätzchitjlohj y deje que me coma -Se queja, aparentemente poco contento.

-No digas eso -Erika habla aún bien cómoda entre sus brazos-. ¡A toda marcha, vamos!

Ezarel hace el gesto de ir a dejarla caer, y ella grita, pero no termina de soltarla y simplemente empieza a caminar junto al resto.

Las shaendels se dirigen también a nosotros, así que al final terminamos por encontrarnos a medio camino. Vemos a cuatro mujeres vestidas con... Bastante escasa ropa, para ser el desierto (¿qué pasa, que la mitad de la población de Eldarya es inmune al sol o qué?), de piel morena y pelo claro en distintas tonalidades, suelto o recogido en distintas trenzas o rastas, y están completamente llenas de abalorios, joyería, piercings y tatuajes... Y las cuatro están... Musculadas, vaya, no sé qué tipo de entrenamiento seguirán pero debe parecerse al de Valkyon, juraría.

-¡Hola, holaaaa! -Una de las chicas se acerca muy dicharachera a Leiftan, y sin cortarse un pelo le da dos besos antes de que él pueda decir nada- ¡Mírate! ¡Qué poco cubierto para venir de fuera del desierto! Ay, y me encanta tu pelo... Te hemos visto peleándote con el kjätzchitjlohj, con tu espada, parecías un príncipe o un héroe legendario de estos de los cuentos...

-Eeeeeehhhhhh... -A pesar de su usual carisma, Leiftan se queda completamente en blanco con eso.

-Ejemmmm... -Erika se baja de Ezarel para ir rápidamente a abrazarse a Leiftan, y el elfo murmura alguna queja por lo bajo- ¡Hola! ¡Sí, mi novio se ha peleado con un kjätcosodesos! Todos nosotros en realidad. Bueno, yo no. Bueno, sólo la mitad de nuestro grupo lo ha hecho. Pero lo hemos hecho.

-¡Aaaaay! -Otra de las chicas se adelanta, y todas hacen sonidos entusiasmados- ¡Mírate qué linda eres! Me EN-CAN-TA tu ropa, ¿¡de dónde la has sacado!? ¡Y tu pelo, halaaaaa! ¡Me chifla tu peinado, ¿cómo te haces esas capas?!

-¿Disculpa? -Y con eso, Erika se queda tan desarmada como Leiftan, y viendo cómo mira a las chicas de pies a cabeza, tengo la sensación de que se está planteando algunas cosas sobre sí misma.

-Si se me permite -Nevra se desliza en frente de nuestro grupo, con una enorme sonrisa en la cara que a mí me hace poner los ojos en blanco, y hace una reverencia para las cuatro chicas-. Mi nombre es Nevra... Nuestro grupo viene de tierras lejanas, estamos buscando algo en la inmensidad del desierto... Quién iba a decir que, en nuestra búsqueda, íbamos a encontrar tan buena compañía... -En cuanto dice eso, las chicas empiezan a cuchichear entre sí y lanzar grititos, y ahora soy yo el que se plantea algunas cosas sobre sí mismo porque, buaj- Como habéis podido observar, sí, hemos tenido un encuentro un poco desafortunado con un kjätzchitjlohj... Pero hemos podido vencerle, como los guerreros capaces que somos.

-Ya te digo que si lo sois... -Se adelanta otra chica, la más alta del grupo... que es incluso un poco más alta que Valkyon, así que a Nevra también le saca un poco, y él sólo sonríe más todavía- La verdad es que, íbamos a ir a por vosotras, ¿sabes? Porque, en plan, la gente no suele poder con un kjätzchitjlohj y tenemos que hacerlo para nuestros ritos o lo que sea y, pues eso... -Con un gesto se echa el pelo hacia atrás- Pero hemos visto al dragón y... en plan, ¿¡de dónde habéis sacado eso!?

-El mozo del pelo blanco -Y Nevra señala a Valkyon con ambas manos, apuntándole con pistolas de dedo, y el propio Valkyon se señala a sí mismo con algo de despiste cuando las cuatro chicas centran toda su atención en él.

-Eh... sí... -Parece un poco incómodo- Soy, eh... Soy un dragón. Medio. Medio dragón. Soy faelinne. Mi madre era humana. Mi padre un dragón.

-Por. El. Oráculo -La chica que ha hablado primero hace un grito entusiasmado, y veo a Ezarel llevarse las manos a las orejas en respuesta-. Tenéis que contárnoslo TODO. ¿Queréis venir a nuestro campamento? Tenemos, como, mazo comida, y está toda buenísima, y vamos a hacer una fiesta esta noche así que, en plan, podéis venir si queréis y uniros.

-¡Hacemos fiestas todas las noches! -Ahora habla la que no había hablado todavía, que tiene el pelo teñido de muchos colores bastante llamativos, casi simulando un arcoíris... La verdad es que eso es guay.

-Estaremos encantados de ir -Nevra acepta la propuesta en nombre de todos, sin titubear.

-Um, nuestro compañero ha resultado herido en el combate contra el kjätzchitjlohj... -Leiftan interviene-. Le hemos curado, pero quizá necesite algún tipo de atención... Consiguió envenenarle.

-Y no tenemos muy claro que se le haya ido del todo el veneno -Explica Erika, y Leiftan le lanza una mirada de disculpa-. Le he curado yo pero, bueno, no sé si lo he hecho bien...

-¡Eso lo hemos visto también, en plan, con el brillo y todo! Eso es como, súper difícil de hacer, ¿no? -Erika murmura un revoltijo de palabras avergonzadas, y la chica se ríe- Bueno, ahora nos lo contáis todo. Hemos visto que te costaba andar, ¿quieres que te llevemos nosotras?

-¿Podéis hacer eso? -Los ojos de Erika brillan con entusiasmo.

-Claro -La chica le guiña un ojo-. Vamos a tratarte como a una princesa.

En cuestión de segundos, la chica se carga a Erika en brazos como estaba haciendo antes Ezarel, y ella parece incluso más feliz que antes, si cabe. Con eso arreglado, y ya acordado que vamos a ir al campamento de estas chicas, empezamos a andar hacia algo que señalan a lo lejos y en lo que no me había fijado, pero sí que parece un campamento... Se ve el humo de una hoguera y lo que puede ser que sean tiendas de campaña montadas por ahí.

Las chicas se presentan mientras vamos de camino, y lo mismo hacemos nosotros, aunque procuramos evitar decir que venimos de la Guardia de Eel. Tienen todos unos nombres bastante... exóticos, y todos empiezan por “Sh”, así que me hago un revoltijo, y sólo me quedo con que la chica alta se llama Shasha y la del pelo arcoíris se llama Shemila. Lo siento por las otras dos, pero son demasiados nombres en un espacio de tiempo muy corto...

Terminamos por llegar al campamento. Lo que antes he dicho que eran tiendas de campaña, son en realidad una especie de tipis más bien, y todo el asentamiento parece... Bien organizado, pero se nota que es algo temporal. Algo huele bien en los alrededores del campamento, y se escucha el sonido animado de más chicas como las que hemos conocido, que salen a recibirnos... Salvo, y me sorprendo, una chica que me llama bastante la atención y que se distingue notablemente del resto porque parece que es una criónida. Son bastantes, en total debe haber alrededor de diez, o algo así, y al vernos llegar en seguida salen corriendo a por nosotros.

-¡Peroporeloráculo mira cuántas personas! ¡Holaaaaaa!

-Ay me ENCANTA tu ropa, ¿¡dónde la has comprado!?

-Tu pelo me chi-fla, o sea, ¡es lo más!

-¡Cuántos piercings! Mira, yo tengo uno en...

-¡Un chico bajito! -Alguna de las chicas me asalta de esa manera, irrumpiendo en mi burbuja personal para mirarme como cuando alguien mira a un gatito lindo en la calle- ¡Mírale! ¡Halaaaa! ¿¡Cuánto mides!?

-Preguntar eso no es de muy buena educación... -Así respondo, un poco picado, y la chica se lleva una mano a la boca con disgusto.

-Ay, síiii... ¡Perdón! Es que, como -Se aleja un paso, cosa que agradezco, y empieza a jugar con un mechón de pelo, enroscándolo en un dedo-. No vemos muchos chicos, ¿sabes? Y los que vemos son, en plan, todos súper altos y musculosos, así que me hace ilusión ver un chico como tú. ¿Qué raza eres?

-Soy... uh... -Temo lo que puede pasar si digo que soy humano y que vengo del mundo humano, así que decido guardarme eso para mí por el momento-. ¿Qué tal si hablamos más tarde cuando haya menos jaleo?

-Ooooh... -Se ríe un poco- Vale.

Me guiña un ojo y en seguida se va a dar la tabarra a otra persona, y yo me quedo en el sitio, sintiéndome incómodo a más no poder. Le lanzo una mirada a Ezarel, que veo que debe estar como yo, y él me caza y tenemos un momento de empatía mutua.

Nevra por otro lado parece estar en su salsa, presentándose a todo el mundo y haciendo todas las reverencias que puede, recibiendo besos y abrazos y a cambio piropeando a quién quiera escucharle... Que parece que deben ser todas las chicas, así que tiene que estar teniendo bastante éxito.

-Eh, sobre ese antídoto del que hablábamos antes -Leiftan interviene al ver que la cosa se está saliendo de control.

-Ah, sí -Responde la chica alta, Shasha-. ¡Chicas, chicas! -Se pone a gritar, y el resto de sus compañeras parecen guardar un poco de silencio, aunque aún se escuchan sus cuchicheos entusiasmados- ¡Esta noche tenemos invitadas, así que tratadlas bien! Desafortunadamente han derrotado ellas a la kjätzchitjlohj, así que tendremos que buscarnos otra... ¡Pero esta noche, escucharemos su valerosa historia! Para ello primero necesitamos que estén todas vivas, así queeee, ¿quién tiene antídoto de kjätzchitjlohj?

-¡Yo tengo! -Alguna chica levanta la mano en la multitud- ¡Voy a por él a mi tienda! -Sale corriendo en dirección al campamento.

-¡Muy bien! -Shasha hace una especie de... aullido animado- ¡Entonces estamos listas! ¿Queréis comida? ¡Tenemos comida! ¡Ponéos cómodas, y contadnos vuestra historia!

Somos más o menos empujados y arrastrados hacia el interior del campamento, concretamente hacia su centro donde hay una hoguera bastante grande, a cuyo alrededor se han colocado algunas telas para que la gente pueda sentarse... Aunque, por supuesto, están llenas de arena.

Erika es depositada sobre una de esas telas por la chica que la estaba llevando, que se queda sentada a su lado y nos indica al resto que hagamos lo mismo. Valkyon parece estar llamando mucho la atención ahora mismo así que decido actuar con prudencia y colocarme junto a Alessa, que parece pasar más desapercibido.

Viene la chica de antes con el antídoto, y la chica del pelo arcoíris se sienta junto a Valkyon para poder administrárselo.

-Te ha mordido en el muslo, ¿sí? -Él asiente- Muuuuy bien, remángate el pantalón o quítatelo, lo que te sea más fácil.

-... Me lo remango... -Eso empieza a hacer, aparentemente un poco afectado por la actitud de la chica.

-Shandy -Mientras eso discurre, Erika se dirige a su nueva amiga... Shandy, eh... Me pregunto cómo estará Sandy, sin h...-, verás, yo vengo del mundo humano.

-¿¡Síiiiiiiiiiiiiiiiiiii!? -Ella hace un sonido de gran sorpresa- ¡Chicaaaaas, Erika viene del mundo humano!

-Hala, ¿¡en serio!?

-¡Eso es súper guay!

-¿¡Cómo es, cómo es!?

-Umm...  -Erika se pierde por un segundo- Eh, ¡Hiiro es del mundo humano también! De hecho, él es humano del todo, yo sólo soy a medias.

¡TRAICIÓN! Miro a Erika verdaderamente herido, antes de que la atención general cambie a mí, y veo a Alessa prudencialmente alejarse de mí arrastrando el culo a un lado...

-La cosa es, eh -Erika vuelve a hablar, parece que sintiéndose mal por sus propias acciones-. ¿Me puedes hablar un poco de tu gente?

-¡Por supuesto! -Shandy hace un gesto entusiasmado- Nosotras somos shandels de la tribu de Shaen-Del Mek Ahbeh. Las shaendels somos como... ¡súper guerreras del desierto!

-Eso suena súper guay -Erika la mira con admiración-. Leift ha dicho que sois amazonas o algo así.

-Lo somos -Ella parece orgullosa al explicarlo-. Nuestra gente son mujeres guerreras valerosas que cruzan las arenas buscando enemigas a las que vencer... O lo eran, bueno porque, en plan, menudo rollo lo de estarse moviendo a todas partes, ¿no? Tipo, nuestro pueblo está hacia el suroeste, cerca de la costa de Mhäri T’hma. ¡Nosotras estamos haciendo nuestros ritos de madurez!

-¿Ritos de madurez?

-Cuando las shaentels cumplimos 18 años -Habla Shasha-, formamos un grupo con todas las que cumplan la adultez ese año y nos lanzamos al desierto a completar algunos retos que nos forjen como guerreras y nos hagan ser merecedoras del título de amazonas. Uno de ellos era cazar una kjätzchitjlohj...

-Perdón por eso -Valkyon se disculpa, con el antídoto ya administrado, juraría.

-Ayyyy, no te preocupes -La chica del pelo arcoíris, Shemila, le da un golpe en el brazo... Que parece hacerle algo de daño, por la cara que pone, caramba-. Hay más kjätzchitjlohj entre la arena. Además, aún nos quedan mazomil retos que hacer. Es súper divertido, ¡es como una gymkana!

-¿... Una qué? -Alessa parece algo confundido ante la palabra.

-Es una especie de juego que va por desafíos, el primero que hace todos los desafíos primero, gana -Explico-. Aunque imagino que aquí ganan todas...

-¡Síiii, al final todas somos amazonas! -Otra chica habla, muy entusiasmada por la idea- Es súper guay. ¡Y súper divertido, yo me lo estoy pasando genial, chicas!

-¡Ay yo tambiéeeeeen, está siendo como, lo más divertido de mi vida!

-¡Síiii, es súperrr, chicas os quiero muchísimo!

-Ayyyyy, ¡¡¡yo también os quiero!!!

Ezarel se vuelve a tapar los oídos, y casi me dan ganas de imitarle porque se produce de repente una cacofonía de gritos y chillidos entusiasmados según las chicas se dicen a sí mismas lo mucho que se quieren. Es... ¿es esto lo que me he perdido por ir a un colegio sólo de chicos? Sabes qué, sinceramente no puede ser peor que el Nicholas James.

-Bueno, bueno -Shasha hace un gesto para acallar a sus muy entusiasmadas compañeras-. ¿Qué hay de vosotras? ¿De dónde venís, qué os ha llevado a adentraros en las arenas?

-Venimos del este -Ezarel se adelanta a hablar-. Somos un grupo de aventureros... O, bueno, aventurero es el amigo de allí que se ha pateado medio mundo -Señala a Leiftan, que parece sorprendido por ello-. Nosotros sólo le seguimos porque sus viajes son interesantes.

-¡Como nosotras! -Eso es lo que dice una chica, aplaudiendo- ¿Y habéis venido de aventuras entonces? ¡Qué guayyyy!

-Por supuesto que hemos venido buscando aventuras... -Una sonrisa maliciosa se instala en los labios del elfo- Si no, registradle la mochila a él. Está lleno de manuales para aventureros y su navaja rara, que pesa veinte kilos.

-N-no es una "navaja rara" -El otro intenta defenderse-. Es una navaja multiusos Wenger de...

-... ochenta y tres funciones! -Una chica completa la frase de Leiftan, y él abre mucho los ojos- ¡Síiii, yo también tengo una, son geniales!

-¡Fueron las primeras en traer caja de herramientas propia!

-¡Es lo que siempre digo!

La chica parece encantada por tener un compañero de navajas con el que hablar, y en seguida empiezan a compartir impresiones sobre el aparato, con ella gritando "¡Por el Oráculo!" de cuando en cuando con tono cada vez más agudo. Ezarel termina de contarle a la que ha preguntado cualquier pamplina sobre que si somos un grupo de valientes aventureros / trotamundos, y que eso es lo que estamos haciendo aquí; y cuando termina él Nevra hace una representación dramática de lo que ha ocurrido con el kjabicho... Algún día aprenderé a pronunciar esa cosa, promesa.

En lo que está haciendo eso, se sirve una ronda de comida y bebida para todo el mundo. Una carne jugosa y bañada en una salsa que huele muy bien, y la verdad se me hace la boca agua cuando la veo... Las raciones que hemos traído con nosotros son... Eh, bueno, alimentan, pero no son exactamente un manjar.

-Hmm... -Veo a Ezarel lanzarle una mirada cautelosa a su plato cuando se lo sirven, y eso hace que yo me lo piense dos veces antes de hincarle el diente al mío, y aunque hay algún otro que hace lo mismo, la mayoría empiezan a comer directamente, lo cual me preocupa. N-no es que le hayan puesto nada raro a la comida, ¿no?- ¿Esto pica mucho?

-¿Picar? -Erika pone cara de pánico por un instante, antes de que el sabor la golpee y la cara le cambie radicalmente a una que me dice que se arrepiente de todo.

A su lado, Nevra también se arrepiente de haberse echado a comer tan deprisa, y le veo hacer una cara terrible y llevarse una mano a la boca posiblemente para evitar escupir la comida directamente... Ya, no le gustan los sabores fuertes, así que...

Valkyon, que también se había puesto a comer, les mira a ambos con cara extrañada, pero no parece estarle haciendo ningún efecto el sabor, y cuando Leiftan toma un mordisco prudencial, tampoco parece afectarle demasiado.

-Es verdad, está un poco picante -Dice.

-¿¡Un poco!? -Erika termina de beberse su segundo vaso de agua (¿tienen agua que estar gastando en esto?) antes de hablar.

-¡Anda, perdón! -Alguna chica, quizá de las que haya cocinado, pone cara de sorpresa- No he pensado que a la gente corriente no le suele gustar la comida picante... Os puedo traer otra cosa si queréis... -Mira a Nevra preocupada, porque el pobre parece que se esté muriendo ahora mismo.

-Quizá algo menos... Especiado, gracias -Es lo que dice Ezarel, devolviéndole el plato, que en seguida va a manos de otra persona. Erika parece avergonzada cuando hace lo mismo.

Yo le dirijo una mirada a Alessa, siendo que somos los únicos que quedan por probar. Él se encoge de hombros.

-Habrá que probarlo al menos, ¿no? -Dice.

-Supongo... -Con eso, pincho un trozo de la carne para llevármelo a la boca...

-¡Hiiro, no! -Ante el grito horrorizado de Nevra, que no es capaz de detenerme.

Y...

...

....

-Pica un poco -Admito-. Pero está bastante bueno. Itadakimasu... -Continúo comiendo, ante las caras sorprendidas de algunos de mis compañeros. Qué pasa, me gusta la comida picante. Tengo derecho a eso, ¿no?

-Hmmm... -A mi lado, Alessa termina de hacer su cata también- Perdón, ¿se supone que esto debería ser picante? Porque no he notado nada.

-¡Pero bueno! -Alguna chica se ríe ante su atrevimiento, mientras que en las caras de Nevra y Erika aparece una expresión horrorizada- Si quieres picante, podemos darte picante. ¡Traed los polvos de karajökepika!

Alessa asume el desafío de los polvos de karajökepika con mucha valentía, y las shaendels parecen verdaderamente impresionadas no sólo de que lo tolere, sino que parezca que de hecho le gusta. Valkyon y yo somos los únicos que nos atrevemos a probar un poco, con Leiftan aparentemente teniendo sus propios traumas con ese condimento, y mientras que Valkyon arruga la cara, a mí los polvos sí que me derrotan y acabo llorando y sudando por su culpa, aunque apenas los haya probado.

Ezarel, Erika y Nevra reciben su versión de la comida sin picante (o menos picante, porque Ezarel y Nevra siguen haciendo muecas y Nevra termina llorando), y con eso al final terminamos de comer todo.

La cosa es que, aparentemente, para esta gente terminar de comer significa que empieza la fiesta. Varias de las chicas empiezan a lanzar al cielo aullidos entusiasmados, y con ello empieza la fiesta. Algunas de ellas sacan de su tienda distintos instrumentos musicales y empiezan a tocar llenando el aire de ritmos exóticos y movidos, con cuerdas vibrantes e instrumentos de viento que soplan tonos intrincados y, en parte misteriosos, en parte pegadizos.

A pesar de que la comida era una buena ración, de una de las tiendas no dejan de sacarse todo tipo de aperitivos dulces y salados, todos ellos deliciosos a mi parecer, y la bebida no tarda mucho en aparecer: un licor que huele fuerte y tiene un tono morado intrigante, pero que yo rechazo, aunque el resto de mis compañeros sí que beben. Salvo Ezarel, cuya bebida es confiscada primero por Nevra y luego por Leiftan, que sólo le deja mojarse los labios.

-Y si quieres beber algo más, va a tener que ser directamente de mi boca -Dice él, con tono desafiante, y el elfo se pone rojo mientras un coro de "¡Uuuuuuh!"s se escucha en la multitud que nos rodea.

-¡... o de la mía! -Completa Erika, un poco tarde, pero se aprecia el espíritu.

Que yo sepa, Ezarel no vuelve a beber nada más que agua en lo que queda de tarde. Que alguien me avise si pasa lo contrario que yo quiero verlo.

Evidentemente hoy ya no vamos a ir a ningún sitio, así que cada uno se acomoda en el campamento como puede y se busca algo que hacer. Leiftan se queda narrando historias de viajes para quién quiera escucharle, y consigue un público bastante decente que quiere oírle y de hecho compartir sus propias aventuras; Valkyon hace más o menos lo mismo aunque para una audiencia más privada, la chica del pelo arcoíris con la que intercambia historia sobre cicatrices; Nevra también tiene su público aunque en su caso la conversación parece ser de otro tipo y dejo de prestarle atención cuando una chica se tumba sobre su regazo; y Alessa por alguna razón de dedica a tener una discusión sobre metafísica con una chica que dejo de escuchar al oír la palabra "ayahuasca".

Sin mucho que hacer, no teniendo muchas historias heróicas que contarle a nadie y no queriendo realmente entablar una conversación con nadie, al final decido acercarme a la chica criónida que tanto me ha llamado la atención antes e intento mantener una conversación con ella, cosa que parece gustarle.

-No tan habladora como amigas -Se excusa, parece que algo avergonzada.

-Casi que lo prefiero -Respondo yo-. Tengo un amigo criónido, así que creo que podremos entendernos... ¿si quieres hablar? -Ella asiente, con una pequeña sonrisa- Tengo curiosidad para saber cómo ha acabado una criónida en mitad del desierto...

Por lo que me cuenta, dice que es que no le gusta el frío así que quiso mudarse a un sitio más cálido, y encontró su lugar entre las amazonas... Dice que es un poco más mayor que sus compañeras, pero también quería participar en sus ritos y probar su valía, así que se ha unido a ellas en los ritos de este año y, bueno, aquí está.

-¡Emocionante! -Dice, y parece bastante contenta con sus decisiones en la vida, así que me alegro por ella.

-¡Hiirooooooooooooooooooooo! -Escucho la voz de Erika que me llama desde la otra punta del campamento, y hacia allí me hiiro para verla tratando de llamar mi atención agitando un brazo- ¡Apunta a Shakira en la lista!

-¿¡Ella también!? -Me siento traicionado ante semejante revelación.

-¿Lista? -La criónida, Ceci, me mira con intriga.

-Erika y yo llevamos una lista de personas del mundo humano que pensábamos que eran humanos pero que resulta que no lo son... -Y duele perder a Shakira, vaya... Her hips lied...- Shakira debería ser Patrimonio de la Humanidad.

-¿Eres realmente humano si no te gusta al menos una canción de Shakira? -Cuestiona Erika, y yo niego firmemente con la cabeza.

-¿Es buena su música? -Pregunta una de las chicas que estaba hablando con Erika, que, eeeh... Creo que ya se me he ha olvidado su-Ah, no, Shandy, sí, como la anémona.

-¡Es súper guay! Hiiro, ¿no te has traído el móvil? -Sí, hombre, para que se me llene de arena... Niego con la cabeza- Jopé. Y a ti que se te da bien cantar, ¿no puedes cantarnos algo suyo?

-Uuum... No me siento a la altura, no se me da bien poner esa voz que pone... -Y no quiero someterme a humillación pública ahora mismo, lo siento, Erika. Escucho algunos sonidos decepcionados venir de aquí y allá por parte de las chicas del campamento, ¿y juraría que de Ezarel? Como sea...- ¿Sabes quién hacía una buena imitación de Shakira? Henry. No sólo la voz, también sabía hacer lo de las caderas.

-¿Qué decís de Henry? -Valkyon desconecta de su conversación con la chica arcoíris para engancharse a la nuestra, repentinamente interesado.

-¡Según Hiiro, que se le daba muy bien mover las caderas! -Erika habla con una enorme sonrisa.

-Eeeeeeeeeeeehhhhh... -Y Valkyon se queda bloqueado por un momento- Sí. Quiero decir, supongo. No lo sé. No sé nada de eso.

-¡Y hablando de mover las caderas! -Shasha se levanta bastante entusiasmada- ¡Tengo ganas de hacer eso! ¿¡Calentamos el ambiente o qué!?

¿... más todavía?

Aúlla con entusiasmo, y el resto de chicas corean el sonido, incluída Ceci, lo que me asusta un poco porque un sonido así saliendo de una criónida era algo que no me esperaba (por lo que veo entre ella y Gèrard, tienen un tono de voz bastante agudo así que el sonido es... eh, chirriante). Muchas de las chicas se levantan, entre risas y sonidos emocionados, y el ritmo de la música que sonaba cambia poco a poco hacia uno más... Movido, supongo. Las chicas empiezan a bailar al son de la música, haciendo tintinear toda la bisutería que adorna sus cabellos, ropas y su cuerpo mismamente, lo que se une al sonido de la música. Shandy coge a Erika por una mano y la saca a ella también a bailar, y ella acepta encantada aunque parece un poco perdida con los pasos de baile entre las expertas bailarinas. Viendo eso, Leiftan decide unirse a la fiesta con una sonrisa, acercándose a su chica para acompañarla; y veo que Nevra también es arrastrado a la pista de baile y, hmmmm, voy a mirar hacia otro lado.

-¿Bailas? -Ceci me invita a unirme a la danza, poniéndose de pie y ofreciéndome una mano para que la acompañe.

-No, gracias -Tengo que rechazarla, y ella hace una mueca-. Me gustan las fiestas más tranquilas.

-Chico tranquilo -Comenta, con una sonrisa, y se despide con una mano antes de irse junto a sus amigas, que le dan la bienvenida entre aullidos y celebraciones.

Y solo me quedo, viéndolas bailar...

Hasta que de repente una presencia se desliza a mi lado y coloca un brazo alrededor de mis hombros, haciéndome pegar un respingo, y me encuentro cara a cara con la chica que antes me ha hablado a la entrada, que tiene pinta de haber bebido ya un par.

-¡Hola, chico bajito! ¿Así que eres humano? ¿Por qué no me hablas un poco más del mundo humano, hmmmmmm...?

Socorro.

---

(Narra Erika)

-¿¡Por qué no!? -Lloriqueo, un poco picada por la actitud de Alessa.

-¡Porque estamos en un desierto! -Lo dice como si fuera obvio- ¡Eso va a tardar dos días en infectarse! E incluso si no se infecta, no lo vas a pasar nada bien con la arena para la irritación. Además de que, por supuesto, NUNCA deberías abrirte un agujero en la piel si no es un ambiente seguro, como, quizá, un estudio preparado para ello.

-Yo mis agujeros me los abrí yo mismo y no me ha pasado nada -Aporta Valkyon, defendiendo mi causa.

-Y no deberías haberlo hecho -Le reprende Alessa.

-Especialmente teniendo en cuenta que tenías, cuánto, ¿trece años? -Nevra también se muestra en su contra. Valkyon murmura un "catorce" entre dientes- ¿Dónde siquiera aprendiste a hacerte eso?

Hay un momento incómodo en el que simplemente se quedan mirándose fijamente el uno al otro.

-No quieres saberlo -Es lo que termina por decir Valkyon, dando un sorbo al vaso que sujetaba. En seguida Nevra se pone a protestar porque eso sólo le genera más curiosidad, pero desatiendo eso para escuchar a Alessa, que me está echando la bronca a mí.

-Como sea, no deberías abrirte un agujero en mitad del desierto, con una aguja que vete a saber por dónde ha pasado y, especialmente, sobre todo eso, después de haberte pasado la tarde bebiendo. Aunque sea, espera a mañana a que se te pasen los efectos del alcohol, que quizá eso te haga cambiar de idea.

-¡Peroooo...! -Protesto, haciendo un puchero.

-Si sólo van a ser unos segundos -Shandy, que ya tiene todo el instrumental preparado, sonríe mientras señala su aguja de hueso, que parece lista para perforar mi oreja.

-¡Tú dale, dale! -La animo.

Alessa hace un gesto de duda. Frunce el ceño, y luego se muerde el labio...

-¡Ezareeeeeeel! -¡NOOOOOOOOO!

-¡Chivato! -Le acuso.

Veo que la cabeza de Ezarel, que se había quedado medio dormido como un abuelo, se levanta de un respingo y mira en todas direcciones para ver quién le ha invocado. Desorientado como está, no parece ser capaz de localizar de dónde viene el sonido, así que pienso que voy a librarme... Salvo que aparece Leiftan, que estaba bailando por ahí. ¡Maldita sea!

-¿Qué ocurre? -Pregunta, con aire preocupado.

-Erika ha decidido que quiere hacerse un piercing aquí y ahora -A pesar de que intento asesinarle con la mirada, Alessa decide que convenientemente ahora sí es ciego y no hace caso a mis amenazas visuales-. ¿Quizá quieras dar tu opinión al respecto como adulto responsable?

-Oh, hum... -Leiftan frunce el ceño- Los piercings son muy guays, Erika, pero a lo mejor podemos esperar a otro momento para hacerlo... Y a otro lugar más, eh... Aséptico -Le lanza una mirada a Shandy-. No pretendo ofender...

-Ayyyyyy, pero noooooo -Shandy protesta también-. ¡Tengo el pendiente perfecto para Erika! Y a lo mejor te puedes hacer algo tú también, ¿no, rubito?

-No estoy interesado, gracias... -Se excusa con una sonrisa incómoda- Um... Erika, ¿qué te parece si bailamos otro rato?

-Vale, pero estoy enfadada -Hago un puchero, pero acepto la mano que me tiende para levantarme del suelo y me despido de Shandy con una mano antes de irme con Leift.

La escucho por el fondo, ahora intentando convencer a Valkyon de que se haga alguna perforación, y la chica con la que Valkyon lleva ligoteando todo el día básicamente le dice que se vaya a soplar a la vía.

Con Leiftan me acerco al fuego, y él me lanza una mirada de disculpa antes de invitarme a bailar. Sujeto la mano que me tiende, y él me sorprende al hacerme hacer un giro que causa que mi falda se levante y los distintos abalorios que van agarrados a ella tintineen. Eso me hace reír, él sonríe y de repente ya no estoy enfadada.

Esto está siendo divertido. Llevamos bastantes horas ya con las shaendels, y ha sido todo fiesta y buen rollo. Comida, bebida, fiesta... Parece más un festival que un campamento montado por un pueblo de amazonas guerreras, la verdad, pero desde luego no me estoy quejando. Desde que cayó la noche, la fiesta no ha hecho más que animarse. No tengo exactamente muy claro cómo, pero Ezarel le echó unos polvos mágicos al fuego que hizo que empezase a cambiar colores y por ello se llevó muchos vítores y aplausos que decidió ignorar, ¡pero queda muy chulo! Entre eso, la música, y el entusiasmo de las shaendels, ¡hay un buen ambientazo!

De los nuestros, Nevra ha sido el único aparte de nosotros que ha querido bailar un rato, convencido por sus nuevas amigas... Ya ha estado tonteando un poco creo que con todo el mundo y hasta dónde yo sé nadie ha rechazado sus avanzadas, así que debe estar contento. Incluso con las dos o tres que le están rondando, la que está ligándose a Valkyon y la que lleva horas intentando hablar con Hiiro sin que él le haga ni caso (amiga date cuenta), aún hay algunas shaendels bailando, y a ellas nos unimos. Algunas bailan solas porque no necesitan pareja, otras bailan entre ellas con unas u otras intenciones, y todas tienen cara de estar pasando un buen rato.

Ni Leiftan ni yo tenemos ni la gracia ni la sensualidad que tienen ellas, y no estoy segura de que mis caderas puedan moverse así sin desencajarse, pero hacemos lo que podemos para unirnos a la fiesta. Vamos, en realidad, un poco a nuestra bola, bailando como nos apetece y haciendo tonterías y riendo. Leiftan me hace girar como ha hecho antes, y yo me muevo a su alrededor agitándome de forma que yo pienso que debo parecerme a un pulpo, pero que espero que a él le resulte atractiva.

-¿De dónde ha salido la idea del piercing? -Me pregunta, cuando ya casi me había olvidado de esa historia.

-No sé, me ha... -Suspiro- Me ha apetecido de repente... Es que son muy guays.

-Lo son, pero las decisiones tomadas con racionalidad en un estado de sobriedad también son muy guays.

-Eres un aburrido.

-Soy un adulto responsable -Me sonríe de forma radiante, y yo le hago una pedorreta.

Hay un momento que la melodía cambia, con un cambio de canción, y escucho a las shaendels lanzar un largo “Oooooh” con ello. La mayoría de las que estaban bailando solas se buscan pareja rápidamente para bailar juntas, Nevra es arrastrado a la pista de baile por dos chicas que le agarran cada una de un brazo, Valkyon también es obligado a bailar por su ligue y Hiiro decreta que es hora de irse a dormir y simplemente desaparece, dejando a la chica con la que estaba hablando con cara de que finalmente la amiga se ha dado cuenta.

Yo me doy cuenta también de que esta melodía significa algo. Intuyo que Leiftan debe notarlo también, porque me lanza una sonrisa... Que parece un poco incómoda, pero que a mí me gusta. Duda un poco antes de colocar ambas manos en mis caderas, dejándonos juntos... Y yo dudo menos en coger sus manos, colocarlas un poco más abajo, agarrarle a él por los hombros y luego sonreír mientras le miro a los ojos, viendo cómo su rostro se enrojece al instante.

-¿Qué? -Le pregunto, para picarle- ¿Algún problema?

-N-no... -En cuanto dice eso, pego mi cuerpo al suyo todo lo que puedo, y él hace la tentativa de ir a mover las manos, pero le amenazo con la mirada- Eeeh...

Antes de que pueda terminar de balbucear, nos muevo, dirigiendo yo la danza. Simplemente nos bamboleamos de un lado a otro entre el resto de parejas (o tríos teniendo en cuenta a Nevra, supongo, que está atrapado en un sándwich... aunque quizá “atrapado” no es la palabra correcta), bailando de forma lenta y mimosa. Sus manos en mi cuerpo se mantienen tensas y nerviosas durante unos instantes, hasta que en un momento determinado le veo soltar aire, aceptarlo... Y entonces, me sorprende, siento que sus manos me estrujan.

Le miro alzando una ceja, y él se pone más rojo todavía, lo que me hace reír. Me froto contra él, dejando que mi cadera presione contra la suya, y luego me giro de la forma más elegante que puedo, ahora dejando mi espalda contra su cuerpo. Me sorprende un poco cuando él acepta mi nueva postura, colocando una mano en mi cintura mientras la otra va a buscar una de las mías. Me muevo lentamente, mi cuerpo contra el suyo, y siento su respiración cálida en mi cuello, dejando de sentirla únicamente cuando noto la presión de sus labios sobre mi piel. Eso me pilla por sorpresa y me hace lanzar una exclamación al aire, que crece cuando la mano en mi cadera hace un poco más de fuerza, con un agarre férreo en mi piel, y me hace aplastar mi cuerpo más contra él... Oh, cielos.

Levanto la cabeza para mirar a Leiftan, y ahora veo un aire de seriedad en sus ojos que hace que sea yo la que se sonroje.

-Esto es lo que pasa si me provocas... -Dice, hablando un poco entre dientes, y se le nota aún ligeramente avergonzado por sus acciones y palabras.

-Ah, ¿te he provocado? -Decido tentarle un poco, divertida por el juego.

-Si no era eso lo que intentabas, entonces espero que no sea que es que bailas así con todo el mundo...

Me río, y él sonríe. Mi risa queda ahogada cuando sus labios se juntan con los míos y... Eso me gusta. A pesar del frío nocturno, la calidez del fuego queda en un segundo plano a favor de la calidez que se expande en mi interior.

El beso se me queda corto, necesito más que uno, y coloco una mano en su cuello para forzarle a mantener la postura para poder seguir besándole, besos algo cortos pero sin duda llenos de pasión, que despiertan mi deseo... Deseo de...

Me siento un poco culpable, pero...

Le suelto y me despego de él, pero no dejo de agarrar su mano para poder tirar de él, y aunque en un primer momento se tropieza un poco con sus propios pies, me sigue cuando le arrastro hacia mi tienda de campaña, montada un poco más allá, apartada del centro para tener un poco de privacidad, y muy espaciosa porque hasta el momento no la he compartido con nadie... Pues bien, eso va a cambiar esta noche.

Entro en la tienda con toda la prisa que puedo, aún tirando de Leiftan, y apenas le doy tiempo antes de tirarme contra él. Sus brazos me reciben en un abrazo y sus labios en un beso, y no necesito dejar mis intenciones claras, porque ya deben de estarlo.

Con fuerza nos empuja hacia el suelo, pero con precaución para que no me haga daño cuando quedo debajo de él, y yo paso mis brazos alrededor de su cuello y me abrazo a su cuerpo mientras sus labios comienzan a recorrer mi rostro mi cuello, incendiando el camino que van abriendo en mi piel.

Sus manos exploran mi cuerpo: una de ellas sube por mi vientre, acariciando mi estómago de forma que me hace cosquillas; otra acaricia suavemente mi mejilla y desciende por mi barbilla y mi clavícula, aventurándose hacia mi hombro donde se atreve a bajar la manga de mi top, permitiendo que sus besos puedan también expandirse por esa zona...

Yo me dejo hacer, sintiéndome amada como nunca, y me aferro a su cuerpo mientras él hace magia, jadeando junto a su cuello cada vez que uno de sus besos me sorprende y me incendia.

La mano que subía por mi vientre se asienta en uno de mis pechos, que tantea con prudencia, y yo simplemente elevo mi cuerpo para ejercer presión, indicando que puede tocarme allá donde él quiera. Le escucho suspirar, un suspiro en el que intuyo una fuerte impaciencia, y una emoción contenida que se asemeja a la mía...

Sus manos se colocan en mis hombros, agachándome sobre el suelo de nuevo, y sus labios dejan de besarme durante un instante cuando él se incorpora. Mis manos, ansiosas después de no haber hecho mucho en lo que él me tocaba, tantean la obra de arte que son sus abdominales, pasando por debajo de su chaleco abierto, para poder deslizarlo por sus hombros, cosa que él me deja hacer sin ningún problema, y descartar la prenda a un lado... Diría que exponiendo su cuerpo, pero realmente está expuesto todos los días a todas horas. Bueno. Pequeñas victorias, Erika, pequeñas victorias...

-¿Quieres hacer esto? -Me pregunta, con voz algo ronca, después de tragar saliva. Yo asiento- ¿Segura?

-Leiftan, llevo desde que llegué a este maldito mundo sin-

-V-vale, vale... -Una vez más se agacha sobre mí para besarme, y yo acepto el beso como una disculpa- D-de acuerdo... No... no estaba preparado para esto aquí, así que hum... ¿Tienes...?

¿Tengo?

Me mira.

Le miro.

Nos miramos.

Oh.

No, no tengo.

No. No, no, no, no, ¡NO!

-¿No tiene tu súpernavaja una caja de anticonceptivos por ahí? -Protesto, llevándome las manos a la cara de pura exasperación, con ganas de arañármela.

-Me temo que no -Él suspira, yo sólo quiero echarme a llorar.

-Da igual. Lo hacemos sin, no importa siempre que...

-N-no pienso hacer eso -Y parece casi ofendido de que se lo proponga-. N-no es... una buena idea... -Parece estar pensando en algo, porque balbucea unos instantes, pero luego niega con la cabeza- Eh, ¿q-quizá pueda ir a preguntarle a Nevra? Él debe de tener...

-No, no... -Suspiro, rendida. El Oráculo no quiere que yo pille cacho- Déjalo. Ya... ya habrá otro momento.

Hace un gesto de fastidio. No, si ya, si yo también. Resoplo, muy aburrida de que aparentemente no pueda liarme con nadie por mucho que lo intente. El lado bueno es que no me voy a romper la espalda contra el suelo duro, el lado malo es que NO HAY FORMA DE QUE ALGUIEN ME ROMPA LA ESPALDA POR DIOS BENDITO A QUIÉN LE TENGO QUE REZAR, A QUIÉN.

-Umm... -Leiftan me mira un poco con duda- Sabes, quizá no podamos... Hacer lo que queremos... -Veo que me mira con una sonrisa de disculpa- Pero aún hay muchas cosas divertidas que podemos hacer.... por ejemplo... Creo que te debo un favor.

¿Oh? En mi mente aparece un recuerdo de esos meses que estuvimos saliendo, cuando tampoco pudimos hacer mucho, pero hubo esa vez que me ofrecí a, hmmm... Sí, no me importaría que me devolviera el favor.

-Si te apetece... -Él asiente, parece que bastante dispuesto- En ese caso... Desde luego no tengo ninguna protesta.

Una sonrisa aparece en mis labios, y esta es en seguida espejada en su rostro. Se agacha de nuevo para besar mis labios de forma suave, y luego su boca comienza el camino que ha hecho antes, descendiendo... A lo largo de mi cuello, por el centro de mi pecho, incluso por encima de la ropa, bajando por mi vientre hasta llegar a mi ingle. Se coloca de rodillas frente a mí mientras yo me quedo tumbada en el suelo, y mi corazón palpita con fuerza cuando sus manos se escurren por debajo de mi falda para retirar mi pantalón lentamente, y una vez mis piernas quedan libres él mismo las coloca... Un cosquilleo agradable recorre todo mi cuerpo hasta mi ingle cuando hace eso, al sentir la caricia de sus manos sobre mi piel, y el cosquilleo se convierte en un escalofrío cuando él se agacha entre mis piernas, comenzando a besar mi muslo por la parte interna hacia abajo, cada vez más abajo, y a mí se me pone la piel de gallina al sentir la presión de sus besos, su aliento cálido, s-

-Eo, ¿estáis dejando espacio para El Oráculo aquí dentro?

Cierro las piernas de inmediato, pillando a Leiftan entre ellas y juraría que haciéndole daño por el sonido que hace, y en seguida le suelto y me incorporo para lanzar una retahíla de disculpas antes de decidir que no vale la pena y dirigirme a la puerta, pero antes de que pueda quejarme, porque tengo muchas quejas, ya lo hace Leiftan por mí.

-¿¡Se puede saber qué haces, Ezarel!? -Grita, por alguna razón parece que más enfadado que yo todavía, con la cara completamente roja como la tengo yo.

-Asegurarme de que no cometáis actos impuros -El elfo habla desde la entrada de la tienda, con sólo su cabeza asomando en el interior. Busco con la mirada a ver qué puedo tirarle a la cara, pero al final decido que lo mejor que puedo arrojarle son acusaciones.

-¿Nos estabas mirando? -Se me ocurre preguntar, y no sé si eso me parece escalofriante o si por el contrario me pone más todavía.

-No es que os estuviera... -Frunce el ceño- A ver, par de dos. Uno: Os habéis dejado la puerta abierta, genios. Dos: Tenéis la luz de dentro encendida. Desde fuera se ve la silueta de todo lo que podáis estar haciendo. Y parecía divertido pero, no sé, creo que ninguno de vosotros quiere que se emita una proyección de eso para todo el mundo, ¿no?

Los dos nos quedamos en blanco por un instante, y luego miramos a la pequeña lámpara de viaje que hay en el interior de la tienda, algo perplejos. Ah, pues. Tiene sentido.

Leiftan se cubre la cara con las manos y empieza a murmurar cosas para sí, muerto de vergüenza. A mí me dan un poco ganas de hacer lo mismo, pero intento aguantarme.

-Gracias, Ezarel... -Hablo en parte con resignación, porque intuyo que me acabo de quedar sin caramelo; bochorno por toda la situación; y genuino agradecimiento, porque quizá hubiera podido llegarme a morir de la vergüenza si alguien hubiera llegado a ver algo.

-Ya, bueno -Él hace una mueca-. Lo que sea. Siento haberos cortado el rollo. Podéis seguir a lo vuestro o lo que sea pero tened cuidado. Recordad que el Oráculo siempre os está vigilando -Ew, no lo digas así.

-Ummm, Ezarel... -Leiftan consigue salir de su bucle de balbuceos, y por un instante parte de mí piensa que va a pedirle un preservativo- Estás... eh, ¿estás de acuerdo con que Erika y yo...?

Él vuelve a fruncir el ceño. Se lo piensa un poco. Luego hace lo que interpreto que es encogerse de hombros, salvo que no tiene los hombros dentro así que es difícil de saber.

-No es asunto mío lo que hacéis o dejáis de hacer.

-Salvo que sí lo es -Digo yo-. Somos tres, ¿recuerdas? Tú también. Y quizá no... Quizá no te guste que hagamos ese tipo de cosas, así que...

Se ríe de una forma que me dice que lo siguiente va a ser algún tipo de comentario sarcástico, pero en el último segundo se corta a sí mismo. Va a probar a hablar una segunda vez, pero se vuelve a interrumpir. Leiftan y yo esperamos pacientemente a que consiga desatascar sus palabras, y sutilmente la mano de Leiftan busca la mía mientras los dos nos quedamos mirando al elfo.

-No quiero... -Parece que le cuesta arrancar- No quiero quitaros la diversión. Sabéis que yo no estoy... ahí, y no voy a estarlo durante un tiempo. Estoy... Lo estoy intentando. Avanzar. Poco a poco.

Lo sé. Lo sé, y me enternece mucho saberlo, porque además me doy cuenta. Porque aunque le tiemblan las manos a veces, consigue acariciarme. Porque aunque su cuerpo se tensa, no me rechaza cuando le toco. Porque hace un esfuerzo por pensar sus palabras, como ha hecho ahora, y por buscar aquellas que de verdad se corresponde con lo que siente. Es un cambio... visible, sé que está ahí, y ni siquiera soy capaz de imaginarme la cantidad de esfuerzo que debe estarle costando, pero me hace muy feliz lo que está haciendo... Por todos nosotros.

-Así que en lo que tardo en llegar... Vosotros disfrutad de lo vuestro -Así termina-. En algún momento llegaré yo y me cobraré mi parte. Pero si queréis... Dormir juntos, bañaros juntos, acostaros o darle a un campamento entero un show erótico, entonces haceldo, y no necesitáis que yo os dé permiso para nada.

-Creo que vamos a prescindir de esa última parte, gracias... -Eso digo, aún avergonzada, pero me esfuerzo en enseñar una sonrisa después de esas palabras- Gracias, Ez. No es... que tengas que darnos permiso, simplemente es mejor si... todos estamos de acuerdo.

-Ya. Bueno. Tú no te enfades si un día de repente decido que soy yo el que quiere acostarse con Leiftan -Veo que Leift abre mucho los ojos cuando dice eso, y Ez sonríe, mientras que yo me río y pongo los ojos en blanco. Ya, sí, como si eso fuera a pasar.

-Al menos invitadme a mirar si eso ocurre, ¿sí? -Bromeo, entretenida ante ese episodio imaginario que sé que es IMPOSIBLE que ocurra.

-Sabes, la oferta de beber directamente de mis labios aún se mantiene -Leift también bromea, en tono coqueto, y es Ez el que pone ahora los ojos en blanco.

-No, gracias. Creo que me voy a ir a dormir de todas formas... -Y se lo piensa durante un instante- Sí, voy a... Hacedme espacio, ¿queréis?

Los dos debemos de poner la misma cara de sorpresa cuando, contra todo pronóstico, de repente le vemos entrar en la tienda. Es, uuuh, un poco pequeña, así que hay un momento incómodo de codazos, patadas y tirones de pelo hasta que más o menos conseguimos apartarnos, y al final me encuentro apretujada entre ambos chicos, lo cual es... Nope, no es nada incómodo, hahá; no sé si dios existe pero si hace quiero darle las gracias, porque ahora mismo sé que YO soy una diosa y que esto es el paraíso, ¿por qué puñetas hemos tenido que tardar casi dos años en llegar a esta conclusión en nuestra relación?

-Quiero decir, no os importa que duerma aquí, ¿verdad? -Ezarel habla desde la izquierda, y Leift y yo hacemos el esfuerzo de girarnos para mirar hacia allí. Ezarel nos devuelve la mirada... Oh, está... E-está muy cerca...

-N-no, bfff, qué va, o-osea, puedes...

-Q-quiero decir, ya dormimos juntos todas las noches, así que, pues-

-... todas las veces que quieras, digo yo, en plan...

-... lo que quieras! No, s-sí tampoco íbamos a quejarnos sí...

-Bien -Eso es lo que dice, silenciando nuestros balbuceos de inmediato. Hay un momento de silencio incómodo-. Pues. Uh.

-...

-...

-...

-Sólo... Tengo una objeción -Leiftan habla detrás de mí-. Quiero que Ezarel esté en el centro.

-Estoy de acuerdo -Asiento, al ver el pánico que aparece en la cara del elfo al oír esas palabras.

-¿Estáis de coña? Ya tengo suficiente claustrofobia con-

-Has empezado tú esto, así que no te acobardes ahora.

-¡Eso mismo! -Y cojo fuerza antes de tirarme a rodar por la tienda para pasar por encima de Ezarel- ¡Wiiiii!

Tengo un forcejeo con él para poder recolocarnos, y estoy bastante segura de que debo reventar alguno de sus órganos internos, pero hay un momento mágico, cuando estoy justo encima de él, con él mirándome con el ceño fruncido y cara de enfado, que me permito la osadía de guiñarle un ojo...

Y él sonríe.

Y no dice nada, pero en su cara puedo ver escrito, claramente y sin nada que lo esconda, las palabras “Te quiero”.

Tengo que contenerme para no besarle, aunque me quedo con las ganas.

Pero consigo desclavar mi codo del interior de su hígado y pasar al otro lado, efectivamente quedándome a la derecha y dejando que Ezarel esté ahora en el centro del sándwich, lo que deja a dos de tres personas satisfechas.

-Yo no he accedido a esto -Protesta.

-Haber leído mejor la letra pequeña -Le chincha Leift, antes de pegarse a él para pasar una mano por encima de su cadera, y el elfo pone cara de pánico por un momento cuando hace eso, así que decido ayudar a la causa pegándome a él yo también y pasar un brazo por encima de su cuerpo. ¡Siempre he querido ser la cuchara grande!

-Ahora mismo tengo bastante claro que simplemente estáis intentando matarme.

-Nooooo... -Sonrío al oírle tan cerca, increíblemente contenta- Esto es culpa tuya, recuerda, has sido tú el que ha querido hacer eso.

-¡No me refería-!

-Chst -Leiftan le interrumpe con ese sonido, mientras apaga la luz de la tienda, haciendo que nos quedemos a oscuras-. A dormir todo el mundo. Mañana nos espera una travesía larga por el desierto. Buenas noches.

-¡Buenas noches! -Yo también me despido.

Ezarel simplemente gruñe.

Yo me recuesto contra su pecho, apreciando la calidez de su cuerpo. Esto está bien. Esto está muy bien, aunque...

... no va a haber forma de que yo duerma esta noche.

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(Narra Valkyon)

-Creo que es hora de que me vaya a dormir, visto lo visto... -Alesa se pone en pie, sacudiéndose la arena del pantalón- No tengo muy claro a qué hora saldremos mañana de aquí, pero procuraré despertarme temprano... -Se gira en dirección a Nevra, su compañero de tienda, que está muy contento hablando con varias chicas a las que desde luego ha conseguido conquistar- Tengo la sensación de que hoy duermo solo. Bueno... -Se despide con la mano- Tened una buena noche, Valkyon, Shemila.

-Tú también -Eso digo, asintiendo, mientras él se va.

-¡Chaooooooo! -Y así se despide Shemila, agitando el brazo, contenta.

Es una chica bastante interesante. He debido de llamarle la atención, incluso más que Nevra a pesar de que no hablo mucho, y me ha estado haciendo compañía a lo largo del día. Hemos compartido historias e impresiones, y aprovechado para preguntarle sobre el desierto y sus arenas.

Ha sido una buena distracción después de lo ocurrido con el kjätzchitjlohj... Aún me escuece todo lo ocurrido.

Entiendo por qué Leiftan no ha querido avisarnos de su presencia, pero aún así le resiento un poco por no haber dicho nada... Hubiéramos podido establecer un plan mejor para poder enfrentarnos a él si... Perdón, ella, teniendo en cuenta que me ha envenenado; si hubiéramos sabido a qué íbamos a enfrentarnos. Ver a un kjätzchitjlohj después de tanto tiempo ha sido...

Mal. Ha sido mal.

No he tenido la oportunidad de hablar de Alessa sobre ello, pero quizá hubiera sido una buena idea hacerlo, porque todo me ha dejado muy movido.

Primero, el kjätzchitjlohj; recordar la terrible muerte de Lance... Por un instante he vuelto a aquella noche y le he recordado en mis brazos, completamente roto, frágil como nunca, a las puertas de la muerte, casi incapaz de hablar... Y, sin embargo, satisfecho. Esa es una imagen que me persiguió en pesadillas durante un tiempo, y aunque ahora más o menos he sabido superarlo (todo el mundo muere, desgraciadamente, y mi hermano no iba a ser la excepción), descubrir la verdad del incidente y cómo Naytili está involucrada con él, ha hecho que se reabriera la herida.

Segundo... Leiftan. Por un momento, pelear junto a él contra el kjätzchitjlohj ha sido... Excitante, en algún sentido, no sé por qué. En el mismo sentido que era pelear contra Henry (incluso cuando era Ashkora e intercambiábamos pullas rebuscadas entre tajos de nuestras armas), el mismo que ese sentimiento de rivalidad despierta en mí, como... Algún tipo de gratificación en la batalla, algo que hace que sea satisfactorio pelear, además de simplemente la idea de sobrevivir. Ha sido, quizá... Divertido. Hasta el momento en el que el kjätzchitjlohj me ha mordido y envenenado, bueno, ahí dejó de ser divertido.

Lo que me lleva al tercer punto. Con el efecto del veneno, me enfadé... Y mis recuerdos son un poco borrosos, pero lo siguiente que sé es que Henry me estaba llamando, y todo se detuvo. Todo, porque lo único que importaba era volver con él. Abrazarle. Pedirle disculpas por haberle dejado morir, por no haber sido capaz de cumplir mi promesa de llevarle de vuelta conmigo a la Guardia. Y por un instante, le vi. Como un espejismo en mitad del desierto, vi su sonrisa torcida, sus labios que pronunciaban palabras amables diciéndome que había hecho un buen trabajo...

Salvo que no era un espejismo. Y no era Henry.

Agito la cabeza como si de esa manera pudiera sacar de ella los pensamientos que me atormentan. Eso ha sido un mal trago, pero... Durante el resto del día, he tenido tragos buenos. Quiero decir, hemos tenido prácticamente toda la comida y bebida que hemos querido. La fiesta ha estado bastante bien... Había coincidido con otros tipos de amazonas antes, pero nunca con shaendels, y la verdad es que estás son bastante más agradables que las que  he conocido antes.

Como Shemila. Me ha caído bien, la verdad.

-Es verdad que se va haciendo taaaaarde -La escucho decir, mirando al cielo, antes de echarle una ojeada a su vaso y hacer girar su contenido un par de veces antes de apurarlo del todo, hasta la última gota. Estoy bastante seguro de que ha debido beber... El doble de vasos que yo, al menos, lo que me hace cuestionar la constitución de esta gente. Me recuerda un poco a Eweleïn, a quién nadie cree (ni a mí tampoco) cuando hablamos de aquella vez que me venció en un concurso de bebida-. Dime... ¿Te gustaría venir a mi tienda?

-¿Vas a enseñarme esa colección de hachas arrojadizas? -Pregunto, bastante intrigado por la colección de la que tanto ha presumido.

-Sí... -Ella responde con una sonrisa, y eso me emociona un poco, porque de hecho no suelo usar muchas armas arrojadizas, porque me parecen muy imprácticas, pero...- Espera, no. No, no; no te estoy- Te estoy preguntando si quieres acostarte conmigo.

Ah. Eh. Ah. Ah, sí, eso tiene sentido, supongo.

Me tomo un momento de confusión para enterarme, porque estas cosas no se me dan muy bien... Lo de los encuentros íntimos, en general, no sé qué tipo de cortesías hay que seguir, o cómo hay que, bueno... Supongo que tampoco es cuestión de pensárselo, ¿no? Al menos Nevra no parece pensárselo demasiado antes de hacerlo... Ya, no el mejor ejemplo. Eh, no sé... ¿Me apetece? Supongo que sí, por qué no. Es una chica simpática, es guapa, y tampoco es que me esté pidiendo matrimonio. No puede doler. Creo que me lo merezco, han sido unos meses difíciles...

-No tengo nada en contra de eso -Respondo, encogiéndome de hombros. Ella sonríe en cuanto me escucha decir eso.

-Perfecto... -Se pone de pie, acariciando uno de mis brazos con su mano mientras hace eso, pero se agacha para que sus labios queden a la altura de mi oído- Sígueme, entonces.

Me gusta esa invitación. Apuro yo mi propia copa y me pongo en pie, mirando un poco hacia los lados para ver quién pueda estar mirando... Nadie realmente, todo el mundo está a lo suyo... Bueno, pues...

Discretamente, sigo a Shemila en dirección a su tienda. Están bastante mejor montadas que las que tenemos nosotros, se nota la calidad, y de hecho la puerta y las paredes no son semitraslúcidas, lo que se agradece, y está... Amueblada, en cierta medida. Parte de mí quiere cuestionar qué tipo de practicidad tiene esto si se supone que es un campamento de quita y pon, pero luego decido que estoy demasiado borracho para hacerme esas preguntas ahora y que debería hacerle caso a la chica desnuda que hay en- Oh, está desnuda...

Mis ojos siguen el movimiento de su ropa cuando se cae al suelo, dejándola únicamente vestida con los muchos abalorios de distintos tipos de metal que adornan su cuerpo, sus tatuajes y su pintura de guerra, lo cual es... Bastante atractivo, la verdad. Guau.

-Un sitio bastante intrigante para tener un piercing -Se me ocurre comentar, elocuente como siempre (hurra por ti, Valkyon), después de examinar su cuerpo de arriba a abajo al completo durante al menos un par de veces.

-¿Sí? -Me lanza una mirada provocativa, después de lamerse los labios, lo que los deja con un ligero brillo- ¿Quieres probar cómo se siente?

... La verdad es que sí.

Dejo caer al suelo mi abrigo y me deshago de mi camiseta mientras me acerco a ella, y ella se acerca también de modo que nos encontramos a medias en el centro de la habitación donde, casi como leyéndome la mente, salta a mis brazos para que yo pueda cogerla.

Se engancha a mi cuerpo y yo la sujeto por las nalgas con un agarre fuerte; sus manos deshacen el recogido de mi pelo y pasan a través de él mientras me dirige una mirada intensa un segundo antes de que sus labios se coloquen en los míos y me bese...

... con un sabor extraño porque por alguna razón no es salado, sino que sabe al alcohol que hemos-

¿Por qué diantres iba a saber a sal? La gente no sabe a sal. Los besos no saben a sal. Algunos sí, bueno, en los que estoy pensando sí, pero-Nooo. No. No.

Shemila.

Sus manos, fuertes pero con una manicura cuidada que él no se harí-Eh, sus manos fuertes pero cuidadas se aferran a mi cuello, yo nos arrastro a ambos hasta el fondo de la habitación para colocarla en la cama, dejándole sentado- dejándola sentada, mientras me quito los zapatos con los pies de forma torpe y lucho por quitarme el pantalón, sin dejar por un instante de besarla a pesar de que sus labios no saben a-AAAAAAAAAAAAAA.

Termino de quitarme el pantalón, la empujo sobre la cama y me quedo sobre ella. Sus ojos, oscuros (no azules) me miran fijamente, sus cejas (finas, y sin ninguna cicatriz) se alzan con expectación mientras observo su rostro (sin pecas).

No hay flequillo que apartar en su rostro, de modo que mis manos se ocupan de otra forma, recorriendo su muy trabajado e impresionante cuerpo, que indudablemente tiene las curvas de una mujer, hasta que llegan a asentarse en sus caderas...

-Adelante, dragón -Sus palabras me tientan, con un tono provocativo que debería serme excitante si no fuera porque creo que estoy teniendo un ataque de pánico ahora mismo, no sé qué me está pasando, esto no suele pasarme, ¿suele pasarme?, la verdad es que no estoy seguro porque ahora mismo soy incapaz de recordar un encuentro sexual que no sea el de-, demuéstrame de lo que eres capaz, Valk...

Valk.

-... yon.

Valkyon.

Me incorporo, terriblemente confundido de repente, y voy a murmurar alguna disculpa, pero ni siquiera me sale. Simplemente me siento al borde de la cama, con sentimientos conflictivos en mi interior, y por un instante, no... No sé qué hacer.

-Oh, eh... -Evidentemente confundida, Shemila se incorpora también- ¿V-Valkyon? ¿T-todo bien?

-No lo sé... -Confieso. Me pego una bofetada mental a mí mismo para intentar espabilarme, porque esto no está siendo muy educado de mi parte, y hago el esfuerzo de mirarla a la cara por un instante- Lo siento, no... No sé si... Puedo...

-Ah... -Ella frunce el ceño- No pasa nada, eh... ¿Quizá hemos ido muy deprisa, o...? ¿He hecho algo mal? ¿Quieres...? ¿Necesitas...?

-No, no... -Avergonzado con mi actitud ahora mismo, llevo una mano a mi rostro- Perdona, esto no es... Esto no es culpa tuya en ningún sentido, soy yo, eh... -No sé cómo poner en palabras lo que estoy sintiendo- Lo siento. Lo siento, de verdad, no...

-Eh, eh... -Habla con voz tranquila, colocando una mano en mi espalda para acariciarla- No pasa nada... Oh, perdón, ¿está bien si te toco?

-Supongo... -La caricia ha sido reconfortante sólo a medias- De verdad, disculpa. Esto no es muy... educado por mi parte.

-Ay, no, por mí no te preocupes... -Me sonríe- Más me preocupas tú, anda. ¿Qué te ha pasado? ¿Te encuentras bien? No, espera, primero, ¿quieres hablar de ello?

-Em... -Me quedo un poco confundido- No lo sé. No quiero... sonar maleducado contigo, e-eres una chica maravillosa, y atractiva, y me lo he pasado muy bien contigo hoy...

-Anda, y yo contigo, campeón -Me da un puñetazo en el hombro que me hace sacudirme, y la verdad es que parte de mí agradece el estímulo-. Pero, no, tranquilo; que si no surge no surge. Tampoco te voy a obligar a acostarte conmigo. Y, en plan, tampoco me quiero meter en tus problemas si no quieres hablar de ello pero, tipo, ¿a lo mejor puedes abrirte si te apetece? -La miro con confusión, ella se encoge de hombros- Nusé, yo sólo digo.

-Es, eh... -Busco cómo decirlo en palabras sin que suene... peor de lo que es, bueno- He... Estaba pensando en otra persona. Lo siento, es... es terrible.

-Que nooo, anda, tranqui -Vuelve a pegarme. Mañana voy a tener un moratón ahí-. O no, espera, en plan, no es tu novia ni nada, ¿no? Estás soltero, ¿sí?

-Eh, sí, sí -Asiento-. No hay nadie en mi vida. Ahora mismo.

-Aháaa... -Ella asiente- Voy a vestirme si no te importa, tú ve hablando -Eh, sí... Cuando la veo que va a por su ropa, yo hago lo mismo, bastante cortado por toda la situación-. Era, en plan, ¿una ex o algo? ¿O la chica que te gusta? AAAay, ¿no va a ser Erika y te sientes mal por no haber podido entrar en el trío?

-No... -Frunzo el ceño- Es... Es alguien que murió, bueno.

-AY, ¡noo! -Ya vestida, aún de pie, se lleva una mano a la boca con horror- ¡Lo siento! No quería hacerte pensar en eso.

-No pasa nada -Tomo aire, terminando de vestirme yo también, antes de que ambos nos volvamos a sentar en su cama-. Eso está ya... superado.

-¿Estás seguro?

-... Bueno, ahora no tanto.

-Yap. Eeeh... -Parece que se lo piensa, y suelta aire- A ver esta... persona, sí, culpa mía por asumir género. ¿Quién es?

-Es... -Tuerzo el gesto- Acordamos no decírselo a nadie.

-Oh, mis labios están sellados -Hace el gesto de pasarse dos dedos sobre los labios-. Te lo juro. Además, ¿a quién se lo iba a decir? A mis amigas, bueno, pero ni ellas ni yo conocemos a tu pareja de nada.

-Supongo... -En realidad lo de mantenerlo en secreto fue cosa suya... Lo siento, pero creo que voy a tener que romper otra promesa- El chico humano, Hiiro... -Ella asiente- Tenía un hermano gemelo. Henry.

-¡Noooooo! -Reacciona llevándose las dos manos a la cara- ¿¡Y tienes que vivir todos los días viendo a alguien que tiene su misma cara y te recuerda constantemente a él y a lo que perdiste!?

...

No lo había visto de esa manera, pero gracias. Ahora va a ser muy fácil mirar a Hiiro a la cara.

-Perdón, soy idiota -Niega con la cabeza-. Henry... -Repite el nombre- ¿Y tú y él...? -Hace un círculo con los dedos de una mano, y con el otro, eh... No hace falta que lo describa.

-Sí -Admito, con un suspiro-. Una vez, la noche antes de que muriera -Ella lanza una exclamación-. Dos, de hecho... -Otra exclamación- De hecho, tres, porque a la mañana siguiente durante la ducha... Eeeh, da igual -Carraspeo-. La cosa es que fue muy... raro, porque nunca me había sentido atraído por un hombre -Y nunca he vuelto a hacerlo, de hecho, a pesar de que he intentado hacer algo de introspección al respecto, pero simplemente no... No. No sé. Ni siquiera Hiiro, aunque tienen la misma cara-, y fue muy... Repentino, sin aviso. Simplemente ocurrió, y... Ni siquiera esperamos a llegar a la habitación, fue en la playa mismamente.

-Aaaah, eso es súper caliente -Suspira-. Me flipa. Bueno, ¿y cómo fue? En plan, que de qué surgió y cómo lo trataste, no que cómo lo hicisteis, que si me lo quieres contar yo escucho, pero...

-No lo sé... -Ignoro esa última parte- No sé del todo, simplemente... -Suelto aire- Le conocí durante poco tiempo, pero Henry cambió... Cambió mi vida entera. Empezó a hacer que me cuestionara cosas que nunca me había cuestionado, me hizo reconectar con una parte de mí mismo sobre la que me había rendido, me dio... Tantas cosas, sin pedir nada a cambio, sólo porque era yo, y... Conecté con él como nunca he conectado con nadie. Es raro, y ni siquiera yo lo tengo claro del todo, porque nunca he sentido algo así, no... No suelo sentir cosas, bueno, sí las siento, pero no tan intenso, y no me... No me involucro tanto. No sé. Pero él... Es como que me enredó, simplemente, y me fascinó. Y aquel día en la playa, después de todo lo que habíamos pasado juntos, pensé en que al día siguiente iba a perderle, y esa idea me... Se me hizo tan horrible. Y quería conservarle desesperadamente. Y mi... mi cuerpo actuó antes de que yo pudiera entenderlo. Aún no lo entiendo. Simplemente pasó.

Escucha todo mi discurso con los ojos muy abiertos y las mejillas hinchadas, casi como si estuviera conteniendo sus palabras para que no se le escaparan. Al darme cuenta de todo lo que he dicho, me siento muy avergonzado de repente.

-Disculpa. No tendría que estar hablando de esto con-

-¡No, no, no, no! -Me interrumpe, gesticulando mucho con las manos- Verás, eh, creo que es bastante obvio que de esto no has hablado con nadie y que deberías, porque aaaaaaaay mamá, lo que tenemos aquí... -Resopla, y sus palabras me dejan algo confundido- Uh, a ver, has dicho que “nunca habías sentido algo así” -Traza comillas en el aire, yo asiento-. ¿Alguna vez te has... pillado por alguien?

-Hay... gente en la que he estado románticamente interesado, sí -Tuerzo el gesto-. Pero lo suyo es distinto... Ni siquiera me había planteado la idea antes de la escena de la playa, no se me había pasado por la cabeza y jamás le había visto de esa manera -Y cuando borré sus recuerdos sobre el beso que NO ocurrió borré los míos también porque aquello NO ocurrió, no pasó NADA entre nosotros, nope; no hubo nada previo a la playa, NADA-. No creo que sea lo mismo.

-Yyyyyyyyaaaaaaa... -Lo dice como si no me creyera, a pesar de que estoy siendo completamente sincero- A ver, eh... como te digo esto de forma amable...

-¿Es algo malo? -Ahora me preocupo.

-Nnno, no, para nada, no -Se ríe, como si mis problemas le hicieran gracia-. A ver... Sinceramente, por lo que me cuentas yo creo que es que simplemente estás enamorado de este chico, Valkyon.

¿Eh?

-Nunca he estado enamorado antes -Objeto.

-Yyyyap, ese es parte del problema -Así que sí es un problema-. Pero en plan... ¿tú te escuchas hablar de él? El Henry te flipa. No te flipa, te súper flipa. Estás pilladísimo. Estás enamorado.

-No... -Frunzo el ceño- No, yo no... -Resoplo- Ni siquiera sé lo que es el amor. No puedo enamorarme.

-Ay, por el Oráculo -Se lleva una mano a la frente-. Tete, que te estabas liando conmigo y seguro que estabas pensando en sus ojos azules o alguna monería así -Eh... vale, eso sí.

-Pero... -Intento buscar alguna otra objeción.

Es que, simplemente, no estoy enamorado de Henry. Lo sé. Me habría dado cuenta si se hubiera dado lo contrario.

Claro que tampoco tengo muy claro cómo es estar enamorado de alguien. Pero digo yo que lo hubiera notado. A la gente se le nota cuando está enamorada, ¿no? Como a Leiftan, que siempre que se le acerca Erika tiene una sonrisa para ella. A Nevra, que se le iban los ojos detrás de Hiiro cada vez que aparecía. A Lance y Miiko, que no podían dejar de picarse mutuamente.

...

...

...

Me llevo una mano a la boca, porque de repente me...

No.

No.

No puede ser, yo no... Quiero decir, yo... Henry... No, sólo somos... Rivales. Amigos. Fue un lío. No, no quiero llamarlo exactamente “lío”, porque realmente fue algo más, fue algo más profundo, yo diría, había algo más de sentimiento en-¿Pero qué sentimiento?

Abro mucho los ojos. Miro a Shemila, que me mira expectante.

Y, de repente, creo que por primera vez en mi vida, me doy cuenta de los draflayeles en el estómago.

-Oh -Es todo lo que digo.

-Oh -Ella asiente lentamente.

Me pongo en pie de un salto, empezando a dar vueltas por la habitación. Vale. Vale. Tiene sentido. Tiene sentido... No lo entiendo, pero tiene sentido. Creo. Imagino. ¿De dónde ha salido esto? ¿Por qué no me he dado cuenta antes?

“Sobre lo que he dicho antes, de las Guardias… Si tú estuvieras en la mía, sería todo un honor para mí. Creo que tienes corazón de Obsidiana.”

“Lo siento, Henry. Me gustaría poder salvarte.”

“Me da igual lo que diga Miiko. Cuando volvamos, te quiero en mi Guardia.”

Vale.

Sí.

Creo que es posible que esté enamorado de Henry.

Estoy enamorado de Henry.

Mi mente es una nube de confusión ahora mismo. No entiendo... No entiendo nada. Todo lo que soy capaz de comprender ahora es el sentimiento que acaba de invadir mi cuerpo completamente, haciendo que todo lo demás pase a segundo plano. Y ahora mismo todo lo que quiero hacer es...

Es ir a gritarle que le quiero.

Pero evidentemente no puedo hacer eso.

Miro a Shemila casi en pánico sin saber qué hacer conmigo mismo en estos instantes.

-Vaaaaaleeee... -Ella hace un gesto incómodo- No estaba pensando en esto cuando he pensado que quería que tú y yo nos pasásemos toda la noche sin pegar ojo, pero evidentemente necesitas esto así que... -Le da algunos toques a su cama- Siéntate aquí. Voy a hacernos una infusión y a robar dulces para que te calmes y luego tú y yo vamos a tener una conversación muy laaaaaaarga, ¿vale?

-Le gustan largas -Caigo en algo- A eso se refería -Y entonces caigo en otra cosa-. Ese era su secreto, por eso... -Las piezas empiezan a encajar en mi cabeza.

-Sí, esto... -Shemila suspira- Esto va a ir para rato.

No, en serio, ha sido divertido (?

No hay mucho más que decir, así que voy a despedirme ya y hoy me voy a mimir prontito, supongo (? Lo que sí, recordaros que sigue abierta la encuesta para decidir el nombre del familiar de El Titiritero. Me he dado cuenta de que doodle es una porquería y que la próxima vez voy a usar google forms, porque vaya que te comen tanto a publicidad que en la opción de móvil casi ni se ven las dos segundas opciones :/ Pero bueno, para la próxima. ¡Gracias a las que habéis votado! Los votos se tienen en cuenta... Ahora mismo hay un empate, si continúa en empate antes de que sea necesario usar el nombre, contaré con más valor los votos que se han hecho a través de la encuesta, más que lo que me dijeron mis amigos, porque a fin de cuentas sois aquí los que vais a disfrutar del caballo cuando esté bautizado (?

Weno que me voy ya. Muchos besitos, cuídense mucho y nos vemos la semana que viene casi para el cumpleaños de Nevra. ¡Adiós, y gracias por leer!

¡Hola! ¿Qué tal? Ya ha entrado diciembre y ya se acerca el final del año. A ver si el que viene es un poco mejor que el que hemos tenido porque... Vaya. Ya he vestido a mi Guardiana para el invierno, aunque como siempre he hecho todo lo posible para darle esa estética del mundo humano (? No sé si soy raro por hacer esas cosas, pero enfin, cada uno con lo que le gusta, ¿no?

Yyyyy esta vez no hay comentarios tampoco, baia :( Bueno, lo que hay.

¡Pasamos directamente al capítulo de esta semana!

Capítulo 24.5.-

(Narra Simonn)

-He convencido a Eweleïn de que te cambie el turno del sábado, he conseguido que Karuto te doble la ración de helado, me he encargado de mangarle a Ykhar la llave de su estantería privada para que puedas leer ese condenado libro, ¿¡y aún quieres más!?

Sin perder ni un poco de su sonrisa, el condenado criónido sonríe.

Grito en frustración, tirándome de los pelos, y exploto por un instante antes de volver a rehacerme.

-¡¡Sólo dime!! ¡¡Cuál es el secreto!!

-No preparado -Gèrard niega con la cabeza, en tono firme-. ¡Último favor!

-Eso llevas diciendo toda la semana -Me agarro a las mangas de mi americana para no apretarlas alrededor de su cuello-. Cuánto tiempo llevo haciendo malabares por ti, bailando en la palma de tu mano al son de la melodía terrible de tus promesas falsas, manipulado como nada más que una marioneta en tu juego perverso... ¡Eres peor que El Titiritero!

-¿Börshe?

-Su poesía es muy dramática pero está llena de emoción y me gusta, ¿vale? -Admito, bastante orgulloso de haber podido expandir mis horizontes literarios. Por supuesto que si Ykhar tiene una estantería súper secreta me voy a leer los libros que tiene en ella.

-Buena lectura, gusta escritor.

-Quitando esto -Frunzo el ceño-, ¿¡cuándo piensas decirme cuál es el secreto!?

-Después de favor.

-¡Por favor!

-Exacto, favor.

Gruño para mí, rechinando los dientes. A estas alturas, estoy bastante seguro de que se está quedando conmigo... O lo estaría de no ser porque es de Gèrard de quién estamos hablando. Siento que si fuera cualquier otro, ya le hubiera mandado a tomar viento hace tiempo, pero él... Sé que él se toma los favores en serio. Así que, sé que todo esto va a tener su recompensa.

-Último favor -Indica-. Prometo.

Suelto aire. Bueno. A estas alturas, ya qué más da.

-Adelante.

Me mira sonriente, con lo que sería completa inocencia, de no ser porque sé que la mente de este criónido no podría ser más pervera.

-Entrar habitación Hiiro.

Ah. Aaaaaah. A-ah, no. No sé si quiero hacer eso. Hiiro puede llegar a asesinarme si dejo que alguien se cuele en su habitación... Se ha pasado mucho tiempo protestando de lo mucho que le irritaba cuando Nevra entraba sin avisar, y eso ha llevado que hasta yo llame a la puerta antes de entrar (¡lo cual no lo hago para todo el mundo, Hiiro, tenlo en cuenta!), y sé que para él su habitación es como... Un sitio bastante personal. Si cada vez que se deprime se encierra ahí dentro es por una razón: la considera un lugar seguro. Dejar que alguien se cuele dentro...

-Lo siento -Me siento algo decepcionado al decir eso-. No puedo hacer eso.

-¿No? -Parece algo sorprendido- Tú vigilas.

-No -Niego con la cabeza-. A Hiiro no le gustaría, y lo sabes. No quiero... um... Hacerle daño.

Él también frunce un poco el ceño. Le veo morderse el labio y toda su postura cambia, casi parece como... Como si ahora que he rechazado eso, no supiera qué hacer.

-Tú entras comida Yurio, ¿sí? -Asiento. Para eso sí que tengo permiso, así que yo sí entro... Entre otras cosas, porque Yurio asesinaría a cualquier otra persona. Sé que no le gusto, pero me tolera. El divorcio fue muy duro para él y sé que echa de menos a Valkyon y no puedo sustituirle como figura paterna, pero yo me estoy esforzando por hacer feliz a su madre y sé que él lo aprecia...- ¿Puedes dejar carta?

-Puedo dejar carta -Asiento. Hace poco dejé una carta a nombre de Draezel y Alec Aënwer (¡OJO!), así que puedo dejar carta-. Pero no es... ¿no es más fácil si se la das tú cuando vuelva?

Su cara cambia varias veces, lo que me hace cuestionarme el contenido de la carta. Puede variar entre una amenaza de muerte, una carta calentorra o algo que mezcle ambas cosas, conociendo al criónido.

-Carta anónima -Admite, y veo que su cara se colorea de rojo-. Cursi. Quiero animar Hiiro -Oooh, eso es... Bastante adorable, y ahora hasta me siento mal por haber rechazado su propuesta-. Hiiro incómodo si saber que yo.

-Entiendo -Se me escapa una sonrisa, pero no me molesto en disimularla-. No tengo ningún problema en hacer eso, entonces. ¿Tienes la carta?

-Luego doy... -Parece avergonzado, y le veo jugar con los flecos de su flequillo- Secreto, ¿sí?

-Sí -Asiento. Pero si Hiiro me pregunta al respecto, quizá le dé alguna pista...-. Y hablando de secretos... ¿me he quedado yo sin el mío?

-Ghñ... -Hace un sonido un poco... raro, como si estuviera incómodo- Después de carta. Voy enfermería. Adiós.

Le veo irse con pasos rápidos a través del pasillo, rumbo a la enfermería, y eso me hace quedarme quieto y confundido frente a la puerta de su propia habitación. Huh. Parece que lo de la carta le ha tocado, vaya... Me hace gracia, así que voy a ser bueno y dejarle en paz.

... aunque me muero de ganas de enterarme de qué es ese secreto tan jugoso que él y yo tenemos pendiente.

---

(Narra Hiiro)

Me despierto con bastante espacio para poder estirarme por completo, para variar. Eso es bueno para mi cuerpo, y agradezco poder hacerlo, pero después de haberme estirado como un gato de todas las formas posibles, haber bebido agua (y habérmela tirado por encima intentando beberla, por supuesto) y, en general, haberme despertado, se me ocurre preguntarme que dónde está Valkyon.

Me peleo con la intrincada ropa del desierto para vestirme, y luego asomo la cabeza fuera de la tienda para ver con qué me encuentro. Con un buen aroma que hace que me ruja el estómago, de primeras, así que decido ir a investigar la fuente del olor.

Viene del centro del campamento, donde se congrega la gente que está despierta. La chica criónida y una shaendel que hacen remover un caldero humeante, que es de donde viene el olor; otras cuatro shaendels que están por ahí dando vueltas en un círculo en lo que debe ser la variante eldaryana del corro de la patata; y Alessa, que está sentado en el suelo con una cara que es la personificación de la frase de "He sido el primero en despertarme en la pijamada y no sé qué hacer con mi vida hasta que mis amigos se levanten, socorro". Soy recibido con muchos saludos y entusiasmo, y aunque Alessa simplemente levanta una mano para saludarme, en su lenguaje corporal puedo leer que está aliviado de verme.

-¿Qué tal la noche? -Pregunta, cuando voy a sentarme junto a él.

-No ha sido la mejor de mi vida, pero no ha estado mal... -Para lo que viene siendo el estándar en este desierto, quiero decir- Al menos no he tenido que dormir con el codo de Valkyon incrustado entre dos vértebras esta vez...

-Te entiendo con eso, por una vez no he tenido que dormir peleándome por el espacio con nadie...

Ya, a Nevra le gusta ocupar todo lo que puede de...

...

Lo que sea. No es mi problema.

-Y hoy hemos podido dormir un poco más de la cuenta, también -Continúo la conversación, viendo cómo Alessa cambia su postura y su cola ondea en el aire tras él-. Oye, siempre he tenido una pregunta: Con la cantidad de cuerpos distintos que hay en Eldarya, cuando os compráis ropa nueva, ¿cómo hacéis para adaptarla a-

-¡El desayuno está listoooo! -Mi aburrida pregunta se ve interrumpida por ese canto, y en seguida le cedo mi atención a la shaendel que lo ha hecho, que es rápidamente rodeada por sus compañeras del corro de la patata y algunas más que salen de sus tipis gritando y celebrando... Menuda energía que tiene esta gente siempre.

Las shaendels hacen una cola frente al caldero, y Alessa y yo nos unimos a ella después de un encogimiento de hombros mutuo. El desayuno es escaso: un tazón de alguna sustancia semiespesa y parduzca que huele bastante bien pero que la verdad es que tampoco parece la gran cosa.

-¿Frío o caliente? -Pregunta la criónida, cuando llega nuestro turno.

-Caliente para mí -Digo, y espero no arrepentirme de mi decisión... Simplemente no quiero desayunar algo frío.

-Yo igual.

-¿Queréis añadirle algo de picante? -Pregunta la otra chica, sujetando un bote que reconozco como aquel del karajökepika de ayer.

-No, gracias -Picante para desayunar... No parece buena idea.

-Oh, sí, por favor -Alessa simplemente sonríe, y la chica parece satisfecha por ello mientras le tira una cucharada de karjökepika bien cargada en su bol.

No voy a decir nada. Pero ew.

Sorbemos el desayuno con cuidado de no quemarnos la lengua, y resulta estar bastante rico... Dulce, pero no empalagoso, y sabroso. Lo disfruto bastante y hasta pido una segunda ración, siendo felicitado por mi apetito cuando lo hago, por alguna razón.

Más gente empieza a aparecer poco a poco. Algunas shaendels primero, un poco más tarde lo hace Nevra que sale de una de las tiendas con la grata compañía de dos chicas que no dejan de decirle cucamonadas mientras él se ríe parece que de forma algo más incómoda que como se estaba riendo anoche.

En algún momento aparecen también Leiftan, Ezarel y Erika... Ezarel tiene cara de muerto y los otros dos no podrían estar más contentos, a juzgar por cómo balancean sus manos entrelazadas y el hecho de que van casi dando brincos. Parte de mí tiene curiosidad por saber qué ha pasado, otra parte decide que no tengo por qué saberlo todo.

El que no termina de aparecer es Valkyon, lo cual nos extraña un poco a todos porque el de los madrugones es él.

-A lo mejor está haciendo algún entrenamiento intensivo entre la arena -Propone Nevra.

-No, dudo que fuera a irse por su cuenta sin avisar -Objeta Leiftan, con cara de preocupación.

-Bueno, anoche parecía bastante bien acompañado -Eso es lo que dice Alessa-. Y la chica con la que estaba hablando no ha aparecido aún, así que...

-¿No me digas? -Nevra da una palmada, con una enorme sonrisa en la cara- ¿Valky está madurando al fin?

-No le llames Valky... -Leiftan suspira.

-Y no midas la "madurez" de alguien en base a sus encuentros íntimos -Completa Alessa, subiéndose las gafas.

Nevra gruñe algo para sí, pero no dice nada más. Yo presto atención a las shaendels que nos rodean, y me doy cuenta de que no veo a la chica del pelo arcoíris... Ella era con la que Valkyon estaba hablando, si mal no recuerdo. Bueno... Bien por él, supongo. ¿Imagino que eso es lo normal? Que si te gusta alguien...

Supongo que nunca me lo he planteado antes porque, bueno, empecé mi relación con Nevra al poco de finalmente haber hecho las paces conmigo mismo por mi sexualidad, pero no... No sé. Él desde luego no parece estar teniendo ningún problema en mantener su cama caliente. En mi caso, eeeeh... Bueno. ¿Si encuentro alguien que me gusta? No sé cómo funciona esto. Tampoco es como si fuera a irlo buscando, y desde luego no creo estar en el mejor momento para ir a buscar ningún tipo de relación, así que eso queda descartado...

Suspiro para mí. No sé por qué le estoy dando vueltas a esto, es estúpido. ¿Qué más da? Estoy... Bien. Así que no debería preocuparme. Tengo problemas más graves que esto, desde luego.

-¿Deberíamos ir a buscarle? -Cuestiono, buscando la conversación para acallar mis pensamientos- Imagino que tampoco es conveniente para nosotros salir muy tarde.

-Bueno... -Leiftan coge su sombrero y hace un gesto raro con él en dirección al sol, como si estuviera haciendo algún tipo de medición- Es verdad que ya vamos un poco tarde, así que quizá sea buena idea buscarle...

Escuchamos una pareja de risas venir de una tienda, y como todos reconocemos una de ellas, nos giramos en esa dirección para ver a un invocado Valkyon saliendo de la tienda junto a la chica de pelo arcoíris, los dos riéndose bastante de algo. Por alguna razón Valkyon tiene el pelo trenzado ahora... No le queda mal, supongo.

-¡Valkyon! -Erika le llama, agitando un brazo en el aire, y Valkyon en seguida levanta la cabeza hacia nosotros- ¡Yuujuuuu! -Él le dice algo a su compañera, que asiente, y luego él se acerca a nosotros mientras que la chica se acerca al puchero del desayuno junto a los aullidos de todas sus compañeras, que empiezan a hacerle todo tipo de preguntas.

-Hey, um... -Cuando Valkyon llega a nosotros, parece algo incómodo. Veo que me lanza una mirada, y luego parece más incómodo todavía y rápidamente me evita, lo que me hace quedarme un poco confundido- Siento el retraso, ayer me acosté... tarde.

-No, si ya imagino... -Nevra le enseña una sonrisa de oreja a oreja y le da un codazo- Amazonas, ¿eh?

-Estoy escuchando a Eweleïn desde Eel pidiéndome que te asfixie con una almohada -Dice Ezarel, pero Nevra no parece demasiado afectado por la amenaza.

-Sí, eh... -Valkyon sonríe un poco- Ha... Ha sido una buena noche.

-No necesitamos saber nada más, gracias -Leiftan le corta rápidamente.

-Me ha hecho trenzas en el pelo, y hemos estado comiendo dulces, y hemos hablado de un montón de cosas... -Aún así, Valkyon sigue hablando- La historia de las shaendels es fascinante, ¿sabéis? Es un pueblo con una cultura tan rica...

-Espera, ¿qué? -Nevra hace una mueca- ¿Entonces no te has liado con ella?

-¿Qué? -Valkyon frunce el ceño- No. Nos hemos hecho amigos. Mira, nos ha hecho brazaletes de la amistad a juego y todo -Y nos enseña su muñeca, donde efectivamente tiene un brazalete hecho de cuentas de muchos colores que desde luego no coincide con el resto de... Valkyon. Vale, eso es adorable.

-Oye, eso es súper guay -Erika también parece apreciar el brazalete-. No lo que estábamos esperando, pero... Guay.

-Sí, es... -Valkyon mira su brazalete con una sonrisa- Guay.

-¡Vaaaaaaaaalkyoooon! -La amiga de Valkyon llega hasta nosotros al trote con un par de cuencos del desayuno en la mano, y le ofrece uno- Ten, me he asegurado de que te pongan bastante porque eres un chico grande... Oh, ¡eh, buenos días! -La chica nos sonríe- Oye, Valkyon me ha dicho quiénes sois y de dónde venís, pero no os preocupéis... -Susurra sus siguientes palabras- No voy a decirle a nadie que sois de la Guardia de Eel y que os habéis infiltrado en Elsur de misión secreta...

-Valkyon... -Leiftan se lleva una mano a la frente, como una madre decepcionada.

-Ah, no, si era bastante obvio que aventureros no erais -La chica se ríe-. La gente normal no se pelea con un kjätzchitjlohj, vaya. Pensábamos que erais exiliados de la Ciudad de Oro o algo así, que es lo típico, sabes, en plan, criminales y eso que se lanzan al desierto, ¡que nosotros no juzgamos a nadie! Es sólo que-

-Sí, eh, um, perdona -Ezarel frunce el ceño y la interrumpe-. Tenemos que atender negocios secretos sobre nuestra misión secreta, si no te importa.

-Oooooh, secretos... Ya, sí -Ella asiente-. Pues entonces yo voy a, hmmm... ¡Voy a causar una distracción! Y así nadie se enterará de lo que estáis diciendo.

-Ahá, sí -El elfo la espanta un poco con las manos-. Corre y ve. Shoo, shoo.

En seguida la chica va corriendo hacia sus amigas, muy contenta, y aúlla de alguna manera que hace que todas las chicas se pongan a corear y a dar saltos, por alguna razón... Me cansa sólo verlas, pero si ellas son felices así, entonces me alegro por ellas.

-Tengo muchas preguntas ahora mismo -Eso dice Ezarel-. Pero creo que no voy a hacerlas, por el bien de mi salud mental. Así que voy a fingir que los últimos tres minutos no han pasado... ¡Valkyon, buenos días!

-Buenos días -Él frunce el ceño, antes de dar un sorbo a su desayuno.

-Me alegro de que hayas pasado una buena noche, bien -Da una palmada-. ¿Cuándo nos vamos de este sitio de pesadilla?

-Exagerado... -Leiftan suspira- En cuanto Valkyon termine de desayunar... Así que podemos ir recogiendo nuestras cosas de mientras, si os parece.

Nos parece, así que eso es lo que hacemos. Siendo el desastre que soy, soy incapaz de plegar la tienda a pesar de que le dedico una cantidad de tiempo absurda a ello, y al final a Valkyon le da tiempo a terminar de desayunar y es él el que consigue plegarla del todo, para mi mucha humillación. El resto tienen más facilidad para recoger sus cosas, gracias a no ser unos completos inútiles, y en media hora larga estamos ya todos preparados para irnos.

-¡Ay noooo! -Algunas de las chicas protestan al vernos recoger- ¿¡No os podéis quedar un día más!?

-Lo siento... -Nevra decide ser dramático, y sube un pie a una caja mientras dirige su mirada al horizonte más allá de las dunas- Por más que vuestra compañía nos sea grata, somos incapaces de vivir desoyendo el sonido de la aventura, que susurra en nuestros oídos a todas las horas del día -Verle decir eso me hace poner los ojos en blanco con tanta fuerza que casi me hago daño-. Hemos de ir, pues, a cumplor nuestros sueños de honor y gloria, mal que nos pese, pues nuestro cuerpo nos lo pide; hemos nacido para la aventura y para ella vivimos, sí, pues ella es la amante que nos-

-Nevra, que nos vamos ya -Ezarel le corta-. Bájate de esa caja.

Hace un mohín, indignado por la interrupción, pero tiene que aguantarse y se baja de la caja. Sus admiradoras van a despedirse de él y desearle buena suerte, así que yo miro hacia otro lado. Mi mirada se cruza con la de la chica de ayer, la que después de estarme dando la tabarra durante horas sin tener ningún indicativo de mi interés decidió que era buena idea colocarme una mano en la rodilla, gesto que automáticamente hizo que me pusiera en pie y me fuera a la cama casi sin despedirme. Al cazarme, la chica me lanza una mala mirada y no se lo piensa un segundo antes de hacerme una peineta, gesto que no me parece muy educado y que por un momento me veo tentado de devolver, pero decido que no merece la pena y miro en cualquier otra dirección.

Así consigo poner mis ojos en Valkyon cuando se está despidiendo de su nueva amiga, primero con un abrazo bastante fuerte (por ambas partes, vaya, creo que si estuviera yo ahí en medio acabaría hecho puré de Hiiro), y luego con una especie de apretón de manos secreto en el que hacen distintas combinaciones de gestos y que parece bastante guay... Quizá debería hacerme uno de esos con Simonn. Se despiden, pues, y les escucho intercambiar algunas palabras... Y entonces veo que la chica me señala a mí.

Me quedo un poco sorprendido y disimulo mirando para otro lado, pero Valkyon también se gira para mirarme y parecen discutir algo por un instante, que termina con un exasperado “¡Sólo díselo!” de ella. ¿Decirme el qué?

Finjo que no me doy cuenta de nada, ni siquiera cuando Valkyon termina de despedirse y viene con el resto del grupo. Simplemente le lanzo alguna mirada, y cuando él me mira parece en conflicto durante unos segundos, pero...

-¿Nos vamos entonces? -Dice, apartando la mirada de mí para ponerla sobre Leiftan.

-¡Nos vamos! -Nuestro guía asiente, satisfecho- Ha sido un día divertido, pero tenemos que seguir.

-¡Que las arenas os sean piadosas! -Grita alguien desde el campamento.

-¡Que las arenas os sean piadosas! -Responde Erika.

Nos despedimos del todo, con las shaendels aullando, gritando y chillando para despedirnos, mientras que en nuestra parte quitando a Erita que sí que grita, el resto nos despedimos con la mano y listo.

Y, con eso, volvemos a adentrarnos en el desierto y sus peligros... una vez más.

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El viaje después de nuestro encuentro con las shaendels se tranquiliza un poco. Quizá porque estamos de mejor humor, o tal vez porque no nos vuelve a atacar ninguna criatura especialmente peligrosa. Digo especialmente, pero aún así somos atacados en algunas ocasiones. Un día, cuando ya estábamos pensando en comer, de repente desde lo alto de una duna aparecieron un montón de mantis religiosas gigantes contra las que tuvimos que enfrentarnos... Fue un poco raro porque de hecho eran más o menos educadas, la mía se inclinó frente a mí para presentarme sus respetos y yo hice lo mismo. Una vez vencidas las mantis, simplemente presentaron sus respetos en grupo y se fueron otra vez corriendo sobre la arena, lo que nos dejó a todos muy confundidos y a Valkyon con una pata de mantis cercenada con la que no supo qué hacer.

-Viajan por el desierto buscando oponentes dignos -Dijo Leift-. Si los oponentes son demasiado débiles para su gusto, les decapitan y les devoran, así que que no os dé corte haber peleado a muerte con ellas.

-Bueno, ya sabemos con quién van a festejar las shaendels esta noche -Añadió Nevra.

Si yo pude con una de ellas, sé que las shaendels pueden de sobra, así que no me preocupo demasiado por ellas.

En otra ocasión, nos atacó... Bueno, realmente no nos atacó, fue Erika la que decidió meterse en problemas ella sola... Eh, un cactus.

De repente, en mitad del desierto, un cactus.

El único cactus que habíamos visto desde que empezamos a cambiar por el desierto, y el único rastro de vegetación además del oasis. Y, por supuesto, Erika quiso acercarse a ver el cactus.

-No creo que sea buena-

-Shhh -Ezarel interrumpió a Leift colocándole un dedo en los labios, mientras él sonreía-. Deja a la selección natural hacer su trabajo.

Y, por supuesto, ni con eso a Erika se le ocurrió que podía no ser buena idea acercarse al cactus. Y en cuanto se acercó lo suficiente, el cactus se le tiró encima y la abrazó, llenándola de espinas las cuales Alessa le tuvo que quitar una a una con sus poderes, después de que él mismo le hubiera quitado el cactus de encima y Valkyon se encarcagara de prenderle fuego para asegurarse de que no quedaba nada de él.

-¿¡Por qué nadie me había dicho que podía pasar eso!? -Lloriqueó Erika, después del accidente, mientras Alessa se encargaba de quitarle las espinas.

-Erika, es un cactus sospechoso en mitad del desierto -Ezarel habló con los ojos en blanco-. Por supuesto que va a ser una trampa. Se llaman chumbirumbos y de hecho son plantas carnívoras, atrapan a sus presas y-

No sé exactamente cómo, pero Erika se las apañó para lanzarle a Ezarel un rayo de luz que le medio electrocutó, y con eso tuvo que callarse. Poco a poco parece que se va haciendo con sus poderes... Incluso si todo lo que puede hacer es curar gente y dar calambre. Bueno, ya es más de lo que puedo hacer yo, desde luego. La única magia que sé hacer es atar los rabitos de las cerezas con la lengua.

Quitando esos dos últimos incidentes, nada más que añadir. Leiftan nos ha asegurado que nos queda poco de viaje, algo menos de un día, y eso nos ha puesto de buen humor a todos, porque estamos hasta las narices de desierto. Luego vamos a tener que hacer el viaje de vuelta, bueno, pero es mejor no pensar en eso.

Algo que me preocupa es qué vamos a encontrarnos en esa biblioteca... O a quién, más bien. Si el crowmero que vi en Port Huaria es señal de algo, imagino que vamos a encontrarnos con El Titiritero en algún momento... Quizá nos esté esperando allí mismo, con la biblioteca reducida a cenizas.

Parte de mí, como siempre, se siente culpable por no decir nada. Porque siempre podría decir “Oye chicos, es posible que El Titiritero nos esté esperando en la biblioteca. ¿Que cómo lo sé? Ja, ja, ja, pues verás, esa es una historia graciosa...”. Y, como siempre, a pesar de la culpabilidad, gana la parte de mí que prefiere estarse callado... Y eso hace que mi mano izquierda empieza a picar como loca.

-Un momento, hay algo... -Nevra habla de repente, deteniéndose de forma súbita y yo me quedo congelado en el sitio. Seguro que se me ha abierto la herida y he empezado a sangrar y él lo ha olido y ahora va a preguntarme que por qué estoy sangrando y yo les voy a tener que decir que- Mirad allí.

Señala un punto en el aire, y todos levantamos la vista al cielo. Hay una mota negra ahí arriba...

-Hmmm, sí, ahá, ya veo... -Alessa hace sonidos reflexivos.

-Es un pájaro -Apunta Leiftan, forzando la vista. Siendo que está en el aire, me fiaré de su juicio-. Pero es, um... ¿Raro? Ezarel, ¿sabrías decir qué tipo d-

-Es un águila marcial -En seguida interrumpe, mirando al pájaro con cara de sorpresa, pero también de emoción-. Lo puedes ver en el patrón manchado de su tórax y patas, es bastante peculiar y por ello a veces la llaman el, uh, leopardo d-Espera, este no es su hábitat natural -Frunce el ceño-. No viven en el desierto.

-Ezarel, acabas de decir que es un águila, ¿verdad? -Pregunto, y él asiente- ¿Y su hábitat natural es?

-El área de la sabana subsaharia-Oooooooh.

-Oh -Asiento.

-¿Oh? -Erika lanza una exclamación de sorpresa.

-Oooohhh... -Leiftan frunce el ceño.

-Oooooooh- No me entero de nada -Nevra tuerce la boca.

-Yo tampoco -Valkyon imita el gesto.

-Bueno pues yo sigo sin ver al pájaro.

-Es un pájaro del mundo humano -Explico.

Porque hasta dónde yo sé, no hay "águilas" en Eldarya. A pesar de que sí hay cosas nombradas en honor a ellas. Pero Ezarel acaba de confirmarnos que, efectivamente, este pájaro no es de aquí.

Nevra, Valkyon y Alessa dejan escapar un largo "Ooooooooh".

-¿Qué hace aquí un pájaro del mundo humano? -Grita Erika, tan sorprendida como debo estarlo yo.

-Um, sobre eso... -Leiftan frunce el ceño- Bueno... O bien el pájaro ha conseguido meterse en un círculo de hechicería y ha llegado hasta aquí de alguna manera... O bien eso no es un pájaro -Los pájaros no son reales, son drones... La conspiración... No, Hiiro, céntrate, que ahora no es momento de hacer el tonto.

-¿Y si no es un pájaro, qué es? -Pregunto.

-Um... -Él se lo piensa.

-¿Un aignar en mitad del desierto? -Cuestiona Ezarel.

-Me parece más probable que un pájaro del mundo humano -Se encoge de hombros como defensa-. Las shaendels tenían una criónida...

-¿De qué estáis hablando? -Erika les mira confundida.

-Sabes que puedo transformarme en murciélago a pesar de que no hay murciélagos en Eldarya, ¿cierto? -Ella asiente ante la pregunta de Nevra- Pues otras razas faéricas pueden hacer... Algo similar.

-¿Como los brownies? -Inquiero. Él pone cara de duda, como no sabiendo cómo explicarse...

-Como sea, ¿deberíamos escondernos del pseudopájaro? -Valkyon interrumpe- Si no es un pájaro de verdad, entonces...

-No dudes que si le hemos visto a él, él nos ha visto a nosotros -Corta Ezarel-. Verás, el rango de visión del águila marcial es de-

-Vaaaale, Ezarel -Leiftan le pone una mano en la cabeza, pero nada detiene al elfo, que continúa hablando sobre águilas sin que nadie le escuche más que Erika, que pone cara de interés y asiente de cuando en cuando-. Pero lo que ha dicho es cierto, posiblemente nos haya visto ya así que quizá deberíamos...

-Se está yendo -Indica Nevra, y todos miramos al pájaro de nuevo.

Efectivamente el pájaro comienza a alejarse de nosotros por el aire, en dirección hacia el horizonte, sin que parezca que nos preste más atención. Eso nos deja a todos un poco confundidos... Bueno, yo llevo confundido desde el principio, vaya. Leiftan se frota la barbilla de forma reflexiva ante esto, y el resto nos quedamos observando cómo la mancha negra se aleja por el aire.

-¿Se ha ido ya? -Pregunta Alessa, al cabo de un rato.

-Sí... -Leiftan frunce el ceño- Eso ha sido... um, bueno, inusual. Sea como sea, lo peor que podemos hacer es quedarnos aquí. Si nos ha visto, puede ser que vuelva a por nosotros, o que haya ido a avisar a alguien...

-La cosa es que moverse por el desierto no es una cosa especialmente discreta -Nevra señala hacia atrás, de donde venimos, y fácilmente se pueden distinguir en la arena la marca de nuestras pisadas-. Incluso si queremos escaquearnos, van a poder seguirnos sin demasiado problema.

-Hmmm... -Leiftan se lo piensa una vez más.

-Dos opciones -Valkyon habla con tono firme-. O seguimos adelante y nos arriesgamos a enfrentarnos cara a cara con quién sea que ha mandado al pájaro; o nos quedamos aquí y nos arriesgamos o a perder el tiempo o a enfrentarnos con quién sea que ha mandado al pájaro. Lo más sencillo para nosotros va a ser simplemente seguir andando y estar alerta. Vigilar el cielo, vigilar la tierra y mantener un ojo abierto en todo momento.

-Yo me pido el derecho -Nevra asiente.

-Sé que tienes razón, pero eso me ha dejado con mal cuerpo... -Leiftan hace una mueca y luego suspira- Bueno, pues a seguir...
-Le lanza una mirada a Ezarel, que sigue hablando sobre águilas sólo para Erika, que se esfuerza por enterarse de lo que le está contando- Si alguien es tan amable de sacarle a Ezarel la cabeza de las nubes... ... E-es porque está. Pensando en pájaros. Como, uh. Tipo-

-Sí, Leift -Nevra le da una palmadita en el hombro-. Lo hemos pillado.

Tras semejante muestra de ingenio humorístico, seguimos caminando con el amenizante sonido de fondo de Ezarel hablando sobre pájaros. Bien por él.

A pesar de que nos pasamos el resto del día paranoicos ante la amenaza del pájaro, no volvemos a encontrarnos con él ni con nadie peligroso. No pasa nada, de hecho, y seguimos nuestro camino por la arena sin ningún indicio de que nadie nos haya visto.

Cuando cae la noche y va siendo hora de montar el campamento, Leiftan se muestra un poco escéptico ante la idea.

-Me da miedo que alguien pueda atacarnos... -Eso dice, mordiéndose el labio-. No estamos tan lejos de nuestro destino, pero incluso si seguimos, no vamos a llegar antes del amanecer...

-Me niego a pasarme toda la noche caminando -Decreta Ezarel, y en silencio algunos coincidimos con él-. Que nos ataque quién nos quiera atacar. Tenemos un dragón de nuestro lado.

-Jugamos mucho esa carta pero luego no la usamos nunca -Nevra hace una mueca.

-Bueno, eso es porque es un poco impráctico si me transformo para un combate en un área pequeña, con oponentes pequeños; especialmente si vosotros estáis entre el follón, porque no quiero pisaros sin querer... -Eso es muy considerado por tu parte, gracias, Valkyon.

-Vamos a montar el campamento y ya -Dice Erika, bostezando-. Montamos guardias como todas las noches y listo. Es para eso para lo que lo hacemos, ¿no?

Terminamos por convencer a Leiftan, más que nada porque nadie quiere moverse, y montamos en campamento, esperando que nadie nos ataque.

... y nadie lo hace. Cuando a la mañana siguiente Valkyon y yo terminamos el último turno de guardia y despertamos al resto, no nos ha pasado nada a lo largo de toda la noche.

-Ah -Ezarel frunce el ceño-. Pues vaya.

-¿Esperabas que nos atacaran? -Nevra le mira como si al elfo le faltase un tornillo, aunque en realidad le deben faltar varios.

-Quería volver a ver el águila manchada... -Hace un gesto de decepción.

Desayunamos tranquilamente, yo meditando para mis adentros sobre por qué “águila” es a veces masculino y a veces femenino y maldiciendo al francés; y una vez está todo, recogemos el campamento y...

-Último tramo -Avisa Leiftan-. Hoy llegaremos a la biblioteca.

La perspectiva nos anima a todos. Comenzamos a andar con un paso más ligero que otros días, y al cabo de un rato este se acaba menguando porque estamos entusiasmados pero no tanto, y simplemente soportamos el último tramo de caminata haciendo nuestro mejor esfuerzo. El calor del desierto, al que ya me he acostumbrado, es abrasador pero tolerable; la arena que nos golpea ya no nos molesta; y caminar por ella se hace mucho más fácil de como era al principio. Estamos listos y ansiosos por llegar. Finalmente.

Y tardamos horas, muchas horas, hasta que el sol está en su punto más alto en el cielo, castigándonos con su calor, pero finalmente lo conseguimos.

En la distancia, fácilmente distinguible entre la arena, se ve algo.

Un edificio enorme que no pinta nada en mitad del desierto, que está completamente fuera de lugar. Una especie de pirámide o zigurat, tres pisos de piedra blanca que reluce con el brillo del sol, y que parece completamente inmune a los efectos de la erosión de la arena o al clima. Simplemente está ahí, se yergue orgulloso, y su presencia me resulta casi un desafío a la propia naturaleza del desierto.

-Y bien -Leiftan habla con lo que parece que es perplejidad en su voz, a pesar de que es él el que nos ha guiado hasta aquí-, hemos llegado.

-Bueno aún nos quedan unos cuantos metros para-

-Shhhhhhh.

Sin mirarle siquiera, Leiftan coloca un dedo sobre los labios de Ezarel para interrumpirle. Nadie va a robarle este momento, parece.

Pero tiene el elfo razón en que aún nos queda un tramo, así que nos toca hacerlo. Nos acercamos al edificio ahora sí con muchas ganas de llegar a él, casi queriendo correr sobre la arena, y a cada paso que damos la estructura de piedra se hace más cercana, grande e impresionante.

Hasta que al fin llegamos a ella, conteniendo el aliento ante el edificio que hay frente a nosotros, y todos la observamos con impresión.

-Hemos llegado -Leiftan vocaliza sus palabras casi atónito-. Esto es... guau.

-Ykhar mataría por estar aquí -Comenta Valkyon, también impresionado por el edificio.

-Mi pregunta es que cómo es que nadie se ha enterado de que hay un edificio gigante en mitad del desierto -Ezarel hace una mueca-. No es gigante, pero no es pequeño tampoco, ¿no?

-Bueno... -Leiftan pone cara de duda- Esperemos por nuestro propio bien que de hecho somos los primeros en venir en mucho tiempo y que no lo hayan saqueado. Eeeh... -Le lanza una mirada al edificio- Pues nos toca subir.

Ah, sí. Hay escaleras. Por supuesto que hay escaleras.

Subimos todos los escalones hasta la cima del edificio, algunos sudando más que otros (maldita sea...), y cuando hacemos los tres pisos encontramos frente a nosotros lo que debe ser la entrada, un arco que no tiene ningún tipo de puerta y que nos da la bienvenida hacia un interior oscuro y algo siniestro, pero también... atractivo, en cierto sentido. Parte de mí se emociona pensando en qué misterios puede haber ahí dentro... Posiblemente, un montón de telarañas, bueno. Y vete a saber cómo deben estar los libros después de años y años en desuso...

-Estoy hasta un poco nervioso... -Leiftan habla con una sonrisa- Um... B-bueno, esto es un poco más grande de lo que había pensado, no sé cómo vamos a encontrar lo que estamos buscando...

-¿No tendrá la Guardia contratado un bibliotecario? -Cuestiona Erika.

-Si es así, creo que el pobre debe llevar algunos años sin cobrar -Nevra frunce el ceño.

Se escucha una risa.

Todos nos giramos hacia la entrada de la biblioteca, desde donde hemos oído el sonido, haciendo eco en la piedra. Pasos empiezan a escucharse, resonando en el corredor de la entrada, según alguien se acerca a nosotros. De forma automática, todos llevamos nuestras manos cada uno a su arma de preferencia, salvo Alessa, al que veo hacer una mueca.

-Hay demasiado contraste entre la luz para que veáis, ¿cierto? -En mi caso sí, en el de los demás... intuyo que también- Es una sola persona. Humanoide, es...

-Oh, no hace falta que sigas -Una voz suave y melosa se escucha desde el interior. Suena... Amable, pero algo en ella me produce escalofríos-. No tengo intenciones hostiles, para nada. Llevo esperándoos tanto tiempo, Guardia de Eel... Especialmente a ti, Leiftan. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que nos vimos? Me alegra de ver que ahora eres capaz de sonreír y vestir ese sombrero con orgullo, ahá.

Leiftan hace un sonido de sorpresa, y su rostro muestra una expresión perpleja.

Finalmente, una figura sale del interior de la biblioteca, mostrándose ante nosotros. Un hombre de alto, con expresión calmada y una sonrisa tranquila en su rostro. Piel pálida a pesar del sol del desierto contrastada por una larga coleta de pelo negro que cae recogida sobre su hombro. Sus manos se esconden en las anchas mangas de un abrigo largo, pero al vernos las saca de allí y las extiende frente a él para saludarnos.

-Bienvenidos, Guardia de Eel.

Su voz suena formal y tiene peso en ella, pero a la vez es amable, como la de un viejo amigo.

Todos nos quedamos un poco desconcertados ante la presencia del desconocido, porque parece que eso es lo que es para todo el mundo... Salvo para Leiftan, que aún le mira completamente ojiplático.

-¿¡Li!? -Las comisuras de los labios del extraño se estiran un poco al escuchar el nombre- Pero qué... pero tú... ¡Pensé que estabas muerto! ¿¡Llevas aquí todo este tiempo!?

-Ahahá... -Se ríe suavemente- Tendrás que disculparme por ello. Con tu llegada al CG, mi labor en la Guardia dejó de ser necesaria, así que Kaze y yo organizamos una pequeña engañifa para que yo pudiera retirarme sin levantar sospecha...

-Había escuchado que... -Leiftan frunce el ceño- Había escuchado que te habían eviscerado y-

-No es necesario compartir los detalles, ¿ahá? -El hombre vuelve a reírse- Estoy seguro de que tus compañeros tienen muchas preguntas...

-Oh, las tenemos -Asegura Nevra, asintiendo-. ¿Quién eres exactamente?

-Ah, eh- -Leiftan parece acordarse de repente que no está solo, y se gira hacia nosotros- Este de aquí es Li... Trabajaba en la Guardia Brillante para Lance cuando yo llegué a la Guardia... -Frunce el ceño- Y dejó de hacerlo un par de semanas después, um...

-¿Cuando tú llegaste a la Guardia? -Valkyon abre mucho los ojos, sorprendido- ¿Por qué no he oído nunca hablar de él...?

-Kaze decidió tratarlo como un tabú... -Así se excusa Leiftan- Teníamos prohibido decir su nombre...

-Guau -Nevra parece verdaderamente impresionado-. Guau. De lo que estoy más sorprendido es de que no te generases espontáneamente en la Guardia, la verdad; no sé por qué me pensaba que habías nacido en el refugio y eras nativo de Eel -Leiftan hace alguna mueca cuando dice eso-. Entonces, ¿ni siquiera Miiko sabe que existe este hombre?

-Miiko -El tal Li se lo piensa un instante-. La hija mayor de los soberanos del Reino del Norte, ¿correcto? -Leiftan asiente- ¿Es ella la sucesora de Kaze?

-Oh, sí... -Leiftan hace un gesto incómodo- Kaze murió hace algunos años, lo siento... -Al otro no parece importarle demasiado- Y, eh... Han pasado algunas cosas desde entonces. Es en parte por eso que estamos aquí. Es una larga historia, bueno... ¿Cuánto tiempo llevas aquí?

-Desde que me ausenté de la Guardia -Por la cara que pone Leiftan, eso debe ser bastante tiempo-. Tenía algo que comprobar en estos lares, y... Me pareció oportuno esperar aquí hasta que mi presencia en la Guardia fuera necesaria de nuevo.

-Siento ser un aguafiestas, pero nosotros hemos venido sólo a por algunos libros y ya -Eso es lo que dice Ezarel-. Aunque te puedes volver con nosotros si te aburres aquí dentro, imagino. Miiko está buscando a alguien que sepa de contabilidad, así que...

-Ya veremos, ¿ahá? Pero sí, es cierto que habéis venido aquí por una razón... -Gesticula hacia el interior de la biblioteca- Pasad, por favor, no os quedéis en el calor del desierto. Os advierto: sólo puedo permitir que los miembros de la Guardia Brillante accedan al catálogo de la biblioteca, pero tampoco sería bueno que el resto sufrierais un golpe de calor... -Se dirige a Alessa, Erika y a mí- Esto es... Vaya. Vaya, qué... interesante, ahá...

-Hola, ¿tú de casualidad eres una de esas personas que saben algo sobre mi bisabuela y no me va a decir nada porque tengo que aprender la verdad por mí misma o alguna chorrada de esas? -Erika saluda con una sonrisa que desde luego oculta la frustración de sus palabras- Tienes toda la pinta del mundo de ser una de esas personas.

-... Pasemos dentro, ¿ahá?

Erika resopla.

Aún así, le sigue como le seguimos todos hacia el interior del edificio. Mis ojos tardan un poco en acostumbrarse a la diferencia de luz, pero cuando el pasillo de la entrada se abre en una especie de recibidor gigantesco iluminado con piedras que emiten un brillo azulado desde las paredes mis ojos se sienten un poco más agradecidos. La pared de piedra y el hecho de que sea un sitio cerrado hacen que el calor asfixiante del desierto desaparezca rápidamente, y hasta me atrevo a decir que hace algo de... frío. Es como si estuviéramos en otro sitio completamente distinto, como si no hubiera un desierto enorme a sólo unos pasos de nosotros. Observo con fascinación la estancia en la que estamos; la luz azulada le da un ambiente mágico, y algunas de las paredes se encuentran recubiertas de una especie de hiedra... Que me sorprende que haya podido crecer aquí, pero que más aún me sorprende que no parezca que ha sido efecto del tiempo, sino que es casi más como una decoración. Hay en el suelo algo de arena, arrastrada por el viento y por nuestros pasos al interior, pero quitando eso, la estancia no está sucia, ni se nota el paso del tiempo en ella... Li ha debido de cuidarla con mucho cariño. Y eso no debe haber sido fácil, teniendo en cuenta las dimensiones del edificio.

-Os ofrecería algún refrigerio, pero me temo que no tengo nada de eso -Habla con lo que parece ser lástima, sonriéndonos con un deje de disculpa.

-¿Exactamente qué es lo que comes estando aquí aislado del resto del mundo? -Cuestiona Ezarel.

-No lo hago -La respuesta deja al elfo sorprendido, y al resto también-. Ahá, como ya mencioné, sólo los miembros de la Guardia Brillante pueden acceder a nuestra biblioteca, por razones de confidencialidad... Aún así, a forma de disculpa, quizá pueda dejar que la jovencita se abra paso entre nuestras estanterías también...

-¿Y-yo? -Erika se señala a sí misma con sorpresa.

-Ahá, tú -El hombre asiente y sonríe-. Tal y como has dicho, no debería ser yo el que hable de tus raíces faéricas, o de tu razón para estar en este mundo... Mis disculpas. Me temo que no es mi lugar responder a las preguntas que tienes... Ni a las que cualquier otra persona en este grupo tan peculiar pueda tener, ahá -Nos lanza un vistazo a todos-. Desgraciadamente no puedo ser más que un mero observador...

-¿A qué te refieres? -Nevra intenta interrogarle con la mirada, pero el otro no parece especialmente afectado por ello.

-Los dos jovencitos de pelo negro habrán de quedarse en esta sala, me temo, ahá -Nevra parece ofendido, en parte por ser ignorado y en parte porque aparentemente él no cualifica como “jovencito”-. El resto, tenéis completo acceso a la biblioteca... Pero he de advertiros de que quizá os llevéis alguna sorpresa al hacerlo.

-¿Y eso puedes explicárnoslo o-

-Además de eso -Esta vez directamente interrumpe a Nevra, que hace un gesto de fastidio. Estando a su lado, me sale solo el darle un par de palmaditas en la espalda, y él me lo agradece en una mirada-, creo que sería mejor si Leiftan no pone pie en la biblioteca tampoco.

-¿Y eso? -Leiftan no parece ofendido, más bien confundido.

-Tus compañeros te lo explicarán a la vuelta... No te lo impediré, si quieres ir, es simplemente... -Su sonrisa vacila un poco- Un consejo, ¿ahá?

Leiftan se lo piensa unos instantes. La verdad es que este tipo es... Parece un poco raro. Aunque parece amable, hay algo en él que no me termina de encajar... No sé por qué. Suena un poco hipócrita por mi parte teniendo en cuenta con quién me hablo, pero...

Como sea. Si no voy a entrar ahí dentro, entonces tendré que pedirle a otra persona que busque por mí.

-Valkyon -Le llamo, y luego le indico que se acerque a mí para poder hablarle en el oído, lo que a él parece sorprenderle-. Gèrard me pidió que intentase buscar información sobre su amigo, Niels. Piensa que puede haber información sobre él aquí.

-¿No se supone que esta era información que sólo debían conocer los miembros de la Guardia Brillante? -Me responde en el mismo tono. Bueno...

-¿Lo siento?

-No importa -Suspira-. Intentaré buscarlo.

-Gracias...

-¿Ahora nos andamos con secretitos? -Ezarel nos mira con una ceja alzada. No sé si nos habrá oído... He intentado hablar bajito, pero él, bueno, tiene buen oído.

-Sí -A Valkyon no le impresiona, se endereza y se cruza de brazos-. No puedes enterarte si no sabes la contraseña, lo siento.

-Vaya, qué pena... -Pone los ojos en blanco- Bueno, cuando terminéis de chismorrear, ya sabéis. ¿Qué hay de vosotros dos? -Se gira hacia Leiftan y Erika- ¿Qué haréis?

-Oh, yo voy de fijo -Erika frunce el ceño-. Ya que NADIE QUIERE DECIRME NADA, pues tendré que buscarlo lo misma.

-Sabia decisión... -Li habla con una sonrisa, frotándose la barbilla.

-Yo... Creo que voy a quedarme -Las palabras de Leiftan sorprenden a varios-. Me fío de Li. Si hay alguna razón por la que no deba bajar...

-¿Estás seguro? -Ezarel le cuestiona- ¿No te tienta la idea de buscar información importante sobre temas que quizá sean tabú y de los que posiblemente no vas a encontrar información en ningún otro sitio?

-Podrías encontrar el tomo que te falta del Necronomicón -Le tiento, recordando que me dijo que le faltaba uno.

-Um -Parece que se lo piensa-. Eeeeh... No. Confío en que tú encuentres cosas interesantes... Si es que hay alguna -Se dirige a Ezarel-. Y, eh, el tercer tomo del Necronomicón si lo encontraras.

-Oh, tenemos varios ejemplares -Li sonríe-. Me temo que no podéis sacar tomos de aquí, pero quizá pueda traerte uno para que lo ojees mientras esperáis... Ahá, tenemos nuestro grupo formado entonces, pues... Adelante, bien -Comienza a caminar en dirección hacia el interior del edificio-. Seguidme... El resto, por favor, esperad aquí. Por favor, no hagáis nada que pudiera considerarse inadecuado...

Sigue andando. Nos miramos un poco confundidos todos entre nosotros, hasta que Erika empieza a andar detrás de Li, sorprendiéndonos un poco a todos por su iniciativa. Ezarel la sigue y después van Valkyon y Nevra... Y así se va el grupo entero, desapareciendo hacia el interior del edificio, donde o bien se los traga el suelo o bien debe haber una escalera que les lleva a un piso inferior.

Posiblemente sea lo de la escalera.

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(Narra Ezarel)

Bajamos la escalera con calma.

No le quito los ojos de encima a “Li”... hay algo en él que no termina de darme buena espina. Cuando he entendido quién era, he intentado no sorprenderle demasiado. Leiftan me habló de él cuando me contó su trágica historia, es el tipo ese que le hizo chantaje emocional para que se quedase en la Guardia como Líder de Obsidiana. No parece hostil, pero tampoco parece ser trigo limpio exactamente.

Su cabeza se gira para mirarme por encima del hombro, y veo que me dedica una sonrisa. Eso me deja con algo de mal cuerpo por un instante porque casi temo que de alguna forma haya podido leerme la mente... No, ¿no?

-El primer piso de la biblioteca contiene libros de carácter más... ahá, general -Eso dice, hablando para nosotros-. Libros difíciles de encontrar, pero que no son especialmente... Peligrosos. Teniendo en cuenta que Nevra está aquí, me gustaría pedirle que algún día por favor nos enviase un ejemplar del “Manual de la Sombra”, por lo que tengo entendido es bastante bueno... Soy un gran fan -A veces se me olvida que, de hecho, Nevra ha escrito un libro, cierto.

-Oh, eh -Él parece pillado por sorpresa-. Sí, por supuesto, aunque no sé cómo puedo traer aquí un... -Se da cuenta de algo y se interrumpe- ¿Cómo sabes que existe ese libro? ¿No llevas aquí muchos años? ¿Y cómo sabes mi nombre?

-Sé bastantes cosas, algunas que os sorprenderían bastante, ahá... -Se ríe un poco para sí.

-¿A ti también te cuenta el viento información importante? -Cuestiono, recordando a cierta mujer que parece enterarse de las cosas menos oportunas porque “mE lo HAn SuSUrRadO LaS FLorEs”.

-Mis métodos son un poco distintos a los de la joven Ayleen, pero no por ello son menos fiables... -¿Acaba de llamarla “joven”? Quizá este hombre sea ese tal “Matusalén” del que tanto habla la gente- El tercer piso sí que contiene información un poco más restringida, que quizá sea lo que estás buscando, ¿ahá?

Después de guiarnos escaleras abajo hacia una sala enorme en la que sólo se ven filas y filas de estanterías abarrotadas a libros de todo tipo, se detiene y se gira para encararnos.

-Ahá, si me disculpáis, debo volver a subir junto al resto de vuestros compañeros... Confío en vuestro juicio para no hacer nada que pudiera ser considerado inadecuado -Nevra levanta la mano-. ¿Ahá?

-¿Hablar en voz alta es inadecuado?

-Si este fuera otro tipo de biblioteca, quizá, pero en este lugar no lo es... -A Ykhar le iba a dar un infarto de enterarse- No, con un comportamiento inadecuado me refiero a cualquier acto que pueda dañar los libros, la biblioteca o cualquier persona que haya en ella. Si veo ejemplo de cualquier comportamiento violento, tendré que verme obligado a intervenir y... Ahá, no creo que ninguno de vosotros quiera eso... Me han dicho que doy miedo cuando me enfado.

Ya das miedo sin enfadarte, así que imagínate. Me guardo mi comentario para mí, cruzándome de brazos, pero echo un vistazo alrededor... Este sitio es enorme. Y, a juzgar por la estructura del edificio, el piso de abajo tiene que ser más grande todavía. Y hay demasiados libros.

-¿Cómo se supone que tenemos que encontrar nada aquí dentro? -Me quejo- ¿Tienes un directorio o algo?

-No... -Se ríe- Es cierto que es un poco difícil encontrar las cosas aquí... Tal vez debáis pedir ayuda, ahá -Señala hacia detrás de donde está él, hacia el pasillo entre las dos enormes hileras de estanterías-. Al fondo de este pasillo encontraréis a alguien que quizá pueda asistiros en vuestra búsqueda.

-¿Alguien? -Nevra frunce el ceño- ¿Hay más gente aquí además de ti?

Li simplemente sonríe.

-Hay una razón por la que he aconsejado al joven Leiftan que no viniera. La presencia que aquí existe, que protege esta biblioteca, puede herirle. A vosotros quizá os traiga alguna complicación, tal vez, y desde luego, un aluvión de preguntas... Y a la jovencita...

-¿Yo? -Erika hace un gesto confundido.

En el rostro de Li aparece una expresión... tierna.

-Deberías ir a verle. Lleva siglos esperando tu retorno.

Sus palabras nos dejan a todos en un silencio inquisitivo, sin que nadie entienda lo que quieren decir. Eso parece dejarle satisfecho, y el hombre comienza a andar en dirección a las escaleras de nuevo, riéndose ligeramente cuando lo hace.

-Pero no os forzaré a nada, ahá... Llamadme si me necesitáis, estaré en el piso superior.

Desaparece hacia las escaleras, dejándonos a todos meditando sus enigmáticas palabras. Mira que odio a la gente que habla como si estuvieran en alguna novela de esas de aventuras épicas en las que todo tiene que ser un acertijo a resolver, bah.

-Menudo tiparraco... -No me contengo en decirlo en voz alta, chasqueando la lengua.

-A mí me cae bien -Admite Nevra, encogiéndose de hombros.

-¿Qué hacemos? -Valkyon interviene antes de que pueda hacer un comentario sobre las preferencias de Nevra- ¿Vamos a buscar a esta persona que tiene que ayudarnos, no...?

-Aparentemente Erika lleva haciéndole esperar un tiempo, así que... -Nevra deja la frase en el aire.

-Sabía que se me estaba olvidando algo -Erika se da un golpe en la frente-. ¡Así que eso era! Creo que le debía cinco euros o algo así...

-¿Qué es un “euro”? -Arrugo la cara ante el concepto desconocido.

-Déjalo -Erika niega con la cabeza-. ¿Vamos a ver?

Pues vamos a ver.

Echamos a andar de nuevo siguiendo el pasillo entre las estanterías. El aire aquí dentro es... Frío y casi cavernoso. Es algo completamente distinto al desierto de fuera, y a pesar del calor, casi creo que lo prefería. La estancia es lo suficientemente alta y amplia como para no serme claustrofóbica, pero aún así la falta de luz natural, reemplazada por cristales lumínicos del año de la Gran Guerra de la Polqa, que tampoco alumbran mucho (alguien tiene que renovar el sistema de alumbrado aquí dentro), me agobia un poco.

Poco a poco llegamos hasta el final del pasillo. Hay un... Una especie de fuente, con agua iluminada por el mismo azul de los cristales, que simplemente está ahí. Que de dónde sale el agua, o que por qué no está estancada es un misterio, y simplemente aceptamos su existencia mientras nos acercamos a ella...

-Guardia de Eel... Bienvenidos.

Nos detenemos en el sitio al escuchar la voz. No se sabe de dónde viene, simplemente se... escucha, resonando desde todas partes. No es eso lo que nos espeluzna, o al menos no es lo que me espeluzna a mí, porque lo que me inquieta es que... Reconozco esa voz.

Y cómo no voy a hacerlo si la escucho todos los días prácticamente a todas horas, la primera que escucho al despertarme y la última que escucho cuando voy a irme a dormir.

Es la voz de Leiftan.

Una luz aparece repentinamente sobre la fuente, haciendo que todos nos sobresaltemos y que Erika lance un grito de sorpresa al aire. La luz es... brillante y cegadora, y en seguida Nevra se queja de ella y se cubre el ojo con un siseo. Incluso a mí, siendo un elfo, me cuesta mirarla fijamente... A pesar de que quiero, porque hay algo en esa luz que es... Extrañamente reconfortante y cálida.

-Oh -La voz suena con un deje de sorpresa-. Estás... Estás aquí. ¿Has regresado al fin? O... No, tú no eres ella. No puedes serlo. ¿Quién eres, entonces?

-¿M-me hablas a mí? -Erika, a la que tampoco parece costarle mucho mirar a la luz, habla con sorpresa- Yo... ¿Quién eres tú? Tengo... tengo la sensación de que te conozco.

-Por supuesto que me conoces. No importa cuánto tiempo pase, tú seguirás siendo tú; y yo seguiré siendo yo. Tú y yo, luz de mi vida... Somos almas gemelas.

Un sonido agudo y vibrante surca el aire cuando el destello luminoso implosiona sobre sí mismo en un gran destello, cegándonos momentáneamente por un instante. Me cuesta volver a abrir los ojos, pero cuando lo hago hay una cantidad considerable menos de luz, porque la bola luminosa de antes ahora se ha transformado en...

Un hombre alto que se estira en una postura correcta y orgullosa, con los brazos cruzados de forma que sus palmas descansan la una sobre la otra, y una sonrisa amable y tierna en la cara, contrastando con sus ojos cansados. Su piel irradia luz con una apariencia espectral, su túnica es también centelleante, y lo único que parece natural es la larga trenza de cabello perfectamente rubio que cae por encima de su hombro... Sin rastro de esos mechones negros que tanto le caracterizan.

Porque es él. La única diferencia es el pelo, pero es él. De la cabeza a los pies, la persona que tenemos delante es Leiftan.

Y la sorpresa llega a cada uno de forma distinta, en mi caso simplemente dejándome mudo y preguntándome que qué es esto que estoy viendo y por qué es... Él.

-Es un placer conoceros, Guardia de Eel -Habla con su misma voz amable y dulce-. Mi nombre es Lucien.

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(Narra El Titiritero)

-La culpa es mía. Lo admito.

-Sí.

-No esperaba que el cactus fuera a empezar a moverse.

-Ya.

-Ni a abalanzarse sobre mí.

-La pregunta es, qué hacías acercándote a un cactus.

Arranco otra de las espinas de mi piel, clavadas dolorosamente por ese condenado chumbirungo que ha resultado ser una sorpresa desagradable para mí. Por supuesto que el único rastro de vegetación en este condenado lugar iba a estar animado e iba a ser un enemigo. Por supuesto que sí.

Suspiro, decepcionado conmigo mismo.

-¿Curiosidad científica?

Naytili empieza a gritarme, pero yo hago oídos sordos mientras continúo extrayendo espinas de mi piel. Auch. Auch. Aaaaauch.

Evidentemente ha sido una idea ridícula acercarme al chumbirungo, pero, eh, si veo un cactus en mitad de un desierto en el que no hay nada más, y es el único cactus que he visto, por supuesto que me voy a acercar a él. En cuanto lo he hecho, sin embargo, ha saltado a atacarme, y evidentemente Naytili no ha querido ayudarme a deshacerme de él así que he tenido que hacerlo yo mismo, no sin que antes el desgraciado me llenase completamente de espinas.

Troya III relincha en lo que entiendo que es su intento de darme ánimos, y yo lo agradezco acariciando la piel de su cuello, esperando que no hayan quedado en mis guantes púas que se puedan cambiar en su piel. No se queja, y parece agradecer las caricias, así que entiendo que no debo haberla pinchado. No puedo evitar una sonrisa. Buena chica...

-Es allí.

Naytili se detiene, señalando firmemente a un punto en la distancia. Fuerzo la vista, tratando de distinguir qué hay más allá... Me es difícil de ver, pero termino por entender el punto que se distingue en la arena en la distancia. ¿Eso es la biblioteca? No parece muy grande.

-Excelente -Contento con al fin poder divisar el destino de esta odisea, me yergo de la forma más firme que puedo sobre mi montura, siendo penalizado por las espinas aún clavadas en mi piel cuando lo intento-. No deben quedarnos muchas horas entonces. Esperemos llegar a tiempo.

Hemos tenido que perder un poco de tiempo... Hemos tomado un desvío para poder evitar el hogar de un kjätzchitjlohj, y más tarde hemos tenido que tomar otro para acercarnos al oasis que será nuestra ruta de escape. En esa tierra sí que puedo usar mis semillas, y por ahí escaparemos... O escaparé, porque si tengo suerte, a lo mejor consigo que Naytili se me quede por el camino. Lo cual no sería. Nada malo, la verdad.

Pero bien... Primero, habrá que ver si hemos llegado a tiempo para encontrarnos con la Guardia de Eel, por supuesto.

-Adelante, Naytili -Sonrío, satisfecho-. Por fin vamos a hacer lo que a ti te gusta: vamos a enfrentarnos cara a cara con la Guardia de Eel -Ella también sonríe, una sonrisa perversa enmarcada en su oscuro pintalabios-. Pero recuerda... Deja al Sombra con vida, ¿de acuerdo?

-No te preocupes, no pensaba tocarle... -Su sonrisa se estira un poco más... Brr. Todo el mundo embellece cuando sonríe, salvo ella- Su noviecito, sin embargo...

-Rompieron hace tiempo ya, Naytili -Mis noticias parecen tomarla por sorpresa y frunce el ceño, contrariada-. No te enteras de las novedades, ¿cierto? Por eso Chloé...

-Lo que sea -Hace una mueca-. Pienso desmembrarle y entregarale su cuerpo en pedazos al Cuervo...

-Eso ya lo hice yo una vez... -Fue el gemelo, bueno, pero el efecto es el mismo. En fin. Suspiro, aburrido de esta mujer y su sadismo- Déjame a mí el niño, si eres tan amable, le quiero para mí. ¿Por qué no te ensañas con tu amigo el lorialet? Seguro que tienes asuntos pendientes con él por la paliza que te pegó en Latteria, ¿cierto?

No sé si es ella la que gruñe o si son sus perros, pero el sonido es más o menos el mismo, y yo me doy por satisfecho.

Ah, ¿no sería estupendo si consiguiera matarle dos veces en el mismo sitio?

Oh, cielos. Muchas preguntas. ¿Qué significa todo eso? ¿Quién es ese tipo? ¿¿Qué??

Se responderán todas en el próximo capitulo... O en los sucesivos. Ha tardado, pero al fin este Capítulo arranca (? Btw...

Sobre el familiar de El Titiritero...

¡Tenemos una ganadora! Enhorabuena, Troya. La cosa es que incluso a pesar de la encuesta, la cosa terminó con un empate a tres bandas entre Helena, Troya y Philippa... Así que decidí que los votos de mis amigos iban a valer la mitad que los votos de los lectores y, bien, ha ganado Troya con eso (? Así que, Troya III. ¿Que qué le pasó a las dos anteriores? Bueno...

Bueno pues hasta aquí todo por hoy. Hoy es el cumpleaños de Nevra, ¿me pregunto cómo irá a celebrarlo?

Yo me voy a ir a celebrarlo continuando mi partida del Pokémon Perla. Mi crobat se llama Nevra y mi misdreavus Chloé, porque me gusta ponerles a mis pokémon nombres de personajes de mis historias... Lo siento por Feero pero esta vez ha caído un pinguino, si otra vez me cojo el chimchar ya se verá. Eso, que me voy a ser friki a otra parte.

¡Chao, chao! ¡Gracias por leer!

/!\EDIT/!\
¡Un pequeño aviso! Por varias razones, entre ellas que no me apetece poner cuatro post seguidos, me saltaré una actualización. La próxima vez que nos veamos será el 16/17.

Última modificación realizada por Prirenna (El 08-12-2021 à 16h20)